Ricardo Forster - Desafío

Здесь есть возможность читать онлайн «Ricardo Forster - Desafío» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Desafío: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Desafío»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Desafío no es un libro sobre lo que nos está pasando (o nos ha pasado), sino para que evitemos lo que nos podría pasar (o nos pasará si no lo remediamos). Pero aprendemos cada día, y por eso, este ebook ha ido creciendo con las aportaciones de sus cuatro autores.
Con cada nueva entrega hemos ido actualizando el archivo y habéis podido descargar las actualizaciones con las nuevas aportaciones al ebook. Un libro que ha crecido, como ha crecido lo que tenemos que hacer para enfrentarnos a este Desafío
Desde que la pandemia se enseñoreó del mundo, la incertidumbre se ha adueñado de nuestras vidas. La única certeza que tenemos es que nada volverá a ser como antes. Durante el largo confinamiento tratamos de buscar una normalidad que dé sentido a nuestro día a día; se nos anima (nos animamos) a leer, hacer deporte, cocinar, aplaudir, ver (mejor, consumir) series…, pero, curiosamente, parece que el pensar ha quedado al margen.
Eso es lo que queremos plantear con este libro: pensar no tanto lo que está pasando, como al hilo de lo que está pasando. En ello nos estamos jugando algo más que superar una crisis sanitaria.
Con este fin nos acompañan cuatro autores de ámbitos diferentes, con trayectorias vitales y profesionales distintas, pero un mismo objetivo: reafirmar caminos, plantear posibilidades, plasmar dudas, deshacer trampas, denunciar abusos, en suma, aventurar futuros. Este es el desafío, y nos afecta a todos.

Desafío — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Desafío», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Esta anécdota ejemplifica la jerarquía laboral existente en el ámbito universitario. Nada nuevo para los marxistas: hay clases en la universidad, y diferencias intraclase. Por supuesto, también en la sociedad en su conjunto. Pero a la vez nos muestra algo que el coronavirus se ha encargado de develar, como tantas realidades que estaban ahí pero no queríamos mirar, pasando igual de desapercibidas que las trabajadoras de la limpieza. A saber: cuando la cosa se pone seria, hay trabajos prescindibles y trabajos que parecían menos importantes pero que son indispensables para que el mundo no colapse. ¿Era que no mirábamos o que no veíamos? Quizá sí las veíamos con los mismos ojos que ahora, pero sin el filtro que empañaba la visión. Un filtro en forma de escala de valores y prioridades que ha sido arrancado por el virus de manera brutal. Aun así, todavía hay quienes se niegan a verlo y siguen vagando, metafóricamente hablando, cual ciego del Ensayo sobre la ceguera de Saramago.

En medio de una pandemia sanitaria, que pone en jaque a la sociedad y al sistema económico, lo imperceptible que vivía en las sombras está emergiendo frente a lo superfluo que acaparaba los focos. Todos aquellos que estaban ahí, y cuya función se daba por hecho o se ignoraba, son los que nos están salvando hoy. Las invisibles, los nadie, los que hacen con su trabajo que todo esté listo para que otros puedan también trabajar, son los protagonistas de esta historia. Aquellos que, en muchos casos, cobran el salario mínimo o, en otros, no contaban con el suficiente reconocimiento social, ni qué decir de visibilidad en los medios. Trabajadores y trabajadoras de súper, limpieza, repartidores/as, camioneros/as, enfermeros/as, teleoperadores/as, agricultores/as y un largo etcétera de trabajos sin los cuales nuestra vida no podría reproducirse ahora mismo. También están los médicos, que siempre gozaron de prestigio social y visibilidad, aunque en los últimos tiempos han padecido asimismo una precarización laboral generalizada, pero que, como sabemos, ha tenido distinto impacto social en función del lugar de partida. Ahora los aplaudimos en ventanas y balcones. Algunos los tildan de héroes y heroínas, pero no son seres míticos ni mágicos, es la clase trabajadora en acción, aquella que mueve el mundo y que también tiene capacidad de pararlo cuando se trata de exigir mejoras laborales o un orden económico y social distinto. Lo real maravilloso que reside en lo cotidiano y que algunos no podían ver con su mirada gris, tecnócrata y neoliberal.

