Algis Budrys - El laberinto de la Luna

Здесь есть возможность читать онлайн «Algis Budrys - El laberinto de la Luna» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1991, ISBN: 1991, Издательство: Ultramar, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El laberinto de la Luna: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El laberinto de la Luna»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El científico Ed Hawks ha creado el transmisor de materia, una máquina increíblemente poderosa que puede enviar a un hombre a la Luna al tiempo que crea un duplicado suyo aquí en la Tierra. Pero todos los voluntarios que son enviados a la Luna mueren unos pocos minutos más tarde en el laberinto alienígena que ha sido descubierto allí, mientras que sus duplicados terrestres, unidos tlepáticamente a ellos, se ven sumidos en la locura. Hasta que aparece Al Barker, un aventurero que ha pasado toda su vida desafiando a la muerte, y que ahora está dispuesto a desentrañar definitivamente ese desafío alienígena…

El laberinto de la Luna — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El laberinto de la Luna», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Barker —comenzó Hawks—, yo…

—Sí, lo sé. Está feliz de que todo saliera bien. —Miró a su alrededor. Sus ojos saltaban con movimientos bruscos de lado a lado—. Yo también. ¿Tiene alguien un cigarrillo?

—Aún no —cortó Holiday secamente—. Si no le importa, amigo, de momento dejaremos sus vasos capilares con una dilatación normal.

—Todo el mundo es tan duro —musitó Barker—. Todo el mundo sabe lo que es mejor. —Volvió a mirar a su alrededor, a la gente del laboratorio que se arracimaba entorno a la mesa—. ¿Podrían algunos de ustedes observarme un poco más tarde, por favor?

Todos retrocedieron unos pasos, indecisos, y luego retornaron trabajo.

Barker —preguntó con voz suave Hawks—, ¿se siente bien?

Barker le miró con gesto inexpresivo.

—Llegué allí y salí del receptor, y lo primero que hice fue mirar el en torno del puesto. Un grupo de zombis con uniformes de la Marina me manejaron igual que usted trataría a un fantasma desagradable. No me dirigían ni dos palabras sin parecer que estaban pagando por ellas. Me indicaron la pasarela camuflada que construyeron desde la burbuja del puesto, y casi me metieron en ella a empellones. Uno caminó a mi lado hasta que llegué a la formación, y jamás me miró a la cara.

—Tienen sus propios problemas —comunicó Hawks.

—Estoy seguro de que los tienen. De cualquier forma, me metí en la cosa sin ningún incidente, y avancé sin problemas. Es… —Su rostro se olvidó de la irritación, y la expresión que apareció en él fue la de un desconcierto bien recordado—. Es como un sueño, ¿sabe? No se trata de una pesadilla…, no está llena de gritos y caras ni cosas parecidas…, pero es…, bueno, reglas y esa lógica demencial: Alicia en el País de las Maravillas con dientes afilados. —Hizo un gesto con el que parecía borrar sus palabras torpes de una pizarra—. Supongo que tendré que descubrir algún modo de traducirlo a nuestro idioma. No creo que resulte muy difícil. Sólo déme algo de tiempo para acostumbrarme.

Hawks asintió.

—No se preocupe. Ahora disponemos de bastante tiempo.

Barker alzó la cara y le sonrió con un repentino gesto infantil.

Logré avanzar bastante más allá del cuerpo de Rogan L, ¿sabe? Lo que finalmente me mató fue…, fue el…, fue… —El rostro de Barker comenzó a enrojecer y los ojos se desorbitaron, casi blancos. Le temblaron los labios—. El…, el… —miró fijamente a Hawks—. ¡No puedo! —gritó—. No puedo…, Hawks… —Se debatió contra Holiday y Weston, que intentaban sujetarle los hombros, y dobló rígidamente las manos en el borde de la mesa, con los brazos tensos, sacudidos por espasmos—. ¡Hawks! —aulló, como si se encontrara detrás de una pared de cristal grueso—. ¡Hawks, yo no le importaba! ¡No era nada para él! Yo era…, era… —La boca se inmovilizó, parcialmente abierta, y la punta de la lengua recorrió la parte interna de sus dientes superiores—. N-n-n… Na… ¡ Nnada !

Escudriñó la cara de Hawks con gesto desesperado. Respiró como si nunca pudiera haber suficiente aire para él.

Weston jadeaba con el esfuerzo de mantener quieto a Barker y hacer que se tumbara. Holiday juraba mientras, con gesto preciso y continuo, empujaba la aguja de una hipodérmica a través del diafragma de una ampolla que había sacado de su maletín.

Hawks cerró los puños a los lados.

—¡Barker! ¿De qué color era su primer cuaderno de la escuela?

Los brazos de Barker se relajaron levemente. Su cabeza perdió la rigidez con la que intentaba adelantarla. La sacudió y, con gesto ceñudo, miró al suelo, concentrándose con gran intensidad.

