1 ...8 9 10 12 13 14 ...19 Más adelante, la carta indica que Poe habría escrito un poema en cuatro partes, pero que no deseaba dar a la imprenta la cuarta —de hecho, lo publicado sólo tiene dos partes, aunque la segunda, mucho más extensa que la primera, podría incluir la tercera de las originalmente anunciadas (Mabbott 2000, 97). De esa cuarta parte no se conserva el menor indicio, y ni siquiera se puede asegurar que hubiera sido efectivamente escrita. De nuevo estamos ante un poema de límites inciertos, que podría haberse expandido —aunque Poe renuncia explícitamente a esta posibilidad— por la mera adición de episodios sobre personajes “de la época en que apareció la estrella” —es decir, entre 1572 y 1574, años en los que, respectivamente, Tycho Brahe descubrió su supernova y registró su desaparición. Parece claro que la conclusión de lo que conocemos del poema es, también, su momento más memorable, y concuerda admirablemente con el sentido general de la obra literaria de Poe en su conjunto: los protagonistas del poema, recuérdese, mueren porque “el latido de sus corazones” (es decir, la atención prestada a sus propias pasiones humanas) les ha impedido oír el llamado de Nésace, el espíritu rector de Al Aaraaf, que podría haberlos conducido a un estadio de conciencia superior, al precio de renunciar a su individualidad; o, lo que es lo mismo, de desaparecer en la totalidad, que es el destino al que parecen abocados los protagonistas de las obras más significativas de nuestro autor. Pero aunque este final, decíamos, cierra brillantemente el desarrollo de lo efectivamente publicado, no deja de parecer abrupto, y obliga a una relectura de las evanescentes premisas expuestas en el cuerpo del poema para poder reinterpretar lo más ajustadamente posible, y en función de ese final, el significado del conjunto. Nada más lejos, en fin, de la exigencia de precisión y unidad de la que Poe se convertiría pronto en abanderado.
Tampoco “Al Aaraaf” fue, por tanto, el gran poema romántico que Poe hubiera querido escribir. Y es esa insatisfacción la que dicta el tono y las ideas de la cartaprólogo que el autor antepone a su tercer libro de poemas, titulado simplemente Poems by Edgar Allan Poe y publicado en Nueva York en 1831. Significativamente, la nueva colección no se presenta ya como una mera recopilación de poemas breves que complementan una composición más extensa. Y aunque el libro incluye los poemas “largos” que presidieron las entregas de 1827 y 1829, éstos no encabezan ya la colección. El que Poe no abjurara de esos poemas “largos”, y los revisara para cada nueva entrega de su poesía, incluyendo la definitiva de 1845, indica que su autor nunca dio por zanjada su dura pugna con las propuestas “románticas” que éstos encarnaban, ni renunció a la esperanza de que esos poemas fueran entendidos y apreciados por lo que eran, aunque él mismo fuera consciente de sus limitaciones e insuficiencias. Pero lo cierto es que, como veremos a continuación, ya en fecha tan temprana como este 1831 el joven poeta era consciente de iniciar un camino literario nítidamente distinto al que representaban sus modelos románticos.
