Tras la muerte de don Gaspar las relaciones entre don Laudomio y su madre se deterioraron hasta el punto de abandonar doña Hipólita la casa familiar y entablar un pleito con su hijo que le permitiera recibir una asignación por alimentos para su sostenimiento. 119 Los problemas económicos habían dejado muy mermada la economía del condado y difícilmente se podía restituir la totalidad de la dote aportada por doña Hipólita con los bienes libres que se inventariaron. 120 En vida de don Gaspar, quizá viendo venir la imposibilidad de asegurar la restitución de la dote, este hizo a su mujer un traspaso de propiedad de alhajas valoradas en 3.313 libras y 10 sueldos, y bienes muebles por 3.123 libras en concepto de restitución. A la muerte de doña Hipólita en 1649 don Laudomio, su único hijo y heredero, renunció a la herencia de su madre. 121
CUADRO 2
Elección ubicación sepultura
Año |
Testamento |
Sepultura |
|
Juan Mercader y Gómis* |
Capilla de San Juan Bautista y Evangelista de la Santa Cruz |
|
Laura Miró* |
Capilla de San Juan Bautista y Evangelista de la Santa Cruz |
1467 |
Berenguer Mercader y Miro |
Capilla de San Juan Bautista y Evangelista de la Santa Cruz |
|
Juana de Blanes** |
Altar iglesia Monasterio de Santa Clara |
|
María Violante Mercader y Mascó** |
Altar iglesia Monasterio de Santa Clara |
1519 |
Juan Mercader i Blanes |
Altar iglesia Monasterio de Santa Clara |
1538 |
Gaspar Mercader y Mercader |
Altar mayor de iglesia del Monasterio de la Concepción de la Purísima Virgen María |
1573 |
Rafaela Mercader y Exarch |
Altar mayor de iglesia del Monasterio de la Concepción de la Purísima Virgen María |
1578 |
Laudomia Carròs y Montcada |
Altar mayor de iglesia del Monasterio de la Concepción de la Purísima Virgen María |
1579 |
Melcior Mercader y Mercader |
Altar mayor de iglesia del Monasterio de la Concepción de la Purísima Virgen María |
1572 |
Baltasar Mercader y Mercader |
Altar mayor de iglesia del Monasterio de la Concepción de la Purísima Virgen María |
1585 |
|
Altar iglesia San Juan del Mercado |
1603 |
Gaspar Mercader y Mercader |
Iglesia del convento y Monasterio de San Onofre de la Orden de Predicadores |
1631 |
Gaspar Mercader y Carròs |
Capilla castillo de Buñol |
1648 |
Laudomio Mercader y Centelles |
Capilla castillo de Buñol |
1681 |
Gastón Mercader y Carròs |
Capilla castillo de Buñol |
1686 |
Gaspar Mercader y Cervelló |
Capilla castillo de Buñol |
1700 |
Francisco María Cervelló y Mercader |
Capilla castillo de Buñol |
* Referencia en testamento de mosén Berenguer Mercader y Miró.
