• Dominios pioneros
En las zonas afectadas por las roturaciones la reserva se reduce y puede estar muy fragmentada. El yermo proporciona lo esencial de los beneficios del dominio. La presencia de trabajadores especializados en los bosques y en el espacio pastoral es importante. El vínculo entre tenencias y reservas es débil: las corveas exigidas no son numerosas porque la puesta en cultivo de vastas superficies no es la preocupación esencial del dueño. Las tenencias están yuxtapuestas a una reserva poco estructurada. Sin duda los casos mejor documentados se encuentran en la Italia central o en las zonas de roturación de la llanura del Po.
DOS EJEMPLOS DE DOMINIOS PIONEROS NULLY EN EL GÂTINNAIS Y LOS BIENES DE FARFA EN LOS ABRUZOS.
En la Italia central, en los Abruzos, cerca de la ciudad abandonada de Forcona, al sur de la actual aglomeración de L’Aquila (ciudad fundada en 1257), Santa Maria di Farfa poseía en el siglo VIII, un conjunto territorial considerable del que disponemos de un inventario, lo más próximo a un políptico que existe en la Italia central. Sin embargo en el documento solo se mencionan los nombres de los tenentes casati , sus esposas y sus hijos, así como la calidad y el número de sus animales de tiro o carga. Las tenencias están someramente localizadas. En el centro del dominio hay una casa solariega donde se localiza un taller, aparentemente para tejer. Allí viven unos cincuenta esclavos especializados en tareas específicas. En total suman 230 tenencias que contienen alrededor de un millar de servi , repartidos en una cincuentena de subconjuntos dominicales organizados en torno a iglesias o simples oratorios rurales. No se sabe qué debían los siervos descritos de este modo a la reserva. Pero parece que esta tenía una superficie muy reducida y que sobretodo estaba formada por un conjunto dedicado al aprovechamiento del bosque. Las prestaciones en trabajo son menos importantes que las punciones efectuadas a la producción campesina, en el contexto de un sistema de renta bien documentado en Italia.
En Francia, existen igualmente dominios que entran en esta categoría, con importantes variantes: los ejemplos que conocemos a través de los polípticos son los de dominios integrados al sistema económico constituido por el patrimonio. El políptico de Saint-Germain-des-Prés nos ofrece un ejemplo notable con Nully del que ya hemos hablado. Este dominio, situado en el Eure, tiene una reserva de pequeñas dimensiones (40 bunuarias de tierra arable) y sobretodo muy fragmentada (10 parcelas). A título de comparación recordemos que Villeneuve-Saint-Georges posee una reserva de 172 bunuarias de tierra arable explotadas en la forma de grandes campos. Los 6 mansos que dependen de Nully, aunque muy poblados solo proporcionan un poco de trabajo en la tierra. Por el contrario, los tenentes como se ha visto están obligados a corveas de acarreo entre París y el Anjou. Fabrican materiales para la elaboración de toneles (duelas, zunchos y antorchas) y los entregan a la abadía. Los trabajadores deben también ofrecer al señor planchas y tablas. Manifiestamente, Nully sirve también para proveer al monasterio en madera para armazones y cubiertas de los edificios. El trabajo en la reserva no es lo esencial pero las corveas de transporte son fundamentales para la inserción de Saint-Germain en una economía de intercambios. 25
• Dominios mixtos
En estos dominios, el sector silvo-pastoril está menos desarrollado. La reserva puede, igualmente, estar fragmentada en piezas de tierra de tamaños diversos y si la parte del yermo es menos importante que en el categoría precedente, en cambio desarrollan cultivos y actividades especializadas, como pueden ser en los países mediterráneos el olivar y a lo largo de los ejes de comunicación, la viña. Estos cultivos especulativos proporcionan importantes ingresos en dinero: la especialización hace innecesario intentar aumentar la extensión de las superficies cultivadas. No obstante, solo tiene sentido si existe un centro de consumo cerca del complejo territorial.
EL PATRIMONIO DE TOTONE DE CAMPIONE 26
Para la región del lago de Como poseemos un precioso dossier de 24 documentos centrados en las actividades económicas de una familia, entre los años 720 y 844. Se trata, en buena parte, del archivo del último posesor de la tierra, Totone, hijo de Arochis, de Campione, cerca de Castelseprio que por testamento hizo donación del conjunto de sus bienes a San Ambrosio de Milán, en 777, pero que se mantuvo en aquel lugar hasta su muerte acaecida a principios del siglo IX. No hay inventario de estas posesiones: no sabemos nada de las superficies en juego y poca cosa sobre su gestión. Los documentos nos informan sobre las transferencias de propiedad no sobre la estructura de las explotaciones, y se interesan más por atribuir la renta que por describir la manera como se produce. Pero, del contenido de los documentos es posible deducir que 1) Totone es un productor de aceite y que comercia con este producto: el mercado urbano de Milán, con sus importantes necesidades de aceite, particularmente para la iluminación de las iglesias, está cerca. 2) Sus tierras se explotan en gran parte con una mano de obra de esclavos instalados en tenencias que entregan rentas. Antes de morir, los libera parcialmente pero sometiéndolos a la corvea, una medida que no tendría sentido si no tuviesen explotaciones y si aún no existiese una reserva. Si la existencia de estas corveas es innegable, en cambio, se desconoce su importancia. 3) La propiedad está muy parcelada, pero no se precisan ni el contenido de la reserva ni su extensión. En cambio una buena parte de las rentas se fundamenta igualmente en las punciones efectuadas en las explotaciones de los massari , es decir cultivadores consuetudinarios que solo disponen de un contrato oral: en efecto se venden y se intercambian estos bienes como elementos que producen rentas, no como tierras yermas que se deben poner en cultivo. Posiblemente, esto es una reliquia de una organización en la que habría coexistido una reserva trabajada exclusivamente con esclavos clásicos y un sector más borroso, con dependientes que deben pagar una renta sin necesidad de participar en el cultivo de las tierras señoriales como es el caso en la Italia centro-meridional en el siglo IX.
En el mismo sentido, en esta categoría, las infraestructuras costosas y de peso, pero de un rendimiento muy elevado, como molinos, cervecerías o viveros, también se hallan presentes. Presuponen dominar la energía hidráulica lo que no implica problemas técnicos serios pero requiere inversiones importantes que no están al alcance de pequeños campesinos actuando por sí solos. Dominios de este tipo son difíciles de detectar y, a menudo, solo se consideran del tipo del «gran dominio» porque por un lado su propietario ejerce una función de mando y por el otro porque se mencionan corveas. En lo que concierne a Totone de Campione, por su riqueza pertenece a una élite aldeana más que a un grupo aristocrático definido por su relación con el poder: no ejerce ninguna función pública y su patrimonio es puramente local.
• Dominios cerealícolas
En este caso, los grandes campos se cultivan con esclavos prebendarios y campesinos casati . A menudo, estos dominios se encuentran cerca del centro general de la explotación. Sirven en primer lugar para cubrir las necesidades alimenticias de las comunidades y no tienen costes de desplazamiento de mercancías demasiado importantes. Cercanos al centro, son más fáciles de controlar y pueden dar lugar a todo tipo de innovaciones. La extensión de las reservas es muy variable. No son siempre tan compactas como las que se encuentran en el norte de Europa. En Italia, frecuentemente, cuando no habitualmente, están fragmentadas y dispersas, dando una impresión de fragilidad e inconsistencia.
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