Alberto Sarlo - El origen de la furia

Здесь есть возможность читать онлайн «Alberto Sarlo - El origen de la furia» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El origen de la furia: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El origen de la furia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

De un lado, el Chori, Kevin, el Tarugo, Yeni, los miles de pibes y pibas de la villa que tratan de sobrevivir en un sistema que los pasa por alto o los revienta. Y del otro, Poncho, Fiducetti, Retegui, adalides de un sistema corrupto que no se ensucian las manos aunque la sangre les salpique un poco el cuello. Ambos bandos se cruzan en el entramado de la corrupción argentina: la obscenidad del poder, la pérdida de códigos, la crudeza de la pobreza extrema. La narración comienza en diciembre del año 2000, con un encargo que al Chori se le va de las manos en un bodegón del conurbano. Es que en la tele De la Rúa está haciendo papelones y se distrae. Pese a todo, las matanzas se acumulan y el trabajo se vuelve cada vez más sucio mientras el país se va haciendo pelota. Con una velocidad narrativa apasionante, diálogos perspicaces en personajes tan reales que superan la ficción, Sarlo escribe una novela profunda sobre la Argentina de hoy.
El origen de la furia es una novela que, una vez que se la empieza, no se la puede dejar.

El origen de la furia — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El origen de la furia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El primero de la banda en salir fue el Kevin. Seis meses después le tocó el turno al Chori. Como buenos chorros con códigos, ambos pusieron mucha guita para comprar al juez de ejecución que llevaba la causa del Tarugo. A los diez meses de la salida del Chori lograron sacarlo a la calle. El miembro más joven de la banda de Di Massa.

En la calle el Tarugo empezó su segunda educación como chorro profesional. Le prohibieron el uso de droga barata. Fue duro al principio, pero nunca sufrió delirium tremens porque los muchachos le daban algunos ravioles de coca sana para ir suplantando, de a poco, la droga chota por la droga menos chota. A los dos meses de estar en libertad el Tarugo podía decir con honestidad que estaba limpio de paco y de poxirrán. Sólo cocaína, pero no demasiada, sino el Chori hacía tronar el escarmiento.

Las reglas del Chori eran claras: la falopa, para los garcas o para los boludos. Un falopero es un hombre muy débil, según el Chori, y el Chori no se rodea ni de débiles ni de garcas ni de boludos. El Tarugo acató las normas porque el único mundo mínimamente vivible para él era el mundo que le ofrecía el Chori Di Massa. El Chori Di Massa era la civilización y el Tarugo quería ser una persona civilizada.

La falta de códigos no era un problema exclusivo de los presos. En la calle las nuevas reglas obligaban a asociarse con la Bonaerense para cualquier laburo medianamente groso. Eso era inadmisible tanto para el Chori como para Kevin. Ellos jamás transarían con la yuta. Pero la Bonaerense había adquirido demasiado poder político en el gobierno provincial de Duhalde y estaba desatada. Mientras el Chori estuvo preso, se legisló una nueva constitución en la calle: robo de caudales, secuestros extorsivos y salideras bancarias serían tolerados mientras no maten y previa astilla al comisario de la zona. Pero la Bonaerense no sólo se conformaba con un porcentaje. Empezó a meter gente uniformada dentro de las escuadras de chorros para controlar el modus operandi (lo menos sangriento posible para evitar demasiada exposición mediática) y para contar los billetes en el mismo lugar del robo. Los que no cumplían esa norma eran fusilados por balas de uso oficial. De hecho una banda coordinada por miembros de la Policía Federal fue masacrada en Boulogne con más de veinte balas por barba para mandar una clara señal a los federicos —la Policía Federal— de que su poder terminaba del otro lado de la General Paz. La Federal nunca más volvió a intentar robar un camión de caudales en provincia. Pero el Chori mantuvo sus códigos y convenció a Kevin y al resto de los Faluchos de trabajar en forma independiente.

La cosa había empezado bien: la banda de los Faluchos robó un camión de caudales sin sangre. Ningún muerto, ningún herido. Pero cuando salieron del centro de Moreno e ingresaban al barrio Las Flores fueron emboscados por personal de la Policía Bonaerense que los reventó a balazos. El Kevin y el Tarugo salieron malheridos. El Chori recibió un balazo en el hombro y otro en la pantorrilla. Los tres escaparon robando un Peugeot 504 de un vecino. El resto de la banda fue detenida con vida, pero a las dos horas murieron en un presunto intento de fuga. La víctima del robo denunció más del doble de lo realmente robado y la policía se quedó con más del doble de lo que realmente denunció como recuperado. El comisario puso las balas. Los Faluchos pusieron los muertos. El seguro puso la plata. Para la Bonaerense fue un trabajo perfecto.

