En 1920, vistos los buenos resultados de la planta en Vilanova, Pirelli compraba la pequeña empresa La Nacional en Manresa, localidad del centro de Cataluña. Producto de esta adquisición aquel mismo año se constituiría La Nacional Pirelli, filial de la casa madre para la fabricación de neumáticos para automóviles. [19]Su sede central en Barcelona se situaría hasta 1957 en la Ronda Universitat, 18.
En un nivel similar a Pirelli, otra empresa importante llegada desde Italia fue el fabricante de máquinas de escribir Olivetti. En su versión ibérica, la Hispano-Olivetti, fundada el 2 de enero de 1929 en Barcelona, supuso también su primera delegación fuera de Italia. La casa de máquinas de escribir piamontesa, fundada en 1908 por Camillo Olivetti en la localidad de Ivrea, iniciaría su aventura internacional con la fundación de una sociedad de capital predominantemente catalán. [20]Los socios fundadores de la nueva sociedad Hispano-Olivetti –con sede en la Via Laietana, 37 y fábrica en la calle Castillejos, 87-89 de Barcelona– eran por orden de número de acciones y capital invertido: el ingeniero Julio Caparà i Marquès (1.200 acciones con un valor de 600.000 pesetas), el ingeniero e inventor de la máquina, Camilo Olivetti Sacerdote (800 a 400.000 pts.) y Luís Bettonica Turati (seguramente ciudadano italiano, residente en Barcelona y doctor en ciencias comerciales, con 20 acciones y 10.000 pts. invertidas). [21]Con un capital inicial de 1.010.000 pts., a lo largo de los veinte años posteriores se realizaron regulares ampliaciones de capital: en 1933, un millón; en 1935, 990.000 pts.; en 1936, un millón; en 1941, dos millones y en 1951, 18 millones más, para llegar a esa fecha con un capital de 24 millones de pesetas. [22]En cuanto a su consejo de administración, en 1931 estaba constituido por el presidente Luís Bosch y Labrús (ingeniero emparentado con la rama francesa de los Borbones y presidente del Fomento del Trabajo Nacional de Barcelona, consejero del Banco Hispano Colonial y miembro de la sociedad propietaria del Hotel Ritz, entre otras empresas); [23]el vicepresidente Julio Caparà (consejero de Philips Ibérica S. A., de Pirelli y de Siemens de Crédito S. A., entre otros); el consejero técnico Camilo Olivetti, el consejero administrativo y apoderado general de Olivetti & C. S. A. José Pero Iverandi; el consejero jurídico Rafael Gay de Montellà (militante de la Lliga Regionalista y vicepresidente de la Cámara de Comercio Italiana en España de Barcelona) y el gerente de la sociedad y consejero administrativo Juan Luca Peyretti. [24]
Las actividades de la sociedad darían inicio en febrero de 1929 y se prolongarían más de seis décadas. [25]Aunque durante la Guerra Civil fue colectivizada y puesta fuera del control de sus accionistas, desde 1939 recuperaría su actividad con una extraordinaria vitalidad. Sería en aquel período en el que se incorporaría a su dirección el destacado miembro de la Lliga Catalana, empresario y posteriormente procurador a Cortes franquistas, Joan Ventosa i Calvell, que sería presidente entre 1945 y 1959 (según los datos disponibles). [26]Con una plantilla de casi 3.000 trabajadores, su fábrica en la Plaça de les Glòries Catalanes de Barcelona cerraría en 1992 para trasladarse al Parc Tecnològic de Cerdanyola del Vallès. En 1996, la empresa multinacional italiana anunciaba su cierre definitivo.
También durante los primeros años del siglo XX el sector de la banca italiana iniciaría su desembarco en Cataluña. En este caso, fue la Banca di Roma (asesorada por Francesc Cambó) quien abrió en 1910 su primera delegación en la céntrica Plaça de Catalunya de Barcelona y, posteriormente, otras en la calle Salmerón del municipio (después distrito barcelonés) de Gràcia, y de las localidades de Tarragona, MontblANC, Valls, les Borges Blanques y Santa Coloma de queralt. [27]
Otros sectores empresariales italianos también se implantarán en Cataluña, como la delegación catalana de la Metalgraf Española S. A., filial de la casa matriz en Milán, Giacomo de Andreis, instalada en Badalona, aunque con la oficina en un primer momento en la Via Laietana, 12 de Barcelona. Esta empresa de litografías y hojalatería conocida popularmente como «La Llauna», gozaría de una gran popularidad por la expansión de sus cajas de lata para múltiples y diferentes usos. Además, su fábrica, situada en la calle Industria, número 89 de Badalona, diseñada en 1906 por el arquitecto Joan Amigó, sería un ejemplo destacado de arquitectura industrial modernista (De Andreis la adquiriría en 1919). Metalgraf se mantuvo en funcionamiento hasta finales de los años sesenta y, actualmente, su edificio ha sido rehabilitado como colegio.
