Una cuestión resaltante, más allá de la abierta relación entre dependencias gubernamentales y empresas privadas, es que el ejército estadounidense es el que lidera el proyecto en Nigeria, por considerársele a este último un país riesgoso (Giménez, 2001).
Los objetivos formales de los ICBG son: abordar aspectos interdependientes de la conservación de la biodiversidad, promover el crecimiento económico sustentable y mejorar la salud humana mediante el descubrimiento de nuevas drogas para enfermedades actualmente críticas (cáncer, hepatitis, sida). Sin embargo, la estructura de los ICBG deja entrever una marcada hegemonía del Norte sobre los países del Sur, poseedores de recursos biogéneticos, pues la institución que lidera los grupos y administra sus fondos debe ser estadounidense, al igual que el director del comité asesor.
Las acciones por desarrollar no son menos convenientes para los países industrializados: descubrir, aislar y evaluar preclínicamente compuestos naturales con potencial medicinal; colectar e inventariar la mayor biodiversidad posible (información que está disponible para cualquiera, incluso fuera del grupo); y apoyar la capacitación, incluyendo la experiencia de campo de científicos estadounidenses.
Sin embargo, el programa de los ICBG considera la incorporación de los derechos de patentes y la protección de la propiedad intelectual —ya sea de instituciones o de grupos de pobladores de los países en desarrollo que sean proveedores de material— siempre a través delos ICBG. Para ello, la investigación etnobotánica resulta relevante, y es el coordinador científico de Estados Unidos quien debe centralizar todos los datos obtenidos. En lo relativo al apoyo al crecimiento económico de los países del Sur, mediante el soporte para establecer políticas y planes de conservación de la biodiversidad, el programa es esencialmente declarativo 20.
En síntesis, los países del Sur proveen información básica que facilita el trabajo para el posterior desarrollo de drogas en los países industrializados, recibiendo a cambio algún beneficio de las patentes, que no les pertenecen, al tiempo que tampoco se les reconoce la propiedad sobre los recursos biogenéticos que poseen. En consecuencia, la debilidad tecnológica del Sur convierte al Norte industrializado en el primer y principal beneficiario de la bioprospección 21.
El siguiente cuadro muestra las instituciones involucradas en el desarrollo del ICBG en diversas zonas del planeta.
A la luz de lo conocido hasta ahora, una cosa parece quedar clara: el consorcio ICBG le otorga a Estados Unidos un soporte fundamental para lograr la supremacía político-tecnológica a través del monopolio del conocimiento, el que pretende justificarse en un difuso discurso científico conservacionista que se funcionaliza para dar paso a la expropiación de los saberes y la vida. Hay que recordar que el saber y el conocimiento —como bien diría Foucault— devienen en espacios atravesados por relaciones de poder que es necesario deconstruir.
3. Consideraciones para un debate sobre políticas de gestión del patrimonio biogenético y biocultural de América Latina
A partir de los fundamentos expuestos en el presente análisis, nos permitimos alcanzar un conjunto de consideraciones para aportar al debate sobre biopolítica, biopiratería y geopolíticas del conocimiento en América Latina.
3.1. Geopolítica de la biodiversidad y concentración del conocimiento
a) La posibilidad de un acceso, sin mayores restricciones, a los recursos biogenéticos y bioculturales de los países de América Latina, por parte de Estados Unidos u otros países del Norte, y la protección de sus tecnologías de manipulación —mediante patentes sobre formas de vida— sustentan una geopolítica de la biodiversidad que se despliega para consolidar el corporativismo biotecnológico con visión de largo plazo.
Y es que, como señala Noam Chomsky, las corporaciones tienen como objetivo último:
… intentar alejar lo público de la toma de decisiones sobre aquello que pertenece a su misma esencia, limitar los campos de discusión públicos, controlar la opinión, asegurarse de que las decisiones fundamentales que determinan cómo va a funcionar el mundo —lo cual incluye la producción, el comercio, la distribución, el pensamiento, la política social, la política exterior, todo— no estén en manos públicas sino, más bien, en manos de un altamente concentrado poder privado (Corporate Watch, 1999) 22.
Technical Assessment Group International Cooperative Biodiversity Groups (ICBG)
Fuente: Ceceña, 2002.
b) Autores como Escobar (1999), Brush (1999), Moran, King y Carlson (2001), Boisvert y Caron (2002, marzo) ponen en cuestión si la bioprospección y el CDB contribuyen a proporcionar verdaderos beneficios para los países del Sur y a preservar los sistemas de conocimiento tradicional indígena, o si la bioprospección constituye un medio a partir del cual los países del Norte monopolizan el conocimiento, resignificando los saberes del otro cultural y controlando la biodiversidad, a través de derechos de propiedad intelectual.
c) Como plantea Enrique Leff (2005), la nueva geopolítica de la sustentabilidad (que incorpora a la biodiversidad) se desenvuelve en el contexto de una globalización económica que propicia una estrategia de apropiación —mediante el discurso del desarrollo sostenible— para «naturalizar» la privatización y el monopolio de la naturaleza, con lo que emergen las controversias entre la economización de la naturaleza y la ecologización de la economía.
d) La concentración de saberes se refiere a las formas que utiliza la biotecnología para reconfigurar los métodos de creación y transmisión del conocimiento, en lo que Digilio (2003) denomina una nueva tríada ciencia-técnica-mercado y que encuentra su máxima expresión en la propiedad intelectual.
Esto implica la consolidación de la relación entre las EMN y la investigación pública, así como la inserción de las lógicas de mercado en la investigación, lo que transforma el conocimiento en un producto con alto valor agregado y restringe su uso solo a quienes pueden pagar por él. Así, con este nuevo paradigma científico, tecnológico (institucional y productivo), dominando las políticas globales en agricultura y salud, el conocimiento se introduce en el mercado, con el blindaje que le otorgan los sistemas de propiedad intelectual (Lander, 2006; Rifkin, 1999), pero también anulando otras formas de conocimiento (Shiva, 2003).
3.2. Políticas públicas para la bioprospección y la gestión estratégica de la biodiversidad
a) Los programas de bioprospección presentan características que involucran la interacción entre el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas y comunidades locales de los países del Sur y las actividades comerciales propias de industrias del Norte (principalmente, las empresas farmacéuticas) relacionadas con productos derivados de la biodiversidad. En esta interacción emergen diversos actores, como las organizaciones no gubernamentales, los centros nacionales de investigación y los propios Estados. Comprender la importancia estratégica de este engranaje resultará fundamental para el diseño e implementación de políticas nacionales de bioprospección.
b) En la bioprospección se complementa el conocimiento tradicional con el conocimiento científico, estimándose que el primero hace parte de un sistema no formal de innovación, que posee una comprensión macro-biológica de su microentorno, mientras que el segundo es considerado como el sistema formal de innovación , con una extensa comprensión microbiológica de su microentorno (The Crucible Group, 1994).
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