Manu J. Rico - Efecto Polybius

Здесь есть возможность читать онлайн «Manu J. Rico - Efecto Polybius» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Efecto Polybius: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Efecto Polybius»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ángela tenía más de noventa años. Una voz la despertó al alba en su casa de Christiania (Copenhague), susurrándole al oído que no volvería a contemplar otro amanecer. Lejos de angustiarse, los recuerdos de una vida plena, feliz, ocuparon sus últimas horas. Ella recibió el amor de sus seres queridos, disfrutó, sufrió, amó y fue testigo de un cambio radical en el mundo.Cuando era niña el destino de la humanidad resultaba sombrío. La gente se había vuelto dependiente de la tecnología y las redes sociales, en especial desde la hegemonía de Rooftop, el primer entorno de relación colectiva basado en la realidad virtual. Las historias que le relató su padre contenían las claves de la nueva era: códigos concebidos por programadores geniales, hacktivismo, el nacimiento de Anonymous y su lucha contra una antigua corriente de pensamiento de la que Ángela no llegó a saber demasiado.El centro de la conspiración a escala planetaria que supuso el gran cambio fue un videojuego legendario: Polybius. Gracias a su padre conoció los secretos que ayudaron a la humanidad a evolucionar hasta una nueva y luminosa era, desde las cenizas de la posverdad que envenenó gran parte del siglo XXI.

Efecto Polybius — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Efecto Polybius», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

«Eres muy lista, mi niña», pensó.

—Prometido. Pero debes dormir. Dentro de un rato mamá preparará el desayuno y os marcharéis al colegio. Entonces tendrás sueño.

La conversación se desarrolló entre susurros, pero había acabado de despertar a Sofía. Su marido solía ser un hombre afectuoso y comunicativo. Sin embargo en ocasiones se volvía reservado. En muchos aspectos se comportaba como lo hacía su padre, al que echaba mucho de menos desde que murió junto a su madre en un accidente de tráfico. Sofía sabía que Martín se resistía a hablar de sus problemas cuando estos le preocupaban de veras, pero poco podía hacer para romper su hermetismo. No le forzó. Ella entendía que el matrimonio implicaba escuchar lo que el otro quisiera contar, y dar su espacio a cada cual cuando era preciso.

—Cariño, descansa un poco, todavía falta media hora para que suene el despertador. —Sofía encendió la luz de la habitación.

—Sí, mamá. Hasta luego, papá. Feliz cumpleaños.

Martín la contempló mientras caminaba con los pies descalzos hasta la cama.

Se asomó por la puerta para despedirse de su mujer. Ella abrió los ojos. Apartó un mechón de sus rizos. Tenía algunas canas, se hacía mayor, pero a Martín le encantaban y no quería ni oírla hablar de teñirse el pelo.

—Feliz cumpleaños. ¿Vas a ver a los libreros? —preguntó.

—Sí, quizás desayune con ellos.

—¿Y no me vas a dar otro beso antes de salir?

—Claro que sí.

Salió a la calle azorado. Le ocurría desde hacía dos años, pero el síntoma era cada vez más intenso. Notó cómo su estómago se contraía. Los espacios abiertos empezaban a asfixiarle, pero era peor sentirse vigilado. Siempre detestó llevar encima un pequeño fisgón, con geolocalización, cámara y micrófono incorporados; odiaba los mensajes publicitarios en los que de algún modo entendía que sabían dónde había estado, qué cosas había comentado en privado o el tipo de información que había consultado en la red. La tecnología de los teléfonos inteligentes quedó obsoleta en poco tiempo, sustituida por prendas que incorporaban todo tipo de funciones informáticas. Con la ropa electrónica era más fácil obviar el hecho de portar una baliza que le identificaba en cualquier lugar, y los publicistas lo sabían. Camisa y pantalón con teclado, proyección en mangas, regulación de temperatura y humedad incorporada. Cinturón con CPU, GPS y funciones básicas. Solo trescientos gramos adicionales. Un buen hacker podía averiguar rápidamente dónde se encontraba alguien si lo deseaba, y ello enervaba a Martín, que conocía el poder de la tecnología integrada.

La lluvia deslucía el ambiente, normalmente bullicioso y festivo. Se ajustó la capucha del impermeable. El mercadillo era un refugio. Un recuerdo de su infancia cercado por el mundo digital, donde un puñado de idealistas mantenía viva la tradición, y otros tantos mendigos, alcohólicos y desheredados conseguían lo mínimo para no morir de hambre. Abundaban las historias sobre hallazgos increíbles en un mercadillo con tanta tradición. Según las crónicas más antiguas de la ciudad, ya se mencionaba su celebración cuando el rey San Fernando tomó Sevilla a los árabes en el siglo XIII. Los borrachos que se sentaban a la puerta de la iglesia de Montesión eran los mismos que pintó Velázquez, y en cuanto a la fauna de pícaros que pululaban por él, poco había cambiado desde que los describió Cervantes en sus novelas.

