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Jurar y juzgar
Estudio sobre el juramento procesal y su evolución en Colombia, siglo XIX
Andrés Botero Bernal
Universidad Industrial de Santander
Facultad de Ciencias Humanas
Escuela de Filosofía
Bucaramanga, 2019
Página legal
Jurar y juzgar
Estudio sobre el juramento procesal y su
evolución en Colombia, siglo XIX
Andrés Botero Bernal
Profesor, Universidad Industrial de Santander
© Universidad Industrial de Santander
Reservados todos los derechos
ISBN: 978-958-8956-69-5
Primera edición: septiembre de 2019
Diseño, diagramación e impresión:
División de Publicaciones UIS
Carrera 27 calle 9, ciudad universitaria
Bucaramanga, Colombia
Tel.: (7) 6344000, ext. 1602
ediciones@uis.edu.co
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por
cualquier medio, sin autorización escrita de la UIS.
Impreso en Colombia
Agradecimientos
La realización de este libro ha sido posible gracias a la colaboración de varios colegas y amigos, profesionales de historia, derecho y filosofía, quienes apoyaron la investigación desde cada una de sus especialidades. Por este motivo, no puedo dejar pasar por alto la gran colaboración prestada por los historiadores Yoer Castaño y Lissete Carolina Martínez, quienes ayudaron a transcribir varios procesos judiciales y a resolver diversas dudas paleográficas y diplomáticas en torno a los expedientes. De igual manera, agradezco a los auxiliares de investigación, ahora abogados, Estefanía Acosta, Juliana Osorio, Juan Camilo Martínez, José David Fernández y Sebastián Blandón, quienes colaboraron en la recolección de información y revisaron los primeros borradores que se iban produciendo, y a los filósofos Silvia Esparza, Edward Orozco y Daniela Jerez, y por su asistencia en la fase final de este libro.
Igualmente, expreso los agradecimientos al personal del AHJM y del AHR, quienes permitieron obtener el mayor provecho de los inigualables fondos archivísticos que conservan. También al Max Planck Institut für Europäische Rechtsgeschichte (Alemania) y a la Cátedra de Cultura Jurídica de la Universidad de Girona (España), porque fue gracias al espacio-tiempo vital que me facilitaron en mis pasantías investigativas en tales lugares que pude llevar a feliz término buena parte de la tesis doctoral, materia prima de este libro. No podía faltar el agradecimiento al maestro Carlos Petit, quien nunca dudó en tirarme un lazo cuando me sentía ahogado entre ideas y papeles. Además, ha sido muy complaciente ver cómo nuestra relación académica y discipular devino en una muy buena amistad. Finalmente, el presente libro se vio enriquecido por las críticas y las sugerencias del ilustre tribunal de la tesis: Jesús Vallejo, Faustino Martínez y Jesús Bogarín. ¡Gracias a todos!
Prólogo
El lector tiene en sus manos un sólido trabajo de investigación sobre un argumento oscuro y evasivo. Andrés Botero ha penetrado en el bosque tupido del juramento –una institución multiforme y de uso plurisecular− hasta conseguir un diseño limpio que sabe orientar entre las categorías complejas y las numerosas recurrencias de una figura jurídica de uso tan generalizado. Se trata de una problemática que me resulta casi del todo ajena, de modo que estas líneas, afectuosamente solicitadas por el autor, deben aceptarse como una presentación de méritos y contenidos según la opinión de quien tiene la cabeza en otros asuntos.