** Referencia en testamento de don Juan Mercader y Blanes.
Entre 1640 y 1645 don Laudomio solicitó a la Monarquía la concesión del título de marqués de Siete Aguas. Entre los méritos que presentaba para su concesión estaban las dos jornadas que su padre sirvió en Argel y Cádiz (no hay constancia del año), al socorro de la Monarquía, la merma sufrida por la expulsión, los servicios que su hijo don Clotaldo prestó a la Monarquía y los dos años que a la orden del duque de Arcos, virrey y capitán general, estuvo recibiendo en Siete Aguas en las tropas de infantería. Además de solicitar una pensión de 800 ducados sobre el arzobispado de Valencia para su hijo don Gaspar, a cambio de la cual renunciaría a todas las concedidas con anterioridad. Consideró que esta pensión y título premiarían los servicios de la casa, pero no se materializaron, quizá porque no le interesó la propuesta de «si quieren título de marqués suprimido el de conde y 900 ducados de pensión». 122
De los tres hijos de don Laudomio que llegaron a edad adulta, los dos menores, Clotaldo e Isidro, murieron sin descendencia, prestando sus servicios al ejército real. Don Clotaldo murió en 1640 cuando, sirviendo en Milán en un destacamento de infantería a las órdenes de don Francisco de Luna, fue hecho prisionero y herido de muerte; 123 mientras que don Isidro murió en 1645 en Galta. El primogénito don Gaspar Mercader y Perellós contrajo matrimonio en 1640 con doña Beatriz de Melo y Ferreira, viuda del marqués de Benavides, don Manuel Exarch de Bellvís. 124 Su contribución al matrimonio se materializó en una dote de 20.000 libras, que habría de repartir a su muerte entre los futuros hijos del matrimonio. A ellas se sumarían otras 20.000 libras que don Laudomio y su hijo don Gaspar se obligaron a poner también a disposición de los futuros hijos del matrimonio, haciendo en ambos casos el reparto que considerasen oportuno. Una disposición que parece muy alejada de la realidad económica que vivían, si consideramos que cinco años después de la firma de estas capitulaciones matrimoniales don Laudomio hubo de suscribir una nueva concordia con los acreedores de la casa Mercader, que rebajaba las condiciones firmadas por su padre en 1619, y ello con el fin de permitirle cumplir con la obligación de pago. 125 Asimismo, se capituló que don Laudomio renunciaba al lugar de Yátova, con la jurisdicción y derechos correspondientes, en favor de su hijo; posesión que también recibiría doña Beatriz como compromiso de restitución. Además, se comprometía el conde a pasar una manutención de 1.500 libras anuales hasta que su hijo recibiera la plena posesión del condado por herencia. Como doña Beatriz tenía hijos de su primer matrimonio, preservó sus derechos estipulando que los futuros hijos que hubiere de este su segundo matrimonio, así como sus descendientes, no podrían alegar ningún derecho sobre la Casa del marqués de Benavides, habiendo en ella descendientes legítimos, a los cuales doña Beatriz hacía donación de la dote y arras de su primer matrimonio, del derecho de viudedad y de cualquier otro que le correspondiere.
Del matrimonio nació una sola hija, doña Ana M.ª Mercader y Melo, que contaba 11 años cuando el 11 de enero de 1653 murió su padre, don Gaspar, y que, por haber quedado también huérfana de madre dos años antes, se quedó a cargo de sus abuelos y de don Gaspar Grau de Arellano. La muerte sin sucesión masculina del primogénito y heredero del condado disparó todas las alarmas en el linaje Mercader, de tal manera que, unos y otros comenzaron a jugar sus cartas. El vínculo de Buñol relegaba a las mujeres a meras transmisoras, por lo que Ana María tenía vetado el acceso, con lo que recaían todos los derechos en el primo hermano de don Laudomio, don Gastón Mercader y Carròs, primogénito de don Baltasar Mercader y Carròs y doña Elena Carròs. Sus derechos sobre el condado parecían indiscutibles, por lo que solo le restaba dejar que transcurriesen los días de don Laudomio para heredar. Pero como los condes maniobraron para que su nieta retuviese el condado fuere como fuere, don Gastón Mercader se movilizó en su beneficio, que no era otro que defender los bienes que le correspondían por derecho de sucesión. Obtuvo de la Real Audiencia una sentencia por la cual se requería a los condes de Buñol que se abstuviesen de ejercer cualquier actuación fuera de los cauces de ese tribunal, inhabilitando cualquier otro tribunal menor; de esta manera se facilitaba el control de posibles actuaciones que pudiesen perjudicar los intereses del legítimo sucesor. Además se dio aviso a los justicias y jurados de las villas y lugares del condado de que no prestaran a nadie homenaje para la posesión de este, ni permitiesen que nadie la tomase ni judicial ni extrajudicialmente. 126
Читать дальше