Autorizar es “dar a alguien autoridad o facultad para hacer alguna cosa”.
Es por el lugar que alguien ocupa, por su investidura o el poder que tiene una persona sobre otra u otras. Legitimar es “convertir algo en legítimo” o “probar o justificar la verdad de una cosa o la calidad de una persona o cosa conforme a las leyes”.
Y legítimo es “conforme a las leyes” o “lícito, justo” o “cierto, genuino y verdadero” en cualquier caso.
Con estas definiciones o significados del diccionario tenemos, en cuanto a “garantía”, que debe haber alguien o algo que la otorgue. La “autoridad” es dar un poder a alguien sobre otros y por lo tanto alguno prohíbe o permite desde un lugar. Mientras, la “legitimidad” remite más a lo verdadero y justo y al sometimiento a las leyes.
Son términos que se relacionan pero que no son sinónimos. Aquí Lacan se “legitima” en un diccionario prestigioso. Lo que dice es verdadero, no es falso. En la “Proposición…” se trata de “autorizar”, pero es “por él mismo” o “por sí mismo” y “algunos otros”, pero no busca hacerlo en una autoridad. Con ello ya no hay garantías ya que el Otro cae.
Retomo un término introducido antes. Lacan escribe: “A faire litiére de la lettre”, que se traduce por “al hacer estercolera de la letra” 15según una versión bilingüe; al desechar la letra” traduce Nora Gonzalez, 16y “hacer caso omiso” lo hace Ana Ruth Najle. 17
Litière tiene en los diccionarios dos sentidos y ambos se pueden reducir a uno. Por un lado es “estercolera”, acepción que quiere decir un lugar sucio de donde se extrae el estiércol. Pero en otra es una expresión idiomática cuyo sentido es “hacer caso omiso” o “desechar”. La primera sería una acepción más concreta, eso donde van a caer desperdicios, y es coherente con el retruécano de Joyce, de letter a litter. Por otro lado, ese dejar caer en el lugar de los desperdicios es un modo de hacer caso omiso, de no tenerlo en cuenta. Las dos traducciones parecen correctas, pero en ambas se pierde un matiz que es importante en el texto de Lacan. Cuando escribió litiére , supongo que tenía la intención de que se amplíe así su sentido, lo que también es un modo de hacer tambalear el sentido.
Si coloco otro paréntesis vuelvo sobre la frase de Lacan que prometí tratar con más detenimiento: deviene, en el texto, Santo Tomás, Saint Thome , es decir, por homofonía, su sinthome , y, subraya Lacan, como toda su obra lo atestigua. Luego dice algo que me parece que es de enorme importancia para lo que considera sobre el psicoanálisis y el recorrido que intento realizar aquí. Que el psicoanálisis testimonia, que es testigo al realizar la convergencia con “lo que nuestra época acusa”.
Y volvemos a tomar este párrafo donde dice: “[D]esenfreno del lazo antiguo del cual se contiene la polución en la cultura”, y explica que lo había bordeado antes de mayo de 1968. Episodios que están muy presentes en Lacan en estos seminarios que bordean los años 70, y donde recordaba que la civilización es… pero hay que tener cuidado con la traducción. En francés Lacan escribió: “[L]a civilisation c’est l’égout”.
La alcantarilla es una traducción correcta, son los desagües por donde desagotan las aguas sucias. Es raro decir que la civilización sea los canales de evacuación de las aguas de la calle. Interpreto que hay un deslizamiento de los desagües a lo que sale por las alcantarillas. Sale lo que sobra, lo que se desperdicia, lo que ya no se utiliza, que se desecha. El verbo francés égoutter significa que un objeto vaya perdiendo gota a gota, que escurra las gotas que han quedado. Lo escurrido se pierde en otro continente. Sigo mi deslizamiento y “continente” es un recipiente donde se contiene algo y también los cinco continentes, grandes espacios de tierra rodeados de mar. La civilización europea se desagotó sobre otros continentes.