Pero Martín no se sentía inspirado para ojear chatarra. La mayoría de los puestos estaban protegidos por sucias sábanas de plástico y comenzaban a formarse charcos. Solía disfrutar de los paseos, el regateo y las charlas con los vendedores.

Desde hacía algunos años aquella fecha le producía nauseas. Se notaba más viejo, y no podía evitar hacer inventario de su vida. En una palabra: gris.

Su hija nació cuando él pasaba generosamente de los cuarenta. Quizás tarde, pero Sofía y él nunca llegaron a plantearse la paternidad antes y prefirieron dejar que surgiera naturalmente. Tenía un trabajo cómodo y rutinario revisando código en una modesta empresa cercana a su casa en Triana, La Andaluza De Software S.L., que sobrevivió en tiempos difíciles a costa de ampliar la jornada laboral de sus empleados. Su mujer era profesora de matemáticas en un colegio cercano, y trabajaba más horas que él. Su hija había crecido entre comedores escolares y actividades extraescolares vespertinas. Además estaba Rooftop, que cada vez era más perfecto. Empezaba a ser una parte importante de sus vidas.

Quedaban lejos sus años de juventud, cuando vivió la época dorada de los primeros hackers y soñó con ser uno de ellos. Un día quiso poner en evidencia al sistema, pero el sistema finalmente pudo con él. Había superado la frustración que suponía asumir su propia mediocridad; solo afloraba en contadas ocasiones, justo al cerrar los ojos antes de dormir, pero disponía de un arma muy eficaz para acabar con el nudo que se formaba en su garganta: la indiferencia. Tenía mucho que agradecer a la vida y ello era más que suficiente para ser moderadamente feliz.

Depurar código diez horas al día y sumergirse en Rooftop hasta la noche, cuando su mujer y su hija volvían, le dejaba un estrecho margen para relacionarse físicamente con otras personas. Incluyendo a su familia.

Martín luchaba contra una íntima animadversión hacia ciertos aspectos de la tecnología, dolorosa para alguien con su profesión. Cada minuto que pasaba en el mundo virtual le desgarraba el alma, pues no podía evitar pensar que fuera, en la realidad física, era donde verdaderamente se debía desarrollar una vida. Se trataba de un problema frecuente en gente de su edad, que no solían padecer los nativos digitales. Sabía que la vida en el hiperespacio, el pomposo término que se usaba en Rooftop para definir los entornos virtuales, no era más que una ilusión. Pero las posibilidades infinitas le seducían, como a todos.

Rooftop enseñaba que las relaciones en persona no eran importantes. El sucedáneo de vida que ofrecía la realidad virtual consistía en que cada cual tenía libertad para buscar su propia tribu, por encima de barreras geográficas o idiomáticas. Los individuos elegían su aspecto y se podían comportar como les viniera en gana, relacionarse con quienes quisieran y ser los dueños absolutos de sus parcelas en aquel universo. Martín pensaba que ello acababa aislando a la gente, que tendía a rodearse de clones desmejorados de sí mismos. Pero nadie se daba cuenta, encantados con la compañía de idiotas que repetían en bucle las mismas bobadas.

Rooftop era la síntesis perfecta del fenómeno conocido como «redes sociales», gestado durante las décadas precedentes, que llegaba a todos por diferentes medios. La mayoría prefería emplear potentes interfaces de realidad virtual para sumergirse y navegar en el espacio sintético.

La lluvia amainó y algunos vendedores se animaron a retirar los plásticos protectores. Los que vendían libros antiguos eran más cautelosos. Un rayo de sol entre las nubes infundió valor a José Manuel, amigo de Martín y dueño de la librería Alejandría en el cercano pasaje de los Azahares, para dejar al descubierto su mercancía. Martín saludó a la esposa de José Manuel, Marvelis.

—¿Qué tal se da el día? —Martín besó en la mejilla a la mujer.

—Regular. La lluvia no es amiga de los libros —respondió con un suave acento cubano.

Trató de conducir el agua que se había acumulado sobre un pliego de plástico para que no chorrease sobre los libros.

—Ya nadie compra en persona, todo se hace desde lejos. —José Manuel detestaba Internet y cómo había cambiado su negocio los últimos años. Era sin embargo un hombre pragmático, que aceptaba por pura disciplina laboral las horas que debía pasar cada día haciendo contactos y vendiendo en el mundo virtual. Rooftop, por otra parte, había simplificado su trabajo, que tiempo atrás implicaba acciones en múltiples espacios sociales. Desde hacía dos años solo existía una red de la que ocuparse. Le seguía exasperando enfrascarse en el mundo virtual, pero las cosas eran más fáciles desde que tanta gente vivía inmersa en Rooftop.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Efecto Polybius»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Efecto Polybius» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Efecto Polybius»

Обсуждение, отзывы о книге «Efecto Polybius» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x