Estrella Correa - Bilogía Las estrellas

Здесь есть возможность читать онлайн «Estrella Correa - Bilogía Las estrellas» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Bilogía Las estrellas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Bilogía Las estrellas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¡Ya tenéis disponible al bilogía al completo!Nerea tiene una empresa de éxito, un marido que la quiere y una vida perfecta. Nerea quiere volver a ser feliz, y cree que, si tiene paciencia y lucha, todo volverá a ser como antes; pero no espera que su alrededor cambie tan rápido. Nada es como ella pensaba y sus sentimientos se transforman en algo que desconocía. Nerea tiene miedo, sin embargo, elige vivir.¿Y tú? ¿Serías capaz de saltar al vacío sin paracaídas y sin red?

Bilogía Las estrellas — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Bilogía Las estrellas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En cuanto recogemos la mesa me voy a la cama y me acuesto. Aún no sé qué quería hablar Pablo conmigo, pero seguro que no me interesa lo más mínimo. Lo de ayer mejor olvidarlo, como si no hubiera existido. Ellos se quedan en el salón; Pablo sentado en el sofá y Cris con las piernas sobre su regazo.

El lunes entro en la oficina pisando fuerte. Me encanta no tener que coger el coche para venir a trabajar, solo necesito caminar durante unos quince minutos y listo. Compro tres cafés por el camino y nos los tomamos en mi despacho mientras ultimamos detalles de la fiesta de fin de año de un grupo de música. Mía revisa la lista de invitados, Joel la decoración y yo el catering. Un DJ muy famoso pinchará durante toda la noche, varios bailarines e, incluso, un mago amenizarán la velada. Llaman al teléfono de Mía y ésta va a contestar. Unos segundos más tarde viene a avisarnos de que dentro de media hora tenemos reunión con Elena Márquez, la modelo que se casará la próxima primavera con uno de los solteros de oro de esta ciudad.

Queen , ¿a qué hora hay que estar en la fiesta?

—No hace falta que vengas. Ya te encargaste tú de la de Nochebuena. Para Nochevieja trabajaré yo.

—Pero a mí no me importa. Es más, me encantaría conocer de cerca a esos hombretones —se lleva las manos al pecho y cierra los ojos.

—Como quieras. Ese mismo día lo vamos viendo sobre la marcha.

La semana pasa casi sin darme cuenta. El lunes llego a casa cruzando el rellano como el ninja más sigiloso, utilizando todas las tácticas habidas y por haber sobre el escapismo para lograr mi objetivo: no encontrarme con Pablo (nunca más, puestos a pedir). El martes hago lo mismo, pero con más experiencia (me quito los tacones y voy preparada con las llaves en la mano) y cabreada (porque tampoco me ha telefoneado). El miércoles me llama, sin embargo, no contesto. ¿Por qué? Cosas de mi bipolaridad, que se pregunta, con razón, por qué ha tardado tres días en hacerlo. Si quisiera hablar conmigo, solo tendría que llamar a mi puerta. Vivo en la casa de al lado. Vamos, digo yo. El jueves el que me llama es Sebastian y no sé decir si me alegra o me da coraje. Al escuchar sonar el teléfono pensé que podría ser Pablo y, al comprobar la equivocación, me llevo una pequeña decepción. Mi marido me invita a comer y acepto no muy encantada. Me incomoda. No sé muy bien cómo explicar lo que siento, ha sido mi otra mitad durante tanto tiempo que me resulta imposible verlo de otra forma. Mi cuerpo reacciona de una manera muy natural con él y yo trato de evitar esos impulsos. Aún lo quiero, no lo puedo negar y ya me resulta difícil hacerme a la idea de vivir sin él no teniéndolo cerca. Me da miedo pensar que ha rehecho su vida, me da pánico darme cuenta que me ha olvidado. ¿Soy rara? Porque bien pensado yo no quiero volver con él, ahora mismo no, pero descubrir que eres fácil de olvidar no gusta a nadie. Vale, esto ha sonado muy egoísta. Me gustaría que fuera feliz, que los dos lo fuéramos, pero no estoy preparada para pasar página, no tan pronto.

A Joel le cambia la cara cuando le digo con quien voy a almorzar (ahora parece un espárrago mojado. Recordad que tiene el pelo verde), no le gusta verme sufrir y sabe que quedar con Sebatian puede afectar mucho a mi estado de ánimo. Aún así, me entiende y me apoya. Lo despido en la puerta de nuestra oficina y quedo en recogerlo a las ocho para dirigirnos a La Finca.

Entro en el restaurante bastante nerviosa, lo vi hace una semana en la cena de Nochebuena y desde entonces no hemos vuelto a hablar. Se levanta como un caballero cuando me ve acercarme a la mesa donde me espera.

