Tal y como se puede observar en la tabla 4, en el sector industrial y para los años 2005 a 2010, vuelven a resaltar los sectores de: paspa de papel, papel y cartón; productos de caucho y productos plásticos; y productos de madera, por el lado de la oferta; mientras que por el lado de la demanda se encuentran: café transformado, y tejido y prendas de vestir, y en menor medida químicos básicos y elaborados, y el sector metalúrgico.
TABLA 4 MULTIPLICADORES PRINCIPALES SECTORES (2005-2010)
Las celdas resaltadas denotan que en ese año el sector perdió relevancia sectorial de forma relativa frente el resto de los sectores de la economía.
Fuente: Cálculos del autor y datos del Dane base 2005.
En comparación con la década previa, la primera década del siglo XXI muestra que la economía se logró adaptar y pudo recomponer los encadenamientos, pero de una forma diferente a la estructura productiva que existía en el periodo de 1970-1985; se ve también que empieza a tener más relevancia en el mercado interindustrial el sector servicios, y que incluso es mayor su preponderancia frente a las industrias tradicionales.
La vocación de producción de bienes que muestra la tendencia histórica económica del país al inicio de este último periodo de estudio es idéntica y sin cambios considerables durante el período 2005-2010, en cuanto a la cantidad de sectores dedicados a la producción de bienes de consumo intermedios y bienes finales; es a partir de 2005 que se observa y se puede inferir que la economía colombiana no tiene una clara vocación de producción de bienes finales, lo que es un claro cambio en comparación a toda la historia económica de Colombia.
Para 2005, vemos cómo la economía y el mercado interindustrial se terminan de estabilizar después de los grandes cambios de la década anterior, ya que los sectores quedan definidos como manufactureros y de consumo intermedio. Ellos son: electricidad y gas de ciudad, metales comunes y productos metálicos elaborados, productos de molinería y almidones, productos de petróleo refinado y productos de horno de coque, productos químicos básicos y elaborados, servicios a las empresas (excepto servicios financieros e inmobiliarios), servicios de transporte terrestre, y productos de vidrio y otros productos no metálicos. El único cambio en 2010 es para el servicio de transporte terrestre, que pasa a ser un servicio manufacturero de consumo intermedio, y a este lo remplaza el sector de pasta de papel, papel y cartón, que pasa a ser clasificado como un sector manufacturero.
Por otro lado, el auge del sector servicios y las dificultades de crecimiento del sector industrial, que se traducen en un crecimiento menor que la media de la economía al cierre del siglo XX, empiezan a consolidar a un grupo del sector servicios como relevantes en el mercado interindustrial. De otra parte y como muestra la evidencia, en este periodo de tiempo los sectores que se clasifican como sectores manufactureros de consumo final son: café transformado, carne y pescado, comercio, muebles y otros bienes transportables, servicios de Administración pública, servicios de correos y telecomunicaciones, servicios de hotelería y restaurante, servicios sociales y de salud de mercado, tejidos de punto y prendas de vestir, trabajos de construcción y construcciones, y trabajos y obras de ingeniería civil.
Salta a la vista la gran cantidad de sectores servicios que claramente no son industriales y que empiezan a dar un indicio de las dificultades que el sector industrial afronta y de las dificultades de crecimiento que tienen en comparación con otros sectores.
Por otro lado, en términos de capacidad de dispersión de efectos, en el periodo 2005-2010 sigue la tendencia que empezó a medidos de los noventa, pues la economía sigue perdiendo sectores impulsores de forma constante, lo cual indica un debilitamiento de los encadenamientos por el lado de la oferta, especialmente en la primera década del siglo XXI.
FIGURA 7
COMPOSICIÓN SECTORIAL CHERNEY-WATANABE (PERIODO III)
Para 2010, los sectores que se registran como impulsores son: animales vivos y productos animales, electricidad y gas de ciudad, metales comunes y productos metálicos elaborados, pasta de papel, papel y cartón, productos de molinería y almidones, productos químicos básicos y elaborados, servicios a las empresas (excepto servicios financieros e inmobiliarios), productos de vidrio y otros productos no metálicos. En el mismo periodo de tiempo se presenta un incremento de sectores claves que reciben influencia de la recuperación del sector de construcción, tanto de edificaciones como de obras civiles, y del sector financiero, sumado al gasto público por medio de los servicios que presta la Administración pública. Estos sectores recuperan sus encadenamientos hacia atrás y su capacidad dinamizadora de la economía vía demanda.
Es importante notar que uno de los sectores que se encuentra catalogado como independiente es el del petróleo crudo y petróleo refinado; esto obedece al gran encadenamiento que tiene por la oferta, pero que muestra un encadenamiento mínimo por el lado de la demanda.
FIGURA 8
COMPOSICIÓN A LA RASMUSSEN (PERIODO III)
Esto implica que, aunque el sector de los hidrocarburos es un insumo crucial para el resto de los sectores de la economía al ser un insumo esencial en sus actividades, lamentablemente no está interconectado vía demanda de insumos con el resto de la economía. Ante esta circunstancia, la falta de encadenamientos hacia atrás del sector petrolero, a pesar de sus crecimientos o mayor demanda de bienes, y de su buen desempeño, no impacta el grueso de la economía, salvo aquellos sectores estrechamente relacionados. Los grandes incrementos de demanda de este sector no se traducen en significantes crecimientos de la producción de otros sectores y, a la inversa, la reducción de la demanda de este tampoco genera reducciones significativas en la producción del resto de sectores.
El efecto real del sector petrolero y refinamiento de petróleo está en sus encadenamientos hacia adelante, es decir, si la oferta de combustibles se incrementa, el resto de los sectores sí reciben este efecto, en tanto en cuanto se constituye en insumo esencial para toda la actividad económica. El impacto de este sector, entonces, tiene la capacidad de incentivar o desincentivar la producción de otros sectores en su relación con los impactos que hace en los costos de producción que tiene para los demás sectores de la economía colombiana.
Al observar la serie completa se tipifican tres periodos de tiempo en los que las relaciones interindustriales tienen comportamientos que las caracterizan, los cuales son 1969-1985, 1990-2000 y 2005-2010.
En el periodo 1969-1985 se observa un proceso de integración y, simultáneamente, un desarrollo económico estrechamente ligado a la industria y al sector agrícola. En este periodo resalta la relevancia de los sectores: agropecuario, metálicos de base y elaborados, papel e imprenta, textil y confecciones, y químicos y caucho. Su relevancia responde a que son los sectores de mayor encadenamiento y mayor capacidad dinamizadora de la economía colombiana, tanto por demanda como por oferta.
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