Javier González Sanzol - Poder y destino

Здесь есть возможность читать онлайн «Javier González Sanzol - Poder y destino» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Poder y destino: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Poder y destino»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el Valladolid de 1974, un año antes de la muerte de Franco, Amalia no responde a ninguno de los parámetros del éxito social o personal. Belleza, juventud, inteligencia… Pero descubre la droga más poderosa: el poder. Y el poder es el poder sobre la vida y la muerte. Así, se convierte en la dueña del destino de los que la rodean.
Poder y destino combina la ambigüedad moral de los personajes con una sucesión de giros sorpresivos del argumento. Con escenas cortas, su estética cinematográfica logra gran fuerza dramática.

Poder y destino — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Poder y destino», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¿Pero, te estás riendo de mí? A este chico le arreó un ladrillazo en todo lo alto de su cabeza alguien que no quería sino romperle la crisma de la manera más bruta, y a fe mía que lo consiguió. Y seguro que tenía alguna buena razón para hacerlo, que es lo que tendremos que averiguar. Y lo de gente privilegiada, a no ser que el ladrillazo se lo asestara el Papa, no consigo verlo claro. En fin, un ejecutor del destino, como has dicho, si que ha sido el asesino del ladrillo, pero eso no me dice nada del quién y el porqué.

Su madre le miraba con verdadera furia en los ojos. Por un momento, Amalia pensó que estaba leyendo sus pensamientos, así que bajó la mirada y se propuso no hablar más, aunque realmente le asombraba con qué tranquilidad inmisericorde su madre había considerado algo encomiable destrozar la vida de esos muchachos jóvenes cuyo futuro se discutía entre bocado y bocado sin perder el apetito.

BEETHOVEN

Amalia terminó de cenar, recogió los platos y pretextando que estaba cansada, se retiró a su cuarto. Su gran pasión, la música. Desde pequeña, llevaba más de veinte años escuchando siempre música con delirio, casi siempre Beethoven, sin cansarse nunca. Cuando ella tenía catorce años, su padre compró un tocadiscos de maleta, de los que se abren y la tapa es el altavoz, nada sofisticado, por supuesto no estéreo, y con tres velocidades: 33 rpm. para los LP, 45 rpm. para los singles y 78 rpm. para los discos de gramófono. Para estrenarlo, su padre le dejó comprar un disco, y compró la 9ª de Beethoven, después de haber estado en la tienda casi una hora probando discos. El dependiente ponía cara de odio cada vez que le sacaba uno y se lo daba para escuchar fragmentos. Pero la cara le cambió cuando eligió la novena. Desde entonces casi siempre oía a Beethoven. Cuando entraba en un bar y se oía la música muy alta, muy comercial, sentía una sensación de desagrado, como si estuviera en un sitio que le resultaba ajeno, con gente que le resultaba extraña. Como si viera todo desde una altura. La sensación de ver las cosas desde fuera, las personas, las conversaciones. Participaba, pero como si estuviera representando un papel, como si la gente que conocía, compañeros de facultad, supuestos amigos, fueran personajes de una película, y ella una mera espectadora. Todo le parecía falso, impostado. Falso, como sus padres.

Se puso los auriculares, y, sin saber por qué, puso la quinta. Nunca había sido su preferida, aunque la apreciaba, pero esa noche algo le pedía explorar la llamada del destino que Beethoven reflejaba con los cuatro aldabonazos sobre la consciencia de los hombres: ¡Po-po-po-pooo! ¡Po-po-po-pooo! Entonces apretó los dientes, y comprendió que no había sido un episodio aislado. Que era maravilloso ser la dueña del destino.

RECAPITULACIÓN

Entró en comisaría de muy mal humor. Ayer por la mañana le llamó el comisario jefe dando evidentes muestras de nerviosismo. Le había llamado el Gobernador Civil, y a este el Secretario de Interior, cada cual echando todos los demonios contra su inmediato inferior responsable. Le dio veinticuatro horas para presentar un informe de los avances conseguidos sobre el caso del muchacho muerto.

Pero no tenía nada, nada fiable. Reunió al equipo en la sala de juntas. Ramón y Alberto entraron riéndose con un refresco en la mano.

—¿Se puede saber qué es lo que os hace tanta gracia? Ayer os pasasteis cuatro pueblos en los interrogatorios de los tres estudiantes. Habéis dejado al chico tan cubierto de moratones que parece un cofrade de Semana Santa. Ahora viajan camino de Madrid, y seguro que allí nos ponen a parir. Hasta para dar ostias hay que ser cuidadosos y no llamar mucho la atención.

—Bueno, jefe, tampoco lo hemos hecho tan mal. Al único que dimos un poco de estopa es al chico, al tal José. Con las chicas no ha sido necesario. Solo cuatro bofetadas. Estaban muertas de miedo. Las dos han confesado. Una de las chicas le provocó y el chico le estampó el ladrillazo en todo lo alto. Y fue por discrepancias políticas. Además, con esto hemos desarticulado una célula comunista muy violenta en la Universidad.

