1 ...8 9 10 12 13 14 ...17 Como la crisis económica afectó las finanzas de los socios, estos se dedicaron a enfrentarla. Francisco Echeverri, un empleado de R. Echavarría & Cía., decía sobre el año 1920: “¡fue lo más espantoso del mundo! (...)”, muchos se dedicaron a recuperar sus capitales, “pero nadie pagaba”. Los Echavarría se regaron por todo el país a cobrar lo que les debían y recibieron telas y hasta alambres de púas en pago, “la mala racha era general”. 51Los Echavarría cuentan que por esos años se sentían como en un marasmo. Además, estaban ocupados en salvar su casa comercial. Pero un hecho reavivó el interés por retomar el montaje de la planta: la intención de compra de la caída de agua de El Hato por parte del Ferrocarril de Antioquia. 52Entonces, los gerentes Enrique Echavarría (octubre de 1921 a enero de 1923) y Ramón Echavarría (enero de 1923 a julio de 1942), junto con los Mejía, resucitaron el proyecto.
En 1922 empezaron a comprar otras propiedades y reiniciaron la construcción. La primera etapa de edificación se hizo en los terrenos cercanos a la estación de Bello. En diciembre, la planta hidroeléctrica, ubicada en Potrerito, había generado gastos por 49.964,64 pesos. Por su parte, los gastos de la instalación de la fábrica ascendieron a 187.472,80 pesos, representados en provisión de agua, salones de enrolladoras, hilados, carretas, engomadoras, telares, tintorería, caldera, depósito de mercancías y materias primas, jornales y un apartadero en la estación Bello del ferrocarril. Esta cuenta incluía maquinaria y las herramientas para comenzar la producción. 53
A principios de 1920, la junta directiva había aprobado un pedido de máquinas para hilados y tejidos, iguales a las de sus competidores, a la firma londinense Isaac & Samuel, mientras que la maquinaria hidráulica y eléctrica se cotizó en Estados Unidos con la casa Westinghouse. 54Su costo parecía excesivo. Una rueda Pelton y la tubería para la planta hidroeléctrica fue cotizada en 12.000 dólares, precio que causó sorpresa entre los socios. Para rematar, Isaac & Samuel cotizó mal la maquinaria para hilados y debían pagar un 34% más de su valor inicial. 55Estos sobrecostos, en un momento de crisis económica, obligaron a cancelar los pedidos en espera de “ocasión más propicia” para poder pagar los artefactos. 56Los directivos buscaron llegar a un acuerdo, de modo que cancelaron parte del pedido a la casa de Estados Unidos, previa indemnización. La otra parte de la maquinaria quedó en depósito durante un año y medio. 57
Primer aviso de Fabricato. El Colombiano , Medellín, 10 de diciembre de 1923
Transporte de materiales a principios del siglo XX
Archivo Fabricato
La firma Isaac & Samuel opuso más objeciones, por lo que los directivos escribieron a Londres: “Fábrica en suspenso indefinidamente; si pudiésemos más tarde continuar, se les dará la preferencia a ustedes”. 58Los intermediarios en este asunto fueron Harold B. Maynham, agente comercial de Isaac & Samuel, y la casa Miguel Navarro y Cía., con sede en París. 59Por último, para llegar a un arreglo, Fabricato reconoció una indemnización pagadera a un año: por la cancelación de la maquinaria de tejidos 100 libras y por la de la maquinaria de hilados 1.000 libras. 60
Este panorama, que Enrique Echavarría calificó de hostil, desanimó a los Navarro, quienes en septiembre de 1921 vendieron 28.000 acciones a los Echavarría. Un mes después las acciones estaban dividas así: R. Echavarría y Cía. 44.000, L. Mejía S. y Cía. 32.000, Harold B. Maynham 2.000, Miguel Navarro y Cía. y Salvador Navarro 2.000. 61En definitiva, los Navarro se retiraron al finalizar el año 1921. 62Era claro que la crisis económica había generado la salida de los Navarro de la sociedad, de modo que los Echavarría y los Mejía comenzaron a controlar las acciones de la empresa.
La administración de la fábrica por parte de Jorge Echavarría duró entre el inicio de operaciones en 1923 y su muerte, acaecida en 1934. Antes de ocupar este cargo había trabajado hasta 1915 en Coltejer bajo la dirección de su tío Alejandro Echavarría. Ese año regresó a Nueva York, donde había realizado estudios, para encargarse de la firma comercial abierta allí por su familia. Su experiencia en Coltejer facilitó la transferencia de conocimientos hacia Fabricato, como lo dan a entender comentarios sobre su diario: Coltejer “fue su universidad, la que lo preparó (...) para cuando, al comenzar labores Fabricato en 1923, él fuera el encargado de comprar la maquinaria y de dirigir su instalación y funcionamiento”. 63
Salón de Empaques y Depósitos de Fabricato, fotógrafo: Francisco Mejía. Almanaque Fabricato . Suiza, A Trüb & Cie. Aarau, 1928. Archivo Fabricato
En efecto, Jorge Echavarría fue comisionado para comprar en Estados Unidos una maquinaria más moderna, que la que se había previsto en los inicios. Se adquirió equipo de Saco-Lowell Shops y Draper Corporation, de modo que Fabricato comenzó labores con 3.284 husos, 100 telares automáticos con equipos de hilado y accesorios complementarios, la más moderna tecnología del momento. También se compraron máquinas para tintorería, repuestos, engomadoras, cepilladoras y envolvedoras. 64Asimismo, se trajeron las maquinarias hidráulica y eléctrica que habían quedado en depósito en Estados Unidos. Por esta operación se pagaron unos 130.000 dólares, prestados en el Banco Alemán Antioqueño. 65
La compra de modernos equipos en Estados Unidos y no en Inglaterra por parte de los empresarios latinoamericanos, como fue usual antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), no debe pasar inadvertida. Ello permite comprender la dotación tecnológica que posibilitó a Fabricato contar con los equipos más modernos de la industria textil colombiana. El asunto sería accidental, si no fuera porque entonces era evidente el declive de Inglaterra como potencia industrial y de su poder económico en el comercio internacional, frente al evidente ascenso del desarrollo industrial de Estados Unidos. Después de la contienda, el comercio exterior de Colombia con la potencia del norte ocupó el primer lugar. De igual forma, Alemania posicionaba los productos de su avanzada industria química en los países de América Latina y todo ello tuvo consecuencias en las adopciones tecnológicas de Fabricato para procesos industriales, como el teñido y los procesos relacionados.
Aviso publicado con motivo del premio que recibió Fabricato en la Exposición Nacional de Cali. Tomado de: Agapito Betancur. La ciudad: Medellín en el 5o. cincuentenario de su fundación: pasado-presente-futuro . Medellín, Bedout, 1925
Para sufragar los gastos de montaje de la fábrica se recurrió a préstamos bancarios y a unos aportes, llamados contingentes, que los accionistas pagaron entre 1920 y 1929: unas 22 contribuciones, que oscilaron entre 2,5 pesos y 10 centavos por acción. 66Por fin, en diciembre de 1922, llegó la maquinaria en los vagones del ferrocarril. Para su instalación se contó con la ayuda de 3 técnicos estadounidenses, 2 de ellos expertos en hilados y telares, y el otro en tintorería. 67
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