Se pregunta: ¿qué es entonces la literatura? ¿Acomodamiento de restos? ¿Colocación en lo escrito de lo que sería canto, mito hablado, procesión dramática? Tengamos esto muy presente: los guaraníes no tenían escritura; entonces “lo que sería canto, mito hablado, procesión dramática” de ellos no tenía escritura hasta que los conquistadores hicieron la transcripción de lo que escuchaban a la escritura castellana.
En una nota al pie de una traducción no publicada, realizada por Félix Contreras, Roberto Pincirolli y Miguel Ángel Atila Rodríguez, se aclara que collocation tiene que ver con la posición de un objeto o de un elemento en relación con otros o la proximidad de ellos en una cadena. Por otra parte, concurrence es el conjunto de los elementos así ubicados. Me parece que son explicaciones importantes ya que nos remiten a la topología. Con la posición de un elemento en relación con otros se formulan las invariantes de las superficies topológicas. Esta acepción de collocation pertenece a la lógica y a la lingüística. Entonces es el ordenamiento en lo escrito, porque según este ordenamiento se producen diferentes efectos de lo escrito, los que se reciben de los cantos, mitos, dramas, por vía del significante.
Lacan señala que la crítica de textos literarios no ha recibido “más aire”. Efectivamente no solo el psicoanálisis no aportó nada, sino que nada desde su experiencia puede aportar y, mucho menos, es que sea una disciplina que pueda o deba decir algo al respecto. Mucho menos aun si se trata de diagnosticar a alguien en su carácter de autor o por su obra.
En los seminarios y escritos de esta época, comienzos de los años 70, Lacan considera que su posición, su enseñanza, ha dado un giro, “un cambio de configuración” y está preparando la inclusión de una escritura que llamará borromea, que se va a proponer a partir del seminario Encore , donde no hay lugar para el ser y para el sentido y comienza la escritura con el nudo borromeo.
Da un ejemplo de lo que considera cambios en la cultura europea, al menos francesa: “[Q]ue por fin Rabelais sea leído” es un desplazamiento con el que acuerda. Hay que preguntarse por qué introduce a Rabelais, ya que seguramente en esa época muchos otros autores han recomenzado a ser leídos. Rabelais es un autor excepcional en la cultura, tiene un lugar especial. Una de las cuestiones es la introducción de rebus en su escritura u otros juegos con el significante. Por ejemplo, Pantagruel, que había estado seduciendo, en sus viajes, a algunas mujeres y prometido más de lo que estaba dispuesto a cumplir, recibe una carta de una de ellas. Abre y se encuentra con un anillo que tiene engarzado un diamante y un papel en blanco. Al no entender qué es lo que quiere decir el mensaje, si es que había alguno, decide consultar a su consejero y filósofo Panurgo, quien sospecha que en el papel hay algún mensaje cifrado bajo una escritura invisible a simple vista. Después de usar todas las técnicas conocidas para descubrirlo y no encontrando ningún mensaje, observa el anillo que, en su interior contiene una inscripción en hebreo que dice: “Lammah ha Zabthani”.
Llaman a Epistemon para que la traduzca, quien expresa que quiere decir “¿Por qué me has dejado?”.
Entonces Panurgo exclama: “Ya comprendo el caso. Ved esta piedra: es un diamante falso, y puede ser la primera parte de lo que la dama quiere decir: «Di, amante falso, ¿por qué me has dejado?»”. 19
Esto me lleva al capítulo 3 y a leer el seminario sobre “La carta robada” de Poe.
1. He consultado más de una versión de este texto. En francés hay dos versiones editadas, una oral y establecida por Jacques Alain-Miller publicada por Seuil y luego traducida al castellano, cuyo nombre es “Clase sobre lituraterre” en la edición de Paidós de los seminarios, en el tomo que lleva de título De un discurso que no fuera del semblante , Buenos Aires, Paidós, 2009, y otra, escrita, de la cual hay varias publicaciones, entre ellas la recopilación realizada por Miller bajo el nombre de Autres écrits , traducida al castellano como Otros escritos , Buenos Aires, Paidós, 2012. Hay otras versiones en castellano, una bilingüe (francés y español), inédita, otra publicada en Notas de la Escuela Freudiana de Buenos Aires , publicación de circulación interna de la EFBA traducida por Ana Ruth Najle, Buenos Aires, EFBA, 1980 y otras no autorizadas, traducciones de la versión oral del seminario citado.
2. Luis de Góngora, Antología poética , Barcelona, RBA, 1994, p. 23.
3. Sigmund Freud, La interpretación de los sueños , en O.C., Buenos Aires, Amorrortu, 1979, t. IV, p. 285.
4. Ibid. , pp. 285-286.
5. Santiago Segura Munguía, Lexicón etimológico y semántico del latín y de las voces actuales que proceden de las raíces latinas o griegas, de uso del español , Bilbao, Universidad de Deusto, 2014.
6. Jacques Lacan, Otros escritos , Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 17.
7. Jacques Lacan, “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, en Escritos 2 , Ciudad de México, Siglo XXI, 1984.
8. Jacques Lacan, “Del Trieb de Freud y del deseo del psicoanalista”, en Escritos 2 , Ciudad de México, Siglo XXI, 1984, p. 832.
9. Todas las citas que se mencionan pertenecen a las diversas versiones citadas.
10. Jacques Lacan, “El atolondradicho”, en Otros escritos , Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 473.
11. En francés hay homofonía entre j’oüis , que en castellano es “oigo”, y jouir , en castellano “gozo”.
12. Jacques Lacan, “Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela”, Otros escritos , Buenos Aires, Paidós, 2012.
13. David Halperin, San Foucault: para una hagiografía gay , Córdoba, Cuadernos de Litoral- École Lacanienne de Psychanalyse , 2000.
14. Jacques Lacan, Psicoanálisis: radiofonía y televisión , Barcelona, Anagrama, 1977, pp. 98-99. “Radiophonie” fue publicado en francés en la revista Scilicet 2/3 , París, Seuil, 1970 y Télévision , París, Seuil, 1974.
15. No editado, no se menciona el traductor.
16. Jacques Lacan, “Lituraterre”, en Otros escritos.
17. Ana Ruth Najle, Suplemento de las Notas de la Escuela Freudiana de Buenos Aires , Buenos Aires, EFBA, 1980.
18. Larousse, diccionaire du français contemporain , París, Librairie Larousse, 1977.
19. François Rabelais, Gargantúa y Pantagruel , Buenos Aires, Sopena, 1943, p. 117.
CAPÍTULO 3
Seminario de Jacques Lacan sobre un cuento de Edgar Allan Poe
En “La carta robada”, el cuento de Poe, la carta está escondida a la vista de todos.
Lacan se refiere en sus Escritos (edición de 1966 que incluye el que inicia el tomo 1 de los Escritos ) al seminario sobre “La carta robada”, 1alteración del ordenamiento que considera asombrosa porque no tiene que ver con la cronología que ordena el resto. Entonces las razones que evoca son de otro orden: que la carta haya llegado a destino y que todo el cuento transcurre sin tener en cuenta su contenido que nunca se conoce.
Introduce una afirmación que necesita ser trabajada: el efecto de feminización que produce a su turno para quien detenta la carta. No es una cuestión sencilla darse cuenta a qué se refiere. Será repetición que toma su principio en la insistencia de la cadena significante. Más adelante me ocuparé de “La instancia de la letra…”, donde el término “instancia” también remite a insistencia.
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