Si David Sterne refleja los sentimientos de los jóvenes de los años 60 y 70 que Blais conoció en Estados Unidos, Visions d’Anna y Pierre–La guerre du printemps 81 (1984) destacarán la violencia norteamericana de los años 80:
Lorsque j’écrivais Pierre , je frayais avec des gens comme lui, groupes de motocyclistes, à travers les États-Unis et le Canada, je lisais leurs magazines, leurs littératures, afin de ne jamais perdre de vue le sujet de cette modernité tragique qui s’apparente à Pierre, Pierre qui semble sentimental et doux aux côtés de ceux qu’il côtoie, mais qui est encore une fois responsable du paysage très nord-américain où toutes les couleurs ont les teintes de l’acier. (Blais 2002: 76)
Tanto Visions d’Anna como Pierre presentan la violencia que han heredado los jóvenes, una brutalidad, frecuentemente gratuita, con la que deben convivir. Pierre piensa en la bomba atómica y en la destrucción del mundo, fascinado por las imágenes violentas que transmiten los medios de comunicación y que incrementa la actitud y el racismo de las bandas urbanas. Para escribir la novela Pierre , Blais recopiló un material abundante de revistas, periódicos, y sobre todo de la televisión, que daba testimonio de la violencia de la época. Como señala Mary Jean Green, muchos episodios de la novela reproducen titulares reales del momento y la figura que coordina las fuerzas de destrucción en el texto recuerda al presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan (Green 1995: 36).
La experiencia de Blais en Estados Unidos se plasmará con especial relieve en el ciclo de novelas inaugurado por Soifs (1995), en el que la acción está situada en una isla del Golfo de México. En ellas, retrata tanto el ambiente intelectual que ha conocido en Key West, el lugar donde reside actualmente, como las diferencias sociales y el racismo que sufren muchos de los personajes. Estas novelas hacen referencia a la segunda guerra mundial, a la amenaza nuclear, a los campos de concentración, a la masacre de Jonestown, a la guerra del Golfo, al terrorismo y a los ataques contra las Torres Gemelas. Yuxtaponen acontecimientos históricos de distintas épocas y efectúan toda una serie de desplazamientos que modifican la temporalidad histórica de las referencias evocadas. Por ejemplo, a pesar de que la acción de Soifs esté situada durante los últimos días del siglo XX, algunos personajes afirman haber conocido los horrores de la esclavitud en Estados Unidos. De la misma manera, los asesinatos de las Panteras Negras en Chicago que aparecen en el texto como contemporáneos a la acción, tuvieron lugar a finales de los 60. Al desplazar ciertas referencias históricas o al mantener la imprecisión de otras, el texto universaliza los crímenes contra la humanidad y los hace más actuales. Soifs insiste sobre todo en los horrores de la esclavitud y de las interdicciones xenófobas. En esta novela, el Ku Klux Klan recorre las calles y quema las casas. El barco Henrietta Marie se convierte en el emblema de la crueldad del pasado. Este barco mercante de esclavos naufragó en 1700 y fue descubierto cerca de Key West en 1972. En el texto, Blais describe cómo en su interior no se encontraron los tesoros esperados, sino al contrario, hombres y mujeres cuyos pies todavía estaban rodeados por los hierros ( SF 234). Frente a los naufragios del pasado aparecen aquellos del presente, los de los inmigrantes que intentan alcanzar una vida mejor llegando en barcas a la isla.
Las novelas de Blais intentan destacar la importancia de mantener viva tanto la memoria de los inmigrantes que perecen en las aguas como la de las víctimas de las atrocidades del pasado. Evoca los nombres de las heroínas que han actuado a favor de la comunidad afroamericana: Mary Ann Schadd Cary, Crystal Bird Fauset, Ida B. Wells Barnett, Nina Mae McKinney, Ida Gray. La sociedad intenta denigrar la memoria de estos personajes históricos, devolviéndolos a los “limbos de la segregación”: “leurs photographies dans les journaux étaient entourées d’un trait de cendres, elles étaient de retour dans ces limbes de la ségrégation, de l’oubli, où elles avaient toujours vécu” ( SF 129).
