En 1863 se estableció en la zona un fortín que sirvió de apoyo a la comandancia de Clalafquén o Tres Lagunas, que fuera instalada “a raíz del nuevo avance de la línea de frontera llevado a cabo por el coronel Julio de Vedia, Jefe de la Frontera Oeste”18 y luego fundador de 9 de Julio. Ya, en abril de 1864, para proteger la fundación del pueblo, Loncogüé formaba parte de los cantones de vigilancia y defensa “guarnecido con 30 hombres”.19
El coronel Nicolás Granada, el jefe de frontera, informó el 17 de abril de 1867 que la dotación del fortín Loncagüé era de un alférez, un sargento primero y 11 soldados.20 Un año antes ya había propuesto la formación de un “Regimiento de Húzares de la Frontera Oeste Nº…” para asegurar y “garantir las fronteras de las invasiones de los indios” Y sugiere que este cuerpo “puede formarse en enganchados, destinados o voluntarios”.21 Cosa que luego tendrá muy en cuenta Sarmiento.
En el marco del proyecto de adelantamiento de las fronteras con el indio, establecido por el Congreso Nacional el 13 de agosto de 1867, mediante aprobación de la Ley Nº 215, que dispuso el avance hasta el río Negro, Loncogüé fue un fortín de avanzada. Esa ley, dictada durante los últimos meses del gobierno de Mitre, comenzó a ser implementada por Sarmiento, quien le “dedicó especial atención a la cuestión fronteras, desde los primeros instantes”22 de su gobierno.
Al asumir la Presidencia de la Nación, el 12 de octubre de 1868, Sarmiento designó a Martín de Gainza al frente del Ministerio de Guerra y dio instrucciones para que se ocupara de adelantar la línea de fortines doce leguas más hacia el oeste de Buenos Aires. Además, y desconfiando de los informes y reportes que daban cuenta de las amenazas e incursiones de los indios de Calfucurá, a diecinueve días de asumir dictó un decreto relevando de su cargo al coronel D. Nicolás Granada.23 Y para cumplir el adelantamiento de la frontera designó al coronel de Ingenieros Juan F. Czetz.
El coronel Antonino López Osornio reemplazó en la jefatura de la frontera oeste al coronel Nicolás Granada,y al mando del Regimiento 5º de Caballería de Línea fue designado el teniente Fortunato Solano.
Gainza pretendía llevar la frontera hasta Loncogüé, es decir, a siete leguas de 9 de Julio, pero se estableció finalmente en el fuerte General Paz junto con los fortines Bagual, Cisneros, Aguilar, Barrera (más tarde pueblo Maya y hoy Carlos Casares), Luna y Médano de la Estaca.
Esta ley dio definitivamente un nuevo impulso a la incorporación de tierras que serían distribuidas para la explotación comercial. Todas las fronteras se modificaron. El coronel de Ingenieros Czetz, al informar al ministro Gainza del establecimiento de la nueva línea conforme las instrucciones de la Ley 215, explica la importancia estratégico-militar del trazado:
Por la disposición general de esta línea, los indios se ven privados en la actualidad de las principales aguadas que les servían de punto de apoyo en sus invasiones [como lo fue la laguna de Loncogüé]; ahora estos puntos de descanso quedan a 20 y más leguas afuera de la línea, y en caso de penetrar por ella, tendrán otras 20 o 25 leguas que andar hasta llegar a nuevas aguadas y a los campos ocupados por haciendas, de modo que cualquier invasión, sabiéndose casi inmediatamente por las descubiertas de los fortines, no es presumible que se logre; tomando en cuenta el celo, valor y la decision de los Jefes de Frontera; al contrario, tendrán que abandonar su botín en oposición a lo acostumbrado hasta hoy.24
Según Meinrado Hux, consta en el archivo del Estado Mayor un documento de fecha 26/5/186825 donde se informa que ese año Antonino López Osornio estableció un campamento en Loncogüé, conjuntamente con un oficial y dieciséis soldados y, aunque según asevera Hux, luego tuvieran que retroceder por las invasiones de los aborígenes, para la fecha de llegada de los entrerrianos el fortín de Loncogüé aún funcionaba como sede de la comandancia de la frontera oeste. Varios documentos fechados en Loncogüé, que constan en el Archivo del Servicio Histórico del Ejército Argentino, dan cuenta de la actividad del campamento: el 10 de enero 1869 López Osornio solicita al inspector general de armas de la Nación, Emilio Conesa, dos nombramientos26; el 4 de marzo López Osornio solicita a Emilio Conesa la promoción del teniente coronel graduado Fausto Avendaño, el capitán de infantería de línea Gerino Greni, el teniente 1º de infantería de línea Miguel Rubio y el teniente Andrés Ancalao27.
