Francisco Umbral - Ramón Y Las Vanguardias

Здесь есть возможность читать онлайн «Francisco Umbral - Ramón Y Las Vanguardias» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Биографии и Мемуары, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ramón Y Las Vanguardias: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ramón Y Las Vanguardias»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ramón Gómez de la Serna, como hijo de una familia de clase media con abono en la ópera, decide desde muy joven tener estudio propio para recluirse a escribir sus cosas y ganarse la vida. Se pensaría en lo que entonces llamaban una “garçoniere”, pero la única señorita a lo garzón que tiene capilla en la alta basílica ramoniana, calle de Velázquez, es una muñeca de cera con la que se hacía las fotos para los periódicos.

Ramón Y Las Vanguardias — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ramón Y Las Vanguardias», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El realismo, en fin, es una suerte de puritanismo que abruma a Europa a lo largo de todo el siglo XIX, como herencia degradada del racionalismo del XVIII. Ya hemos anotado que, aparte la revolución romántica, Baudelaire es el primero que da la consigna efectiva de luchas contra la conjunción realismo-burguesía-pesimismo mediante un lenguaje no realista ni burgués. Baudelaire va más allá del pesimismo burgués. Y entonces es cuando da en el satanismo. El satanismo puede que sea la opción última y única de quien, no estando dotado para el optimismo, tampoco quiere quedarse en el provinciano pesimismo burgués.

Y de Baudelaire, en fin, nacen todos los lenguajes nuevos del siglo XX, también en pintura (no hace falta recordar al Baudelaire crítico de arte, primer avizor de Goya). Estos lenguajes, recorridos por el optimismo político, social, científico de los años veinte, son los que dan la respuesta definitiva al viejo realismo y constituyen las vanguardias. La poderosa intuición literaria de Ramón Gómez de la Serna, hijo del siglo como ningún otro, le lleva a coincidir con todo eso desde su Madrid provinciano y casticista (al que siempre será fiel, por otra parte). Huye Ramón de lo que tiene cerca, el realismo pesimista de Galdós y el 98, y empieza a hacer contestación, experimentación, optimismo, arte por el arte.

En principio no hay influencias ni mimetismos. Lo abultado del fenómeno vanguardista en Europa y lo abultado del fenómeno Ramón -del ramonismo- acaban por tocarse. Es una cuestión de magnitudes. Las vanguardias españolas dan en poesía una generación espléndida. En prosa fracasan puerilmente, y no hay más que leer los textos de época de Giménez Caballero, Antonio de Obregón o Francisco Ayala, escritores todos que acabarían tirando por otros caminos. La única gran prosa de vanguardia la hace Ramón. Ramón es, él solo, todas las vanguardias españolas.

6. APOLLINAIRE

«Estás cansado de vivir en la antigüedad griega y romana», dice Apollinaire. «Incluso los automóviles tienen un aire antiguo.» Apollinaire, padre de vanguardias, mantiene sobre sí la luz del mundo clásico. Las vanguardias son un clasicismo en cuanto que quieren exaltar el mundo de las formas, vivir a plena luz. Las vanguardias vienen a romper con el mundo burgués, pero eso supone siempre empalmar con el mundo clásico una vez más.

No hay otra opción. Atenas o la ciudadela medieval. El hombre elige vivir en este mundo o vivir en el otro, según las épocas. Vivir en clásico o vivir en romántico/medieval. Sólo el surrealismo (al que hay que poner tan aparte de las vanguardias generales como luego veremos) evita la luz y hace carrera en la sombra. Apollinaire quería luz, más luz, como Goethe. Breton consume oscuridad, Apollinaire hace una exaltación esteticista y lírica de la Iglesia católica, que, con otros rasgos, prefigura en él un vago prefascismo, como por otros caminos en D'Annunzio.

Dice que ha visto por la mañana una calle nueva y limpia que «era el clarín del sol». Hay que leer a Apollinaire persiguiendo la imagen, la metáfora, la greguería. Cada revolución creadora pone el énfasis en un aspecto de la creación total: la imagen, el pensamiento, el sentimiento, el clima, la música, la vaguedad, la precisión. No hace falta darle nombre de persona a cada una de estas opciones. Una nueva escuela no es sino la consagración de un rasgo a costa de los demás. El Romanticismo consagra el acento, el Modernismo la música, las vanguardias, casi unánimemente, la imagen.