—Yo…, no lo recuerdo, Hawks —tartamudeó—. Verde…, no, no, era anaranjado, con letras azules, y las tapas mostraban tres peces de colores que salían de su pecera hacia una librería; luego retornaban a ella. Yo…, puedo ver la página con los dibujos: tres peces en el aire, que caían uno detrás del otro en ángulo, mientras la pecera les aguardaba. El texto lo formaban tres frases de una sola palabra. «¡Splash!» Luego, un sangrado de frase y otro «¡Splash!», y después otro más. Tres «Splash» en una fila, igual que los peces.

—Bien, ahora lo ve, Barker —repuso Hawks con gentileza—. Lleva vivo desde que puede recordarlo. Usted es algo. Ha visto, y recuerda.

Weston miró por encima del hombro.

—¡Por amor del cielo, Hawks! ¡Déjele en paz!

Holiday escrutó a Barker con un ligero parpadeo de los ojos, la hipodérmica inmóvil.

Hawks expelió despacio el aliento y le dijo a Weston:

—Por lo menos, sabe que está vivo.

Ahora Barker se hallaba hundido. Casi doblado por completo, se tambaleó en el borde de la mesa, mientras la tonalidad de su cara volvía gradualmente a la normalidad. Susurró con voz intensa:

—Gracias. Gracias, Hawks —con amargura, musitó—: Gracias por todo. —Tuvo una súbita sacudida y su torso se puso rígido—. Que alguien me traiga un cubo o algo.

Gersten y Hawks se hallaban al lado del transmisor y observaron a Barker salir con paso inseguro del cuarto de baño; llevaba puestos los pantalones y la camisa.

—¿Qué piensa, Ed? —preguntó Gersten—. ¿Qué hará ahora? ¿Nos dejará plantados?

—No lo sé —respondió Hawks ausente, contemplando a Barker—. Creí que se repondría. Pero, ¿lo ha hecho? —le comentó a Gersten—. Simplemente tendremos que esperar y comprobarlo. Hemos de pensar en una forma de manejar la situación.

—¿Conseguir a otro hombre?

Hawks sacudió la cabeza.

—No podemos. Ni siquiera sabemos lo suficiente de éste —dijo, como si hubiera sido atacado por un enjambre de moscas—. Necesito tiempo para meditar. ¿Por qué transcurre el tiempo mientras un hombre piensa?

Barker llegó hasta ellos. Tenía los ojos hundidos en las cuencas. Miró de un modo penetrante a Hawks. Su voz salió con un tono nasal e inseguro.

—Holiday dice que, teniendo en cuenta todo lo sucedido, ahora me encuentro bastante bien. Sin embargo, alguien ha de llevarme a casa. —Sus labios se alzaron ligeramente—. ¿Desea el trabajo, Hawks?

—Sí, lo quiero. —Hawks se quitó la bata y la depositó, doblada, sobre un armanto—. Será mejor que tenga preparada otra emisión para mañana, Ted —le anunció a Gersten.

—¡No cuente conmigo! —cortó Barker.

—Ya sabe que siempre podemos cancelarla —le señaló a Gersten—. Llamaré mañana temprano y se lo confirmaré.

Barker se tambaleó hacia delante al tiempo que Hawks acomodaba su paso al de él. Atravesaron con lentitud el laboratorio y, juntos, salieron por las puertas que daban a las escaleras.

Connington les aguardaba en el corredor de arriba, sentado en uno de los sillones de plástico de color naranja brillante que había alineados contra la pared del vestíbulo. Tenía las piernas extendidas, y una mano sostenía un cigarro delante de su cara mientras lo encendía y exhalaba humo por entre los fruncidos labios, formando un cono semitransparente. Sus ojos se posaron una vez sobre Barker y otra sobre Hawks.

—¿Ha habido algún problema? —preguntó cuando llegaron delante de él—. He oído que hubo algún problema en el laboratorio —repitió con los ojos brillantes—. ¿Un mal rato, Al?

Hawks dijo:

—Si descubro al hombre que le pasa información del laboratorio, lo despediré.

Connington alargó el brazo hacia el cenicero que había a su lado. Un anillo que llevaba en el dedo repiqueteó levemente contra el asa de metal.

—Está perdiendo su flema, Hawks —comentó—. Hace un par de días, no se habría molestado en lanzar amenazas. —Se puso de pie y continuó con voz meliflua—: Mis actos habrían estado por debajo de usted. —Se balanceó sobre los tacones, con las manos en los bolsillos—. ¿Qué importancia tiene la cuantía de detalles que descubra? ¿Cree que me hacen falta? Les conozco a ustedes dos. Eso es suficiente.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El laberinto de la Luna»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El laberinto de la Luna» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Algis Budrys - Michaelmas
Algis Budrys
Algis Budrys - Il giudice
Algis Budrys
Algis Budrys - Projekt Luna
Algis Budrys
Algis Budrys - ¿Quién?
Algis Budrys
Algis Budrys - Morte dell'utopia
Algis Budrys
Algis Budrys - Some Will Not Die
Algis Budrys
Algis Budrys - Exil auf Centaurus
Algis Budrys
Algis Budrys - Lower than Angels
Algis Budrys
Algis Budrys - Incognita uomo
Algis Budrys
Algis Budrys - Rogue Moon
Algis Budrys
Отзывы о книге «El laberinto de la Luna»

Обсуждение, отзывы о книге «El laberinto de la Luna» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x