Y dejallo he, y diré lo que la parcialidad del Diego Velazquez hizo sobre que no fuese por capitan elegido Cortés, y nos volviésemos á la isla de Cuba.
Índice
CÓMO LA PARCIALIDAD DE DIEGO VELAZQUEZ PERTURBABA EL PODER QUEHABIAMOS DADO Á CORTÉS, Y LO QUE SOBRE ELLO SE HIZO.
Y desque la parcialidad de Diego Velazquez vieron que de hecho habiamos elegido á Cortés por capitan general y justicia mayor, y nombrada la villa y alcaldes y regidores, y nombrado capitan á Pedro de Albarado, y alguacil mayor y maestre de campo y todo lo por mí dicho, estaban tan enojados y rabiosos, que comenzaron á armar bandos é chirinolas, y aun palabras muy mal dichas contra Cortés y contra los que le elegimos, é que no era bien hecho sin ser sabidores dello todos los capitanes y soldados que allí venian, y que no le dió tales poderes el Diego Velazquez, sino para rescatar, y harto teniamos los del bando de Cortés, de mirar que no se desvergonzasen más y viniésemos á las armas; y entónces avisó Cortés secretamente á Juan de Escalante que le hiciésemos parecer las instrucciones que traia del Diego Velazquez; por lo cual luego Cortés las sacó del seno y las dió á un escribano del Rey que las leyese, y decia en ellas: «Desque hubiéredes rescatado lo más que pudiéredes, os volveréis;» y venian firmadas del Diego Velazquez, y refrendadas de su secretario Andrés de Duero.
Pedimos á Cortés que las mandase encorporar juntamente con el poder que le dimos, y asimismo el pregon que se dió en la isla de Cuba; y esto fué á causa que S. M. supiese en España cómo todo lo que haciamos era en su Real servicio, y no nos levantasen alguna cosa contraria de la verdad; y fué harto buen acuerdo segun en Castilla nos trataba D. Juan Rodriguez de Fonseca, Obispo de Búrgos y Arzobispo de Rosano, que así se llamaba; lo cual supimos por muy cierto que andaba por nos destruir, y todo por ser mal informado, como adelante diré.
Hecho esto, volvieron otra vez los mismos amigos y criados del Diego Velazquez á decir que no estaba bien hecho haberle elegido sin ellos, é que no querian estar debajo de su mandado, sino volverse luego á la isla de Cuba; y Cortés les respondió que él no deternia á ninguno por fuerza, é cualquiera que le viniese á pedir licencia se la daria de buena voluntad, aunque se quedase solo; y con esto los asosegó á algunos de ellos, excepto al Juan de Velazquez de Leon, que era pariente del Diego Velazquez, é á Diego de Ordás, y á Escobar, que llamábamos el Paje porque habia sido criado del Diego Velazquez, y á Pedro Escudero y á otros amigos del Diego Velazquez; y á tanto vino la cosa, que poco ni mucho le querian obedecer, y Cortés con nuestro favor determinó de prender al Juan Velazquez de Leon, y al Diego de Ordás, y á Escobar el Paje, é á Pedro Escudero, y á otros que ya no me acuerdo; y por lo demás mirábamos no hubiese algun ruido, y estuvieron presos con cadenas y velas que les mandaba poner ciertos dias.
Y pasaré adelante, y diré cómo fué Pedro de Albarado á entrar en un pueblo cerca de allí.
Aquí dice el coronista Gómora en su Historia muy al contrario de lo que pasó, y quien viere su Historia verá ser muy extremado en hablar, é si bien le informaran, él dijera lo que pasaba; mas todo es mentiras.
Índice
CÓMO FUÉ ORDENADO DE ENVIAR Á PEDRO DE ALBARADO LA TIERRA ADENTRO Á BUSCAR MAÍZ Y BASTIMENTOS, Y LO QUE MÁS PASÓ.
