Paloma Bau - Mejor no recordar

Здесь есть возможность читать онлайн «Paloma Bau - Mejor no recordar» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mejor no recordar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mejor no recordar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tras una noche de fiesta con sus amigos, Alejandra desaparece misteriosamente sin dejar rastro. Preocupados por lo que haya podido pasarle, sus padres acuden a la policía para denunciar su desaparición. Sin embargo, dos semanas después, sin acordarse de nada y pensando que aún es la noche que salió con sus amigos, Alejandra regresa a casa, sana y salva. La policía, liderada por el inspector Ugarte, tras su repentino regreso y la falta de pruebas concluyentes, decide cerrar la investigación.
¿Qué le ha sucedido a Alejandra? ¿Ha fingido ella misma su desaparición durante catorce días? ¿Será capaz de recuperar su memoria y averiguar lo que realmente ocurrió?

Mejor no recordar — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mejor no recordar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En cuanto salí a la calle principal, la luz del sol me cegó, impidiéndome abrir completamente los ojos. Levanté firmemente la mano y paré el primer taxi que pasó. Me subí poco a poco a él, esbozando muecas de dolor cada vez que realizaba un movimiento.

—Noche complicada, ¿no? —comentó el taxista al percibir como apoyaba la cabeza contra el respaldo y cerraba los ojos—. ¿No irás a vomitar?

—No, estoy bien. —En cuanto pronuncié aquellas palabras, la garganta me ardió y sentí retortijones en el estómago.

El taxista condujo rápidamente para llevarme a casa. Aquella mañana, las calles estaban despejadas, algo habitual para un sábado a esa hora, y el canto de los pájaros retumbaba en mis oídos. En mi cabeza repasaba una y otra vez lo que le diría a mi madre. Seguro que tendría una docena de llamadas suyas, y mensajes de mis amigos, preocupados, ya que mi madre, al no conseguir hablar conmigo, les habría llamado a ellos. Pensé en decirle la verdad, en contarle que había bebido más de la cuenta y que, probablemente, me habría tropezado de camino al Uber y me había quedado dormida allí. Luego, medité sobre las repercusiones que aquel suceso tendría y opté por decirle que me había ido a desayunar con un amigo. Sí, le diría que me había quedado sin batería y que, después de la discoteca, me había ido a desayunar con algún amigo. Uno que no fuese de mi grupo del colegio, de la universidad tal vez. No era una respuesta ideal, y seguramente se enfadaría una barbaridad por no haberla avisado, pero aquello era mejor que admitirle que me había quedado dormida en la calle de lo borracha que iba.

El conductor me dejó en la puerta de mi casa y pagué con la tarjeta bancaria. Bajé del taxi a duras penas y, tras numerosos intentos, conseguí meter la llave en la cerradura y entrar en el portal. Me subí al ascensor y, mirándome al espejo, observé el horrible aspecto que tenía. Me imaginaba que tendría mala cara, pero esperaba estar mejor. Me limpié la sombra y la máscara de pestañas del contorno de los ojos, y me quité el resto de carmín de los labios. Llegué al segundo piso y, tras un leve suspiro, me preparé para entrar. Estaba segura de que mi madre estaría al otro lado de la puerta, temblando y llorando, esperando a que entrase para pedirme una explicación.

Abrí suavemente la puerta y me sorprendí al ver que la entrada estaba completamente vacía. Ni rastros de mis padres. Cerré lentamente la puerta y me quité los botines para no hacer ruido al andar por el pasillo. Fui primero a la cocina para beber agua, ya que me estaba muriendo de sed. Además, quería intentar reducir la resaca al máximo posible. Me bebí de golpe tres vasos y, tras comerme un par de galletas, me dirigí a mi cuarto. Pasé por delante de la habitación de mis padres y vi que aún seguían durmiendo. Me alegré enormemente al comprender que mi madre no se había dado cuenta de la hora que era y de que todavía no había llegado a casa. Dudé si avisarla o no. De costumbre, siempre que volvía de salir, me asomaba a la puerta de su cuarto y le decía que ya había vuelto. Podía irme a dormir y fingir que llevaba horas en casa. De ese modo, cuando me preguntase que por qué no la había avisado, le mentiría y le diría que sí lo había hecho, pero que no se acordaba. En más de una ocasión, mi madre se había despertado sobresaltada, pensando que aún no había vuelto a casa, y había ido hasta mi habitación para comprobar si estaba durmiendo. Finalmente, tras segundos de reflexión, opté por decirle la verdad. Si no estaba despierta, es que no se había dado cuenta y, por lo tanto, no había escrito a mis amigos. Podría decirle que nos habíamos ido todos juntos de la discoteca a la misma hora y que habíamos desayunado churros antes de volver.