Sin duda, hemos asistido a todo un proceso de desaparición forzada y demonización de la clase obrera, nada improvisado, cuya intencionalidad entendemos con mayor claridad en estos momentos en que la clase trabajadora se erige como actor imprescindible. Durante años nos invisibilizaron, ridiculizaron, denigraron, criminalizaron nuestras huelgas y reivindicaciones al grito de «¡privilegiados!». Decían que exigir salarios dignos y condiciones laborales mínimas era algo propio de egoístas. Nos trataron como parásitos sociales que no se esforzaban lo suficiente frente a un empresariado que asumía todos los riesgos y, encima, daba trabajo y generaba riqueza. Éramos prescindibles y éramos muchos para poder trabajar todos. Debíamos estar, por tanto, agradecidos. Todo un bombardeo para confundir nuestra conciencia de clase y acallar nuestro potencial político. A pesar de lo mucho invertido por el sistema y sus medios de construcción de hegemonía en convencernos de lo contrario, los trabajadores sabemos de manera empírica que esta riqueza sale, en verdad, de nuestro sudor y nuestras lágrimas, para luego ser apropiada por la clase que se lucra del trabajo ajeno. Una riqueza que se privatiza en tiempos boyantes, pero que, en cambio, cuando vienen mal dadas y el empresariado no puede seguir incrementando sus beneficios al ritmo que quisiera, se nos exige no sólo que asumamos entre todos sus pérdidas sino también su dolor. ¿Y quién se preocupa por el dolor de la clase trabajadora? ¿Quién pagará nuestras facturas, nuestros alquileres, hipotecas, comida, en esta profundización de la crisis económica?

Mientras Ana Rosa Quintana, en un ejercicio fuera de todo marco periodístico, pedía a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que no fuera tan dura con los empresarios, más de un millón de trabajadores están ya afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en España. El chantaje del sistema, que dispara su ideología a todas horas y desde todos los artilugios posibles, es perfecto, pero esta crisis está poniendo al descubierto sus falacias a un ritmo vertiginoso. Vemos noticias vergonzosas que nos hablan de ganancias in crescendo por especulación bursátil. Noticias que ponen el foco en «la salud de los mercados y la bolsa» mientras se ignora la de los trabajadores que exponen la suya para que no decaiga la orgía de beneficios. Vemos empresas que aprovechan la tragedia para especular con los precios en áreas tan sensibles y necesarias en estos momentos como los servicios funerarios o la venta de material médico imprescindible como los respiradores. Por increíble que parezca a quienes crean, en su ingenuidad, que el capitalismo se rige por elevados principios éticos, son las áreas vinculadas con la enfermedad y la muerte las que están padeciendo en mayor medida la especulación en medio de esta pandemia. ¡En medio de una pandemia! Nada más terrorífico y elocuente para mostrar que el capitalismo es un sistema de muerte, no de vida.

Pero el capitalismo es también un sistema que se sostiene por la alienación. El coloso textil Inditex no tardó en anunciar un ERTE a los pocos días del Estado de alarma. Como la decisión era muy poco presentable, Inditex tuvo que recular. A pesar de lo cuestionable de querer cargar los costos de los casi 48.000 trabajadores que tiene en territorio español a las arcas públicas por parte de una gran empresa que facturó sólo en España 1.650 millones de euros en 2019, hubo gente que salió a los balcones a aplaudir el día del cumpleaños de Amancio Ortega, agradecida por, suponemos, su «generosidad» (léase, caridad). Una imagen que recordaba la de los trabajadores de una de sus fábricas que, no sabemos si por voluntad propia o por presiones, le hicieron hace años un túnel de aplausos interminable mientras su hija lo paseaba dándole una sorpresa que grabó en vídeo y difundió en redes.

La visibilización de la clase trabajadora es también la visibilización de nuestras contradicciones. Esta crisis está dejando al descubierto la moral de esclavo de algunos, pero también la hegemonía que el discurso empresarial tiene en nuestros medios. Una lógica que se presenta como universal cuando responde solamente a los intereses de una de las partes y, dentro de esa parte, a un segmento minoritario de ella, porque entre las empresas también hay diferencias sustanciales. La equiparación de la realidad e intereses de pequeñas y medianas empresas con los de las grandes empresas pertenecientes al IBEX-35 es una de las estrategias en las que se sostiene esta lectura unívoca de cómo salir de la crisis económica en la que se ha montado el coronavirus. Una manipulación interesada que nos presenta a los trabajadores autónomos –muchos de ellos falsos autónomos, otros autoexplotados y precarios que dependen de los ingresos del día para subsistir– como empresarios. Su situación se pone encima de la mesa para evitar el debate de fondo sobre esos grandes empresarios que podrían estar haciendo mucho más esfuerzo del que hacen y tapan su codicia mostrándose ofendidos por televisión. No nos referimos a los pequeños empresarios que no tienen más remedio que cerrar temporalmente para garantizar que sus trabajadores cobren. Nos referimos a los listos que se montan en la ola y han optado por minimizar sus costos y cargárselos a otros, sea a sus trabajadores obligándoles a tomarse vacaciones o despidiéndolos, sea al Estado acogiéndose a ERTEs cuando con sus ganancias acumuladas podrían perfectamente asumir el costo salarial de sus trabajadores durante dos o tres meses. Si a una familia trabajadora se le cuestiona que no tenga ahorros para afrontar el descenso de su poder adquisitivo para afrontar estos meses, ¿por qué no se le exige lo mismo, públicamente, a las empresas?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Desafío»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Desafío» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Desafío»

Обсуждение, отзывы о книге «Desafío» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x