El psicoanálisis atestigua su convergencia con el desenfreno, el débridement , escribe Lacan, del lazo antiguo. Es aflojarlo, librarlo de sus ataduras y de sus obstáculos, desprenderse de él, del lazo antiguo que contiene la polución en la cultura, la que la contamina, la vuelve peligrosa por acumulación de elementos tóxicos. Supongamos que se refiere al lazo del discurso del amo antiguo. El matema que escribe Lacan del discurso del amo:
S1 S2
$ a
Quizá se refiera al movimiento que implica el discurso de la histérica, en que el $ pone en cuestión al S1 y permite operar ese debridamiento, ese desenfreno, lo cual no puede ocurrir sin la emergencia de un nuevo discurso, el que introdujo Freud, el discurso del analista.
Y como dice que “el desaguadero [ égout ] es la civilización”, Lacan opone, o al menos diferencia, cultura y civilización. La cultura sería el cúmulo de conocimientos que se han recibido y su excedente tóxico produce la polución. Una persona culta es alguien que sabe y mucho. ¿Qué? Lo que ha absorbido de aquello que lo sostiene y donde está inmerso. La civilización sería lo que se vuelca, se desparrama, se vierte, se desagota; sería la sobra, en otro lugar. El diccionario Larousse 18da un ejemplo: “La presencia francesa en África ha contribuido a la civilización de vastas regiones”.
Esta es una premisa para Lacan. Se puede pensar que si hay polución en la cultura, hay excedente; eso se vuelca en algún lado. Sería la tarea de la civilización invadir, colonizar y de ese modo evitar la polución. Partiremos de esto cuando comencemos a trabajar los efectos de la devastación de la civilización portuguesa y española en América.
Si pienso en la cultura de nuestro país, Domingo F. Sarmiento, Facundo , civilización o barbarie, en el cual la civilización es aquello que se expande para imponerlo a todos. A quienes les guste y a quienes no les guste. Eso también quiere decir que la Iglesia Católica es universal, es que es civilizatoria, su misión es llevar la civilización a todas partes.
Además Lacan expresa, quizá habría que decir confiesa, que ha hecho eso, al menos, así lo dice en Burdeos, a quienes ha dejado pasmados con esas afluencias que desplazó. Podría pensarse que llevó la civilización. Está harto, las , dice en francés, agotado, cansado, sin poder continuar, de ciertas ataduras o fijezas. ¿Cuáles?
Me parece que Lacan había, como lo hace todo el mundo, atado su suerte a más de un basurero. ¿A Saint Anne , a la IPA, a la Universidad? No sé adónde más y no sé específicamente a qué se refiere.
Pero dice que no está solo para confesarlo y apela al francés antiguo, l’avouére , con el cual “Beckett hace balance al debe”.
Lacan juega con esta homofonía avoir-avouer . Avouer deriva del latín advocare , que es “tener recursos como abogado, defensor”.
Hay algunas frases de Beckett que pueden tener relación con esta referencia de Lacan.
“Uno de los dos ladrones se salvó. Es un porcentaje razonable”. “Todos nacemos locos. Algunos continúan así siempre”. “En la Universidad de Dublin está la crema de Irlanda: ricos y brutos”. “Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”. “Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada”. “La palabra es todo lo que tenemos”. “Si pesimismo es un juicio en el sentido de que el mal sobrepasa al bien, no se me puede acusar de pesimista, ya que no tengo ni deseos ni competencia para juzgar. Simplemente he encontrado más de lo uno que de lo otro”.
“Debe”, dice Lacan, que “hace desecho de nuestro ser” y “salva el honor de la literatura”.
Tengamos en cuenta que en 1971, cuando dicta esta sesión en el seminario 18, después de haber dictado el seminario donde formaliza los cuatro discursos, y en el año anterior había recorrido el seminario que llamó De un Otro al otro , en el cual hace caer la idea de la existencia de Otro, de Dios, del Nombre del Padre, y formula en términos lógicos y matemáticos su posición: no hay metalenguaje.
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