Stanislaw Lem - Retorno de las estrellas

Здесь есть возможность читать онлайн «Stanislaw Lem - Retorno de las estrellas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Год выпуска: 1978, Издательство: Editorial Bruguera, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Retorno de las estrellas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Retorno de las estrellas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La nave interplanetaria Prometeo llega a la Tierra tras un viaje científico de diez años, aunque por la relatividad, en el planeta han pasado ciento veintisiete. Los supervivientes llegan a un mundo en que se ha implantado la betrización, operación que hace imposible concebir la agresividad. Es una sociedad segura, cómoda, pero en la que han desaparecido las ansias de aventura. El protagonista, Hal Bregg, se siente como un cavernícola en un mundo que no entiende, tras dedicar su vida a algo que al resto de la gente le parece una locura. Compra una casa apartada y se dedica a estudiar y a boxear con su compañero Olaf, hasta que se enamora de su vecina, con la que acaban juntos tras un inicio en que él intenta suicidarse y ella le teme. Cuando descubre que el resto de astronautas se prepara para otra misión, él decide quedarse.

Retorno de las estrellas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Retorno de las estrellas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

— ¿Qué planes tienes?

— Ninguno — repuse, fiel a la verdad.

— ¿Y hay algo que te gustaría hacer?

— Sí, pero no cualquier cosa.

— ¿No has hecho nada hasta ahora?

Ahora sí que me enrojecí. La ira me dominaba.

— Se puede decir que no. Thurber…, yo… no he venido para hablar de mis asuntos. * — Ya lo sé — replicó con calma —. Staave, ¿no?

— Sí.

— Había cierto riesgo en esto — dijo, apartándose un poco de la mesa. La silla giró, obediente, en mi dirección —. Óswamm esperaba lo peor, sobre todo cuando Staave tiró su hipangog… Por otra parte, tú no utilizaste el tuyo, ¿verdad?

— Óswamm — repetí —, ¿qué Óswamm? ¿El de ADAPT?

— Sí. Staave era el que más le preocupaba. Después yo le saqué de su error.

— ¿Qué error?

— Gimma respondió por vosotros dos… — terminó Thurber su frase, como si no me hubiera oído.

— ¿Qué? — grité, levantándome de mi asiento —. ¿Gimma?

— Naturalmente, él no sabía nada — prosiguió Thurber —. Y así me lo dijo.

— ¡Entonces por qué respondió por nosotros, diablos! — exclamé, excitado por sus palabras.

— Creyó que era su deber — explicó Thurber sucintamente —. El jefe de la expedición debía conocer a su gente.

— Tonterías.

— Sólo repito lo que dijo a Oswamm.

— ¿Ah, sí? — repliqué —. Y el tal Oswamm…, ¿de qué tenía miedo? ¿De que nos rebeláramos, o qué?

— ¿Nunca tuviste deseos de hacerlo? — inquirió Thurber, sereno.

Reflexionó honestamente.

— No — dije por fin-; en serio, nunca.

— ¿Y dejarás betrizar a tus hijos?

— ¿Y tú? — pregunté lentamente.

Sonrió por primera vez, con un temblor de sus labios exangües, pero no dijo nada.

— Escucha, Thurber, ¿te acuerdas todavía de aquella tarde que siguió al último vuelo de reconocimiento sobre Beta… cuando te dije…?

Asintió con indiferencia. Y de improviso mi tranquilidad se esfumó.

— Entonces no te lo dije todo, ¿sabes? Estábamos allí juntos, pero no teníamos los mismos derechos. Yo os obedecía, a ti y a Gimma, porque quería hacerlo. Todos querían obedeceros, Venturi, Thomas, Ennesson y Arder, a quien Gimma no dio una pieza de repuesto porque la guardaba para una ocasión especial y mejor. Muy bien. Pero ¿con qué derecho me hablas ahora de este modo, como si hubieras estado todo el tiempo sentado en esa silla? Tú fuiste quien envió a Arder a Kerenea en nombre de la ciencia, Thurber, y yo le saqué de allí y volví con él en nombre de sus desgraciadas tripas. Y ahora resulta que el único válido ha sido el derecho de aquellos intestinos. Sólo éste sigue siendo importante; no el otro. Así que tal vez ahora tendría que ser yo quien te preguntase cómo te va y responder yo por ti, y no al revés.

¿Qué te parece? Sé muy bien qué te parece. Te has traído un montón de material, puedes atrincherarte detrás de él hasta el fin de tus días y sabes perfectamente que ninguno de estos supereducados te preguntará jamás: «¿Y cuanto ha costado este espectroanálisis? ¿Un hombre? ¿Dos hombres? ¿No cree usted, profesor Thurber, que ha sido un poco caro?» Ninguno te lo dirá porque no hay cuentas que saldar entre ellos y nosotros. Pero sí las hay con Venturi. Y con Arder y Ennesson. Y con Thomas. ¿Con qué pagarás ahora, Thurber? ¿Con la aclaración de Oswamm respecto a mí? ¿Y Gimma… con su fianza para mí y Olaf? Cuando te vi por primera vez, hacías lo mismo que hoy. Fue en Apprenous. Estabas sentado con tus papeles y mirabas como ahora; en una pausa entre cosas más importantes… en nombre de la ciencia…

Me levanté.