Veo en estas páginas, cuando menos, dos clases de notables aportes. Por una parte, Botero sigue como autoridad indiscutible al modernista italiano Paolo Prodi (1932-2016). Años atrás este gran historiador presentó el volumen Il sacramento del potere (1992), el primer paso de un recorrido ambicioso en el que estudió el peso de la religión cristiana en la formación de las sociedades contemporáneas. En realidad, Prodi proponía una reflexión en torno al concepto de forum, entendido como espacio de lo político y, más adelante, como tribunal judicial, idea que se desarrolló en el volumen Una storia de la giustizia (2000). Esta pesquisa culminó con el volumen Settimo non rubare (2009), que abordó el forum a partir de la idea de mercado. El presente libro tiene el mérito de convertir la estima intelectual por el colega italiano en un instrumento de difusión de su importante obra en medios historiográficos aún poco familiarizados con el nombre de Prodi.
El libro de Botero acude continuamente a las obras señaladas para comprender la institución en el espacio americano, y se apoya en fuentes inéditas procedentes del contexto colombiano. En pocas páginas el autor logra presentar una consideración historiográfica que encierra una contribución de primer orden sobre el estado de la cuestión a partir de los trabajos publicados. Prueba de horas de estudio que, sin embargo, empequeñecen la investigación realizada en los fondos judiciales de Medellín (luego incrementados con los de otras regiones colombianas). La parábola que trazan esas fuentes, desde las fórmulas más influidas por el credo católico hasta las formas de jurar propias de un Estado aconfesional, se dibuja con línea segura desde la sólida base de la documentación original. Reconstruir tal evolución no supone un hallazgo sorprendente, mas el rigor de Botero permite conocer, desde terreno firme, las circunstancias pasadas. Y, a veces, en una clave contrafáctica, podría suponerse intuitivamente que con gobiernos conservadores la continuidad del juramento lleva a la continuidad de los formulismos religiosos en contra de los legales y secularizados. Sin embargo, el autor demuestra que el Estado tiene su propia dinámica, de modo que la anterior hipótesis queda desmentida por los archivos que el autor consulta.
La segunda clase de aportes que ofrece Botero lógicamente tienen que ver con el contenido propio de la obra. En este sentido, considero esclarecedoras las páginas sobre las modalidades del juramento procesal, apoyadas siempre en fuentes primarias y secundarias. O la minuciosa descripción de la cultura del juramento −moralista a moralista, catecismo a catecismo− en páginas vibrantes, donde el autor acredita su experiencia con los textos teológicos y jurídicos del antiguo régimen. O la exposición de documentos judiciales, donde se aprecia el declive de las viejas fórmulas ante el triunfo de una nueva visión del mundo y el auge de otros medios probatorios.
El prólogo es tan solo una interpretación de la obra para estimular la consulta por parte de los lectores. Y ante ello solo me resta decir que la obra de Andrés Botero ciertamente la merece: gracias a su empeño, el estudioso dispone ahora de una excelente herramienta para penetrar en la experiencia jurídica pasada y en el uso, tan recurrente, del juramento.
Carlos Petit
Profesor catedrático
Universidad de Huelva (España)
Introducción
Vendrá un tiempo en el cual el juramento será superfluo; pero, por ahora, es indispensable, por lo que puede y debe ser prestado también por los espíritus más iluminados1.
Karl Gottlob Anton (1778-1861)2
Sobre el plan de escritura y la redacción
Un problema nada desdeñable en cualquier escrito iushistórico, que va más allá de las pretensiones metodológicas que rigen la investigación, es el de cómo escribir. Esto es, la estrategia para transmitir al lector algo que se cree importante, fruto o resultado de una investigación culminada. Este es un asunto al que se le ha dedicado poca atención durante la formación de los nuevos iushistoriadores, pues erróneamente se cree que esta capacidad emerge, como si fuese algo natural, de todo buen lector. Se cree que quien lee sabe cómo escribir, con todo lo que involucra el hecho de escribir “bien”3. Efectivamente, quien lee podrá adquirir herramientas para emular sobre el papel aquello que le gustó y para evitar aquello que le desagradó, pero no es un proceso natural, sino una construcción que inicia con la experiencia. Sin embargo, se ha dejado al vaivén del sentido común del que está en proceso de formación (¿y quién no lo está?) cuando debería ser algo más razonado.
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