J. R. Johansson - Condenado a muerte

Здесь есть возможность читать онлайн «J. R. Johansson - Condenado a muerte» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Condenado a muerte: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Condenado a muerte»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Por primera vez en más de una década Riley tiene esperanza. Nuevas pistas podrían evitar que su padre sea ejecutado por unos
asesinatos de los que se le acusó
injustamente. Sin embargo, tras perder su última apelación, la condena se vuelve inminente y Riley se embarca en una carrera contra reloj para demostrar su
inocencia. Pero ¿merece su padre ser salvado? Una confesión desesperada pondrá a prueba la convicción de la joven, hará que comience a dudar de todo y de todos, e incrementará su empeño para desenterrar la verdad. Riley no descansará hasta que se haga
justicia, incluso si eso significa perder a su padre para siempre.

Condenado a muerte — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Condenado a muerte», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Niego con la cabeza. No, son menos que eso, en realidad. Ya no son veintisiete días completos. Hay que descontar cada hora que pasa. Dos horas por visita, y me quedan cuatro visitas incluyendo esta. Si son dos por visita... ¿Me quedan ocho horas en total?

Me quedan ocho horas con mi padre antes de que el estado de Texas lo ejecute por unos crímenes que no cometió. Ocho horas antes de que me lo quiten como me lo quitaron cuando yo tenía seis años... Excepto porque esta vez lo perderé para siempre.

Que le den a Texas. Odio Texas.

Así que me niego a volver a pensar en el tiempo que me queda. No sirve para nada. Pensaré en las únicas opciones que tenemos: el recurso de avocación y la solicitud de clemencia. No importa lo que haya dicho la jueza, todavía existe la posibilidad de que la Corte Suprema decida suspender la ejecución y revisar el caso. Y si la Corte Suprema se niega, entonces nuestra única esperanza será pedir clemencia al gobernador. Y que un gobernador otorgue una suspensión de ejecución es algo casi sin precedentes en Texas. Necesitamos un plan ya... y uno bueno.

Estoy de pie en la sala y me muevo de un lado a otro junto a la mesa. Cuando llega mi padre, me estoy mordiendo las uñas como si no tuviera nada más para comer, a pesar de que estoy caminando junto a unas máquinas expendedoras bien abastecidas.

—Hola, Ri —me saluda cuando el oficial lo trae.

Lo abrazo muy fuerte, y en cuanto nos sentamos lo miro con atención, sin saber por dónde empezar.

—¿Cómo está mamá?

La visita empieza como siempre, pero siento que estoy hablando con el fantasma de mi padre en lugar de con el real. El brillo de su mirada ha desaparecido y lo veo completamente exhausto. Incluso parece que ha perdido peso desde ayer.

—Bien. Me ha pedido que te dijera que no te preocupes por ella —esbozo la sonrisa valiente que tengo esculpida permanentemente en la cara cada vez que vengo a verlo.

—Sin mentiras, Riley, ¿recuerdas?

Mi padre se acerca y me aparta con cuidado uno de los mechones que se me ha escapado de la coleta.

—No ahora. No a mí —añade.

Cojo el mechón rebelde y lo coloco en su lugar.

—Hablemos de cuál es el plan, entonces —digo cambiando de tema.

Mi padre suspira tan hondo que parece que el suspiro parta de sus pies. Abre la boca para decir algo, pero de repente escuchamos un golpecito y la puerta se abre enseguida. En el corredor de la muerte no existe la intimidad.

Un agente mayor al que no conozco se aleja de la puerta para dejar pasar a Stacia. La exayudante de mi padre viene al menos una vez por semana en representación del resto del equipo para discutir sobre las apelaciones y las opciones. Suele venir a principios, por eso hace tiempo que no coincido aquí con ella.

Su cara, que es muy pálida, contrasta con su pelo, rubio oscuro, que hoy luce más encrespado de lo normal. Durante el último año, sus mejillas se han hundido un poco. Parece que luchar por alguien detenido en Polunsky deja marca.

Titubea cuando me ve, pero la vacilación dura solo un instante.

—Lo siento, David, he olvidado que hoy es el día que Riley viene a verte.

Stacia es extremadamente tímida y un poco retraída, pero muy leal, que es lo único que importa. Pasa el peso de un pie al otro y mantiene los ojos clavados en el suelo. Se la ve aún más incómoda de lo normal, que es decir mucho en su caso.

—No te preocupes. Tampoco me queda mucho tiempo para organizarme mejor con las visitas.

