Robert Silverberg - Muero por dentro

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Silverberg - Muero por dentro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1988, Издательство: Martínez Roca, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muero por dentro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muero por dentro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Muero por dentro es un clásico de referencia y una de las más inspiradas historias de su autor: en ella aborda un tema tan clásico como es la telepatía de manera sutil, ahondando en el lado oscuro del ser humano, rebosa soledad, devastación interior y sensibilidad.
Nombrado para el premio Nebula a la mejor novela en 1972.
Nombrado para el premio Hugo a la mejor novela en 1973.
Nombrado para el premio Locus en 1973.

Muero por dentro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muero por dentro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Bueno es perdonar;
¡mejor es olvidar!
En vida nos consumimos;
al morir vivimos.

Considere una carta imaginaria, señor Selig. Ejem. Señorita Kitty Hostein, calle no sé qué, número no sé cuánto, Ciudad de Nueva York. Busque la dirección exacta más tarde. No se preocupe por el código postal.

Querida Kitty;

Sé que hace siglos que no sabes nada de mí, pero creo que ha llegado el momento de ponerme otra vez en contacto contigo. Han pasado trece años y creo que ambos debemos de haber adquirido cierta madurez, que se habrán curado viejas heridas y hecho posible la comunicación. A pesar de todos los resentimientos que pudieron haber existido alguna vez entre nosotros, nunca dejé de sentir cariño por ti y tu recuerdo sigue vivo en mi mente.

Con respecto a mi mente, hay algo que me gustaría decirte. Ya no hago las cosas tan bien con ella. Al decir “cosas” me refiero a la cuestión mental, a la lectura de pensamientos cosa que, por supuesto, no pude hacer contigo, pero que definió y dio forma a mi relación con el resto del mundo. Ahora, este poder parece estar escapándose de mí. ¿Recuerdas?, nos causó tanto dolor. En última instancia fue lo que nos separó, lo cual traté de explicarte en mi última carta de la que no recibí respuesta. Poco más o menos dentro de un año (¿quién sabe, seis meses, un mes, una semana?) habrá desaparecido por completo y seré un ser humano normal y corriente, como tú. Dejaré de ser un engendro. Posiblemente entonces haya una oportunidad de reemprender la relación que se interrumpió en 1963 y que en esta ocasión la restablezcamos sobre una base más realista.

Sé que entonces hice cosas estúpidas. Te presioné sin piedad. Me negué a aceptarte tal y como eras y traté de convertirte en otra cosa, en un engendro, de hecho, en algo como yo. Teóricamente tenía buenas razones para intentarlo, o al menos así lo creía, pero por supuesto estaba equivocado, tenía que estar equivocado, y no me di cuenta hasta que ya fue demasiado tarde. Contigo era opresor, déspota, dominante; ¡yo, que soy manso y retraído! Y todo ello porque trataba de transformarte. Y con el tiempo acabé aburriéndome de ti. Claro que entonces eras muy joven, eras (no sé si decirlo) superficial, inmadura, y te resististe a mí. Pero ahora que ambos somos adultos, quizá podamos hacer las cosas bien, o al menos mejor que entonces.

Me resulta muy difícil de imaginar cómo será mi vida de ser humano común y corriente. Incapaz de penetrar en las mentes. Ahora todo el mundo me resulta muy incierto, estoy tratando de definirme a mí mismo, estoy buscando estructuras. Estoy pensando seriamente en convertirme a la Iglesia Católica Romana. (Santo Dios, ¿es cierto? ¡Es la primera noticia que tengo! El olor a incienso, el murmullo de los sacerdotes, ¿eso es lo que quiero?) O quizá a la Episcopal, no lo sé. La cuestión es unirme a la raza humana. Y también quiero volver a enamorarme. Quiero ser parte de otra persona. Con vacilación y timidez ya he comenzado por verme de nuevo con mi hermana Judith, después de toda una vida de guerra. Por primera vez estamos comenzando a relacionarnos, y eso me anima. Pero necesito algo más: una mujer a quien amar, no sólo sexualmente, sino en todos los sentidos. En realidad, en mi vida sólo experimenté algo así en dos ocasiones, una contigo, la otra al cabo de cinco años con una chica llamada Toni, que no se parecía mucho a ti. En ambas ocasiones este poder mío arruinó las cosas, una vez porque gracias a él me acerqué demasiado, y la otra porque no pude acercarme lo suficiente. Dado que el poder está desapareciendo de mí, dado que está muriendo, cabe la posibilidad de que comencemos por fin una relación humana común, como la que mantienen normalmente los seres humanos. Porque seré común. Porque seré muy común.

