Pablo Cea Ochoa - Los hijos del caos

Здесь есть возможность читать онлайн «Pablo Cea Ochoa - Los hijos del caos» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los hijos del caos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los hijos del caos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El mundo se ha ido a la mierda. La sociedad, tal y como la conocíamos, ha dejado de existir y hay un nuevo orden en el mundo, un orden que consiste básicamente en la mismísima falta de orden. El caos más absoluto se ha ceñido sobre la tierra y esta se ha plagado de monstruos medio-muertos y de todo tipo de criaturas grotescas y peligrosas, comandadas únicamente por ocho gigantes llamados Titánides, que ansían acabar con todos los humanos supervivientes al apocalipsis para ser los nuevos amos del mundo. Antes, si alguien le hubiese hablado de monstruos, gigantes o del fin del mundo, Percy se hubiese reído a carcajadas, pero desde que él y su amiga Natalie descubrieron que son semidioses, hijos directos de los antiguos y olvidados dioses olímpicos, han vivido escondiéndose y huyendo de todo lo relacionado con lo divino; sin embargo, las circunstancias les obligarán a aceptar sus papeles en toda esa historia, y se meterán de lleno en una guerra brutal y sin cuartel en la que se disputará el destino del mundo y de la humanidad.

Los hijos del caos — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los hijos del caos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Los inferis iban llegando en masa hasta nosotros y eran más de los que podía contar. Una vez que llegó hasta nosotros el primero, el cual murió por un brutal golpe de maza en la cabeza, después fue todo demasiado rápido.

Hércules apartaba a los inferis de las chicas haciendo movimientos muy extravagantes y lentos con su maza, pero eran movimientos efectivos. Cristina, por su parte, sacó el agua de la botella, la hizo levitar para que adoptase la forma de un puñal y mentalmente lo controlaba para matar a los que estaban más lejos, mientras con su afilado tridente atravesaba a los inferis que se acercaban demasiado a Natalie y a Kika.

Yo me limité a hacer lo mismo que Cristina, proteger a las demás matando con mis espadas a los inferis que se acercaban demasiado. A cada inferi que moría por mis hojas, una de esas pequeñas neblinas blancas se metía dentro de mis espadas. En cuanto tenía un par de segundos libres alzaba mi brazo, el cual se envolvía de llamas y hacía estallar a varios grupos de inferis a lo lejos.

Tras un par de minutos conteniéndolos como pudimos, Natalie se unió a nosotros y empezó a disparar flechas con su arco. Y cuando estas se le acabaron se limitó a esperar a que los monstruos se acercaran para poder golpearles en la cabeza y rebanársela usando una de las dos espadas de Kika, ya que esta última no estaba en disposición de luchar.

Pasamos unos cuantos minutos conteniéndolos casi sin problemas, pero cuando los cadáveres empezaron a amontonarse nos fuimos quedando de nuevo sin espacio para movernos bien y eso fue aprovechado por los inferis para ir rodeándonos poco a poco.

Eran monstruos muy rápidos a la hora de correr, pero muy lentos a la hora de atacar, aunque sus movimientos eran casi imprevisibles. Cuando los cuatro nos vimos acorralados juntamos nuestras espaldas, dejando a Kika en medio de nosotros, parcialmente protegida. Pero seguía habiendo demasiados enemigos a nuestro alrededor y, aunque fuésemos mejores luchadores que ellos, su número acabaría por superarnos.

—¡Chico! ¡Este sería un buen momento para sacar esa parte que tienes de licántropo! —me gritó Hércules cuando vio que no podíamos matarlos lo suficientemente rápido.

—¿En serio? ¿Ahora me pides que me descontrole después de todas tus putas charlas? —le respondí gritando mientras empujaba a varios inferis que se estaban aproximando a Kika demasiado.

—¡No te lo diría si tuviéramos una opción mejor! —me volvió a gritar al mismo tiempo que le aplastaba la cabeza a otro inferi con su maza.

—¡Yo eso no lo controlo! —le dije al tiempo que agarraba a Natalie para echarla hacia atrás, ya que se estaba empezando a ver superada por la enorme cantidad de inferis que nos rodeaban—. ¡No sé cómo activarlo! —grité lo suficientemente alto como para que Hércules me escuchase.

—¡Yo sí! —me contestó e inmediatamente se dio la vuelta y me asestó un fuerte puñetazo en la cara. No lo suficientemente fuerte como para marearme, pero sí lo justo como para hacer que me enfadase. Y ese golpe tuvo un efecto casi instantáneo en mí, el efecto que Hércules esperaba.

