La guerra de las autodefensas campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG) contra el Bloque Norte- AUC
La expansión de las AUC hacia la parte norte de la Sierra Nevada de Santa Marta se concretó para junio del 2001. Jorge 40 decide trasladar un grupo al mando de Juan Hipólito Mejía Rodríguez, alias Caucasia, al corregimiento de Minca, para crear una base paramilitar y a la vez entablar conversaciones con Hernán Giraldo para que anexara a las ACMG a la estructura de las AUC. Es así como se inicia el acercamiento de cooptación por parte de las AUC a las ACMG. En esta etapa de negociación no armada el grupo de los Rojas instigó la guerra contra Hernán Giraldo. El conflicto contra la estructura armada de Hernán Giraldo se decidió en el momento en el que las AUC vieron en ella una oportunidad que se acomodaba a sus intereses estratégicos dentro de una coyuntura nacional. Esta determinación no solo estaba ligada a la confrontación armada, sino que también estaba relacionada con los cultivos de coca, el transporte de cocaína y el tráfico de armas. Sin embargo, el hecho que desencadenó la ofensiva contra esta estructura fue, en primer lugar, la pérdida de un embarque de cocaína que le pertenecía a Carlos Castaño y, en segundo lugar, el asesinato en 2001 de dos miembros de la Policía Antinarcóticos por parte de Pacho Musso, el comandante militar de Hernán Giraldo, en el sector de Mendihuaca:
Pero el detonante, fueron los hechos ocurridos el día 9 de octubre del 2001, en que miembros de la policía nacional antinarcóticos adelantaban labores de inteligencia con el fin de ubicar para dar captura a Jairo Antonio Musso Torres conocido con el alias de Pacho Musso, y éste fue alertado de la presencia de los agentes por miembros de la organización que prestaban sus servicios como radio chipas en el sector del hotel Mendihuaca Caribean Resort; por lo que alias Pacho Musso envió un grupo de paramilitares conformado por personas de su seguridad y patrulleros, al mando de Omar Martín Ochoa Ballesteros alias El Viejo, que terminan dando muerte a los tres agentes de la policía antinarcóticos, y a tres civiles que se encontraban en el Restaurante El Pechiche, ubicado sobre la Troncal del Caribe, al frente del citado Complejo turístico (Fiscalía de Justicia y Paz, 2006, p. 30).
Estos hechos influyeron en el endurecimiento de la perspectiva y el discurso de Vicente y Carlos Cataño hacia la estructura paramilitar de Hernán Giraldo y estos hermanos dan la orden de atacar a Hernán Giraldo. Este ataque fue comandado por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien pidió a Hernán Giraldo que entregara a Pacho Musso, pero Giraldo no aceptó unirse ni entregar a su lugarteniente. Al ver la negativa del jefe de las ACMG, Jorge 40, este decide atacarlo:
Esto se torna en el motivo para que Carlos Castaño decida atacar a las ACMG, enviando de distintas partes de la costa norte miembros de grupos de autodefensas como Héroes de los Montes de María, ACCU de Fundación, del Elmer Cárdenas y por supuesto del Bloque Norte, los cuales llegaron por La Guajira (entrando por Mingueo, Palomino y Perico Aguao) y el Magdalena (por Fundación y Ciénaga), con más de trescientos hombres, y material de guerra, contando con la ayuda de Adán y José Gregorio Rojas, quienes conocían la región, para el ingreso a la zona, y la identidad y ubicación de los miembros de las ACMG (Fiscalía de Justicia y Paz, 2006, p. 30).
Imagen 5. Casa campesina en el corregimiento de Siberia
Fuente: Archivo Oraloteca (2020).
