WILLIAM GREENHILL [1591-1677]
“An Exposition of the Five First Chapters of the Prophet Ezekiel with Useful Observations Thereupon. Delivered in Several Lectures in London”, 1649
Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Aquellos a quienes el Señor aborrece perecerán irremisiblemente. Pero él odia únicamente a los pecadores impenitentes: “Aborreces a todos los que hacen iniquidad” Ahora bien, ¿quiénes son propiamente estos “hacedores de iniquidad”, tan ansiosos de llevarla a cabo, y tan apegados y amantes de su labor, que no se muestran mínimamente dispuestos a abandonarla siquiera ante el riesgo de perecer a causa de ella? Cristo mismo nos lo deja muy claro: “apartaos de mí todos vosotros, hacedores de iniquidad”. 67Aquellos contra quienes el Señor testificará en su ira perecerán, pues Dios despedaza a quien odia. 68¿Y acaso el odio no es lo más apropiado para tales pecadores impenitentes? ¿Acaso no se ganan a pulso una ira que justamente merecen por su obstinación y corazón empedernido? 69¿Va el Señor a cobijar en el seno de su amor a quienes aborrece su alma? No; su porción es destrucción. 70Si todas las maldiciones de la ley, todas las amenazas del Evangelio, todos los juicios ya sea en la tierra y o en el infierno, están contra ellos porque no han querido enmendarse, decididamente, perecerán. Si el brazo del Señor les hiere en la cabeza con toda su fuerza, morirán irremisiblemente. 71(…) Evitemos todo aquello que Cristo aborrece. Pues si aprobamos y nos recreamos en cosas inicuas que Cristo aborrece, ¿cómo podemos esperar que nos ame? ¿Y qué es lo que Cristo aborrece? El salmista nos lo aclara en otro salmo: “Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad” ; 72es decir, uno de los atributos de Cristo es odiar la iniquidad (…) Y si Cristo aborrece la iniquidad, aborrece también a los que “hacen iniquidad”. En consecuencia, no podemos amarlos, intimar con ellos, deleitarnos en su compañía, porque son personas malignas que se burlan abiertamente de la piedad y obstruyen su eficacia. 73Quien se empeñe en relacionarse e intimar con los inicuos ha de saber que Cristo no tendrá parte ni suerte con él. 74Si deseas mantener una dulce comunión con Cristo y con sus acciones fructíferas de amor, no puedes mantener comunión con las obras estériles de las tinieblas, ni con los que de ellas participan.
DAVID CLARKSON [1621-1686]
Vers. 6. Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. [Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador le abominará Jehová. RVR ] [Destruyes a los que hablan falsedad; el Señor abomina al hombre sanguinario y engañador. LBLA ] [Destruyes a los que hablan falsedad, YHVH abomina al hombre sanguinario y engañador. BTX ] [Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. NVI ] [Aniquilas a los mentirosos; al cruel y al traidor, el Señor lo aborrece. BLP ] [Destruirás a los que dicen mentiras; el Señor detesta a los asesinos y a los engañadores. NTV ]
Destruirás a los que hablan mentira. Los que viven en la falsedad y los que obran maldad han de ser debidamente castigados. Todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre. Podrán mentir impunemente burlando las leyes humanas, pero no escaparán de la ley divina. Los mentirosos tienen las alas muy cortas, su vuelo terminará súbitamente y caerán sin remedio en las turbulencias del fuego de destrucción.
El Señor abomina al hombre sanguinario y engañador. A los sanguinarios embriagará con su propia sangre, y los que comenzaron engañando a sus semejantes acabarán engañándose a sí mismos. 75Un viejo refrán popular dice así: «Sanguinarios y engañadores cavan su propia fosa». 76Y en este caso concreto cabe decir que la voz del pueblo es voz de Dios. ¡Que fuerte y rotundo suena ese “abomina” ! ¿Acaso no es suficiente para demostrarnos con claridad lo profundo y arraigado del odio de Jehová hacia los que obran iniquidad?
C.H. SPURGEON
Destruirás a los que hablan mentira. Bien sea que la mentira vaya en broma o serio. Aquellos que mienten de broma (sin arrepentirse) irán al infierno en serio.
JOHN TRAPP [1601-1669]
“A commentary or exposition upon the books of Ezra, Nehemiah, Esther, Job and Psalms”, 1657
Destruirás a los que hablan mentira. En el mismo bosque de Efraín donde Absalón entabló batalla contra David su padre, crecía la encina de la que quedaría colgado y sería causa de su muerte; 77y el mulo en que cabalgaba con la esperanza de escapar fue su verdugo, pues el mulo lo llevó a la encina; y el cabello del que tanto se jactaba fue la cuerda de la cual quedaría ahorcado. 78Poco se imaginan los malvados que todo aquello que ahora poseen y de lo que tanto se ufanan se convertirá para ellos en trampa mortal, cuando Dios comience a castigarlos.
WILLIAM COWPER [1566-1619]
“Three Treatises concerning Christ”, 1612
Vers. 7. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; adoraré hacia tu santo templo en tu temor. [Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; en tu santo templo me postraré, lleno de tu temor. RVR ] [Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia. LBLA ] [Pero yo entraré en tu Casa en la abundancia de tu misericordia, y en tu temor me postraré hacia el templo de tu santidad. BTX ] [Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo. NVI ] [Pero yo, por tu inmenso amor, acudiré a tu morada y me postraré venerándote en tu santuario. BLP ] [Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa; adoraré en tu templo con la más profunda reverencia. NTV ]
En este versículo finaliza la primera parte del Salmo. El poeta ha doblado su rodilla en oración; ha planteado ante Dios como argumento a favor de su liberación, el carácter perverso y destino funesto de los malos; y ahora, lo contrasta con la condición de los justos.
Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa. No voy a quedarme a una distancia prudencial, penetraré en tu santuario con la misma libertad y confianza que entra un niño en la casa de su padre. Mas no en base a mis propios méritos, no, pues acarreo a mis espaldas multitud de pecados; por tanto, entraré en la abundancia de tu misericordia. 79Me acercaré a ti con plena confianza a través de tu gracia inconmensurable. Los juicios de Dios están todos contados y enumerados, pero sus misericordias son infinitas; mide su ira a peso, pero otorga su misericordia a raudales.
En tu santo templo me postraré, lleno de tu temor. Esto es, el templo de tu santidad. Cuando el salmista escribió estas palabras, el templo material en la tierra no había sido construido aún, no había más que un simple tabernáculo. Pero David tenía la costumbre de elevar sus ojos espiritualmente hacia el templo de la santidad de Dios, donde Jehová mora en luz inefable entre las alas de los querubines. 80Daniel abrió sus ventanas hacia Jerusalén, 81pero nosotros abrimos nuestro corazón al cielo. 82
C.H. SPURGEON
En tu santo templo me postraré, lleno de tu temor. Así como un temor instintivo hace que los espíritus piadosos huyan de las tentaciones externa refugiándose en el corazón, así también un santo temor a errar en el cumplimiento de un deber tan importante como es la adoración a Dios, olviden en el culto de las cosas mundanas yuedrte merecen? eenla mentira hace que nuestros pensamientos se olviden durante el culto de las cosas mundanas y se concentren en el deber sagrado que están llevando a cabo. 83Según sea la calidad del grabado y relieve en el sello, así será el resultado impreso sobre el lacre o cera; si el temor de Dios está profundamente grabado en nuestro corazón, no hay duda que la impresión en el cumplimiento de nuestros deberes santos referentes al culto cristiano será la adecuada.
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