El valor no tiene escrito en la frente lo que es. El valor transforma más bien todo producto del trabajo en un jeroglífico social. Más tarde, los hombres buscan descifrar el sentido del jeroglífico, llegar a la parte de atrás del secreto de su propio producto social; ya que la determinación de los objetos de uso como valores es su producto social, como el lenguaje (p. 206).
La oportunidad de una tal lectura de las tareas de la teoría crítica es más que evidente treinta años después del ocaso, intelectual y político, de las interpretaciones de Marx en términos de una filosofía material de la historia que prometía a la acción política organizada convertirse en praxis emancipatoria del género humano. La alternativa intelectual que ya Adorno y Benjamin presentaban en sus trabajos de los años treinta del siglo pasado, y la función en ella asignada a los lenguajes del arte, adquiere nueva vigencia en una interpretación profunda, documentada y valiente como la que lleva a cabo Vanessa Vidal en este libro, que puede contribuir a renovar los enfoques y temas de debate propios de la filosofía crítica.
SERGIO SEVILLA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ADORNO, Th. W. (1975): Dialéctica negativa , Madrid, Taurus.
— (2006): Kierkegaard. Construcción de lo estético , Madrid, Akal.
— (2009): «Notas marginales sobre teoría y praxis», en Crítica a la cultura y la sociedad , II, Madrid, Akal.
— (2019): Sobre la teoría de la historia y de la libertad , Buenos Aires, Eterna Cadencia Editora.
BENJAMIN, W. (2006): El origen del «Trauerspiel» alemán , en Obras , libro I, vol. 1, Madrid, Abada.
HEGEL, G. W. F. (2018): Fenomenología del espíritu , edición bilingüe de Antonio Gómez Ramos, Madrid, Abada.
1. El texto pertenece al segundo anexo escrito por Adorno como prólogo a la tercera edición en 1966.
2. Adorno llega a sugerir que la falsa comprensión de la mediación como «un compromiso moderador» entre conceptos opuestos puede deberse a la influencia de Trendelenburg, que impediría a Kierkegaard comprender que la mediación es un rasgo del movimiento interior al concepto entre sus propios momentos antagónicos, por ejemplo el momento particular y el momento universal, como pudimos ver más arriba.
Cerca está
y es difícil de concebir el Dios.
Pero donde está el peligro, crece
también lo salvador.
Friedrich HÖLDERLIN
LA OBRA DE THEODOR WIESENGRUND-ADORNO COMO POSIBILIDAD
Como tantas otras cosas, deseos, devenires y te quieros, gracias a historia la memoriosa, muchas filosofías se quedan en la punta de la lengua. Frente a esta contra-dicción, este ensayo quiere ser una Anti-Antígona: no calla enterrando a diestro lo siniestro, sino que tira a lo siniestro de la lengua con la lechuza de Minerva. Esta última, detenida en la obra de arte tras reincidentes retrasos en sus vuelos al anochecer, 1se ha vuelto, entretanto, expresiva. Una de esas filosofías que se quedó en la punta de la lengua es la de Theodor Ludwig Wiesengrund-Adorno. Para evitar el trato desfavorable en tanto que descendiente de padre judío cuando tuvo que emigrar a Estados Unidos, Theodor Wiesengrund abrevió el apellido paterno en 1938, pasándose a llamar a partir de entonces Theodor W. Adorno. 2El emigrado forzado en Estados Unidos ha pasado con ese segundo nombre a la historia escrita por los vencedores (Benjamin, 1982: 696). El objetivo de esta investigación es desenterrar anti-antigónicamente una parte de la obra de Wiesengrund de la mano de la filosofía de Adorno. Cabe advertir ya que la imagen metodológica del «tirar de la lengua» no ha de confundirse con una reconstrucción de la filosofía del joven Wiesengrund desde la obra madura de Adorno, sino que es más bien una construcción de una filosofía que, por lo siniestro del momento histórico, quedó en el estado detenido ( Stillstand ) 3de la punta de la lengua como posibilidad. La posibilidad de construir la filosofía de Wiesengrund es expresada por el mismo Theodor W. Adorno en la «Notiz», que escribió para la edición italiana en 1961 al libro de 1933 de Theodor Wiesengrund, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen ( Kierkegaard. Construcción de lo estético ).
A pesar de las insuficiencias de lo escrito en cierta ocasión, que molestan [al autor] posteriormente, [el libro sobre Kierkegaard] contiene al mismo tiempo y por ello posibilidades, que él no realizó en el futuro y que a él mismo no le son en absoluto manifiestas. Pero en todo caso cree el autor, que [en el libro sobre Kierkegaard] hay muy poco que no vaya a merecer la pena pensar desde el aspecto de su posición actual, en lugar de rechazarlo como simple etapa previa. Tal vez deba llamar la atención sobre que el motivo del dominio de la naturaleza y de la razón que domina la naturaleza, el de la conciliación con la naturaleza y el de la autoconciencia del espíritu como un momento natural, ya son explícitos en el texto (2: 262). 4
Entre las múltiples posibilidades contenidas en este texto –estos textos, como expondré a continuación– la que pretende exponer este ensayo es: la relación de historia y naturaleza que expresa la idea de historianatural, la construcción de la conexión de esta con la filosofía como interpretación, el materialismo y la relación de estos con la filosofía y el arte. De lograrse esa construcción, se hará realidad –y aquí se encuentra el momento expresivo de la lechuza de Minverva fosilizado en el arte– esa filosofía que la historia paralizó en la punta de la lengua y que en este ensayo se ha denominado interpretación materialista.
INTERPRETACIÓN HISTÓRICONATURAL
Adorno expone teóricamente la idea de interpretación y de historianatural 5en dos conferencias de principios de los años treinta del siglo pasado. En «Die Aktualität der Philosophie» («La actualidad de la filosofía») (1: 325-344) la interpretación es presentada como único modo en que es posible seguir haciendo filosofía tras el desmoronamiento de los aparentemente invencibles sistemas idealistas. 6«Interpretar es precisamente eso que todavía sigue moviendo hoy a la filosofía, diría yo. Quizá, con la pérdida de la confianza en la construcción total, la necesidad de hacer filosofía se ha trasladado a la interpretación» (IV 12: 185). 7En «Die Idee der Naturgeschichte» («La idea de historianatural») (2: 345-365) Adorno caracteriza la historianatural como intento de ir más allá, tanto de las concepciones de la historia como de las ontológicas que proponen las filosofías de principios del siglo XX para salir del idealismo trascendental y absoluto. La historianatural, tras una crítica a ellas, es presentada como un «cambio de perspectiva» (2: 356). Este permite una concepción dialéctica de la ontología y una propuesta de una filosofía como interpretación de lo diminuto artístico que sobrevive en una realidad devenida insensata. La conexión de la interpretación y la historianatural es sugerida por Adorno en la lección de 1964-1965 Zur Lehre von der Geschichte und von der Freiheit ( Sobre la doctrina de la historia y de la libertad ).
Si piensan ustedes sobre lo que les he explicitado acerca de la interpretación filosófica, pueden entonces quizás entender por qué le he dado en este punto un énfasis tan grande a la historianatural: porque de hecho se puede decir que este entrelazamiento de naturaleza e historia es el modelo según el cual ha de regirse en general un comportamiento interpretativo en la filosofía; casi se podría decir que él es el canon para que la filosofía se comporte interpretativamente, sin que esa interpretación caiga en pura arbitrariedad (IV 13: 187).
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