—Mamá —dije entre susurros para no despertar a mi padre—, ya estoy en casa. Mi madre no se despertó, ni se movió de la cama—. Mamá —repetí un poco más fuerte—. Ya estoy aquí.

—Vale —me contestó con la voz adormilada. Las persianas estaban bajadas y la oscuridad invadía el cuarto por lo que no la vi moverse.

Entorné la puerta de su habitación y de puntillas caminé hacia la mía. Sonreí al ver mi cama, perfectamente hecha. Saqué el pijama de debajo de la almohada y me lo puse, tirando toda mi ropa al suelo. Ni si quiera me molesté en bajar las persianas. Estaba demasiado cansada. Suspiré de placer una vez que me metí en la cama y cerré los ojos para descansar. Ya estaba en casa, y por fin podría dormir. Me seguía doliendo el cuerpo, y probablemente la resaca que sentiría en un par de horas sería devastadora, pero, en aquel preciso instante, solo podía pensar en lo a gusto que estaba.

10:00 h

Me desperté un poco al darme cuenta de que la puerta de mi cuarto se empezaba a entornar. El edredón me tapaba gran parte de la cara, y levanté un poco la mirada para ver quién era. No conseguí distinguir si era mi padre o mi madre, ya que la puerta no se llegó a abrir del todo, y se volvió a cerrar fuertemente.

—Macarena, ¿qué haces? —le preguntó mi padre a mi madre mientras intentaba abrir la puerta de mi cuarto para mirar en su interior, y él apoyaba la mano sobre el manillar de la puerta y la volvía a cerrar bruscamente—. Ya hemos hablado de esto —continuó con la voz firme—. Entrar en su cuarto, mirar sus cosas, no nos va a ayudar. Todo lo contrario, vamos a sufrir más.

—Ya lo sé, Andrés —replicó mi madre entre sollozos mientras se fundía en sus brazos—. Es que la echo tanto de menos. —Su voz era trémula, casi no se entendía lo que decía—. Esta noche, he vuelto a soñar que volvía a casa, que, como cada vez que salía de noche, entraba en nuestra habitación para decirnos que ya estaba en casa. Creo que hasta la he contestado, de lo real que parecía… —Estalló en llantos, y mi padre la abrazó aún más fuerte—. Tan solo quería comprobar si era real, si no me lo estaba imaginando, si tal vez nuestra niña había vuelto…

—Ya lo sé, cariño. —Esta vez fue mi padre quién comenzó a llorar—. Pero tenemos que ser fuertes. Todavía están investigando, hay esperanzas.

Al otro lado de la puerta, aún medio dormida, no conseguía entender a lo que se referían mis padres. ¿Por qué lloraban? ¿Y de qué investigación hablaban? Quizás lo estaba entendiendo mal, y aún seguía borracha. Hice un amago de levantarme, pero la cabeza me seguía dando vueltas, y mis músculos no respondían. Me costaba enormemente mantener los ojos abiertos, y tan solo podía mantenerme inmóvil, tumbada en la cama.

12:00 h

Esta vez me desperté sola. No había dormido mucho, pero me encontraba un poco mejor. Di toquecitos con los dedos en la mesilla de noche hasta dar con mi móvil y lo cogí. Me enfadé al darme cuenta de que no lo había puesto a cargar al llegar a casa, y lo dejé debajo de la almohada. Vagueé durante unos segundos, me estiré y decidí levantarme. Seguía bastante mareada, pero ya no me dolía la tripa, ni sentía fuego en la garganta. Pero, aun así, me seguía doliendo bastante la espalda. No recordaba ningún golpe a lo largo de la noche. Quizás sería por una caída de camino al Uber. Tal vez me había tropezado con los botines y me había caído de espaldas. Del golpe, me habría quedado paralizada en el suelo, y, del sueño, me habría quedado dormida allí mismo. Pero eso no explicaba por qué me había despertado en la calle perpendicular a la de la discoteca, una vía estrecha y oscura, y no en el propio callejón. Tal vez, después de la caída, me levanté y quise andar hacia la avenida principal, pero el dolor y el cansancio no me lo permitieron y, por eso, acabé en la otra calle.

Decidí mirarme en el espejo por si había alguna marca que explicase el agudo dolor de la espalda. Me quité suavemente la camiseta del pijama, y me di la vuelta para que el espejo reflejase mi dorso desnudo. Me quedé perpleja al observar la cantidad de moratones que tenía, repartidos por toda la espalda, a lo largo de la columna vertical y el coxis. ¿Cómo no podía recordar una caída o golpe tan potente? ¿Me habría caído subiendo las escaleras? ¿Me habría tropezado en el baño?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mejor no recordar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mejor no recordar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Mejor no recordar»

Обсуждение, отзывы о книге «Mejor no recordar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x