— Da las gracias a Gimma por haber intercedido tanto por nosotros…

Thurber también se levantó. Nos medimos con la mirada durante un segundo. Era más bajo que yo, pero no se notaba. Su estatura no tenía la menor importancia. Su mirada era la serenidad misma.

— ¿Me concedes ahora la palabra o ya estoy condenado? — preguntó.

Gruñí algo incomprensible.

— Entonces, siéntate — dijo y, sin esperar, se desplomó pesadamente en su asiento —. Así que has hecho algo — empezó en un tono como si hasta ahora sólo hubiéramos hablado del tiempo —.

Has leído, le has creído, y ahora te sientes traicionado y buscas a los culpables. Si esto fuera lo principal para ti, yo estaría dispuesto a cargar con la culpa. Pero no se trata de esto. ¿Starck te ha convencido… tras estos diez años? Bregg, yo ya sabía que eras un exaltado, pero nunca supuse que fueras tonto.

Se calló unos momentos. Y yo — cosa rara — sentí un gran alivio, y como un presagio de salvación. No tuve tiempo de pensar en mí mismo, pues él prosiguió:

— ¿Un contacto entre civilizaciones galácticas? ¿Quién te habló de ello? Ninguno de nosotros y ninguno de los clásicos, ni Merquier, ni Simoniadi, ni Rag Ngamieli, nadie; ninguna expedición contaba con este contacto, por lo cual toda esa charla sobre arqueólogos que dan vueltas por el espacio, y sobre ese correo eternamente retrasado de las galaxias, no es más que una refutación de tesis que nadie ha formulado. ¿Qué se puede obtener, pues, de las estrellas? ¿Y qué utilidad tuvo la expedición de Amundsen? ¿Y la de Andree? La única utilidad concreta resultó ser… una posibilidad probada. Probar que puede hacerse algo como esto. Dicho con más exactitud: que se trata de lo más difícil que se puede realizar en un momento determinado. No sé si nosotros lo conseguimos, Bregg. En realidad no lo sé. Pero estuvimos allí.

Guardé silencio. Thurber ya no me miraba. Con los puños agarraba el borde de la mesa.

— ¿Qué te ha demostrado Starck? ¿La inutilidad de la cosmodromía? ¡Como si no lo supiéramos nosotros mismos! ¿Y los polos? ¿Qué había en los polos? Los hombres que los conquistaron sabían muy bien que allí no había nada. ¿Y la Luna? ¿Qué buscaba el grupo de Ross en el cráter Erastrótenes? ¿Brillantes? ¿Y por qué Bant y Yegorin han atravesado el centro del disco de Mercurio? ¿Para adquirir un buen bronceado? ¿Y Keilen y Offshag? Lo único que sabían cuando volaron a la fría nube de Cerbero era que allí se puede perder la vida.

¿Has entendido lo que Starck dice realmente? El hombre ha de comer, beber y vestirse; todo lo demás es una locura. Todos tenemos nuestro propio Starck, Bregg. Cada era lo ha tenido.

¿Para qué os envió Gimma a ti y a Arder? Para que recogierais muestras con el succionador Corona. Pero ¿quién envió a Gimma? La ciencia. Qué profesional suena esto, ¿verdad? El conocimiento de las estrellas.

«Bregg, ¿crees que no hubiéramos volado, de no existir las estrellas? Yo creo que sí.

Habríamos querido conocer el espacio, para justificar el todo de alguna manera. Geónidas o cualquier otro nos diría qué mediciones y descubrimientos valiosos se pueden hacer por el camino. No me interpretes mal. No estoy afirmando que las estrellas sean solamente un pretexto… El polo tampoco lo fue; Nansen y Andree lo necesitaban… El Everest fue más necesario para Irving y Mallory que el aire mismo. ¿Dices que os daba órdenes… en nombre de la ciencia? Tú sabes bien que no es cierto. Has querido poner a prueba mi memoria. ¿Y si ahora pongo yo a prueba la tuya? ¿Te acuerdas del planetoide de Thomas? Me estremecí.

— Entonces nos mentiste. Volaste allí por segunda vez sabiendo que ya no vivía. ¿Es verdad o no? Guardé silencio.

— Me lo imaginé ya entonces. No hablé de ello con Gimma, pero supongo que él también lo sabía. ¿Por qué volviste, Bregg? Aquello no era Arturo ni Kerenea, y no había nadie a quien salvar. ¿Por qué, pues, volaste allí una vez más?

Callé. Thurber sonrió imperceptiblemente.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Retorno de las estrellas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Retorno de las estrellas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Stanislaw Lem - Return from the Stars
Stanislaw Lem
libcat.ru: книга без обложки
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Az Úr Hangja
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Frieden auf Erden
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Fiasko
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - The Albatross
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Nenugalimasis
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Regresso das estrelas
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Kyberiade
Stanislaw Lem
Stanislaw Lem - Ciberiada
Stanislaw Lem
Отзывы о книге «Retorno de las estrellas»

Обсуждение, отзывы о книге «Retorno de las estrellas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x