En los primeros meses de 1869 la comandancia de Loncogüé estaba en plena actividad organizativa y de aprovisionamiento, y en constante comunicación con el gobierno nacional. Un día después de esta última misiva, llegaron los entrerrianos.
4. Zeballos, Estanislao S., Callvucurá, Painé, Relmu, Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2007, pág. 243.
5. Maguire, John W., Loncagüé. Relatos de frontera, Buenos Aires, 1968, pág. 27.
6. Thill, José Pedro y Puigdomenech, Jorge Alberto, Guardias, fuertes y fortines de la frontera sur, tomo II, Servicio Histórico del Ejército, Buenos Aires, Ejército Argentino, 2003, pág. 457.
7. Idem, pág. 243.
8. Zeballos, Estanislao S., op. cit., pág. 252.
9. Maguire, John W., op. cit.
10. Thill, José Pedro y Puigdomenech, Jorge A. op. cit., pág. 457.
11. Maguire, John W., op. cit., pág. 44.
12. Vita, Buenaventura N., “Crónica vecinal de 9 de Julio, 1863-1870”, Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, pág. 16.
13. Avendaño, Santiago, Memorias del ex cautivo Santiago Avendaño, recopilación de Meinrado Hux, Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2004, pág. 63.
14. Rosa, José M., Historia Argentina, Buenos Aires, Oriente, tomo 8, 1981, pág. 127.
15. Hux, Meinrado, Coliqueo, el indio amigo de Los Toldos, Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2009, pág. 196.
16. Zeballos, Estanislao S.,op. cit., pág. 248.
17. Avendaño, Santiago, pág. 67.
18. Thill, José Pedro y Puigdomenech, Jorge A., op. cit., pág. 456.
19. Vita, Buenaventura N., op. cit., pág. 18.
20. Thill, José Pedro y Puigdomenech, Jorge Alberto, op. cit.
21. Memoria presentada por el Ministerio de Estado en el Departamento de Guerra al Congreso Nacional de 1868, págs. VIII y IX.
22. Zeballos, Estanislao S., op. cit.., pág. 133.
23. Colección de Leyes y Decretos Militares, Archivo General del Ejército, pág. 325.
24. Memoria de Guerra 1869/70, págs. 178-180, en la Biblioteca del Estado Mayor del Ejército.
25. Hux, Meinrado, op. cit., pág. 168.
26. Trascripción del original que consta en el Archivo del Servicio Histórico del Ejército Argentino, carpeta 15-4860.
27. Trascripción del original que consta en el Archivo del Servicio Histórico del Ejército Argentino, carpeta 15-4976.
III. Los hechos
¡Arriba los entrerrianos y mueran los porteños!
El comandante de la frontera oeste con asiento en el fortín de Loncogüé, coronel Antonino López Osornio, informa la llegada de los entrerrianos a través de la siguiente misiva.
Campamento en Loncague, Marzo 5 de 1869
Al Sr. Inspector General de Armas de la Nación, General Don Emilio Conesa
Pongo en conocimiento de V. S. que con esta fecha se han recibido sesenta y ocho soldados para ser destinados al 5º Regimiento de Caballería de Línea, los que han sido dados de alta a dicho Regimiento.
También hago presente a V. S. que dichos destinados vienen sin monturas y tendrán que andar en pelos mientras no lleguen las monturas para ellos.
Lo que comunico a V. S. para los fines que convengan.
Dios guarde a V. S.
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