1 ...8 9 10 12 13 14 ...21 I am not sure where I leave off, where you begin
is there a difference, here in these soft permeable membranes?
[…]
I want this, I want our bodies sleek with sweat
whispering, biting, sucking
I want the goodness of it, the way it wraps around us
and pulls us incredibly together
I want to come and come and come
with your arms holding me tight against you
I want you to explode that hot spurt of pleasure inside me
and I want to lie there with you
smelling the good smell of fuck that’s all over us
and you kiss me with that aching sweetness
and there is no end to this love
(en Peabody 104)
No estoy segura de dónde dejo de ser, dónde empiezas tú
¿es que hay diferencia, aquí en estas membranas suaves, permeables?
[…]
Esto es lo que quiero, el brillo del sudor en nuestros cuerpos
que susurran, muerden, sorben
quiero lo que tiene de bueno, el modo en que nos envuelve
e increíblemente nos acerca
me quiero correr y correr y correr
mientras me abrazas con fuerza contra ti
quiero que hagas explotar ese surtidor de placer dentro de mí
y quiero yacer aquí contigo
oliendo el buen aroma del follar que nos rodea
y me besas con esa dolorosa dulzura
y no hay final para este amor
La relación entre el yo/tú lírico como parte de un contexto erótico, espiritual o de inmediatez cotidiana a través de temáticas recurrentes de experiencia femenina, tales como la domesticidad, la maternidad, o las relaciones íntimas personales, es otra de las características de la creatividad de escritoras Beat. Alicia Ostriker denomina esta tendencia a establecer y afirmar una subjetividad poética femenina a través de la conexión con el otro en la poesía contemporánea de mujeres “el imperativo de la intimidad” (164). Mujeres poetas de la tercera generación Beat nacidas en los cuarenta, como Janine Pommy Vega y Anne Waldman, subrayan este aspecto en su poesía, llegando a un lirismo místico (en el caso de la primera) y a una visión colectiva transcendental (en el caso de la segunda) que diluyen las fronteras culturales establecidas entre los géneros y difuminan la diferencia que delimita las identidades femenina y masculina normativas. A través del vínculo, unión y conexión, ya sea de índole romántica, íntima, social o espiritual, logran una visión de la trascendencia poética diferente a la de la tradición masculina, la cual considera la desvinculación con las demandas de la realidad y las relaciones domésticas y heterosexuales necesaria para la libertad del ego creativo.
En Poems to Fernando , publicado a finales de los sesenta, Janine Pommy Vega medita sobre la experiencia de unión mística del amor romántico. Lo hace a través de recuerdos de la relación con su marido, el pintor peruano Fernando Vega, quien fallece de una sobredosis en Ibiza al poco tiempo de casarse. El libro de poemas lo publica City Lights Books al regreso del viaje catártico de la autora por Europa tras la muerte de su marido. En él mezcla, desde una voz de trovadora Beat sin ambigüedades de autoridad poética, experiencias intimistas y espirituales de conexión con paisajes naturales y con un objeto de deseo ya ausente, ensalzando la interconectividad entre el mundo, el otro y el “yo” poético. Maria Damon considera que parte de la originalidad del libro reside en el hecho de proponer una anti-ética Beat, al ensalzar la idealización romántica y la monogamia (207). Lo interesante es que Pommy Vega, a través de este aparente paso atrás, reescribe la unión del amor romántico destacando su capacidad de liberación y libertad. La voz poética se otorga la posición de agente (no de víctima) de un canto celebratorio al poder del amor entre hombre y mujer, más allá del cuerpo sexuado, y a través del viaje interior y geográfico:
And the flood will not flow over the gap in the land & the
gap be filled;
Still I receive from you what I would know, from a near
proximity:
this life for its miracle of unity, I don’t always
see/ and you show me;
Love reaches out beyond death/ & is met
in the universe
/He holds me up and trips me when I must fall.
For my love with you is deep as the space between stars
& that my song is sung before does not lessen its validity;
I speak to you, always as I would speak before or
write letters
to the space between clouds, that patch of sky—
or the sky deserting me, to that place invisible beyond me
I cannot see and do not let go,
O you know this!
(Pommy-Vega 15)
Y la riada no inundará el hueco en la tierra ni lo
colmará;
Aun así de ti recibo lo que habría de saber, de tal
proximidad:
esta vida en su milagrosa unidad, no siempre
veo / y tú me muestras;
El amor va más allá de la muerte / y se encuentra
en el universo
/Él me sostiene y me hace tropezar si he de caer.
Pues mi amor contigo es profundo como el espacio entre las estrellas
& no le quita mérito si le antecede mi canción;
a ti te hablo, siempre como hubiera hablado antes o
escrito cartas
al espacio entre las nubes, ese retazo de cielo —
o el cielo que me abandona, a ese lugar invisible más
allá de mí
no veo y no me dejo ir,
¡Oh, lo sabes!
Anne Waldman, poeta de tercera generación Beat, es conocida por su prolífica carrera y por fundar, junto a Ginsberg, la Jack Kerouac School of Disembodied Poetics , una institución para la formación literaria que incorpora los principios del espíritu Beat. Nacida en una familia bohemia en pleno Village y siempre en contacto con círculos poéticos como la Escuela de Nueva York, es a partir de los setenta cuando fusiona una estética Beat proveniente de los autores clásicos con una ideología feminista madurada en el apogeo de la segunda ola y los derechos civiles en los Estados Unidos. El “feminismo Beat” de Waldman, como Peter Puchek lo denomina, se muestra sobre todo en Fast Speaking Woman (1975), obra de composición abierta, oral y basada en la performance que expresa una consciencia expansiva de inclusión y de conexión entre la pluralidad humana (239). El objetivo que Waldman explicita en sus ensayos de alcanzar una expresión andrógina, hermafrodita, una literatura transexual, transgenérica y travestida donde sea posible una transformación más allá del género (Mackay 2017: 190), se consigue en Fast Speaking Woman dando voz a la complementariedad entre energías masculinas y femeninas a través de figuras como la diosa hindú Kali (diosa de la vida y la destrucción). Esta obra, como indica R. Johnson, paradójicamente abraza una visión de transcendencia de la identidad de género, al tiempo que muestra la gran diversidad de las identidades y experiencias femeninas concretas desde su voz poética plural, como vemos en el fragmento a continuación:
I’m the woman waiting
The woman counting moments
A moment never existed & he walks in
I’m the woman who scribes this text
long after the animals lie down
Chopping wood outside the retreat hut
Stoking the fire with my little stick
A candle lit to light a teacher’s face
I learn by books
I learn by singing
I recite the chant of one hundred syllables
I write down my messages to the world
The wind carries them invisibly,
staccato impulses to the world
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