Gonzalo Alcaide Narvreón - Aquiles

Здесь есть возможность читать онлайн «Gonzalo Alcaide Narvreón - Aquiles» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Aquiles: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Aquiles»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Aquel viaje que Aquiles hubiese querido evitar, fue el desencadenante como para que sucediera lo que, de una u otra manera, iba a terminar sucediendo…
La decisión y el impulso de Alejandro, habían llevado a que Aquiles abriese la puerta que lo adentraría en un mundo nuevo, misterioso; un mundo que le generaba cierto temor.
Su vida entera estaba en un punto de inflexión; promediaba la mitad de su vida biológica, estaba a punto de convertirse en padre y, aunque no hubiese existido penetración, lo cierto es que acababa de transitar por su primera experiencia sexual con otro hombre, un combo de emociones que resultaban difíciles de manejar.
Solo la serenidad y fundamentalmente el intentar ser fiel a lo que su naturaleza le reclamaba, podrían hacerlo transitar por un sendero más llano y sin tantas piedras con las cuales pudiese tropezar.

Aquiles — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Aquiles», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Posicionó su glande contra los carnosos labios y sintiendo el calor que irradiaba ese pétalo rosado, comenzó a ejercer presión hasta penetrarla completamente.

–¡Ay, amor! –exclamó Malena, que permaneció en esa posición y con los ojos cerrados.

Alejandro solo dijo “Buenos días” y comenzó con un parejo ritmo de bombeo, disfrutando al sentir el roce de esos labios que acariciaban a su miembro, que entraba y salía, intercalando ritmos y profundidades.

Cruzó su brazo izquierdo bajo el cuerpo de Malena y con el derecho, terminó de abrazar su torso, apoyando la palma de cada mano sobre cada uno de sus pechos, intercalando masajes con pellizcos en la punta de sus pezones, logrando que Malena empezara a prenderse fuego y que comenzara a mover su pelvis como para ser penetrada más profundamente.

Con la intención de montarse sobre él, intentó girar, pero Alejandro, que la abrazaba por detrás, no permitió que se moviera. Era su momento de disfrute y estaba decidido a tener el dominio de la sesión.

Permaneció por unos cuantos minutos penetrándola en esa posición y percibiendo que Malena ya estaba en llamas, se la sacó, se arrodilló frente a ella, le levantó una de las piernas para dejarla apoyada sobre su hombro y en esa posición volvió a penetrarla, buscando el ángulo perfecto como para entrarle hasta con el último centímetro de su miembro y bombeándola de manera constante y cada vez más aceleradamente.

–Amaneciste enloquecido, me estás matando –exclamó Malena.

Era lo que le faltaba a Alejandro como para incrementar su estado de calentura.

Agarró una almohada y la puso detrás de la cola de Malena como para mantenerla más elevada y abriéndole ambas piernas, volvió a penetrarla, haciendo que sus bolas chocaron contra los carnosos labios, no quedando centímetro de su miembro por fuera de su vagina.

Pasó ambos brazos por detrás de sus hombros, apoyando las palmas de sus manos sobre ellos, agarrándola de una manera en la que la mantenía inmovilizada y pudiéndole entrar a su antojo.

–Dame duro, dame pija –comenzó a gritar Malena, sin acobardarse y siempre dispuesta a ir por más, aunque sentía que Alejandro, literalmente la estaba desarmando.

Ciertamente, la diferencia entre sus físicos era notoria. Más allá de que ella tuviese un físico trabajado y armonioso, con buenos pechos y linda cola, con su metro cincuenta y nueve, nada podía hacer al lado del metro ochenta y cinco de Alejandro, que además de tener el físico trabajado, portaba un miembro de una dimensión que superaba al promedio.

Alejandro se incorporó nuevamente, la dio vuelta, dejándola boca abajo y se tiró sobre ella para penetrarla en esa posición.

Malena hundió su cara sobre el colchón al sentir como el miembro de su hombre la taladraba intensa y profundamente. El hecho de sentirse atrapada, le generaba una sensación ambigua de desesperación y de calentura extrema.

