Acisclo Manuel Ruiz Torrero - Se necesita vigilante

Здесь есть возможность читать онлайн «Acisclo Manuel Ruiz Torrero - Se necesita vigilante» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Se necesita vigilante: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Se necesita vigilante»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Rafael ha dejado atrás su primera juventud. Mas maduro, comienza a plantearse un futuro junto a su novia Diana que se le antoja difícil, con pocas perspectivas de progreso. De manera fortuita, decide probar suerte en un mundo tan desconocido para él como es la Seguridad Privada, un hecho que le cambiará la vida. Una historia plagada de experiencias nuevas, dramáticas y anecdoticas, en la que nuestro querido Rafa intenta sobrevivir en constante controversia consigo mismo. Su entorno, sus miedos y su propia lucha interna, hacen de este relato «Se necesita Vigilante» un reflejo social de la época ( 1987-1993), donde el amor y la amistad se convierten en la piedra angular del protagonista.

Se necesita vigilante — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Se necesita vigilante», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No, es que ya se ha ido. — Directo al grano.

– ¿Cómo se va a ir si no ha salido por aquí? La hubiese visto. Anda no te quedes conmigo y dile que salga ya. — Sin ser consciente de la situación.

– Te digo que se ha marchado ya. — Con semblante serio, intentando que poco a poco fuese encajando lo que le pensaba decir.

– ¿Cómo que se ha ido? ¿Por dónde? ¿Andando? – Sin creérselo.

– Te lo explico de forma rápida para que lo entiendas. Se ha marchado en coche con el Director de almacén. Me han dicho que te lo diga, no te puedo decir nada más. — Cansado de seguir dando vueltas al tema.

– ¿Qué me estás diciendo, que están enrollados? ¿Mi novia con ese tío? Ahora mismo paso para ver donde se ha metido. — Haciendo amago de saltarse la valla.

– ¡No hagas tonterías chaval! ¿No te das cuenta de que si saltas la valla te vas a meter en un lío? No tengo por qué mentirte. Te digo que ella se ha marchado. — Con tono autoritario haciéndole desistir de su intento.

– ¡No me lo puedo creer! ¡Esto es increíble! – Entre rabia y tristeza.

– De verdad que siento tener que decírtelo yo, pero las cosas son así. Anda, vete para casa e intenta hablar con ella, aquí no haces nada. – Con tono conciliador.

– Me voy. Hasta luego, gracias. — Cerrando el coche de un portazo mientras que iniciaba la marcha derrapando a gran velocidad.

Rafael se quedó mirando cómo se alejaba con un pellizco en el estómago, preocupado por el estado que iba conduciendo, pero sobre todo pensaba que pasaría al día siguiente. De alguna forma se había convertido en cómplice de algo que simplemente no le importaba, se sentía utilizado, algo que no terminaba de encajar.

A pesar de lo que había pensado, la sorpresa fue mayúscula cuando en la jornada siguiente comprobó la gran naturalidad de ambos amantes con él. Todo era normal, como si nada hubiese pasado, el Director se limitó a dar los buenos días como de costumbre, mientras que la secretaria se portaba de forma rutinaria. Quizá empujado por una dosis extra de morbo o simplemente porque pensaba que merecía algún tipo de explicación, preguntó directamente a Almudena sobre el episodio del día anterior. Su explicación fue escueta, le narró brevemente que estuvo hablando con su novio haciéndole entender que su relación había terminado porque estaba enamorada de la otra persona. Con una sonrisa le dio las gracias por lo que había hecho y no se volvió a hablar del tema, tampoco volvió a ver a su exnovio por allí. Lo único que pensó Rafa en ese momento fue” que cosas tan extrañas me están pasando desde que estoy metido en el mundo de la Seguridad, y solo llevo un par de meses”

CAPITULO TRES

A pesar del cariño que Rafael tenía a su flamante 124, no tuvo más remedio que deshacerse de él, pues todos los días perdía alguna pieza por el camino. Cuando no era la ventanilla que de repente se le venía abajo, era un faro que cuál pajarillo salía volando. El consumo de gasolina y aceite era exagerado, no obstante, tenía un viejo motor que iba como la seda, principal motivo por el que retrasaba una y otra vez cambiarlo por otro más moderno. Evidentemente, necesitaba un coche de forma urgente a pesar de la robustez del motor, ya en cualquier momento podría dejarlo tirado, lo que le acarrearía un problema importante a nivel laboral por la imposibilidad de no poder llegar a su servicio por otro medio.

El siguiente problema surgía a la hora de financiar el nuevo vehículo (no quería más coches usados), sin un contrato indefinido nadie le concedería un préstamo. Por otro lado, tampoco quería recurrir a la familia que ya estaba bastante lastrada económicamente. Decidió probar suerte y visitar el concesionario donde había trabajado anteriormente para hablar con su antiguo jefe. Sinceramente, no esperaba que le tratase tan bien como le trató, de forma sorpresiva le ofreció un vehículo nuevo sin ningún tipo de entrada o aval. Quizá lo que para Rafa fue una sorpresa, para su ex jefe era una forma de hacerle ver lo injusto que había sido con él, durante los cinco años que allí trabajó.

