La narración está dividida en 35 breves secciones sin numerar, a las que podemos llamar capítulos, precedidas cada una de ellas de un epígrafe de desigual longitud. 10 En palabras de Homero Serís:
Las únicas desviaciones han sido las adiciones de sumarios originales al frente de los capítulos en que ha dividido la novela; mientras en la latina prosigue el texto, sin división alguna, en una sólida masa, en un inmenso párrafo, desde el principio al fin, sin sumario alguno (1964: 91).
La longitud de los capítulos es muy variable, pudiendo ocupar desde las 5 líneas del 10 —en la que se narra la soledad de Apolonio náufrago—, hasta los dos folios del 29, centrada en el encuentro entre Apolonio y su hija. Los epígrafes, también de desigual extensión, resumen el contenido, aunque en algún caso pueda surgir algún breve desajuste. El epígrafe de 7 («De cómo Apolonio vino en Tharsia y libró a los moradores della de la fambre y cómo Elimito lo amonestó fielmente») no responde exactamente al contenido, puesto que lo que sigue es solo el encuentro con Elimito; Apolonio les vende el trigo en el apartado siguiente (8). A su vez, la partición entre los capítulos 29-30 se produce en un momento climático, ya que interrumpe la anagnórisis entre Tharsia y su padre.
Ahora, bien ¿se trata de una intervención del taller zaragozano, como se ha sugerido? 11 No es raro que los impresores capitulen los textos y anuncien en prólogos o epílogos esta novedad, como se lee en el impreso de 1510 de los Siete sabios de Roma «por capítulos dividido». Nada similar encontramos en el Apolonio , que carece de prólogo, colofón ni de cualquier otro ‘paratexto’ en el que el impresor nos comunique su labor. Por su parte, los impresos de las Gesta romanorum carecen, efectivamente de cualquier subdivisión interna, pero no ocurre lo mismo con los impresos de la traducción alemana de la Historia de Apolonio, cuya huella sobre el incunable de Zaragoza es evidente. Esta versión, titulada Die hystory des Küniges Appollonni , ca. 1460, fue realizada por el médico humanista Heinrich Steinhöwel (1411-1479), conocido traductor del latín al alemán de obras como las Claras mujeres de Boccaccio o el Espejo de la vida humana de Rodericus Zamorensis, pero también autor de compilaciones, como las fábulas de Esopo. En esta ocasión su trabajo tampoco puede considerarse una mera traducción, puesto que se sirvió de dos fuentes: la versión de Godofredo de Viterbo —la única citada— y el capítulo 153 de las Gesta romanorum . La obra fue un gran éxito, ya que a los siete incunables, hay que añadir los impresos del XVI y del XVII, en formato de pliego. 12 El impreso más antiguo se publicó en 1471 en Augsburgo, en la imprenta de Günther Zainer (GW2273; ISTCia00925000). En esta primera edición, posiblemente revisada por el autor, también se subdivide la obra en capítulos precedidos de unos epígrafes, práctica seguida en los posteriores impresos. La correspondencia con los del incunable zaragozano es evidente, como se deduce de este cotejo:
De cómo Apolonio vino en Tharsia y libró a los moradores della de la fambre y cómo Elimito lo amonestó fielmente (Alvar, 1976, II: 532). |
Wie Appolonius in Tarsiam kam und sie erlöset von hungers nötten und wie Elemitus in treulich warnet (Steinhöwel, 1476: 19r). |
Cómo Apolonio fue rescibido honradamente de los cibdadanos de Tharsia, a los cuales vendió el trigo, e después les tornó el dinero que por él rescibió (Alvar, 1976, II: 534). |
Wie Appolonius von den burgern in Tarsia wol empfangen ward und wie er in das korn verkauft und das gelt wieder gab (Steinhöwel, 1476: 21r). |
En el incunable español no es raro encontrar cambios en los nombres de los personajes, imputables por malas lecturas del manuscrito latino, como sucede con la sustitución de Elimito por Elanico o de Adorno por Adornio. Sin embargo, no responde a la misma razón la designación de la esposa de Apolonio. La hija del rey Architrastes, con quien casará Apolonio, carece de nombre en unos manuscritos de la Historia Apollonnii regis Tyri , y en otros testimonios se llama Lucina, de donde procederá la Luciana del Libro de Apolonio , Archistratis, Camilla o Cleopatra. Incluso en aquellos textos donde el personaje sí tiene nombre propio no es nominada al inicio de su aparición, sino avanzada la trama. Según Trejo (2013), estos dos últimos nombres, Camilla y Cleopatra, son interpolaciones tardías que tratan de vincular al personaje (y a la obra) con cierta tradición prestigiosa. Cleopatra, reina egipcia, se citaba en el Libro de los Macabeos y de ahí lo retoma Godofredo de Viterbo para su versión de la Historia de Apolonio (Kortekaas, 1990). En las Gesta romanorum se llama Lucina, pero en la versión alemana de Heinrich Steinhöwel, por influencia del Pantheon de Viterbo, se le denomina en dos ocasiones Cleopatra. De nuevo el incunable zaragozano se aparta de las Gesta romanorum para seguir al texto alemán.
