Fueron diversos los daños que estos hechos victimizantes ocasionaron a las dinámicas locales, al tejido comunitario y a la vida de sus pobladores. Estos llevaron a que luego de este proceso de reconocimiento jurídico se avanzara en la implementación de la ruta de reparación colectiva, cuyas fases revisamos de manera breve a continuación:
a. Fase de alistamiento
El proceso de reparación colectiva comienza en el año 2013 con la Estrategia Entrelazando en la comunidad de El Dorado, una solicitud que desde el año anterior venía haciendo la comunidad. Desde ese mismo momento la UARIV, junto con la Escuela de Gobierno Galán, llevaron a cabo la tarea de “andar todo el municipio […] explicándole a la gente lo que se iba a hacer aquí así [...], nos decían ‘no esperen recompensa económica a nivel personal, lo que vamos es a tratar de hacer cosas colectivas’” (testimonio de un integrante del Grupo de Tejedores y Tejedoras del municipio). Mediante convenio, a la Escuela de Gobierno Galán se le adjudicó el proyecto de elaboración del diagnóstico del daño. Para ello, convocó a habitantes de todas las veredas del municipio y del casco urbano con el fin de explicar en qué consistía la reparación colectiva y cómo se iba a trabajar esa estrategia en el municipio.
Como parte de las acciones adelantadas, logró la conformación del Comité de Impulso, compuesto por 79 integrantes, personas que representan a 14 veredas y los dos Centros poblados”. Según lo manifiesta un líder comunitario de la región, integrante del Grupo de Tejedores y Tejedoras, “la Unidad de Víctimas empezó el proceso para sacar dos líderes de cada vereda; nos decía que entre mayor participación había de las veredas era mucho mejor. Salieron 86 líderes para el Comité de Impulso para iniciar con la Estrategia Entrelazando. La comunidad misma era la que postulaba a las personas para que estuvieran en el Comité” (F. Albino, comunicación personal, 23 de septiembre de 2017).
Con la conformación del Comité, se contaba en este municipio –Sujeto de Reparación Colectiva– con una instancia de participación de la comunidad sobre la cual descansaba la responsabilidad de trabajar con los representantes de cada vereda para adelantar acciones de multiplicación de información y de transferencia de lo aprendido en su interior. En esa instancia de participación, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas llevó a cabo acciones de sensibilización y de formación a los integrantes de los nuevos espacios de participación que, en el marco de la Ley 1448 de 2011, se abrieron a la población víctima del municipio. En este caso hablamos del Grupo de Tejedores y Tejedoras y del Comité de Impulso. Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer, pues los líderes integrantes del Grupo de Tejedores y Tejedoras afirman que la UARIV comenzó a flaquear en sus responsabilidades.
La UARIV, progresivamente, empezó a suspender los apoyos a los integrantes del Comité. La entrega de los viáticos acordados, como uno de los mecanismos de compensación por la “pérdida del jornal de trabajo” de los campesinos(as) que integraban el Comité, dejaron de llegar. Esta cuestión afectó sensiblemente el proceso, pues algunas de las personas que conformaban el Comité dejaron de asistir a las reuniones.
b. Fase de diagnóstico y/o caracterización del daño
Esta fase también fue adelantada en El Dorado. Con la conformación del grupo de Tejedores y Tejedoras del municipio, y desde el liderazgo de la Corporación Escuela Galán y la UARIV, se adelantó durante los años 2013 y 2014 el proceso de diagnóstico del daño. En ese momento la comunidad de El Dorado avanzó colectivamente en la identificación de los hechos victimizantes ocasionados en el marco del conflicto armado. Más allá de lo que apenas se enuncia en la resolución, que da pie al reconocimiento del municipio como Sujeto de Reparación Colectiva, el ejercicio de elaboración colectiva del daño logra ir más allá y documentar con algo de mayor amplitud los hechos victimizantes, tal como aparece en el documento de diagnóstico, en el cual se habla de la ocurrencia de:
Masacres, asesinatos selectivos, desaparición forzada, desplazamiento forzado, apropiación ilegal de bienes civiles, destrucción de bienes civiles, heridas por atentado, heridas por explosión de minas antipersonal, secuestros, confinamiento, tortura, maltrato físico y psicológico, reclutamiento forzado, amenazas de muerte, violencia sexual, prohibición de circulación, amenazas a líderes, estigmatización, imposición de acciones, control social ejercido por actores al margen de la ley, control de vías, restricción en la compra de remesas y restricción a la libertad de elegir (UARIV & Corporación Escuela Galán, 2014, p. 15).
En el mismo sentido, como consecuencia de estos hechos, la UARIV y la Corporación Escuela Galán (2014) analizaron nueve focos de afectación o daño colectivo a la comunidad campesina con ocasión del conflicto: cambios en las relaciones económicas, en las relaciones con el territorio, en los patrones de vida colectiva, en las prácticas y formas de organización, en el control social; cambios en la cultura política, en las relaciones con el Estado, así como daños ambientales y psicosociales. De manera amplia, el Acta de Diagnóstico presenta unas generalidades y antecedentes históricos del conflicto armado, de los actores y hechos del conflicto, en los que muestra hechos por actores (las Farc, los paramilitares –Autodefensas Unidas de Colombia– y fuerzas armadas del Estado); posteriormente presenta patrones de violencia, daños e impactos del conflicto. En esta última parte de daños hace una evaluación en diversas dimensiones: en las relaciones económicas, en las relaciones con el territorio, en los patrones de vida colectiva y en los cambios en las prácticas y formas de organización; finalmente, en el control social, en la cultura política y el daño ambiental y psicosocial. Luego de ello, presenta recursos y capacidades de la comunidad (UARIV & Corporación Escuela Galán, pp.18-41).
c. Fase de ejecución
Otro de los resultados que se derivan del diagnóstico del daño es la formulación del Plan Integral de Reparación del Municipio (PIRC). Este plan, que se condensa en una matriz, al igual que el diagnóstico, es adelantado por el Comité de Impulso del municipio, con la orientación de la Escuela de Gobierno Galán y la UARIV. A partir de los distintos componentes de la Estrategia Entrelazando se formula el plan de reparación.
De manera general presentamos algunos de los elementos que aparecen en la matriz formulada por el Comité de Impulso:
Componente de pedagogía social
•Atropello al amor propio: proponen incentivar las denuncias sobre abuso sexual en épocas de violencia, colocar mensajes alusivos al perdón por el municipio y realizar charlas a la comunidad sobre derechos humanos.
•No se cree en nada ni en nadie: se pretenden realizar integraciones para afianzar los lazos comunitarios, para pedir a las autoridades que las denuncias no sean publicadas ni por la policía ni por el ejército.
Imaginarios colectivos
•Discriminación de los doradinos y en los doradinos: se propone hacer una pancarta a la entrada del pueblo que tenga una frase alusiva y una imagen positiva del municipio y su gente, hacer un video con el que se dé a conocer las veredas y su gente, realizar jornadas de acercamiento con los habitantes de El Castillo para romper la estigmatización entre los municipios y romper los prejuicios por medio de carteles en salones comunales en los que se reconozca a las veredas como parte del municipio y no como parte de un grupo armado.
Prácticas sociales
•La pérdida de la tradición cultural y diversión: se propone realizar los bazares que se hacían antes, recuperar los reinados entre veredas, así como los campeonatos de fútbol. Se propone también crear grupos musicales de cuerda.
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