«Estamos hechos de la materia de nuestros sueños.» Borges estudia todos los posibles sentidos que esta frase podría tener para Shakespeare. Al fin se queda con la hipótesis más modesta y más verosímil: esto no era para Shakespeare más que un acierto fricativo, un roce y un gozo de palabras. Los vanguardistas deciden que la poesía no es más que una libérrima creación de imágenes. Ramón Gómez de la Serna ni siquiera encadena más o menos ingeniosamente las metáforas en el collar de un poema: las da sueltas y las llama greguerías. La greguería es, en principio, el hecho funcional de sacar una metáfora de su contexto.

Así, Apollinaire está lleno de greguerías. Ha fingido una organización para ese sistema de imágenes. Ramón no sólo rompe el discurso en prosa, sino también el discurso en verso. La metáfora sola, suelta, queda mucho más injustificada y desvalida. Es una cosa. Algo que se ofrece inmotivadamente a nuestra atención. Está en la sensibilidad y la estrategia de Duchamp.

«Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores.» La frase es pueril, como otras de Apollinaire. La vanguardia optimista -Ramón, Apollinaire- no renuncia a lo fácil, a lo pueril. Los simbolistas dan a lo sagrado un tratamiento blasfemo. Los vanguardistas, un tratamiento mecánico. Actualizan ingenuamente las viejas imágenes religiosas.

«Siglos colgados», dice el poeta de pronto. García Lorca hablará de los toros de Guisando «como dos siglos de piedra hartos de pisar la tierra». La vanguardia maneja las magnitudes históricas con desenfado, con desenvoltura. Esa es otra de sus constantes, lo que le da mayor aire de modernidad. Cristo sube más que un avión y los toros de Guisando son siglos de piedra. La cultura ha sido tratada siempre por la cultura de una manera reverencial. Incluso en los supuestos críticos. Sobre todo en los supuestos críticos. Dadá, las vanguardias y el surrealismo quieren hacer iconoclastia y tratar la cultura anterior de una forma festiva o destructiva. En el mejor de los casos, de una manera esteticista, haciendo de un mito un objeto, nunca una enseñanza.

Se trata evidentemente de una revolución cultural. Pero de una revolución menor. Con toda su virulencia ocasional, Dadá y el surrealismo han sido fácilmente integrables. Apollinaire tiene un fondo optimista y burgués -de burgués exaltado- que le hace el más integrable de todos.

Ramón Gómez de la Serna, muy poco radical, salvo en los primeros tiempos, ejemplifica bien el desprecio por la tradición cultural. Le basta con la ignorancia. No habla de la mitología para bien ni para mal. Sitúa al hombre en la vida cotidiana. Le emparenta con su general familia costumbrista o estética, pero nunca con los dioses. Ve la humanidad por vetas: los tristes, los gordos, los tocadores de flauta, los enterradores, los artistas de circo. Ramón es más actual que todos los modernos demoledores de estatuas. Él ni siquiera ve las estatuas, al pasar, o las ve como cosas. Una estatua puede ser para él un tintero grande. Raramente denostará o cantará al estatuado. Apollinaire tiene una piqueta de luz para demoler los monumentos de la Historia. Ramón se sienta en ellos a comer tortilla. No necesita borrar la Historia, porque ni aún la considera.

«Escribo únicamente para exaltaros, oh sentidos, oh queridos sentidos, enemigos del recuerdo, enemigos del deseo.» Con estos versos, Apollinaire está explicitando lo que es la ética y la estética de las vanguardias, que nacen de él en buena medida. Un instalarse en los sentidos, vivir en ellos y desde ellos. Los sentidos nos dan imágenes, metáforas a punto. Los sentidos son «enemigos del recuerdo y del deseo». Se ejercen sobre el puro presente. El poeta de los sentidos es el poeta de presa que está siempre al acecho, cazando hermosas piezas de luz, metáforas. La vanguardia viene a abolir todo el sentimentalismo romántico/burgués, la poesía de los sentimientos, de las nostalgias, de los recuerdos. Ya sólo queda Apollinaire, con su poesía plástica que dibuja el presente, y Valéry, con su poesía de la inteligencia, de donde nacerá la llamada poesía pura (pura de excrecencias sentimentales). Este radicalismo tiene en Apollinaire una connotación de crueldad solar. Ramón Gómez de la Serna, sin caer en psicologismos ni sentimentalismos, lo irá atenuando con la humildad de la vida cotidiana. Ramón le quita soberbia a las vanguardias.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ramón Y Las Vanguardias»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ramón Y Las Vanguardias» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Ramón Y Las Vanguardias»

Обсуждение, отзывы о книге «Ramón Y Las Vanguardias» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x