Ivana Pucheta - ¿Viajamos? A bordo de la vida

Aparecen en esta época, los primeros viajes escolares o deportivos. Viajes que resultan inolvidables por toda esa exploración que ocurre con los compañeros de escuela o de un equipo.

A partir de esta edad, empezamos a registrar cierta ansiedad por arribar al destino...

Aquí comienzan los primeros ensayos de viajar y expresar al resto de los tripulantes esa urgencia a través de frases como: “¿falta mucho?”, “¿cuándo llegamos?”. Cuando vamos creciendo seguimos sintiendo lo mismo, quizás con una intensidad menor y elegimos no expresarlas en voz alta cada vez...

Nuestro niño interior nunca se olvida de los primeros viajes que quedarán para siempre en la memoria de cada uno de nosotros.

A medida que “nos hacemos más grandes”, nos permitimos dejar fluir a ese “niño viajero” que habita en cada uno de nosotros (a través de juegos o quizás de algunas personas particulares).

(Entre los 11 y los 25 años)

Mencionaré tres momentos

1°) Adolescencia temprana

(Entre los 11 y los 14 años)

Cambios físicos y despertar de la sexualidadEl cuerpo comienza a ser distinto. Los caracteres sexuales primarios y secundarios comienzan a aflorar, se produce una revolución hormonal sin precedentes, que hace surgir el deseo sexual.

Cambios estado anímicoA veces suele haber vergüenza, miedo, alegría, ansiedad o libertad, asociadas a las modificaciones que se van produciendo en la vida del adolescente. Suelen producirse hasta diferentes estados anímicos en un mismo día. Es así que ante la pregunta ¿qué te pasa?, suelen responder: “ni yo sé que me pasa”.

Cuando viajan lo suelen hacer acompañados de un mayor de edad que puede ser: su padre/madre, su abuelo/o, o el padre de un amigo, entre otros. Son viajes donde se producen algunas salidas “solos” pero la mayoría del tiempo, frente a la presencia de un adulto.

En esta edad también pueden comenzar o continuar los viajes con el grupo de un club o de un barrio, representando a alguna institución en particular.

Se disfruta el compartir la aventura de ir a un nuevo lugar, competir, conocer gente, y ser hospedados por personas con los mismos intereses, o bien, en la institución donde se desarrollará el evento.

2°) Adolescencia media

(Entre los 14 y 17 años)

Des-idealización de los padres: Los padres idealizados de la infancia pasan a ser padres reales, con sus virtudes y sus defectos. Comienzan las luchas, los debates, los permisos, las autorizaciones, los acuerdos-desacuerdos y en algunos casos las penitencias debido al comportamiento.

Importancia del grupo de pares. A esta edad, los amigos “son lo más”, donde surgen permanentes complicidades, secretos (como los primeros enamoramientos), música para compartir y nuevas actividades juntos (como salir a bailar).

Primeros lazos de amor: se comienza a descubrir la fase de enamoramiento. A vivenciar las primeras experiencias de este tipo de “amor de pareja”.

Algunas personas quizás elijan comenzar con diversos consumos.

Búsqueda identitaria ¿Quién soy? ¿A quién me quiero parecer? ¿A quién no me quiero parecer? ¿Con quién me identifico? Suelen ser preguntas que circulan en un adolescente a nivel consciente e inconsciente. Hay un fortalecimiento del yo.

En este momento suceden los primeros mini-viajes “en pareja”. El “noviecito” que está de estreno invita a su enamorada (o viceversa) a ir a pasar el día o el fin de semana a algún lugar.

Son los primeros viajes románticos. Se comienza a saborear la experiencia de viajar de a dos.

Dentro de este período, además, se suelen organizar pequeñas escapadas y/o acampadas con un grupo de amigos.

Puede haber (pero no es norma) al menos un adulto que monitorea la situación. Por ejemplo, se viaja a la casa del primo/abuelo/amigo de los padres.

Esta etapa del adolescente suele finalizar con el esperado viaje de egresados junto a los compañeros de escuela con quienes ha llegado al término de su escolaridad.

Suelen ser viajes con poco descanso, mucha actividad diurna y nocturna; siendo para ellos un descubrir de paisajes, personas, juegos, discotecas y libertades.

3°) Adolescencia tardía

(Entre los 17 a los 21 años)

Búsqueda intensa de la identidad personal, profesional y ocupacional. El ¿quién soy? y ¿qué quiero hacer de mi vida? aparecen en primera escena.

Se comienza a vivir en el mundo de los compromisos, con responsabilidades que son personales.

Ingreso a estudios superiores terciarios, universitarios o de oficios. Ello lleva consigo todo un mundo nuevo a descubrir, junto a personas que están atravesando la misma situación.

Primer trabajo/oficio. Para esta época, suele ocurrir que se comienza con el primer trabajo de la vida. Donde se experimenta: ser empleado, tener un jefe, pertenecer a una empresa, cumplir horarios y obligaciones. Independencia económica y la libertad que esto genera en la distribución propia de los ingresos generados.

Cuando se tiene la mayoría de edad, se comienza a viajar solo como ingrediente.

Se saborea una libertad que se está inaugurando. Libertad de elegir el destino, los acompañantes y el modo de viajar en función del presupuesto con el que se cuenta, que para ese entonces suele ser acotado.

Es probable que, a partir del estudio sólo queden pocas horas para trabajar. Otros eligen trabajar viajando, con lo cual el abanico de posibilidades que se abre para ellos es inmenso.

Describiré dos etapas

(Entre los 25 y los 65 años)

1°) Adultez temprana

(Entre los 25 y los 45 años)

En este momento de la vida, es probable que las personas se encuentren en proyectos simultáneos:

Vivenciando a pleno el mundo de las responsabilidades propias y compartidas.

Construyendo o comprando su empresa y/o casa propia.

Terminando de elegir y definir su decisión de estar solos (aunque nunca se lo está del todo), en comunidad, en la vida consagrada o en pareja.

Constituir una familia con hijos propios y/o con hijos de una pareja anterior (constituyendo lo que se conoce como familias ensambladas).

Pero, en este momento de la vida suele ocurrir que la pareja se afiance o separe; con lo cual, existe la posibilidad también de tener una nueva pareja sin hijos.

Se comienza la etapa bisagra de la vida, al cuidado de dos generaciones simultáneamente: la de los hijos y la de los padres.

En este momento vital, probablemente el nivel de ganancias económicas de una persona se incremente a lo que venía siendo, con lo cual se pueda viajar por más tiempo o más lejos. También puede suceder que haya más ingresos pero que sean proporcionalmente similares a los egresos, o que se tenga más dinero y menos tiempo disponible; con lo cual se reduce o se anula la posibilidad de realizar viajes “externos”.

En todo este colorido contexto, en esta carrera contra el tiempo...no es fácil lograr un equilibrio entre trabajo, familia, descanso y amigos.

Es aquí donde el viajar resulta una buena dosis de salud mental, un momento propicio para diseñar nuevas estrategias para re-comenzar la búsqueda del equilibrio “con la mente fresca”.

Quizás en este momento se organicen viajes familiares de dos o tres generaciones con los abuelos, los hijos y los nietos.

Algunas parejas suelen concebir a sus hijos durante las vacaciones; de ahí que algunos padres se refieran a sus hijos diciendo “este niño es un mexicano” (haciendo referencia a su lugar geográfico de su concepción).

Hay madres súper viajeras que eligen seguir haciéndolo “hasta que la panza no da más” (considero que hay pocas posibilidades de que ese hijo que está viajando en el útero materno, cuando crezca, no disfrute el hecho de viajar como su progenitora).