Henri Lœvenbruck - El síndrome de Copérnico

Здесь есть возможность читать онлайн «Henri Lœvenbruck - El síndrome de Copérnico» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El síndrome de Copérnico: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El síndrome de Copérnico»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

“Según los especialistas que lo visitan, Vigo Ravel padece una esquizofrenia paranoide aguda que le hace tener lo que se conoce como "síndrome de Copérnico", y que consiste en creerse en posesión de una verdad que el mundo entero rechaza, una verdad que podría modificar radicalmente el futuro de la humaniad. Pero, ¿y si Vigo estuviera en lo cierto y, por tanto, las voces que escucha en su cabeza fueran como él cree, pensamientos de gente real?
Después de que una de esas voces lo librara de morir, junto con miles de personas, en un cruel atentado que casi destruye el barrio de La Défense, en París, Vigo empieza a tener dudas sobre la enfermedad que le han dicho que padece. Al contrario de lo que el resto del mundo se empeña en hacerle creer, tal vez no sólo no esté loco, sino que además puede ser la clave de un secreto celosamente guardado que amenaza con cambiar el mundo tal y como lo conocemos.”

El síndrome de Copérnico — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El síndrome de Copérnico», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No, no. ¡Basta de medicamentos! ¡He probado todos los neurolépticos, todos! En pildora, en inyección… Eso no sirve de nada, nunca he dejado de oír las voces en mi cabeza.

– Señor Ravel, en el cuadro de una esquizofrenia hay algo que llamamos «alianza terapéutica», y es verdaderamente importante. Debe asegurarse una continuidad en los tratamientos, si es posible con el mismo psiquiatra y con el mismo equipo. Los problemas que usted padece son demasiado importantes como para que se los tome a la ligera. No sólo debe seguir un tratamiento a base de neurolépticos, sino también una psicoterapia. Permítame derivarlo a un especialista…

– ¡No! No me apetece ver a otro doctor Guillaume. Sólo quiero su opinión…, la opinión de alguien como usted. Usted no puede forzarme -dije yo, poniéndome derecho.

– No, en efecto. A menos que represente una amenaza para el orden público. ¿Piensa usted que representa una amenaza para sus conciudadanos?

– No, no. ¡Nunca le he hecho daño ni a una mosca! Debe usted ayudarme, señora. No le pido gran cosa. Sólo quiero que me ayude a saber si las voces que oigo en mi cabeza son alucinaciones.

– ¿Y qué otra cosa podrían ser?

Me encogí de hombros. Ése era uno de los principales argumentos del doctor Guillaume. «¿Qué otra cosa podrían ser?» Ésa era la cuestión, la única cuestión válida.

– Bueno, ya se lo he dicho. Creo que son los pensamientos de la gente. Oigo los pensamientos de la gente.

– ¿Cuánto tiempo hace que lleva oyendo esas voces?

– No lo sé. No recuerdo mucho de mi pasado. Pero creo que al menos hace quince años.

– ¿Y las escucha todo el tiempo?

– No, no todo el tiempo. Hay señales antes de que las escuche. Una migraña, el mareo, y, después, mi vista se desdobla. Es una especie de crisis epiléptica. Ahora, por ejemplo, no las oigo.

– ¿No puede oír mis pensamientos?

– No.

Me estremecí.

– No me cree, ¿verdad? Como no puedo oír sus pensamientos, no me cree.

– No estoy aquí para creerle, señor Ravel. Todo lo que puedo hacer es ayudarle a que vea las cosas con más claridad… Y antes que cualquier otra cosa, me gustaría ayudarlo a que no se angustiara. Parece usted terriblemente angustiado.

– ¿No estaría usted también angustiada si hubiera oído la voz de los terroristas en la cabeza algunos segundos antes de que la Défense explotara?

– ¿Y qué le decían esas voces? ¿Le decían que pusiera bombas?

Sacudí la cabeza.

– ¡Claro que no! ¡En absoluto! Ya veo adonde quiere ir a parar. Está dando a entender que tal vez he sido yo el que ha puesto las bombas, en cuyo caso me convertiría en un verdadero peligro para el orden público, y así podría librarse de mí y hospitalizarme de oficio.

– Ésa no es mi intención. Pero veo que conoce el término de hospitalizar de oficio. ¿Eso le ha ocurrido alguna vez?

Finalmente, empezaba a irritarme. Contrariamente a lo que había esperado, había empezado a ponerme una mirada acusadora. Tal vez no valía más que el doctor Guillaume.

– ¡No, jamás! -respondí con sequedad-. Pero tampoco soy completamente tonto. He leído libros. Sé lo que es una hospitalización de oficio.

Dejamos pasar un buen rato sin decir palabra. No había apartado sus ojos de mí. Creí distinguir de nuevo en su mirada el resplandor del respeto que había visto al inicio de nuestra conversación. Volví a recuperar algo de confianza.

