Se han desarrollado también estudios sobre las formas de medir la ideación suicida. En la ciudad de Pasto, en Nariño, Villalobos (2010) presentó un estudio de validación del PANSI. Esta investigación se realizó en instituciones de educación secundaria y educación superior. Se encontró que el 35 % de los estudiantes mencionó una conducta suicida alguna vez. Además, a partir de sus resultados, el estudio reafirmó la validez del PANSI para las mediciones del suicidio.
Otro estudio que utiliza el PANSI —junto a otros inventarios— en la medición es el de Siabato y Salamanca (2015) en la sede principal de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, en Boyacá, con estudiantes que tenían entre 18 y 24 años. La investigación identificó que el 31 % de las personas que participaron en el estudio presentó ideación suicida, relacionada con factores como maltrato, separación familiar, enfermedad, depresión y dependencia emocional (p. 78).
Como se mencionó, se encuentran menos estudios desde perspectivas cualitativas. Uno de los estudios que brinda más información sobre el suicidio en jóvenes universitarios en Bogotá es el realizado por Franco et al. (2017), quienes entrevistaron a actores institucionales de cinco universidades en la ciudad, incluida la UN. Sobre el análisis de 45 casos de suicidios identificados, encontraron rasgos que coinciden con el comportamiento del suicidio a nivel nacional, como mayoría de hombres (68.9 %) frente a mujeres (31.1 %). Las formas de suicidio también coinciden: “Los hombres recurrieron al ahorcamiento, intoxicación, proyectil de arma de fuego, caída al vacío, sobredosis de sustancias psicoactivas y lanzamiento a un vehículo; el grupo femenino utilizó el ahorcamiento, intoxicación y caída al vacío” (p. 273). Otros resultados se relacionan con las áreas de conocimiento que estudiaban quienes se suicidaron: ciencias humanas y sociales (45 %); ingenierías, arquitectura, urbanismo y afines (22 %); ciencias de la salud (18 %); economía y administración (9 %); matemáticas y ciencias naturales (2 %); y bellas artes (2 %).
Frente a la investigación de Franco et al. (2017), Barrios-Acosta et al. (2017) se centraron en las respuestas institucionales de las universidades analizadas e identificaron procesos reflexivos. Recomiendan un trabajo colectivo, “un enfoque e intervención estratégica amplia que fusione las contribuciones de los servicios públicos y de las organizaciones institucionales y comunitarias, con la investigación académica, los estudiantes, entre otros posibles actores” (p. 157).
Otro estudio de carácter cualitativo es el de Ballesteros et al. (2010), quienes investigaron el suicidio desde la teoría de las representaciones sociales e indagaron por las perspectivas que tienen al respecto jóvenes estudiantes de la Universidad Surcolombiana en Neiva y la UN - Sede Bogotá. Desde este estudio se resalta la importancia de comprender lo que piensan y sienten las y los jóvenes sin imposiciones. Al respecto, cabe afirmar que:
Esto implica para la psicología y la psicología social considerar que la salud mental es también una construcción social e histórica y que la prevención y la promoción no pueden centrarse en visiones individuales, intrapsíquicas u orgánicas que pretendan solucionar el problema a través del afectómetro, sino que es preciso profundizar en otros aspectos de carácter histórico, social y cultural para construir una visión mucho más comprensiva y menos sesgada de los complejos procesos que constituyen el trasfondo del ser y actuar de la juventud colombiana. (Ballesteros et al., 2010, p. 542)
El suicidio en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá
Se encuentran pocos estudios que indaguen específicamente por el suicidio, el intento de suicidio y la ideación suicida en los y las estudiantes de la UN. Sánchez, Guzmán y Cáceres (2005) hicieron un estudio sobre el efecto de imitación frente al suicidio con estudiantes de la Universidad y encontraron que constituye un factor de alto riesgo. Otros trabajos que se encontraron incluyen o mencionan el suicidio, aunque se centran en otros contenidos relacionados con salud mental de estudiantes de la Universidad.
La tesis de maestría de Díaz (2012) sobre depresión en estudiantes de la UN - Sede Bogotá, señala relaciones entre ideación suicida e intento de suicidio y depresión. Allí se presenta información en relación con el estado emocional de los estudiantes de la Universidad en 2004, en donde “60 % de los admitidos a esta institución presentaban características emocionales con tendencia a la tristeza, la depresión, la ansiedad, la autoagresión o antecedentes familiares de hospitalización psiquiátrica” (p. 53). La misma autora señala que, según datos oficiales de la Universidad, en 2003 la tasa de suicidio en la comunidad universitaria fue de 45.6 por cada 100 000 habitantes.
Otra tesis de maestría consultada fue la de Zamora (2013), quien hizo un estudio cualitativo sobre identidad de género masculino y su relación con bajo rendimiento académico en estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas en la UN. Allí identificó la presencia de ideación suicida entre algunos estudiantes. Al indagar por los motivos, encontró:
el sentimiento de desesperanza, donde se ubica la respuesta del estudiante con trastorno emocional; los problemas de estrés relacionados con acontecimientos vitales, la verbalización y planificación del acto como tal, el aislamiento social relacionado con el vivir solo y la pérdida de soporte y apoyo, y por último, problemas económicos y alcoholismo, como en el estudiante de PAES. En estas respuestas, considero importante la presencia significativa de autorecriminación, lo cual verbalizaron constantemente a través de frases desesperanzadoras y autocompasivas destacando en ellas, sentimientos de impotencia e incapacidad ante las expectativas y normas sociales de la construcción de identidad de género masculino. (Zamora, 2013, pp. 72-73)
Desde otra perspectiva, la investigación de Condiza (2010) incluye una mirada sociológica y un enfoque cualitativo para discutir el diagnóstico sobre la situación anímica de los estudiantes de la UN realizado en el 2007. El autor buscó identificar “la influencia del universo social en la aparición de fenómenos de tipo psicológico (estrés, ansiedad, angustia y depresión, los más comunes)” (p. 193). Aquí se señalan crisis de las y los estudiantes relacionadas con competencia, bajo rendimiento académico, así como “relaciones establecidas a lo largo de la estancia en la universidad que se vuelven conflictivas y adquisición de conocimientos que ponen en cuestión creencias, convicciones y prácticas personales” (Condiza, 2010, p. 202).
Se resalta también una edición de “Contexto, publicación de los estudiantes de la UN - Sede Bogotá”, que contiene un informe especial sobre el suicidio de estudiantes, en el que se publicaron artículos con información sobre prevención, contexto y género desde distintas perspectivas (Escobar, 2005a; 2005b; 2005c; 2005d).
Así, en los estudios revisados sobre la ideación e intento suicida en la UN - Sede Bogotá, se identificó que las investigaciones desarrolladas hacen referencia a la depresión como un factor de riesgo para los estudiantes, la exigencia académica y la competencia como situaciones que pueden ocasionar eventos que generan conflictos y llevar a tener sentimientos de desesperanza.
Vacíos identificados en la búsqueda de antecedentes
En la búsqueda general de antecedentes se identificó una alta producción de trabajos de investigación orientados a medir y caracterizar el suicidio en Colombia y los factores asociados al sufrimiento emocional en entornos universitarios; sin embargo, se hallaron los siguientes vacíos en los estudios revisados:
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