Ramiro Castillo Mancilla - Un monje medieval

Здесь есть возможность читать онлайн «Ramiro Castillo Mancilla - Un monje medieval» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un monje medieval: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un monje medieval»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Es la hora en que el alba se asomaba por todos los caminos, antes del amanecer, un monje lloraba en su miserable celda de penitencia, pues su alma sangraba de impotencia, y siguió llorando hasta que los primeros rayos del sol dispersaron las tinieblas.
Esta novela reflexiva, con cierta profundidad espiritual, transporta al lector a los escenarios de la Edad Media con su oscurantismo, en la España del siglo XV.
Narra la vida de dos monjes: Bernardo de Mendoza y Julio de Ceballos, en un monasterio de aquella época, sitio en el que buscaban elevarse sobre las miserias humanas con métodos extremos.
El fraile Julio solicita permiso para hacer un largo viaje y cumplir el juramento hecho a su hermano de devoción, Bernardo. Vive muchas calamidades y encuentra todo tipo de personas en el camino, situaciones que refuerzan la fe y su grandeza de corazón.

Un monje medieval — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un monje medieval», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En ese momento predisponían la mente con una mejor conciencia, para sentir la Presencia Divina manifestándose en una liberación total de las cosas mundanas. En esa lapso fray Bernardo reflexionaba lo siguiente: ¿qué hace a esta hora toda la gente que no vive en un monasterio?, ¿honrarán del mismo modo que nosotros a su Divinidad?, ¿o acaso tendrán otros dioses, otros ritos, otras solemnidades, tal vez otras creencias? ¿La duda asomará a su espíritu?

De pronto se dio cuenta de que sus meditaciones se salían de cauce, lo que le provocó cierta molestia porque la duda asumó a su espíritu. Pero volvió a afirmar lo que pensaba, meditando en que todos los hombres deberían tener una religión o una creencia en algo, y a partir de ahí darle un sentido a sus vidas, ya que toda la humanidad buscaba elevarse por encima de sus miserias. Además de que todos deberían tener una fe más grande que ellos, porque todos rogaban, se humillaban, adoraban, todos veían un espíritu más allá de lo que su vista veía, más allá de la naturaleza. El bien más allá del mal. Y todos testimoniaban en pro de los invisible, de lo que está más allá de... y en eso era en lo que toda la humanidad fraternizaba. Porque cada persona, religiosa o no, era un ser que aspiraba y deseaba, que además sentía inquietudes y esperanzas. Y todos querían ser aprobados y bendecidos por ese autor del universo, llámesele con el nombre que se quiera. Todo mundo conocía el pecado y requerían el perdón.

Recordaba a su prior que decía: “En el concierto de las religiones, el cristianismo tiene algunas ventajas: se podía tener una comunión y reconciliación del pecador directamente con Dios, con la certidumbre de que Dios amaba a pesar de todo, y que no castigaba más que por amor”.

Finalmente, el joven monje Bernardo dijo entre suspiros tras una larga meditación:

—El cristianismo siempre buscará la moral perfecta y además, ha dado sentido a la santidad acercándola a la gratitud filial.

Cuando los monjes salieron de la meditación grupal, nuevamente se volvieron a encontrar los amigos Julio y Bernardo caminando tranquilamente hacia los campos de hortalizas:

—Fíjate, hermano, que debo retomar mis meditaciones con más apego porque hoy la duda asomó a mi alma; y para evitar esas borrascas debo trabajarla con más ayunos y penitencia.

—Creo que para eso son estos ejercicios espirituales, y no veo nada malo en ello, somos humanos. Solo recuerda que la fe es una certidumbre sin pruebas —contestó Julio deteniendo el paso como para reflexionar en lo que dijo.

—A eso me refiero, mi mente insinuó algo más que eso.

—No debes preocuparte en demasía, la luz de tus oraciones te hará ver un cielo azul y luminoso sin los nubarrones de la duda. Recuerda que también los dictados de tu corazón te muestran el camino.

—Sí; aunque a veces mi ilustración me estorba, quisiera tener esa fe de la gente sencilla que no indaga, solo cree — comentó Bernardo con cierta ingenuidad.

—Ahí sí te concedo razón; pero toma en cuenta que nosotros pretendemos ser antorchas, y primero debemos iluminarnos nosotros con esa luz interna de la meditación. Porque tú sabes que la fe de entendimiento corto no medita, solo cree.

—Sí, comprendo esa diferencia, siempre es sano despejar las dudas.

—Eso es bueno; y aun con todos las argumentos en contra, el cristianismo ha hecho mucho más bien que mal a la humanidad, y eso es lo importante.

El viento fresco de la tarde llevaba el aroma inconfundible de las aceitunas cuando maduran, el sol en el poniente iluminó el monasterio con una luz melancólica.