– A decir verdad, creo que soy bastante inteligente -murmuré-. Siempre intento comprender el mundo. Tomo montones de notas. Leo montones de libros. ¿Son inteligentes los esquizofrénicos?

– En general, los pacientes que sufren esquizofrenia tienen un coeficiente intelectual por debajo de la media… Pero no son más que estadísticas. Sin embargo, es cierto que padecen algunos problemas intelectuales, como déficit de atención o problemas de lenguaje… No obstante, hay personas muy inteligentes aquejadas de esquizofrenia, como el célebre premio Nobel de ciencias económicas, John Nash.

– ¿Y si me hiciera pruebas de atención o pruebas de coeficiente intelectual? ¡Estoy seguro de que estoy por encima de la media! ¿Probaría eso que no soy esquizofrénico?

Ella sacudió la cabeza.

– Por el momento, prueba sobre todo que es usted un pretencioso. Señor Ravel -me anunció ella con voz franca-, esto es lo que le propongo. Por ahora, vamos a dejar a un lado la cuestión de saber si presenta, o no, una esquizofrenia, y vamos a concentrarnos en las voces que escucha en su cabeza. Eso es lo que le causa más problemas, por el momento, y creo que sería más prudente trabajar eso, en primer lugar. ¿Qué me dice?

– No lo sé…

– No puedo obligarlo. Pero estas voces realmente parecen incapacitarlo para la vida diaria. Si verdaderamente no quiere consultar a un psiquiatra, cosa que desapruebo por completo, al menos podemos intentar trabajar esto juntos. No sé si puedo ayudarle, pero creo que necesita trabajar este problema.

– Quiere que vuelva a verla, ¿es eso?

– Usted debe decidirlo.

Me tomé un momento para reflexionar.

– No consigo manejarme yo solo -confesé finalmente.

– Es completamente comprensible. Hace un momento me ha dicho que tenía padres… ¿Pueden ayudarle?

– No, por ahora. No están aquí.

– El problema que usted padece es muy difícil de sobrellevar solo, señor Ravel. Pero no debe olvidar que es un problema, no una fatalidad. Hay posibilidades de que remita. El que sea usted consciente de este problema es ya un punto positivo.

– Sí, de acuerdo; pero a fin de cuentas, una vez que hayamos tratado la cuestión de mis alucinaciones, usted me dirá que soy esquizofrénico y volveremos al principio.

– Ya le he dicho que no afirmo este tipo de cosas. Y se lo repito: dejemos de lado esta problemática para concentrarnos en las voces que escucha.

– De acuerdo -respondí sin convicción-. Puedo intentarlo.

– Perfecto. Entonces, acordemos una cita.

– De acuerdo.

Ella sacó un segundo cuaderno negro, más pequeño, y la observé lamerse el dedo índice cada vez que volvía la esquina de una hoja. Tuve la impresión de que era un gesto que hacía mi madre, pero no conseguí imaginármela. No podía ver el preciso rostro de mi madre haciendo ese gesto preciso, y, sin embargo, estaba seguro de que había algún vínculo con ella… Era bastante extraño… Era bastante extraño. Como esos sueños en los que la gente tiene nombre, pero no un rostro.

– ¿Puede usted volver pasado mañana?

– Sí, sí… No tengo nada previsto.

– ¿No trabaja usted, señor Ravel?

– Sí, pero no este momento…

– Entonces, pasado mañana a las tres de la tarde.

Le pregunté cuánto le debía y le pagué enseguida.

– Hasta la vista, señor Ravel. Intente descansar. Tiene aspecto de no haber dormido mucho los últimos días, y la fatiga no mejora las cosas.

Me levanté y le di la mano, tomando conciencia de repente del sentido profundo de ese simple gesto. Un gesto que no hacía a menudo. Apretar una mano. Compartir durante un instante nuestros útiles. Algo así. Mis manos no son esquizofrénicas.

– Gracias, señora.

Salí de la consulta.

22.

Cuaderno Moleskine, nota n.° 113: la memoria.

Se dice que poder ponerle nombre a nuestros problemas es ya encontrar la mitad del remedio. Ahí va: sufro una amnesia retrógrada. Para ser preciso, no recuerdo prácticamente ningún acontecimiento anterior a mis veinte años. Las pocas cosas de las que me acuerdo pueden ser falsos recuerdos, cosas que mis padres me habrían contado y de las que me habría apropiado, o bien lo que se llama «paramnesias reduplicativas», ilusiones de la memoria. Está en los diccionarios, y se traduce en impresiones de déjà-vu o de reviviscencias confusas de escenas de la infancia. A veces me asaltan, como fiases, ante un objeto, un olor, un sonido.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El síndrome de Copérnico»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El síndrome de Copérnico» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El síndrome de Copérnico»

Обсуждение, отзывы о книге «El síndrome de Copérnico» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x