Mi padre le sonríe, pero la tristeza y el miedo que esconde esa sonrisa me cortan la respiración. Nunca lo había oído hablar así. Siempre está lleno de esperanza. Nunca menciona el final o el tiempo que le queda. Verlo de esa manera me asusta muchísimo más que todo lo que dijo ayer la jueza en la sala de audiencias.

Siento un sudor frío en la espalda, y mi ritmo cardíaco se acelera.

—Te pido disculpas por tener que interrumpirte con esto, pero...

Stacia levanta una mano hacia mi padre y veo que sujeta un sobre blanco. Lo sostiene con tanta fuerza que cada uno de sus dedos ha dejado una marca profunda en el papel. Me mira.

—A los dos.

Mi padre se estira para coger la carta. Descubro en el sobre la dirección con las palabras «Corte Suprema de Estados Unidos», y todo se ralentiza mientras lo abre.

No estaba previsto que nos enteráramos de la resolución del recurso de avocación hoy.

Es nuestra última oportunidad.

Y ahora que sé que todas las respuestas están en ese sobre, de pronto espero que pase algo drástico y que no podamos leer lo que contiene. Ojalá se produzca un simulacro de incendio, caiga un meteorito, llegue el fin del mundo... lo que sea con tal de no enterarnos de la respuesta.

Lo que sea con tal de conservar nuestro último rayito de esperanza, porque yo no estoy lista para perderlo.

El papel que mi padre extrae del sobre no es grueso, e incluso desde el otro lado de la mesa puedo leer la palabra denegado impresa en unas atemorizantes letras en negrita.

Esa palabra elimina una de nuestras dos últimas opciones, y siento como si alguien me acabara de arrancar la pierna derecha. Es doloroso. Me deja completamente desequilibrada.

Mi padre lee el papel despacio. Luego lo dobla, lo introduce de nuevo en el sobre y se lo devuelve a Stacia.

—Gracias... por todo.

Ella se aferra al sobre con ambas manos. Tiene los ojos llenos de lágrimas, pero parece que no sabe qué decir.

Mi padre le ahorra el mal trago.

—Ahora me gustaría continuar con la visita de Riley, pero muchas gracias por venir.

Las palabras son amables, pero su tono de voz es cansino y ligeramente despectivo.

—Por supuesto.

Stacia baja la vista, se dirige hacia la puerta y la golpea. Parece que cree que le ha fallado, y yo siento la enfermiza esperanza de que quizá haya sido así. Ha estado ayudando con el caso. ¿Se habrá equivocado en algo? De ser así, tendríamos la posibilidad de solicitar otra apelación, y yo daría casi cualquier cosa por tener esa posibilidad ahora.

Cierro los ojos, enfadada por lo que acabo de pensar. Stacia se preocupa por mi padre. Sinceramente, no quiero que se haya equivocado. Ella nunca se lo perdonaría.

—Volveré el lunes —murmura cuando el agente le abre la puerta.

Y luego se escabulle sin esperar respuesta.

Mi padre se queda en silencio mirando fijamente la mesa mientras la puerta se cierra, y yo me pregunto si ha olvidado que estoy aquí.

Me trago el miedo y la preocupación que amenazan con cerrarme la garganta, y hago un esfuerzo por sonar segura.

—Bueno, supongo que el plan que quería montar se acaba de volver más importante.

—No vamos a planear nada, Riley.

Mi padre cierra los ojos y descansa la cabeza en el pecho por un instante. Lo veo hecho polvo. Siempre ha sido un hombre apuesto, pero, últimamente, todo lo sucedido le está pasando factura.

Cuando abre los ojos, han pasado de no tener expresión a estar casi vacíos. Se me encoje el corazón solo de verlos. Las pocas esperanzas que tenía después de la audiencia de ayer lo acaban de abandonar ahora mismo frente a mí.

Ese pensamiento me aterroriza, así que sigo adelante. Las palabras se derraman de mi boca unas sobre otras apresuradas por escapar.

—Creo que tal vez deberíamos organizar algún tipo de campaña, ¿sabes? Ver si podemos conseguir que se involucre gente, quizá de otros estados. Que escriban al gobernador con nosotros y soliciten una suspensión. Creo que fuera de Texas la gente está más predispuesta a...

—Riley —mi padre intenta interrumpirme, pero no lo dejo.

—Porque aquí las ejecuciones son demasiado frecuentes, y nosotros estamos acostumbrados. Además, yo me pregunto, ¿existe alguna posibilidad de que tu equipo de abogados se haya equivocado en algo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Condenado a muerte»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Condenado a muerte» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Condenado a muerte»

Обсуждение, отзывы о книге «Condenado a muerte» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x