Luego de treinta segundos de permanentes embestidas, Alejandro perdió el control sobre su eyaculación y acompañado por un grito que pareció eterno, comenzó a largar leche, dejando su carga dentro de la vagina de Malena

No era lo habitual, y a pesar de que había disfrutado del coito, Malena no había llegado a experimentar un orgasmo, tema que no le preocupaba demasiado, porque sabía que tendría lo suyo durante el resto del día.

Alejandro giró y quedó acostado a su lado boca arriba. Malena se le tiró encima y lo besó.

–¡Cómo amanecimos! –exclamó.

–Tremendo… me desperté con el amigo duro como roca y con ganas de acción –dijo Alejandro.

–Bien que anoche no me diste bola –dijo Malena.

–Realmente fue una semana de dormir poco, más el estrés que me genera el viajar en avión y a eso súmale el ejercicio que me hiciste hacer bajo la ducha en cuanto llegaste. Necesitaba dormir y reponer energías –dijo Alejandro.

–¿Qué hora es? –preguntó Malena.

Alejandro extendió el brazo para tocar el despertador que proyectó la imagen sobre el cielorraso. Eran las once de la mañana y la lluvia continuaba cayendo; no daban ganas de moverse de la cama.

Alejandro se incorporó, se puso el bóxer , fue al baño a orinar y a higienizarse, se cepilló los dientes y regresó al dormitorio; se puso la remera de mangas largas y levantó el Black out.

–Si querés, quédate en la cama que preparo el desayuno y te lo traigo –dijo, caminando hacia la cocina.

–No, no… ya me levanto y voy para allá –dijo Malena, que se incorporó, se puso la bata y se metió en el baño, cerrando la puerta.

Alejandro fue a la cocina, puso a tostar cuatro rebanadas de pan con semillas, preparó café, agarró de la heladera un pack de jugo de naranja, leche que puso a calentar en un jarrito, queso untable y mermelada. Preparó todo lo necesario sobre una bandeja que dejó sobre la mesa del comedor, que estaba pegada al ventanal que daba a la terraza.

Malena apareció con el cabello húmedo, señal de que acababa de darse una ducha y se sentó mirando de frente hacia el exterior.

Alejandro se aproximó cargando el café y la leche que sirvió en ambas tazas y se sentó en la cabecera de la mesa.

–Ni intenciones de parar –dijo, haciendo referencia a la lluvia.

–Eso parece –dijo Malena.

–Tarde de películas y de series –dijo Alejandro.

–También de sexo –dijo Malena.

–También… – si tenés ganas, quizá podríamos ir a almorzar por acá cerca –dijo Alejandro.

–Podríamos –dijo Malena.

Terminaron de disfrutar del desayuno y mientras que Malena lavaba las cosas que habían utilizado a la noche y durante el desayuno, Alejandro comenzó a sacar de su valija y de su mochila la ropa que debía meter en el lavarropas, llevando el resto hacia el vestidor, donde puso cada cosa en su lugar.

La madre naturaleza llamaba, por lo que se metió en el baño y aprovechó para darse una rápida ducha pos sexo.

Regresó al estar y vio que Malena estaba escuchando música tirada sobre un sillón y con los ojos cerrados.

Le resultaba una mujer atractiva y más allá de la diferencia de edad que había entre ellos, la quería y disfrutaba de su compañía. Pensó en que era una lástima que no fuese la persona indicada como para proyectarse a futuro. Aun con su apertura mental, evidentemente no podía esquivar el estigma impuesto por la cultura machista, y no imaginaba como podía armar una familia con una mujer que una vez le había metido casi de prepo a otro tipo en la cama como para que hicieran un trío.

En verdad, el tema no pasaba por el hecho de haber hecho un trío, sino que por la forma en la que se había dado. Como lo había hablado alguna vez con Aquiles, una cosa era hacerlo de mutuo acuerdo, como para explorar otra veta de la sexualidad y cuando la pareja ya estaba constituida, y otra era el hacerlo sin acuerdo previo, sin haberlo hablado y con alguien con quien siquiera se estaba conviviendo.

Probablemente, fuese parte de su mentalidad pacata que aún mantenía escondida en algún rincón, pero el hecho es que era lo que le sucedía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Aquiles»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Aquiles» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Aquiles»

Обсуждение, отзывы о книге «Aquiles» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x