—Hola —me da un corto beso en la mejilla y retira mi silla para que me siente frente a él.

—Hola —dejo el abrigo colgado en el respaldo junto con el bolso. Después, tomo asiento.

—Estás preciosa.

—Gracias.

Durante unos segundos ninguno de los dos dice nada.

—Nerea… verás. Te he llamado porque me apetecía verte, pero…

—Vaya, te hubiera quedado mejor sin ningún pero.

—No quiero discutir, de verdad. Sabes que te echo de menos, la casa sin ti se me hace demasiado grande. Sin embargo, necesito pedirte un favor.

Me cabrea. Aún no hemos pedido la comida y me viene con esas. No es que me haya hecho ilusiones con su llamada, tengo muy claro lo que hay entre nosotros dos ahora mismo, pero pensaba que le pasaba lo mismo que a mí, como poco, sentirse perdido. Aún así, lo entiendo. Si yo necesitara algo, la primera persona que se me vendría a la cabeza sería él, me he llevado diez años teniéndolo para todo, así que no puedo culparlo de que me pida a mí un favor.

—¿Te ocurre algo? ¿Estás bien?

—Si si. Tranquila, todo está bien. Es solo que… Mis padres vienen a pasar el fin de semana, ya sabes… hace tiempo que no viajan; y no les he dicho nada de nuestra separación. No quiero preocuparlos hasta asegurarme si nuestra ruptura es definitiva o no. Ellos son muy antiguos y lo pasarían fatal con el divorcio de su único hijo.

—¿Y qué quieres que haga yo?

—Que vuelvas a casa esos días.

—¿Qué? ¿Estás loco?

—No te lo pediría si no fuera importante.

—Sebas, no puedes pedirme eso. Me está costando horrores acostumbrarme a estar sin ti. No puedo.

—Nerea —me agarra una mano con las suyas y me acaricia—. Solo serán dos noches. Dormiré en el suelo, pero, por favor… —me mira agachando el semblante.

—No te pediré nada más —sigue.

—Estás siendo un poco injusto…

—Lo sé —agacha el rostro, avergonzado.

Cierro los ojos y resoplo. No me parece una buena idea, ni a mí ni a mi salud mental. De cualquier forma, acepto. ¿Qué otra cosa podría hacer? Es mi marido y, aunque mis suegros y yo nunca hemos conectado del todo, no quiero hacerles daño. Yo elegí cuándo decírselo a mis padres, no soy nadie para imponérselo a él.

—Esta bien —claudico, sabiendo que me arrepentiré.

Nos despedimos en la puerta, incómodos, sin saber muy bien qué hacer o cómo actuar. Cuesta asimilar que no encuentras la manera de decirle adiós a alguien que hasta hace no mucho fue tu mitad. Lo veo acercarse a mí y abro los brazos para recibirlo; acomodo la cara en su hombro y respiro fuerte, llevando su fragancia donde antes acostumbraba a estar, muy dentro de mí.

—Gracias —musita junto a mi oído. Me da un beso en la mejilla antes de apartarse. Nos veremos dentro de unos días, cuando el telón se levante y tengamos que fingir que aún nos tenemos, porque que nos queremos no tenemos que disimularlo ¿no?

El último día de este año tan raro no ha empezado bien, pero importa más como termina y yo confío en que mejore conforme el sol desaparece tras el horizonte. Vuelvo a la oficina mirándome los pies, cada paso que doy me separa más de él, no obstante, me acerca más a mi nueva vida, esa a la que cada vez le tengo más cariño. Recojo mi agenda y block de notas, las dos cosas me harán falta después. Hoy se celebra una gran fiesta de fin de año en una de las mansiones del exclusivísimo complejo residencial de La Finca y nada puede salir mal. A las seis me voy a casa, me arreglo el pelo y visto mis mejores galas. Recojo a Joel a las ocho en la puerta de su piso. Va perfectamente ataviado con un moderno traje de pantalón y chaqueta de dos botones verde botella, pajarita negra sobre una camisa blanca y zapatos burdeos que contrastan con su color de pelo. Ultimamos detalles en el coche, mientras yo calculo las botellas de cava que debemos enfriar según los asistentes, él me recuerda lo buenos que están los componentes del grupo y me da las gracias por dejarlo trabajar en Nochevieja. A quien se lo cuente no se lo creería. Suena raro, pero se moría por socializar con esos «súper mens ». Así que me río de él y de sus ocurrencias.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Bilogía Las estrellas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Bilogía Las estrellas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Bilogía Las estrellas»

Обсуждение, отзывы о книге «Bilogía Las estrellas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x