Se trata de una gran controversia global sobre las deudas. La mayor deuda global que existe es de carácter ético: la desigualdad creciente entre las naciones y entre las personas. El COVID-19 muestra que no sólo se expande la desigual distribución de bienes, sino también la distribución de males, como decía Bauman (2014:18).
Esa deuda ética potencia el cuestionamiento hacia una promesa de progreso y crecimiento que no pone el foco central en las sociedades y los seres humanos. Si no aceptamos nociones integrales del desarrollo humano y social, el desarrollo económico se concibe escindido del bienestar, de la salud, de la vivienda, de la vida buena, del acceso al conocimiento y del medioambiente.
¿Hay intereses en juego? No se trata de puros intereses distributivos, aunque en el corto plazo muchas veces puedan aparecer de ese modo. La concepción del mundo y de la vida de que sólo existimos para acumular, pertenece a un grupo, el más poderoso, y de allí emana su capacidad de esparcimiento y su capilaridad.
La experiencia histórica ha develado que los intereses no pueden inferirse de la posición social de manera automática. Porque no siempre hay plena coherencia entre los intereses de corto, mediano y largo plazo. Porque lo que puede ser conveniente para mejorar las condiciones económicas inmediatas puede ser perjudicial para otras dimensiones o para las generaciones siguientes.
El impacto y la expansión del COVID-19 hacia todos los rincones del mundo y los efectos que permanecerán en el corto y mediano plazo, son materia ineludible hoy para pensar en cómo construimos nuestro futuro.
Es por eso que, desde el Programa Argentina Futura, abrimos con esta publicación un debate plural y multidimensional que nos ayude a reflexionar sobre cómo se configura en el presente la materia prima para esta construcción de futuro que nos desafía.
El programa Argentina Futura
Argentina Futuraes una plataforma de pensamiento, plural y diversa, con perspectiva federal y global, que se propone reflexionar y discutir el futuro del país. Nuestro futuro. Partimos de la premisa de que aquello que es nuestro no puede ser decidido por otro. Y eso incluye al futuro. Se trata de convocar a todos los actores que sean necesarios para construir y sostener el fortalecimiento de nuestra democracia para la formulación de un nuevo contrato social.
Recuperar el análisis, el debate y la planificación del futuro es un desafío cultural y político, de la sociedad y el Estado. Necesitamos construir colectivamente horizontes. Las utopías son necesarias para caminar. Por eso es necesario desarmar cualquier esquema predefinido y ampliar los límites de la imaginación social. Es clave producir anhelos nacionales en plural, múltiples y compatibles. Necesitamos democratizar el deseo, que las ciudadanas y ciudadanos no sólo tengan derecho a defenderse, sino que también puedan desplegar sus propias visiones del porvenir.
Como ejercicio de democratización responsable, vislumbrar otros futuros también implica contar con la información, con la posibilidad de procesarla y, hasta donde sea posible, de prever tendencias o contradicciones. En diálogo, con acuerdos, con consensos tensos, articulando intereses diversos, todas y todos, expertos y ciudadanos, organizaciones sociales y gestores, podremos ser protagonistas de imaginar y planificar nuestro propio futuro.
Así podremos anticipar retos del país y delinear una visión estratégica en el mediano y largo plazo. Podremos aportar al diseño de una visión nacional que contribuya a orientar y articular la planificación de políticas públicas. Y también facilitar la articulación entre referentes de variados sectores y perspectivas con la formulación e implementación de esas políticas.
Argentina Futuratrabaja con la palabra y al diálogo como herramienta de construcción colectiva. Aspiramos a generar espacios vibrantes con una ciudadanía que alimente la discusión heterogénea, el pensamiento crítico y el conocimiento. La palabra como lugar de encuentro en la diversidad.
Argentina Futurainvita a todos y todas. Necesitamos activar espacios colectivos y singulares preservando las sensibilidades. Buscamos que todos los habitantes del suelo argentino desplieguen sus proyectos de vida plena en comunidad.
El futuro no es aquello que va a suceder, sino es el proyecto de construcción colectiva que hilvana, en el contexto general, nuevos horizontes y nuevos modos de andar. Argentina Futuraes una caja de resonancias y un documento vivo que permite generar y multiplicar planes de desarrollo participativos.
El futuro es un derecho. El imperio de la incertidumbre lo destruye. La inseguridad que genera el cambio climático, el futuro del trabajo, la economía, las desigualdades de género crecen con la total libertad de mercado, en el reino del más fuerte, en sociedades donde se expande el odio y la violencia. En cambio, la construcción colectiva de la convivencia en la diferencia y con un Estado presente que garantice la sustentabilidad de políticas acordadas, reduce la incertidumbre. Amplía derechos, amplía futuros.
El libro
“El futuro después del COVID-19”es una publicación plural que, desde distintos abordajes, se propone analizar aquellos problemas y fenómenos que impone la pandemia, cuya emergencia da cuenta de una realidad con características propias, nuevas y cuyo conocimiento resulta obligado para pensar el futuro cercano.
Es, a su vez, una publicación realizada en un contexto inédito en nuestro país, marcado por una crisis sanitaria y social sin precedentes, que implicó que nuestro Gobierno decrete el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio con el objetivo de proteger la salud pública en tanto obligación inalienable del Estado argentino. Una decisión que ha sido tomada según las normas que establecen el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos que sostiene en su artículo 22 inciso 3 que el ejercicio de los derechos a circular y residir en un Estado consagrados en el artículo 22.1 “… no puede ser restringido sino en virtud de una ley, en la medida indispensable en una sociedad democrática, para prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad nacional, la seguridad o el orden público, la moral o la salud públicas o los derechos y libertades de los demás”. Es la Democracia que toma decisiones según las reglas que ella misma establece. En circunstancias excepcionales, decisiones excepcionales. La pandemia está a la vista, no hay vacunas, ni recetas de inmunización.
Los artículos compilados en este trabajo han sido realizados por intelectuales que son referentes en los campos de la política, las relaciones internacionales, la cultura, la educación, el empleo, los estudios de género, la literatura, entre otros. Cada uno y cada una expresa sus propias opiniones en este libro, a veces en tensión, a veces en diálogo, a veces permitiendo imaginar nuevos acuerdos.
Estas miradas nos permiten identificar elementos sustantivos que se juegan en la coyuntura actual y que entrañan riesgos y oportunidades para cuando hayamos atravesado la pandemia. Este futuro post- pandemia se piensa en varios tiempos, más corto y más urgente, más de largo plazo y más incierto. Y también en el plano argentino y en el plano internacional. En esos escenarios emergen problemáticas asociadas a posibles estados de excepción cuyas reglas puedan prolongarse. Se visualizan temores a que en algunas zonas se generen salidas conservadoras que amplíen las desigualdades y las brechas que la pandemia expone cruelmente. Pero también se subraya el potencial de alternativas que ponen en cuestión la especulación financiera como principio ordenador del mundo y nos conducen a repensar el rol de lo público en general, y del Estado en particular.
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