—Estos suelen ser muchas veces hijos de familias influyentes y yo no voy a dar la cara por vosotros. Así que, si os preguntan, lo negaréis todo. Yo os guardaré las espaldas en lo que pueda. ¿Entendido? Los de la BPS (Brigada Político-Social) ya nos los han reclamado, y posiblemente querrán investigar mejor lo que parece ser una célula de base de la LCR. Querrán ver conexiones, responsables, coordinadores, y todo el aparato. Así que es posible que nos estén dando la tabarra una buena temporada. Y más con el ambiente agitado que hay en la universidad estos últimos meses.

Entraron Pepe y Julián. Nada más entrar, Julián preguntó:

—¿Es cierto que violasteis a una de las chicas?

—Julián, ¿Son esas maneras de entrar en los sitios? Primero se dice buenos días, y luego se espera a que el que dirige la reunión plantee el orden del día. Y no, nadie violó a nadie. Eso es un delito muy grave, y más en un subinspector de policía. Así que lo único que hicieron Ramón y Alberto fue amenazarles con una somanta de ostias, y, solo con eso y paciencia, consiguieron que los muchachos cantaran la Traviata.

—Perdón, inspector, es que no me imaginaba yo a Ramón y Alberto con tanta sutileza en un interrogatorio.

—Pues es lo que dirás a cualquier chismoso de la comisaría que te pregunte. Y tú, Pepe, cuando dejes esa sonrisa bobalicona, ¿tienes alguna pregunta interesante que hacer sobre este tema, o pasamos a otra cosa?

El inspector comenzó el análisis de la situación y los ánimos se serenaron.

—La autopsia y el examen del cadáver no revelan gran cosa. El cadáver tenía una tasa de alcohol en sangre muy alta. En el pene había algo de líquido lubricante, que se segrega cuando se ha estado un tiempo sometido a una excitación sexual. No había restos de fluidos vaginales ni trazas de semen. La región anal no estaba irritada.

La herida de la cabeza era la causa de su muerte inmediata. En la herida, había restos del ladrillo, que debería considerarse el arma del crimen. El ladrillo tenía restos de pelos y de sangre por el tremendo golpe. La herida era una herida inciso-contusa que había provocado la fractura del hueso parietal y había penetrado en la masa encefálica. Era una herida, por tanto, mortal de necesidad, que había provocado posiblemente la muerte instantánea. La víctima no tenía ninguna otra lesión, señal o marca de violencia. La muerte debió producirse hacia la una de la madrugada, media hora arriba o abajo.

Alrededor, ningún hallazgo relevante. Era una auténtica escombrera en el que convivían bolsas de basura, material de derribo, condones usados y todas las porquerías que pueda imaginar el cerebro humano. Era un descampado, al final del barrio, con casas bajas ocupadas por familias gitanas. Vamos, un sitio muy romántico. La cuestión es que nadie vio nada, o si vieron algo, no quieren saber nada. Lo más cercano al lugar es un pub cochambroso. Se preguntó al camarero si había visto algo, pero no sabía absolutamente nada. Había una pareja, no sabe si llegaron juntos o separados, no se acuerda nada de ellos, no se acuerda de sus caras, ni de sus ropas, ni si eran jóvenes o viejos, ni qué tomaron, ni si pagaron o se marcharon sin pagar. Estaba colocado, nos imaginamos que desde hacía meses. Y por lo que le costaba enterarse de nada, creo que decía la verdad.

¿Se os ocurre alguna pregunta, o pasamos al siguiente punto?

—Ninguna pregunta, señor inspector.

—Pepe, dinos qué encontrasteis en el registro del piso.

—Bueno, el piso era un verdadero basurero, lo que estamos acostumbrados a ver en muchos pisos de estudiantes. En la terraza interior, un acúmulo de bolsas de basura que apestaba de una manera increíble. En la cocina, el fregadero lleno de platos, vasos y cubiertos sin fregar desde hacía una eternidad. Y los vasos llenos de colillas. Los dos cuartos de baño, impracticables, Parecían los de la casa de Alberto cuando se separó de su mujer.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Poder y destino»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Poder y destino» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


José Ignacio González Faus - Instantes
José Ignacio González Faus
Alfonso González Matorra - Tocan las campanas a concejo
Alfonso González Matorra
Pedro Castejón González - Mi extraterrestre
Pedro Castejón González
Francisco Javier González - Vida después del covid-19
Francisco Javier González
Arnau Gonzàlez i Vilalta - Cataluña bajo vigilancia
Arnau Gonzàlez i Vilalta
Javier González Alcocer - Claroscuro
Javier González Alcocer
Ana María González González - El claroscuro catalán
Ana María González González
Alaciel Molas González - Mi hombre bueno
Alaciel Molas González
María José Sorlózano González - Optimización de la cadena logística. COML0210
María José Sorlózano González
Raúl Vélez González - Memorias de viaje (1929)
Raúl Vélez González
Отзывы о книге «Poder y destino»

Обсуждение, отзывы о книге «Poder y destino» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x