Las sombras largas del viejo monasterio se estiraban queriendo alcanzar la luz, que se desvanecía en el cielo gris de un tiempo triste. El paisaje correspondía al estado de ánimo de Bernardo, un alma deprimida y un corazón severo consigo mismo.

Capítulo iii

EL ABAD Un monje medieval Primera edición: febrero 2020 ISBN: 978-607-8773-21-3 © Ramiro Castillo Mancilla © Gilda Consuelo Salinas Quiñones (Trópico de Escorpio) Empresa 34 B-203, Col. San Juan CDMX, 03730 www.gildasalinasescritora.com FB: Trópico de Escorpio Este libro no puede ser reproducido total o parcialmente, por ningún medio impreso, mecánico o electrónico sin el consentimiento de los autores. Distribución: Trópico de Escorpio www.tropicodeescorpio.com.mx FB: Trópico de Escorpio Diseño gráfico: Karina Flores HECHO EN MÉXICO

El paisaje otoñal dominaba la planicie con sus girasoles silvestres, las zinnias y los encendidos farolillos secos que iluminaban el camino. A la distancia se distinguía un carruaje negro jalado por cuatro briosos caballos del mismo color, que corrían a todo galope por la pradera. El cochero apuraba los cansados animales con sonoro látigo, como si quisiera llegar antes de tiempo a su destino. Su ánimo se motivó cuando divisó allá en lo alto, arriba de la colina, un viejo castillo medieval. Poco antes de llegar se vio desfilando en medio de una larga hilera de pinos situados a ambos lados de la amplia calzada.

Dentro del carruaje iba fray Honorio de Escandón, acompañado por su secretario; fray Honorio era el abad principal del monasterio; ya pisaba los umbrales de la vejez. El anciano se asomaba por la ventanilla del carruaje, su mirada tranquila solo veía una hilera de troncos de altos árboles que parecían correr en sentido contrario.

Cuando por fin llegaron a la puerta principal del viejo monasterio del Real de la Colina, las impresionantes puertas de madera se abrieron con su clásico rechinar de los viejos goznes. Los monjes porteros les dieron la bienvenida con una leve inclinación de cabeza, el carruaje siguió su marcha hasta llegar a un hermoso y bien cuidado jardín, frente a las columnas del claustro, donde los esperaban dos monjes para ayudarlos con los baúles y pasarlos a la sala capitular, donde los esperaba el prior mayor del monasterio, fray Salustio Villalpando: un monje taciturno de mirada intensa, que no pasaba de los setenta años, distinguido por su amor a la disciplina y a la meditación.

Después de darles la bienvenida a los visitantes pidió que les llevaran la comida al refectorio, donde les fueron servidos unos platillos de pepinillos con patatas, que los monjes comieron con buen apetito mientras conversaban asuntos sin importancia, como viejos amigos. Una vez terminada la merienda, pidieron permiso para preparar un baño caliente y fueron conducidos a la hospedería destinada a los huéspedes, que esporádicamente recibían. Fray Honorio de Escandón y su secretario fueron recibidos por una hermosa noche que se hizo presente con un cielo estrellado. El canto de los grillos era notorio en aquella quietud solemne y misteriosa.

Al día siguiente, después de desayunar; el viejo Abad quiso caminar por la alameda del monasterio, en medio de un paisaje otoñal desteñido y triste, bajo las elevadas frondas de los álamos y a la sombra de los imponentes robles blancos. El camino era una alfombra tapizada de hojas secas, que crujían bajo las sandalias del fraile y se quejaban al ser despedazadas por el enigmático caminante, vestido con un hábito negro y la cabeza inclinada y cubierta con una capucha del mismo color. El aire de vez en cuando aullaba sacudiendo los árboles, altos en verdad, desprendiendo hojas secas que caían en forma de lluvia, haciendo del escenario un lugar fascinante por naturaleza, adecuado para la meditación y la liberación espiritual, en la que el abad aventajaba a los monjes del lugar. Su reflexión era la siguiente: La fe debería de estar subordinada al amor por la verdad, que es el culto supremo de lo verdadero. Ese sería el medio para depurar todas las religiones, todas las confesiones, todas las sectas. Dentro de las prioridades de cada monje, la fe debería de ocupar nada más el segundo lugar, pues esta tiene un juez que se llama verdad. Cuando la fe se haga a sí misma juez de todo, el mundo va a caer en la esclavitud porque ya no dejará opciones. El mundo está más lleno de ignorantes que de gente preparada, por ello no es fácil que la verdad triunfe sobre el fanatismo y por lo mismo la fe de los entendimientos cortos tiene más energía que la fe ilustrada; pero poco a poco veo venir nuevas generaciones de monjes con otra visión... y la verdad siempre será .

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un monje medieval»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un monje medieval» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un monje medieval»

Обсуждение, отзывы о книге «Un monje medieval» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x