Christopher abrió una de éstas rasgando el cartón por la parte superior e invitó a Decker a que mirara en el interior. Dentro había miles de envases, cada uno con dos ampollas rellenas de un espeso líquido rojo. El almacén estaba lleno al completo de sangre de Christopher.
COMUNIÓN
El 4 de julio fue la fecha escogida para empezar a administrar la comunión. La elección era sobre todo simbólica, pues se trataba del día que un mayor número de habitantes del planeta asociaba con la conmemoración de una declaración de independencia. Siglos atrás, había marcado la liberación de América de la tiranía de la monarquía británica; ahora marcaría la independencia de la humanidad de la tiranía de Yahvé. Sin embargo, había también algo de casualidad en la elección, porque fue aproximadamente por esa fecha cuando se pudieron distribuir provisiones suficientes de sangre a las casi doce mil clínicas que debían suministrarla a lo largo y ancho del globo.
La decisión de limitar la distribución a quienes juraran lealtad a Christopher y al avance de la humanidad requirió tomar importantes medidas de seguridad. Los médicos, enfermeras e investigadores médicos con acceso a la sangre tuvieron que demostrar, antes que nada, su absoluta desvinculación del KDP y los fundamentalistas; a continuación se les enseñó a grabar la marca. Ellos también tuvieron que jurar lealtad a Christopher y recibir tanto la comunión como la marca.
El proyecto se financió gravando elevados impuestos a las mayores fortunas del mundo, incluido William Bragford, el heredero de la fortuna de David Bragford. Como recalcó Robert Milner, que en el pasado había visitado frecuentemente a David Bragford en busca de financiación: «En la Nueva Era todo deberá compartirse con equidad. Muy pronto el dinero dejará de ser necesario». A los antiguos ricos no les consolaba esa predicción, pero para casi todos los demás parecía lo más justo.
* * *
La gente empezó a hacer cola a las puertas de las clínicas tres días antes de la fecha anunciada. El 2 de julio algunas alcanzaban ya tres kilómetros de largo. Las colas se debían, en parte, a las noticias que los medios de comunicación habían difundido sobre los médicos, enfermeras e investigadores médicos que ya habían recibido la comunión. La mayoría no tenía nada especial que comunicar, salvo una sensación de buena salud y bienestar general, pero entre los más de ochenta mil trabajadores sanitarios, era inevitable que algunos experimentaran beneficios más llamativos. Uno de ellos era el de un investigador médico que a los pocos días de recibir la comunión tuvo un accidente de tráfico. A pesar de la gravedad, el sanitario fue dado de alta a los tres días, completamente recuperado de sus heridas. Otro ejemplo fue el de una enfermera que padecía una osteoporosis muy avanzada y que a las pocas semanas de recibir la comunión, pudo ponerse en pie completamente erguida gracias a la completa regeneración de su estructura ósea. Asimismo, numerosas personas habían sido curadas de enfermedades menores como la diabetes y la hipertensión.
Las colas también se debían, en parte, a los poderes y habilidades psíquicas que las personas habían empezado a manifestar más de un año y medio antes. A estas alturas, casi todo el mundo había experimentado algún que otro episodio psíquico; muchos, más de una vez, pero en todos los casos habían disfrutado de esos poderes durante un espacio de tiempo muy breve. La mayoría de la gente deseaba alargar la experiencia, y la comunión alimentaba la esperanza de poder tener esos poderes para siempre. La promesa de la vida eterna entrañaba mucho más que eludir la muerte. Brindaba la oportunidad de crecer y evolucionar en un futuro de posibilidades ilimitadas.
2 de julio, 3 N.E.
Filadelfia, Pensilvania, cerca de Independence Hall
Todavía faltaban dos días para la fecha anunciada para la apertura, y ya esperaban a la puerta de la clínica cuatro mil personas. Muchos llevaban hamacas de lona o mantas, para sentarse e intentar hacer la espera lo más cómoda posible. Algunos se habían traído revistas y libros para leer. Otros llegaban con radios, televisores portátiles o videoconsolas. Algunos jugaban a las cartas. Otros intentaban dormir. Los vendedores ambulantes aceptaron gustosos el reto de cubrir la demanda de comida y bebida, y el ayuntamiento instaló retretes portátiles. La mayoría de los que iban llegando respetaban la cola y se colocaban al final, pero también hubo unas cuantas peleas. En general, y a pesar del calor estival, el ambiente era bastante tranquilo.
Entonces, como había ocurrido en dos ocasiones anteriores, una pequeña luz blanca intermitente apareció sobre la muchedumbre. Todos sabían lo que era, y aun cuando los dos ángeles anteriores se habían limitado a hacer su anuncio, muchos abandonaron la cola para ponerse a cubierto.
– Si alguno adora a la bestia y su estatua -tronó la voz del ángel-, y recibe la marca en su frente o en su mano, también él beberá del vino de la cólera de Dios, servido sin mezcla en el vaso de su ira; y será atormentado con fuego y azufre ante los ángeles santos y ante el Cordero; el humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos, y ni de día ni de noche tendrán reposo los que adoran a la bestia y su estatua, el que recibe la marca de su nombre. [13]
Como los dos primeros ángeles, el tercero pronunció su mensaje, se esfumó, y luego apareció y repitió su misiva por todo el mundo.
Y como también había ocurrido las veces anteriores, Christopher le contestó rápidamente. La ira en su voz era inconfundible.
– En dos ocasiones -empezó, mientras su mensaje era transmitido al planeta-, se ha servido Yahvé de sus mensajeros para lanzar sus infantiles amenazas, y en ninguna de las dos ha acaecido la calamidad anunciada. El KDP y los fundamentalistas nos advierten de que sucederán tarde o temprano. Pero sus alarmantes pronósticos sobre el futuro son el arma con la que quieren devolvernos al pasado, un pasado en el que sólo hay muerte para el espíritu de la humanidad.
»Ahora que la humanidad está preparada para dar el primer paso hacia la inmortalidad -continuó-, ¡Yahvé habla de nuevo de la condenación y de arder en el infierno! Pues bien, ¡puede que asuste a unos pocos, al KDP y a los fundamentalistas, que preferirían vernos arder en el infierno antes que concedernos la libertad de elegir por nosotros mismos y por nuestros hijos el camino a seguir, pero no puede asustarnos al resto! ¡El nuestro es un corazón firme y fuerte, encauzado hacia el futuro!
»¡No podemos ni debemos doblegarnos a las exigencias de quienes nos arrastrarían con ellos a adorar a una divinidad fracasada! ¡No lo haremos! ¡Debemos forjar nuestro propio camino hacia delante, hacia el futuro!
Enseguida se hizo patente que las palabras de Christopher habían surtido el efecto deseado, porque las colas a las puertas de las clínicas empezaron a crecer más y más rápidamente.
4 de julio, 3 N.E.
Babilonia
«Nuevas protestas fundamentalistas, esta vez violentas, marcan el día de la comunión.»
– Función dormir -murmuró Decker Hawthorne.
«Buenos días, soy Amelia Witherspoon y esto es World News This Morning.»
– Función dormir -repitió, algo más alto.
«Lo que empezó esta mañana como una protesta pacífica…»
– ¡He dicho función dormir! -gruñó enterrando la cabeza bajo la almohada. Esta vez, la claridad y el volumen fueron suficientes para que el monitor de voz registrara su orden y apagara el televisor. Había a quienes les gustaba despertarse con música, a otros con un timbre o una alarma, incluso con sonidos grabados de la naturaleza. Para Decker, el método más efectivo era el telediario.
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