También el sector del transporte marítimo tendría una destacada presencia en Barcelona, por ejemplo las líneas de las navieras Adria di Fiume y Navigazione Libero Triestina. [28]
[1]«Els italians ja són el segon col·lectiu estranger a Barcelona», El Periódico de Catalunya, 3-I-2009, pp. 22-23. Debe señalarse que una parte importante de esta cifra pertenece a ciudadanos de diferentes repúblicas sudamericanas como Argentina o Uruguay (40%), que aprovechando la existencia de antepasados italianos han solicitado el pasaporte comunitario italiano fijando su residencia en Barcelona. Según una interpelación parlamentaria del Grupo de L’Unione al gobierno italiano de centroizquierda de Romano Prodi del 15-XI-2006, en los cinco últimos años habían llegado a la zona de actuación del Consulado en Barcelona cerca de 50.000 argentinos con pasaporte italiano. Según afirmaba la interpelación, los servicios consulares estaban totalmente colapsados (texto disponible en la dirección ).
[2]S. Santagati, La Casa degli Italiani. Storia della comunità italiana di Barcellona (1865-1936), Editorial Mediterrània, Barcelona, 2007, p. 48.
[3]Ibíd., p. 179.
[4]Ibíd., p. 51.
[5]C. Venza, «El Consulado italiano de Barcelona y la comunidad italiana en los inicios del fascismo (1923-1925)», Investigaciones históricas. Época moderna y contemporánea, 17, Universidad de Valladolid, 1997, p. 270.
[6]La colonia italiana de Girona ciudad estaba formada básicamente por el Agente Consular (Giuseppe di Giovanni Magaldi) y las diversas ramas de su familia, que en 1927 eran 19 de los 39 miembros de la misma. Más adelante analizo el caso de esta colonia.
[7]Ibíd., p. 97.
[8]Sobre la importancia de la comunidad italiana en el sector hotelero barcelonés ver L. Kociemski, Il contributo italiano all’albergheria catalana, separata de «Terme e Riviere», Pisa, 1960-1961 y S. Santagati, pp. 97-110.
[9]Para la saga Pantaleoni entera ver S. Santagati, pp. 113-114. También es un buen resumen de su trayectoria el artículo de Lluís Permanyer, «El sábado cierra sastrería Modelo», La Vanguardia, 23-V-2007.
[10]En un documento sin fechar del Consulado en Barcelona (e incompleto), se enumeraban las siguientes empresas italianas establecidas en Cataluña al margen de las ya señaladas: (Barcelona ciudad) Anilinas S. A. en el Paseo de la República, 85; Anónima de Accidentes, Rambla de Catalunya, 19; Compañía Adriática de Seguros, Via Laietana, 47; Gabriel Bechini Mármoles y Piedras, Roger de Flor, 162; A. Bianchini Ingeniero-Fábrica de telas metálicas; Cazali & Figli-Fábrica de Pianos, Torres Amat, 1; Italcable, Estación en el Palacio de Comunicaciones-Correos y Caseta de amarre de los cables en la playa del Somorrostro; Ingeniero Galletto-Fábrica de Botones, Pere IV, 319; Fibra Comercial de España S. A.; Vapor italiano «Vioca», Muelle del Carbón; Luigi L. y Bioplastima Serono-Fábricas de productos farmacéuticos, Cardenal Vives i Tutó; Pedro Lupi, Vilamarí, 30; Café Suizo, Rambla del Centre; Editorial Maucci S. A., Mallorca, 166; S. A. E. M. A. R., Rambla de Santa Mònica, 31; Valera & Ricci-Fábrica de Sombreros, Sagrera; Iugo Española S. A. En localidades de la demarcación de Barcelona y resto de Cataluña: (Badalona) Cotonificio de Badalona, Llauders; (Gavà) Manufacturas de la Seda S. A.; (Tortosa) Giacomo Musso-aceites; (Collbató) Proggina Falisati-Fábrica de órganos.
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