Los Faluchos fueron evaporados de la escena delictiva por no entender que los nuevos códigos de los noventa implicaban no tener códigos. Sin banda, sin guita y sin coordenadas, el Chori Di Massa tuvo que reinventarse al mismo tiempo que se recuperaba de las heridas. Casi sin tropa ni ahorros, tuvo que achicar el negocio y traicionar los códigos de chorro transformándose en un killer. Alta traición para la vieja escuela. Empezó a matar por guita. Contactos le sobraban y pases de factura en el ambiente delictivo nunca faltan. El Kevin y el Tarugo se vieron forzados a entrar en el mismo engranaje.

Fue un cambio que al Kevin Herrera le destrozó la autoestima, la psiquis y la sonrisa. Porque ser killer implicó que dejara de reír, de bailar y de divertirse. Se tatuó la palabra “TRAICIÓN” en la nuca. Se la tatuó en letras góticas para toda la vida. Quería que la gente viera lo que era desde una perspectiva que lo dejara vulnerable. El Kevin invitaba al mundo a que le clavara un puñal por la espalda. El Chori no se tatuó nada ni dio muestras exteriores de sufrir mucho con su transformación en sicario, salvo por empezar a consumir más cocaína que lo aconsejable. El Tarugo observaba, no hablaba y seguía haciendo lo que le ordenasen.

La banda empezó por necesidad a hacer el trabajo sucio de los narcos, otros parias del mundo chorro. El único límite que se impuso fue que las víctimas tenían que ser o narcos o transas o yutas o financistas de la merca. Nada de matar piberío, guachas o gente sufrida. Algún código querían rescatar. Los temas delicados y más caros los tomaba el Chori, que era el más locuaz y poseía un léxico un poco menos tumbero. Era carismático y era el único que había terminado el primario. Eso lo posicionaba como el RR. PP. del grupo. Por tal motivo, los contactos con la clientela los manejaba él. Las tareas de logística y casos más baratos quedaban en manos del Kevin y del Tarugo.

De a poco el liderazgo compartido entre el Chori y el Kevin quedó exclusivamente en manos del primero. La apatía y la vergüenza lo apagaban a Herrera, quien prefería evitar la toma de decisiones, costase lo que fuere. El Chori ocupó ese espacio. El Tarugo lavaba culpa ayudando en un comedor de La Carcova. Cuando el Kevin le presentó a Yénifer, su novia, el Tarugo se dio cuenta de que tenían algunos amigos en común, como el Perro y el Roinol, y por esa vía también empezó a ayudar en el comedor de Retiro y en otro de Villa Albertina. El Tarugo era una especie de Robin Hood, pero menos compasivo porque el Tarugo era una máquina de matar.

De a poquito la banda comenzó a hacerse famosa por lo efectivo, rápido y eficiente de su tarea. Entre laburo y laburo mezclaban algún choreo fácil y la cosa empezó a funcionar. Del conurbano pasó a Capital Federal y en la metrópoli laburaron para empresas de cobranza premium, apretando y matando a deudores o competidores, toda gente vinculada al mundo narco.

En ese contexto el Chori conoció a Jorgelino “Poncho” Lanta y con Jorgelino el Chori entró en el gran negocio de las finanzas y los narcos. Finanzas y narcos también era el negocio de un estudio jurídico pujante y exitoso que tenía entre sus abogados estrella al doctor Fiducetti. Cuando el Chori entró en este mundo, las jerarquías estaban clarísimas: Lanta era el empresario narcoindustrial, el Chori su mano derecha, y el Kevin y el Tarugo eran el músculo.

Con el tiempo Lanta delegó gran parte del manejo administrativo de la acción territorial en manos del doctor Aníbal Fiducetti. Para cuando Lanta murió, hacía rato que al Chori no le había quedado otra que manejarse directamente con el abogado Fiducetti.

Los noventa fueron tiempos duros hasta para los duros.

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El origen de la furia»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El origen de la furia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Matilde Asensi - El Origen Perdido
Matilde Asensi
Maximiano Trapero Trapero - Origen y triunfo de la décima
Maximiano Trapero Trapero
Alesksandr I. Oparin - L'origen de la vida
Alesksandr I. Oparin
Alejandro Estellers Luna - Origen de la defensa personal
Alejandro Estellers Luna
Guillermo Brunt - Humano. El origen
Guillermo Brunt
Oscar García - CHARATA el origen
Oscar García
Edgar Du Perron - El país de origen
Edgar Du Perron
Alexander Ivánovich Oparin - El origen de la vida
Alexander Ivánovich Oparin
Alberto Méthol Ferré - El Papa y el filósofo
Alberto Méthol Ferré
Отзывы о книге «El origen de la furia»

Обсуждение, отзывы о книге «El origen de la furia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x