En la mencionada carta-prólogo, titulada “Letter to B—”, que encabezaba esta tercera colección, Poe se reafirma por primera vez en su condición de “escritor americano” 21; lo que, como veremos, algunos críticos e intérpretes posteriores de la obra de Poe —significativamente, William Carlos Williams en su ensayo de 1925 22— considerarán un elemento crucial para determinar la originalidad de Poe respecto a sus inmediatos precedentes europeos. En esa línea, el autor ironiza sobre los libros que “mejoran al viajar” y “alcanzan una gran distinción por haber cruzado el mar”. 23Esta “distinción” sobrevenida se aplica, por supuesto, a los modelos visibles de “Tamerlane” y “Al Aaraaf”, y muy significativamente al celebrado libro de Thomas Moore a cuya popularidad Poe no supo sustraerse. En esta vena, Poe lanza una sorprendente afirmación: a la gente (a los lectores) no le gustan los poemas largos (“men do not like epics”) 24; lo que también se aplica al maestro indiscutido del género, con el que cualquier escritor en lengua inglesa, incluso en la época de Poe, aspiraba a medirse: el propio Milton. En esa misma línea de abierta ironía —dirigida en parte, como vemos, hacia sus propias tentativas poéticas—, el joven autor se atreve a atacar a los poetas “lakistas”, en quienes aprecia la contradicción implícita en sus “teorías poéticas tan prosaicamente ejemplificadas” 25; lo que llama la atención por cuanto, en esta misma carta-prólogo, Poe aventura una definición de poesía que es casi una trasposición literal de la del “lakista” Coleridge: “un poema” —dice Poe hacia el final de su carta— “se opone a una obra científica por tener, como su objeto inmediato , el placer, no la verdad” 26; lo que es casi una copia literal de lo que afirmaba su modelo inglés: “Un poema es ese tipo de composición que se opone a las obras de la ciencia por no proponerse, como objeto inmediato, la verdad”. 27La contraposición entre verdad científica y visión poética está implícita en el planteamiento mismo de “Al Aaraaf” y es, como veremos, la idea central del poema que le sirvió de prólogo, el muy comentado “Sonnet—To Science”. Dos años después de la publicación de ambos, Poe asume esta intuición como ingrediente fundamental de su definición de poesía; como si lo meramente intuido en 1829 fuera, a la altura de 1831, una verdad duramente constatada por el fracaso de su poema más ambicioso hasta la fecha.
Aunque más significativo, incluso, que las ideas afirmadas en esta cartaprólogo, resulta el modo en el que están enunciadas; en concreto, el tono de burla hacia aquellos de quienes las había tomado: Coleridge, por supuesto, pero también Wordsworth, de quien se mofa abiertamente —aunque algunas afinidades con este autor, como sugiere Stovall, 28pueden rastrearse incluso en textos ya muy alejados de estas tentativas juveniles, como “The Fall of the House of Usher”, de 1839.
También resulta significativo, en esta carta-prólogo de 1831, que Poe distinguiera nítidamente la poesía del romance , 29siendo la característica esencial de esta modalidad de escritura el ofrecer “imágenes perceptibles” mediante “sensaciones definidas”, mientras que la poesía efectuaría la operación equivalente mediante imágenes “indefinidas”; lo que ofrece una clave para interpretar el hecho de que el poema que abre esta colección se titule precisamente “Romance” y presente una detallada exposición de la pérdida de la capacidad juvenil de afrontar la experiencia imaginativa. Lo que Poe parece querer decir es que da por agotados esos intentos, y que su literatura, a partir de ese instante, se adentrará por caminos en los que estas primeras intuiciones inspiradas por los maestros del Romanticismo forzosamente habrán de adulterarse o combinarse con otros elementos para alcanzar una síntesis propia, quizá dictada por las condiciones específicas de un autor situado en un entorno nítidamente distinto al británico o europeo.
Un efecto inmediato de este distanciamiento es la argucia, frecuente a partir de entonces, de presentar sus poemas largos como escritos a una edad excesivamente temprana. Hemos visto ya que esta estrategia fue parte fundamental de la burla que el autor intentó infligir a su auditorio de Boston en 1845. De la complejidad del proceso puede dar una idea lo aportado por Thomas Ollive Mabbott en su introducción a la edición facsímil de The Raven and Other Poems , el definitivo volumen de poesía que Poe publicó en el mismo año en el que tuvo lugar la controvertida conferencia. En su estudio preliminar, Mabbott establece que el ejemplar de sus poemas de 1829 que Poe utilizó en la lectura de Boston es posiblemente uno que se ha conservado con una dedicatoria a Elizabeth Herring, prima del poeta, y cuya fecha de impresión —1829— ha sido raspada con una navaja y cambiada a 1820; lo que, teniendo en cuenta que Poe en esta época afirmaba haber nacido en 1811 —dos años después de su fecha real de nacimiento—, tenía como imposible corolario que Poe había escrito su poema más ambicioso… antes de cumplir los diez años. Que es justo lo que él mismo afirmó en el artículo exculpatorio publicado en The Broadway Journal y también citado por Mabbott (1942, xxiii): “El poema” — afirma Poe— “es… un poema juvenil (…). Lo escribimos, imprimimos y publicamos en forma de libro antes de haber cumplido los diez años”.
Читать дальше