Me pregunto qué será de ti. Según creo ahora tienes treinta y cinco años. Tengo la impresión de que son muchos años, a pesar de que yo tengo cuarenta y uno. (¡Por algún motivo cuarenta y uno no me parecen muchos!) Sigo pensando en ti como si tuvieras veintidós. Incluso entonces aparentabas menos; tan alegre, abierta y cándida. Desde luego, ésa era la imagen que en mi fantasía me había creado de ti; sólo podía guiarme por los aspectos externos, no podía utilizar mi poder sobre tu psique; así que inventé una Kitty que probablemente no era la verdadera Kitty. De cualquier forma, tienes treinta y cinco años. Imagino que debes de parecer más joven. ¿Te casaste? Seguro que sí. ¿Un matrimonio feliz? ¿Muchos chicos? ¿Sigues casada? ¿Cuál es tu apellido de casada, dónde vives y cómo puedo localizarte? Si estás casada, ¿te será posible verme? No sé por qué razón, pero no creo que seas una esposa absolutamente fiel (¿te insulta eso?), así que en tu vida debería haber un lugar para mí, como un amigo, como un amante. ¿ Ves a Tom Nyquist? ¿Lo seguiste viendo durante mucho tiempo después de que tú y yo terminamos? ¿Te disgustaste conmigo por las cosas que te dije de él en mi anterior carta? Si te has separado de tu marido, o si nunca te casaste, ¿vivirás conmigo ahora? No como esposa, aún no, sólo como una compañera, para ayudarme a soportar estas últimas etapas de lo que me está ocurriendo. Necesito tanto que me ayuden. Necesito amor. Sé que es una forma espantosa de hacer una proposición, y ni qué hablar de una proposición de matrimonio, el decirte: Ayúdame, consuélame, quédate conmigo. Preferiría llegar a ti sintiéndome fuerte y no débil, pero en este momento me siento débil. Tengo este globo de silencio que va creciendo en mi cabeza, expandiéndose, llenando todo mi cráneo, creando este gran espacio vacío. Estoy sufriendo una lenta pérdida de realidad. Sólo puedo ver los bordes de las cosas, no su esencia, y también los bordes se están tornando borrosos. ¡Dios mío, Kitty, te necesito! Kitty, ¿qué puedo hacer para encontrarte? Kitty, casi no te conocí. Kitty Kitty Kitty.

Twang. La cuerda que vibra. Twing. La cuerda que se rompe. Twong. La lira desafinada. Twang. Twing. Twong.

Queridos hijos de Dios, mi sermón de esta mañana será muy breve. Mi deseo es que reflexionéis y meditéis sobre el profundo significado que tienen algunas de las palabras que me voy a permitir robarle al virtuoso Tom Eliot, un guía previsor para tiempos turbulentos. Amados míos, os remito a sus Cuatro cuartetos, a su línea paradójica “En mi principio está mi fin”, que amplía un poco más adelante con el comentario “Lo que llamamos principio es con frecuencia el fin y llegar a un fin es llegar a un principio”. Hijos míos, en este momento algunos de nosotros estamos llegando a un fin; es decir, que aspectos de nuestras vidas que alguna vez fueron centrales para nosotros están llegando a su fin. ¿Es esto un fin o es un principio? ¿No puede el fin de una cosa ser el principio de otra? Sinceramente creo que sí. Creo que el que se cierre una puerta no es impedimento para que se abra otra. Desde luego, es preciso tener valor para atravesar esa nueva puerta cuando no sabemos qué puede haber al otro lado, pero el que tiene fe en Nuestro Señor, que murió por nosotros, el que tiene confianza absoluta en Él, que vino a salvar al mundo, no debe temer. Nuestras vidas son peregrinaciones hacia Él. Todos los días podemos morir pequeñas muertes, pero tanto de una como de otra renacemos, hasta que por fin llegamos a la oscuridad, a los espacios interestelares vacíos donde Él nos espera, ¿y por qué temerle a eso si Él está allí?

Hasta que ese momento llegue, vivamos nuestras vidas sin sucumbir a la tentación de compadecernos de nosotros mismos. Debéis recordar siempre que el mundo aún está lleno de maravillas, que siempre hay nuevas búsquedas, que los fines aparentes no son fines en realidad, sino simples transiciones, estaciones en nuestro caminar. ¿Por qué lamentarnos? ¿Por qué dejarnos invadir por el dolor, aunque nuestras vidas sean substracciones diarias? Si perdemos esto, ¿también perderemos aquello? Si se pierde la vista, ¿también se pierde el amor? Si se debilita un sentimiento, ¿no podemos recurrir a viejos sentimientos y extraer consuelo de ellos? Gran parte de nuestro dolor es mera confusión.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muero por dentro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muero por dentro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Silverberg - He aquí el camino
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Rządy terroru
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Poznając smoka
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Yokel with Portfolio
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Push No More
Robert Silverberg
Robert Silverberg - La porte des mondes
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Morire dentro
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Por el tiempo
Robert Silverberg
Pablo Paredes M - Los animales por dentro
Pablo Paredes M
Отзывы о книге «Muero por dentro»

Обсуждение, отзывы о книге «Muero por dentro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x