Ya que habiamos hecho y ordenado lo por mí aquí dicho, acordamos que fuese Pedro de Albarado la tierra adentro á unos pueblos que teniamos noticia que estaban cerca, para que viese qué tierra era y para traer maíz é algun bastimento, porque en el real pasábamos mucha necesidad; y llevó cien soldados, y entre ellos quince ballesteros y seis escopeteros, y eran destos soldados más de la mitad de la parcialidad de Diego Velazquez, y quedamos con Cortés todos los de su bando, por temor no hubiese más ruido ni chirinola y se levantasen contra él, hasta asegurar más la cosa; y desta manera fué el Albarado á unos pueblos pequeños, sujeto de otro pueblo que se decia Costastlan, que era de lengua de Culúa; y este nombre de Culúa es en aquella tierra como si dijesen los romanos hallados; así es toda la lengua de la parcialidad de Méjico y de Montezuma; y á este fin en toda aquesta tierra cuando dijere Culúa son vasallos y sujetos á Méjico, y así se ha de entender.
Y llegado Pedro de Albarado á los pueblos, todos estaban despoblados de aquel mismo dia, y halló sacrificados en unos cues hombres y muchachos, y las paredes y altares de sus ídolos con sangre, y los corazones presentados á los ídolos; y tambien hallaron las piedras sobre que los sacrificaban, y los cuchillazos de pedernal con que los abrian por los pechos para les sacar los corazones.
Dijo el Pedro de Albarado que habian hallado todos los más de aquellos cuerpos sin brazos y piernas. É que dijeron otros indios que los habian llevado para comer; de lo cual nuestros soldados se admiraron mucho de tan grandes crueldades.
Y dejemos de hablar de tanto sacrificio, pues dende allí adelante en cada pueblo no hallábamos otra cosa.
Y volvamos á Pedro de Albarado, que aquellos pueblos los halló muy abastecidos de comida y despoblados de aquel dia de indios, que no pudo hallar sino dos indios que le trajeron maíz; y así, hubo de cargar cada soldado de gallinas y de otras legumbres; y volvióse al real sin más daño les hacer, aunque halló bien en que, porque así se lo mandó Cortés, que no fuese como lo de Cozumel; y en el real nos holgamos con aquel poco bastimento que trujo, porque todos los males y trabajos se pasan con el comer.
Aquí es donde dice el coronista Gómora que fué Cortés la tierra adentro con cuatrocientos soldados; no le informaron bien, que el primero que fué es el por mí aquí dicho, y no otro.
Y tornemos á nuestra plática: que como Cortés en todo ponia gran diligencia, procuró de hacerse amigo con la parcialidad del Diego Velazquez, porque á unos con dádivas del oro que habiamos habido, que quebranta peñas, é otros prometimientos, los atrajo á sí y los sacó de las prisiones, excepto Juan Velazquez de Leon y al Diego de Ordás, que estaban en cadenas en los navíos, y dende á pocos dias tambien los sacó de las prisiones, hizo tan buenos y verdaderos amigos dellos como adelante verán, y toda con el oro, que lo amansa.
Y á todas las cosas puestas en este estado, acordamos de nos ir al pueblo que estaba en la fortaleza, ya otra vez por mí memorado, que se dice Quiahuistlan, y que los navíos se fuesen al peñol y puerto que estaba enfrente de aquel pueblo obra de una legua dél; é yendo costa á costa, acuérdome que se mató un gran pescado que le echó la mar en la costa en seco, y llegamos á un rio donde está poblada ahora la Veracruz, y venia algo hondo, y con unas canoas quebradas lo pasamos, y á nado y en balsas, y de aquella parte del rio estaban unos pueblos sujetos á otro gran pueblo que se decia Cempoal, donde eran naturales los cinco indios de los bezotes de oro que he dicho que vinieron por mensajeros á Cortés, que les llamamos lopelucios en el real, y hallamos las casas de ídolos y sacrificadores, y sangre derramada y enciensos con que zahumaban, y otras cosas de ídolos y de piedras con que sacrificaban, y plumas de papagayos y muchos libros de su papel cosidos á dobleces, como á manera de paños de Castilla, y no hallamos indios ningunos, porque se habian ya huido; que, como no habian visto hombres como nosotros ni caballos, tuvieron temor, y allí aquella noche no hubo qué cenar; caminamos la tierra adentro hácia el poniente, y dejamos la costa, y no sabiamos el camino, y topamos unos buenos prados que llaman habanas, y estaban paciendo unos venados, y corrió Pedro de Albarado con su yegua alazana tras un venado y le dió una lanzada, y herido, se metió por un monte, que no se pudo haber.
Читать дальше