La guerra entre las dos estructuras armadas trajo como consecuencia un impacto social y económico para la región. Hubo desplazamiento de miles de campesinos de las veredas de la Sierra Nevada para la Troncal del Caribe, durante los meses de enero y febrero del 2002, ya que como estrategia para evitar el acceso de los miembros de las AUC a la región Hernán Giraldo Serna ordenó a los presidentes de las juntas de acción comunal convocar a todos los residentes del sector a instalarse en la Troncal del Caribe, a la altura de las veredas de Calabazo, en el corregimiento de Guachaca, Magdalena, y en el corregimiento de Río Ancho, municipio de Dibulla, La Guajira; así como para lograr la atención del Gobierno Nacional con el fin de que enviara tropas del Ejército. El 23 de febrero de 2002 se da la tregua entre los dos grupos y en el carro del general Mario Montoya trasladan a Jorge 40 hasta la vereda Los Cocos para reunirse con Hernán Giraldo Serna.
El grupo de Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira fue absorbido por el Bloque Norte de las AUC y se transformó en el Bloque Resistencia Tayrona (BTR). En este momento Hernán Giraldo queda subordinado a Jorge 40, creando una nueva estructura de mando militar. Hay que tener en cuenta que el BRT inició una ofensiva contra la guerrilla para anexar territorios y expandirse militarmente a los corregimientos de Siberia, San Pedro de la Sierra y Palmor, pertenecientes al municipio de Ciénaga, que están en la Sierra Nevada de Santa Marta.
EL BRT: control social y militar en los corregimientos de Minca, San Pedro de la Sierra y Siberia
La expansión del BRT comienza en el mes de junio del año 2002 con la llegada de combatientes pertenecientes a los frentes Bernardo Escobar y Mártires del Cesar. Los combatientes del Frente Mártires del Cesar fueron trasladados desde el corregimiento de la Mesa hasta la vereda Quebrada el Sol, donde recibieron un reentrenamiento militar. Estos combatientes permanecieron por tres meses en la base de Quebrada el Sol; después, fueron trasladados a la vereda la Tagua, corregimiento de Minca, donde alias Caucasia tenía una base paramilitar. Por los lados del municipio de Ciénaga entraron combatientes que pertenecían al Frente Bernardo Escobar; estos fueron trasladados desde la finca el Vergel —corregimiento de Santa Rosa de Lima— hasta la vereda la Aguja, mientras que otros fueron trasladados a la finca La Isabel. La incursión paramilitar en el corregimiento de Siberia fue dirigida por alias 5.7, quien fue designado como comandante militar del BRT:
En la operación de Siberia participaron los frentes que estaban en La Guajira, Magdalena y Cesar. Para esa operación participamos seiscientos hombres y la comandaba alias 5.7, alias 8.1, alias 5.5 y otros comandantes. Todas esas personas estaban a cargo de alias 5.7. Nosotros entramos por la finca el Vergel y nos transportamos en veinte camiones; esos camiones salieron de la vereda el Brasil y nos dejaron más arriba de la vereda La Aguja, cerca de la quebrada. Nosotros comenzamos a subir, pero reventando monte, mejor dicho, nosotros éramos la avanzada los que íbamos limpiando la zona. Detrás de nosotros venían los comandantes montados en los carros, ellos avanzaban cuando nosotros le[s] avisábamos que la zona estaba limpia. Cuando íbamos avanzando nos detuvieron para hacer un receso y a nosotros nos reemplazó la contraguerrilla de Águila, uno[s] que fueron los que siguieron adelante limpiando la zona. A los cinco minutos de ellos pasar la guerrilla mata a media contraguerrilla. Esa contraguerrilla estaba conformada por unos treinta hombres y ellos eran un comando especial. A esa contraguerrilla la emboscó la guerrilla del ELN a las doce del mediodía. Duramos peleando hasta las siete de la noche; después, la guerrilla se nos vino encima y nosotros le preparamos una emboscada a las diez de la noche. En esa emboscada hubo más de veinte guerrilleros muertos. En esa emboscada la guerrilla arrojó cilindros bombas que cayeron cerca [de] donde nosotros estábamos. Ahí caí herido y me llevaron para el puesto de salud de Sabana de San Ángel (J. Sánchez, comunicación personal, febrero del 2020).
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