Este impulso demográfico que estamos analizando, además, se ha concentrado solo en doce de las treinta y cuatro comarcas valencianas, que han crecido por encima de la media del conjunto y que tienen unas densidades especialmente intensas. De las veintidós comarcas restantes, ha habido seis que se han movido en sentido contrario, perdiendo población, mientras que otras dos han mantenido, en 2016, prácticamente la misma población que tenían en 1981. Así pues, quedan catorce comarcas que han crecido, pero lo han hecho por debajo de la media del conjunto.
De las doce comarcas con una dinámica más expansiva, solo tres (La Hoya de Buñol, L’Horta Oest y El Camp de Túria) son territorios sin costa. Sin embargo, las tres mantienen una estrecha relación con la ciudad de Valencia y, además, han mejorado su comunicación con esta. Las nueve comarcas restantes tienen una ubicación junto al mar, y muy especialmente en la zona sur del territorio valenciano. Encontramos cinco comarcas alicantinas (La Marina Alta, La Marina Baixa, L’Alacantí, El Baix Vinalopó y El Baix Segura), solo dos de Castellón (La Plana Alta y El Baix Maestrat) y otras dos de la provincia de Valencia (L’Horta Nord y La Safor), que se suman a las tres anteriores no costeras y de la misma provincia. En este conjunto, hay tres comarcas que han más que duplicado su población entre 1981 y 2016: El Camp de Túria, que ha crecido a un ritmo medio del 2,53 % anual, El Baix Segura (2,48) y La Marina Baixa (2,44).
Tabla 1.3 Evolución de la población comarcal. Comunitat Valenciana (1981-2016)
Fuente : Elaboración propia. IVE. Banco de datos territorial.
En el polo opuesto encontramos seis comarcas que han perdido población y lo han hecho durante todo el periodo considerado. Las tres comarcas valencianas menos pobladas y con menor densidad concentraban casi cincuenta mil habitantes a principios del siglo XX, y en 2016 no llegan a los once mil: en poco más de un siglo han dividido casi por cinco su población. El Rincón de Ademuz, L’Alt Maestrat y Els Ports constituyen un espacio con un intenso proceso de despoblación: entre 1980 y 2016 estas comarcas han perdido más del 30 % de su población, a un ritmo superior al 1 % anual durante treinta y cinco años. A esta tríada hay que añadir El Alto Mijares, Los Serranos y El Valle de Cofrentes-Ayora, que también han perdido población, aunque con menor intensidad. Por su parte, La Plana de Utiel-Requena y La Canal de Navarrés mantienen prácticamente la misma población en 2016 que tenían en 1981, con pérdidas del -0,7 y del -1,0 %, en todo el periodo.
Por lo tanto, el crecimiento se ha concentrado en las comarcas costeras, alrededor de la ciudad de Valencia y al sur del territorio valenciano. Esta evolución ha supuesto cambios en la estructura poblacional que aceleran las inercias demográficas existentes. Las comarcas con mayores crecimientos tienen poblaciones más jóvenes e incrementan su potencial demográfico de crecimiento. Las comarcas de interior con pérdidas de población se despueblan y envejecen, lo que debilita aún más sus capacidades demográficas.
1.4 Componentes del crecimiento de la población valenciana
Con la ecuación compensatoria que hemos presentado en la introducción podemos preguntarnos qué componentes demográficos han sido los responsables de los ritmos de crecimiento observados en la población valenciana. En el gráfico 1.3se reflejan las tasas porcentuales de crecimiento total, de crecimiento vegetativo o natural y de crecimiento migratorio o saldo migratorio bruto (que se calcula como la diferencia entre el crecimiento total y el crecimiento natural).
El crecimiento experimentado por la población valenciana durante 1980 (entre el 1 de enero de 1980 y el 1 de enero de 1981) se debe casi exclusivamente a la diferencia positiva entre nacimientos y defunciones, al crecimiento vegetativo; mientras que la pérdida de población observada durante 2015 (entre el 1 de enero de este año y el 1 de enero de 2016) se explica casi completamente por la existencia de un saldo migratorio negativo, las emigraciones superaron a las inmigraciones. Solo con una mirada a los perfiles podemos entrever que, mientras que el crecimiento vegetativo presenta una evolución bastante suave, el crecimiento derivado de los movimientos migratorios es muy volátil y con cambios muy bruscos entre algunos años. Es decir, son los movimientos migratorios los que han dado forma al perfil dibujado por la evolución de la población valenciana, muy especialmente durante la década que va de 1998 a 2008, periodo de máximo crecimiento demográfico.
Gráfico 1.3 Evolución de los componentes del crecimiento demográfico. Comunitat Valenciana (1980-2015)
Fuente : Elaboración propia. INE, Padrón Continuo de Población y Movimiento natural de la población.
2. MOVIMIENTO NATURAL DE LA POBLACIÓN: MAYOR ESPERANZA DE VIDA Y MENOR FECUNDIDAD
Con el análisis de los movimientos naturales, lo que hacemos es contabilizar y caracterizar las entradas y salidas de población producidas por cambios en el estado biológico: los nacimientos y las defunciones. Se trata de cambios irreversibles que, socialmente considerados, están sujetos a inelasticidades e inercias muy robustas. Así pues, su evolución suele seguir patrones de largo plazo, con respuestas relativamente lentas a las situaciones coyunturales.
Acabamos de comprobar que la aportación de los movimientos naturales al perfil de la evolución de la población valenciana ha sido mucho menor que la que han tenido los movimientos migratorios. Sin embargo, veremos que, entre 1980 y 2016, se han producido cambios muy profundos en las dinámicas de natalidad, especialmente, y de mortalidad de la población valenciana.
El componente vegetativo del crecimiento demográfico valenciano evoluciona cuantitativamente con movimientos más significativos en las tasas de natalidad que en las de mortalidad. Los ajustes sociales en las prácticas natalicias son más elásticos en las coyunturas sociales que los cambios en las formas de morir, excepto en situaciones catastróficas. En el gráfico 1.4podemos comprobar que más que las segundas son las primeras las que dibujan el perfil de la evolución del crecimiento natural de la población valenciana.
A la vista de este perfil, entre 1980 y 2015, podríamos definir cuatro etapas:
1. Desde 1980 hasta 1995, se observan tasas de crecimiento vegetativo 3(TCV) positivas, pero decrecientes. Las tasas brutas de natalidad 4(TBN) superan significativamente las tasas brutas de mortalidad 5(TBM), pero esta diferencia va reduciéndose con el tiempo.
2. Entre 1996 y 1999, las TCV son prácticamente igual a cero. Las TBN y TBM son casi idénticas. Es un momento que podría considerarse como cierre de la primera transición demográfica en la sociedad valenciana.
3. Entre 2000 y 2008, las TCV vuelven a valores positivos cada vez mayores, aunque no se llega a los niveles de la primera mitad de los años ochenta del siglo pasado. Las diferencias entre TBN (creciendo) y las TBM (reduciéndose) son cada vez mayores.
4. Finalmente, entre 2008 y 2015 se regresa a la tendencia decreciente, aunque con TCV aún positivas hasta 2015, cuando se llega prácticamente a un crecimiento natural igual a cero.
Gráfico 1.4 Tasas brutas de natalidad (TBN), de mortalidad (TBM) y de crecimiento vegetativo (TCV). Comunitat Valenciana (1980-2015)
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