El ama Licórides le explica a la joven Tarsia su ascendencia y así, de modo tardío e indirecto, conoce el nombre de su madre:
Gesta romanorum |
Apollonius |
Historia de Apolonio |
Est tibi pater nomine Appollonius, et mater Lucina Altistratis regis filia (Alvar, 1976, II: 553). |
Der künig Appolonius ist dein vatter, du bist geboren auf dem mer von der künigin Cleopatra, des küniges Archistrates tochter (Steinhöwel, 1476: 51r). |
Tu padre se llama Apolonio e la madre Cleopatra, fija del rey Archistrato (Alvar, 1976, II: 553). |
Más adelante vuelve a nombrarse en un epígrafe, con correspondencia solo en el texto alemán:
Wie Cleopatra iren man Appolonium erkennet (Steinhöwel, 1476: 76r). |
En qué manera Cleopatra conosció a su marido Apolonio (Alvar, 1976, II: 576). |
En resumen, la subdivisión en capítulos, sus epígrafes y el uso en dos ocasiones del nombre de Cleopatra para referirse a la esposa de Apolonio muestran la clara dependencia entre el incunable salido del taller de los hermanos Hurus y algún impreso de la traducción alemana. Si entramos seguidamente en el estudio de los grabados confirmaremos esta dependencia y podremos aventurar de qué impreso alemán se trata.
4. Texto e imagen
La obra está ilustrada con 35 grabados, que se corresponden con cada una de las secciones en las que se fragmenta el texto. De este modo estamos ante una auténtica lectura en imágenes que cumpliría también la función de ayudar a quienes no sabían leer o a quienes estaban poco habituados a ello. Quienes se ocuparon del incunable tras su hallazgo no se detuvieron sobre las características o la procedencia de los grabados, dando quizá por supuesto que, como era práctica habitual en los primeros talleres hispanos, se utilizaran tacos procedentes de sus colegas alemanes. Para precisar más, conviene de nuevo volver la vista a la traducción de Steinhöwel.
De los siete incunables, solo seis cuentan con grabados, ya que el primero (Augsburgo: Günther Zainer, 1471, GW2273; ISTCia00925000), carece de ellos. 13 Las ilustraciones fueron preparadas para la segunda edición (Augsburg: Johann Bämler, 1476; GW2275; ISTCia00925600), que ya aparece adornada con 34 imágenes, 33 de ellas para acompañar el texto, más una en portada, sobre la que luego volveré (Schramm, 1921: láminas 485-517; Bartsch, 1981: 17-20). De estos 33 grabados, uno de ellos se repite, luego son 32 los tacos, aunque los testimonios conservados son imperfectos. 14 Son xilografías algo rudimentarias, como las que habitualmente se crean en esa ciudad para ilustrar los Volksbücher , que la crítica ha atribuido al llamado Sorg-Meister (Schmid, 1956: 290). Es el grabador de otras obras del mismo taller, como, por ejemplo, las traducciones alemanas de la Historia de Troya de Guido de Columna, los Siete sabios de Roma , etc., y se utilizarán en sus correspondientes traducciones hispanas. Sus imágenes contrastan con las de la llamada escuela de Ulm, más precisas, en las que se hace uso del sombreado interior, como vemos en las fábulas de Esopo y en el Exemplario .
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