Dos días después salía del concesionario con un resplandeciente Súper 5. Todo le gustaba, sus asientos ergonómicos, sus novedosos reposacabezas, pero por encima de todo su pedazo de radiocasete, donde por fin podía escuchar su colección de cintas de casete en estéreo. Como todo hijo de vecino lo pagaría a plazos, con mensualidades caras al no haber podido dar entrada ninguna a lo que había que sumar un seguro, también caro. Era la primera vez que Rafael se metía en préstamos, obviamente le producía cierto miedo tener un pago mensual durante varios años, pero tenía que hacerlo, no por capricho como así pensó su familia sino como una herramienta de trabajo. De nuevo fue la causa de fricción familiar por un tiempo, el tiempo justo que tardó su madre en disipar (una vez más).

El barrio era otra cuestión que Rafael no paraba de dar vueltas, conocía perfectamente los personajes que merodeaban por allí y lo llamativo que era aparcar un coche nuevo. No tuvo más remedio que dar la cara ante aquellos indeseables que tan bien conocía, algo que odiaba profundamente.

La primera noche esperó hasta que estuviesen congregados como de costumbre delante de su portal, una vez que observó a los sujetos que le interesaba, aparcó su coche justo en frente de ellos de una forma visible.

– ¡Coño Rafita, “Buga” nuevo! – Tomasín, un chorizo muy conocido en la zona.

– Pues sí. ¿Te gusta? – Con firmeza, sin dar impresión de miedo.

– Está “to guapo”. A ver si me dejas dar una vuelta. — Con risa sarcástica, incitando a sus compinches a unirse a la burla.

– Que va “tronco”, es solo para currar.— Intentando empatizar de alguna manera

– Es verdad tío, que me he enterado de que te has hecho “madero”. — Balbuceando, claramente colgado.

– Madero no, me he metido en Seguridad. — Hablando con él más tiempo que en los últimos diez años.

– Qué más da, sabía que tú ibas a ser alguien en la vida. — A caballo entre el sarcasmo y la indiferencia.

– Pues nada Tomasín, solo quería que supieras que ese es mi coche. — Directamente a la cuestión, sin ganas de estar allí.

– Pues muy bien “tronco”, pues ya lo sé. — Mientras le daba una calada a un “peta”

– Te lo digo porque nos conocemos hace mogollón de años. Ya sabes que entre colegas del barrio no nos vamos a putear. —Haciéndole recordar esos años que crecieron juntos y cada uno escogió un camino en la vida.

– “Tranqui” Rafita, está “to controlao”. — Captando el mensaje, mientras le miraba de una forma parecida a la melancolía.

– Venga, me “piro” a “sobar”. — Mientras denegaba con la mano el ofrecimiento del porro.

– Adiós Rafita, cuídate colega.

A pesar de la conversación mantenida, no lo tenía nada claro Rafa, conocía muy bien a esos chicos con los que en el pasado había jugado y sabía que no eran de fiar. Casi no durmió nada, se levantó mucho antes para ir a trabajar, impaciente por ver su coche. Por fin pudo respirar aliviado al comprobar que estaba intacto después de realizar un chequeo exhaustivo. Tranquilo, se dirigió a su servicio escuchando a todo volumen el nuevo disco de U2, satisfecho por haber conseguido superar una prueba que se le había antojado complicada.

Los meses pasaban sin recibir noticias sobre sus pruebas para poder convertirse en Vigilante Jurado, cada llamada que hacía a la empresa siempre era la misa respuesta, “por ahora nada”. A pesar de las explicaciones que le daban sobre el tiempo que solían tardar en llamar a los aspirantes, Rafael no podía evitar una impaciencia natural cada vez que recibía la nómina a final de mes. No es que estuviera mal donde estaba, todo lo contrario, simplemente le urgía incrementar sus ingresos, algo que inevitablemente pasaba por su ascenso de categoría. Por otra parte, le ponía nervioso que llegado el momento olvidara todo lo aprendido en el Instituto de Formación, a pesar de tener los temarios y de vez en cuando dar un pequeño repaso. Con el paso del tiempo, los repasos se hicieron cada vez más distanciados, en cierta medida porque se pasaba el día trabajando y el poco tiempo que disponía le gustaba pasarlo con su novia y amigos. Las llamadas para cubrir este o aquel servicio eran constantes, seguía sin acostumbrarse, a no entender una profesión donde los días libres eran meramente ficticios. Este hecho le provocó una nueva crisis, de nuevo se planteó buscar otro tipo de trabajo más normal, pero claro, que trabajo iba a buscar si la situación no era nada halagüeña. La realidad era que se encontraba inestable, en pleno proceso de cambio e intentando asimilar ese sector que seguía siendo bastante desconocido. Un sector en el que debía tratar con jefes y normas del servicio de forma diaria, a la vez que con las normas y jefes de su empresa. La verdad era que jamás había tenido que tratar con tantos jefes en sus anteriores trabajos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Se necesita vigilante»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Se necesita vigilante» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Se necesita vigilante»

Обсуждение, отзывы о книге «Se necesita vigilante» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x