Mientras seguía conteniendo a los inferis usando mis espadas, ya que no tenía espacio suficiente como para estirar el brazo completamente, me iba cabreando cada vez más y más, notando que cada vez que mataba a un inferi y me manchaba con su sangre mi enfado y el calor del estómago aumentaban en igual medida, hasta que llegó un punto en el que se me hizo imposible seguir teniendo el control y mis músculos empezaron a hincharse y a cubrirse de pelo, mis dientes se volvieron más grandes y afilados y me crecieron garras para sustituir a mis uñas.

Había adoptado una forma que no llegaba a ser ni de lobo ni de humano, igual que la que adopté hacía unos días cuando casi maté a Kika. Estaba a medio camino entre ambos: no era ni hombre ni lobo.

Pero al completar la transformación dejé de sentir tensión, miedo y cansancio por la lucha. Todas esas sensaciones se evaporaron y lo único que sentí era que una rabia desmedida se apoderaba de mi cuerpo y también de mi mente, haciendo que matara a absolutamente todo lo que tuviera enfrente. Cuando Hércules se dio cuenta de que corrían más peligro por mí que por los inferis ordenó a las chicas que cogiesen a Kika y que subieran rápidamente a un árbol, aprovechando que los inferis ahora centraban toda su atención en mí.

Estando transformado me daba igual todo. Recuerdo que lo único que quería era acabar con todo lo que se me pusiese delante. Y en este caso era una horda entera de inferis. Si antes de la transformación me resultaba fácil matarlos, así casi ni notaba cuando aplastaba un cráneo o cuando arrancaba una extremidad. No tenía que hacer ningún esfuerzo físico porque en ese momento yo no era quien controlaba mi cuerpo.

Los inferis intentaban rodearme y morderme, pero gracias a la enorme cantidad de pelo que me había salido sus mordiscos nunca llegaban a tocar mi piel.

Desde lo alto de un árbol, el viejo y las demás miraban cómo un monstruo mataba a otros monstruos, haciéndoles volar por los aires, arrancándoles la cabeza, aplastándosela, empujándoles y zarandeándoles como si fueran muñecos de trapo. Era hasta divertido ver cómo intentaban arremeter contra mí en vano.

Podía llegar a saltar una altura de más de dos metros sin despeinarme y tenía una fuerza, una agilidad y una velocidad trepidantes. La mayoría de las veces, antes de que me atacaran ya había reaccionado. Era como poder usar todos mis sentidos agudizados al mismo tiempo y para una única cosa…, matar.

Tras otro par de minutos los inferis, al ver que no podían hacer nada, optaron por retirarse, pero yo no dejé que se escapasen y los cacé uno a uno sin que ninguno consiguiera salir del claro para internarse de nuevo en el bosque.

Cuando no hubo más enemigos a los que matar empecé a relajarme y a poder volver a controlar mis pensamientos y, más tarde, mis actos para finalmente volver a mi forma humana tras otra dolorosa «destransformación» y volver a quedarme parcialmente desnudo. Rápidamente llegó Natalie hasta mí y me cubrió con el que era mi abrigo de pieles para darme algo de calor, aunque no sentía nada de frío a pesar del ambiente y de estar casi desnudo. Justo después llegaron Hércules y Cristina, que entre ambos llevaban a Kika, que seguía inconsciente.

—¿Estáis todos bien? —preguntó Hércules mientras intentaba recuperar el aliento después de haber hecho tanto esfuerzo físico en tan poco tiempo. Todos nos revisamos buscando algún indicio de posibles mordeduras y cuando vimos que estábamos limpios asentimos a pesar de tener las caras y los brazos llenos de arañazos y manchados de sangre negra y de tierra—. Oye, chico, tenemos que hablar —me dijo mirándome muy serio. La verdad, esperaba que me pidiera alguna explicación acerca de lo que le había pasado a Kika, pero no lo hizo.

*****

Después de todo aquello nos pasamos el resto de la mañana en el campamento atendiendo a Kika, que parecía mejorar muy rápidamente tras haberle aplicado la solución del frasco de Natalie. Cuando se despertó tenía dolores horribles y ardor en la zona del mordisco, pero por suerte llegamos a tiempo para que el daño de la infección por la mordedura no fuera letal.

Cuidamos de Kika por turnos mientras el resto vigilaba la zona, pero no hablamos casi nada. Nos limitamos a vigilar y a hacerlo todo en silencio para que cuando Kika se recuperara, ya por la tarde, recogiéramos el campamento todo lo rápido que pudiéramos y nos pusiéramos a caminar siguiendo a Hércules. Lo haríamos a un paso mucho más lento que el resto de días para no forzar a Kika, la cual podía caminar, pero no muy rápido a causa de los dolores, aparte de que seguía teniendo un poco de fiebre, que se le fue pasando a lo largo del día.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los hijos del caos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los hijos del caos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los hijos del caos»

Обсуждение, отзывы о книге «Los hijos del caos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x