¿Qué aporta la visión política de la empresa como criterio superador de la RSE? Aporta el conocimiento del sentido de la relación recíproca entre la empresa y la sociedad en la que realiza su misión. Cuando no se considera esta dimensión esencialmente política de la empresa, es fácil caer en el individualismo competitivo, lo que torna difícil que la empresa desarrolle relaciones de colaboración a distintos niveles. Y, para poder actuar colaborativamente y lograr un desarrollo sostenido, son necesarios ciertos hábitos (valores y virtudes), que se adquieren y fortalecen obrando.
Además de las aportaciones de desarrollo de personas y de creación y distribución de riqueza mencionados anteriormente, las siguientes son aportaciones empresariales que resaltan la naturaleza sociopolítica de la empresa y, por lo tanto, fortalecen el criterio de relación entre la misión y el desarrollo integral local:
- Su capacidad técnica para resolver problemas socioeconómicos. Efectivamente, las empresas cuentan con personal instruido y capacitado, y con expertise para la dirección de personas y la administración de recursos materiales que pueden aportar conocimiento y experiencia en el ámbito público.
- La capacidad de cohesión humana y social que logra este tipo de organización, en función, en primer término, de su condición de dadora de empleo, pero también en su relación con los más diversos stakeholders (desde esos mismos empleados, pasando por la multiplicidad de proveedores, hasta el Gobierno local y las instituciones intermedias).
- La natural cooperación público-privada e interempresaria que las empresas realizan comúnmente en función de sus actividades, fomentando la participación, el diálogo y el consenso entre las partes.
- La posición de institución intermedia y, por ello, privilegiada, que la empresa posee en relación con el Estado y la comunidad civil 46.
- El carácter formativo y sociocultural con que cuenta, en principio, a través de la capacitación de recursos humanos, pero también alrededor de otros intereses comunes a la sociedad, como pueden ser el cuidado del medio ambiente o el fomento y el estímulo a la educación en el ámbito local.
En síntesis, sobre la base de los criterios provistos por Aristóteles y continuados por Tomás de Aquino, la empresa es receptora de las demandas sociales de participación y cooperación. La perspectiva aristotélico-tomista lleva a ver a la empresa como comunidad dentro de la sociedad. Surge en la sociedad, se nutre en la sociedad y proporciona bienes y servicios a la comunidad. Por ello, lo razonable es que la empresa contribuya con el bien común de la sociedad.
Hemos llegado al final del recorrido conceptual y práctico sobre la RSE con algunas propuestas integradoras y proponiendo un camino más abarcativo: partiendo de la misión de la empresa, pasar de la RSE al desarrollo integral (Capítulo 2) local (Capítulo 3). A continuación, una vez definidas y ejemplificadas las realidades del desarrollo integral local, en el Capítulo 4 exponemos los paradigmas para la transición.
1. 4. Preguntas para la reflexión y la acción
Proponemos al lector que, sobre la base de la decisión escogida en la introducción a la parte I de este libro, tomando como guía el modelo de la figura 6, responda las siguientes preguntas:
a. ¿Cuál es la idea dominante sobre RSE en la decisión tomada?
b. ¿Qué decisión, criterios, organizaciones y acciones escogería si considerara la perspectiva integradora planteada en este capítulo?
c. ¿Cuáles son los resultados esperados en términos de desarrollo personal, organizacional y local de la decisión tomada desde el enfoque de misión de empresa planteado en este capítulo?
1. 5. Visión histórica y contextual: fuentes para consultar
Esta sección se apoya fuertemente en los siguientes trabajos que proveen la base histórica y contextual de los criterios sobre responsabilidad y misión de la empresa elaborados en esta sección:
Ackerman, R. W. (ed.) (1975), The Social Challenge to Business, Harvard University Press., Cambridge, MA.
Alvira, R. (1990), “Qué es el humanismo empresarial”, Cuadernos Empresa y Humanismo 17, Universidad de Navarra.
——— (1999), “Sobre el estatuto socio-político de la clase empresarial”, Revista Empresa y Humanismo 1 (99), pp. 15-27.
Barnard, C. I. (ed.) (1938), The functions of the executive, Harvard University Press, Cambridge, MA.
Bowen, H. R. (1953), Social responsibilities of the businessman, Harper, New York.
Bucholz, R. A. (1991), “Corporate responsibility and the good society: From economics to ecology; factors which influence corporate policy decisions”, Business Horizons, vol. 34, n° 4, July, pp. 1-19.
Carroll, A. B. (1979), “A three-dimensional conceptual model of corporate performance”, Academy of Management Review, pp. 497-505.
——— (1999), “Corporate social responsibility”, Business & Society, vol. 38, n° 3, pp. 268-295.
Carroll, A. B. and K. M. Shabana (2010), “The business case for corporate social responsibility: a review of concepts, research and practice.” International Journal of Management Reviews 12(1): 85-105.
Clarkson, M. B. E. (1995), “A stakeholder framework for analyzing and evaluating corporate social performance”, Academy of Management Review, vol. 20, n° 1, pp. 92-117.
Cortright, S. A. y M. Naughton (2002), Rethinking the purpose of business: interdisciplinary essays from the Catholic social tradition, University of Notre Dame Press Notre Dame, Indiana.
Dalton, D. A. y R. A. Cosier (1982), “The four faces of social responsibility”, Business Horizons, vol. 25, pp. 19-27.
Davis, K. (1960), “Can business afford to ignore social responsibilities?”, California Management Review, vol. 2, n° 3, pp. 70-77.
Davis, K. y R. L Blomstrom (1966), Business and its environment, MacGrawHill, New York.
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Drucker, P. F. (1957), Landmarks of tomorrow: A report on the new “postmodern” world, Transaction Pub.
——— (1984), “The new meaning of corporate social responsibility”, California Management Review, vol. 40, n° 2, pp. 8-17.
Elegido, J. M. (1996), “Prioridades en las Responsabilidades Sociales de la Empresa”, en Melé, D. (ed.), ética en el Gobierno de la Empresa, Eunsa, Pamplona.
——— (ed.) (1998). Fundamentos de ética de la Empresa, IPADE, México.
Frederick, W. C. (1960), “The growing concern over business responsibility”, California Management Review, vol. 2, n° 4, pp. 54-61.
Freeman, R. E. (ed.) (1984), Strategic management: A stakeholder approach, Pitman, Boston, MA.
Freeman, R. E. y D. L. Reed (1983), “Stockholders and Stakeholders: A New Perspective in Corporate Governance”, California Management Review, vol. 25, pp. 88-106.
Ghoshal, S. (2005), “Bad Management Theories Are Destroying Good Management Practices”, Academy of Management Learning & Education, vol. 4, n° 1, pp. 75-91.
Ghoshal, S. y P. Moran (2005), “Toward a good theory of management”, Sumantra Ghoshal on Management, Pearson Education Limited.
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