Como ha mostrado Todorov, la memoria es una selección. Los sistemas totalitarios del siglo XX han querido controlar la memoria y han eliminado ciertas huellas del pasado. Los regímenes democráticos favorecen también el olvido a través de la abundancia de bienes y de informaciones que caracteriza la sociedad del bienestar (1995: 10-13). Las novelas de Blais cuestionan la selección de los hechos que son transmitidos u olvidados y el uso institucional y social de la memoria. Todorov distingue la “memoria literal” y la “memoria ejemplar”. La memoria literal sacraliza la memoria sin cuestionarla. La memoria ejemplar, al contrario, establece comparaciones y pone en relación los acontecimientos con el fin de observar las similitudes y las diferencias que los caracterizan. En este sentido, la memoria ejemplar es portadora de libertad: “Loin de rester prisonniers du passé, nous l’aurons mis au service du présent, comme la mémoire –et l’oubli–doivent se mettre au service de la justice” (Todorov 1995: 31-61). Al asociar los hechos del pasado y los del presente, Blais insiste en la importancia de esta memoria ejemplar capaz de suscitar una toma de conciencia de la brutalidad del mundo. Según Bianca Zagolin, la estructura asociativa de la ficción de Blais destaca el papel de la memoria, que une distintos fragmentos de la conciencia y que asegura la continuidad, al mismo tiempo que le impone el peso de un pasado que tiene que asumir (Zagolin 1992: 168). Al insistir en la violencia de los acontecimientos del pasado y en sus víctimas, estas novelas ponen de relieve la importancia de la memoria histórica: “J’utilise des événements qui sont relatés dans les journaux et dans les photos que nous voyons, parce que je ne veux pas qu’on les oublie”, afirma la autora en una entrevista con Janine Ricouart (Blais, en Ricouart 2008: 28).
El papel de la memoria será también esencial para Atwood. En Negotiating with the Dead , la escritora anglocancadiense se pregunta los motivos que impulsan a una persona a escribir. Una de las razones que ofrece consiste precisamente en la importancia de fijar el pasado por escrito: “To record the world as it is. To set down the past before it is all forgotten. To excavate the past because it has been forgotten” (2003: xx). Varias de las obras de Atwood, como The Journals of Susanna Moodie , destacarán, de hecho, el pasado histórico de Canadá.
La voluntad de Blais de recordar a aquellas personas que han luchado contra el racismo y la segregación y a favor de la paz y la tolerancia aparecerá de nuevo en Passages américains (2012). Los ensayos que componen esta obra se centran en tres sucesos principales: la muerte de Robert Kennedy en 1968, y su lucha a favor de la igualdad entre blancos y afroamericanos; la movilización por la paz que realizaron muchas personas de Quebec a Guantanamo en 1963, entre las cuales se incluía Barbara Deming; la matanza de cuatro estudiantes en el campus universitario de Kent por parte de la Guardia Nacional en 1970. En estas páginas, Blais recuerda la acción de Marthin Luther King, Malcolm X, John A. Williams, James Baldwin, Richard Wright, Rosa Parks, entre muchos otros. Recuerda las manifestaciones a favor de la no violencia y de la igualdad y en las que se podían leer pancartas como “Make love, not war”, “End racial discrimination”, “Defend freedom with non-violent resistance”, “Love and forgiveness”, “Love not hate, Bread not bombs”. Frente a todas estas figuras, defensoras de los derechos humanos, aparecerán aquellas que encarnan la brutalidad, el racismo, el odio, la defensa de la segregación. J. Edgar Hoover, George Wallace, la Guardia Nacional o el propio Ku Klux Klan aparecen en estos ensayos como las fuerzas del orden autoritarias, injustas e intolerantes contra las que se oponen aquellas voces que luchan por la paz y la igualdad. Frente a la no violencia que reivindican las manifestaciones, las fuerzas del orden no dudan en utilizar las balas y en agredir a los manifestantes en la Universidad de Kent que protestaban por la invasión estadounidense a Camboya.
Читать дальше