Carlos Sisí - Necrópolis

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Sisí - Necrópolis» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Necrópolis: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Necrópolis»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El campamento de Carranque vive momentos dulces. Tras haber sobrevivido el ataque del Padre Isidro y sus enloquecedoras huestes de caminantes, los supervivientes se entregan a ensoñaciones y esperanzas de futuro propiciadas por los descubrimientos del doctor Rodríguez. Juan Aranda, su líder, decide utilizar su nueva condición para explorar la ciudad en busca de otras personas que continúen todavía con vida. Sin embargo, han pasado ya tres meses desde que se iniciara la pandemia zombi que asoló el planeta y sobrevivir es cada día más duro. Su periplo personal, no exento de vicisitudes, le aleja de Carranque, donde mientras tanto inciden nefastos designios que amenazan con convertirlo en una ciudad de muertos: una necrópolis.

Necrópolis — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Necrópolis», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La casa olía a polvo y a contenedor de basura y Gabriel se sintió desvanecer, era como estar en la proverbial casa de la bruja, con un hogar lleno de restos de ceniza y troncos de madera a medio quemar y un suelo cubierto de miserias de toda índole, la mayoría inidentificables. Y entonces, como para reforzar esa sensación, el hombre bloqueó la puerta con dos pesados tablones, primero uno en la parte superior y luego otro en el centro, los hundió en las guías de madera haciendo un esfuerzo bastante importante, y éstos encajaron con un sonido terrible que acrecentó el miedo del niño. Alba le cogió de la mano, él quiso apretársela pero no se sentía con fuerzas.

No pasa nada se dijo, ha cerrado porque fuera hay monstruos. Ha cerrado para protegernos, por eso. Como en cualquier otra casa. Para protegernos a todos.

¡Los niños necesitan comer! -dijo el Hombre Andrajoso de repente-. ¡Eso es lo que necesitan!

Apartó la basura de un extremo de la mesa para hacer hueco y separó dos de las sillas.

– Sentaos, vamos, ¡ya veréis qué tengo!

Los niños obedecieron y Gabriel dejó la mochila en el suelo, a su lado. Alba seguía mirando con creciente inquietud la maraña de objetos variopintos apilados por todas partes. Sobre un desvencijado sillón le pareció ver un osito de peluche, pero la cabeza había desaparecido y en su lugar se emplazaba la cabeza de plástico de un bebé que parecía mirarle con un único ojo dándole una apariencia escalofriante.

Tras hurgar en un aparador vencido por una pata, el Hombre Andrajoso volvió con algo en sus manos. Lo que les puso delante eran dos yogures. Uno decía: LIMÓN y el otro MACEDONIA. La imagen sonriente de un grupo de frutas cortadas en trozos les sonreía a través de una capa de suciedad.

¡Qué os parece! -exclamó el hombre. Sonreía ahora mostrando todos los dientes, una hilera de piezas puntiagudas y pequeñas, desgastadas y del color del oro viejo. Se apresuró entonces a retirar la tapa, y aunque Alba había mirado su yogur con cierto interés, ahora éste había desaparecido del todo.

El yogur parecía haber caducado hacía bastante tiempo, y una cuarta parte del mismo había desaparecido. El resto era una úlcera horrible, abigarrada de estrías y recubierta de un velo de moho de un color negruzco. Los niños no pudieron evitar poner cara de asco.

– ¿Qué? -preguntó el Hombre Andrajoso al ver su reacción. Su sonrisa había desaparecido del todo. -¡Ah, sí! -dijo de repente como si recordase algo- cucharas.

Rebuscó entonces entre la pila de platos levantando unos y cambiando otros de lugar. Mientras lo hacía, Gabriel alcanzó a ver una mugre espantosa recubriendo éstos, una masa de restos orgánicos podridos atacados por hongos. De allí extrajo primero una y luego otra cuchara, ambas usadas y con restos adheridos.

Alba miró la suya sin atreverse a tocarla. El acero había perdido todo su brillo y las muescas de mil dentelladas adornaban su superficie.

Oh mamá. Oh mami. Está loco. Está loco como una cabra. Como un rebaño de cabras.

– Pero señor -dijo al fin Gabriel, y su voz sonó demasiado infantil y trémula como si tuviera cuatro años menos- el yogur está caducado, me parece.

El Hombre Andrajoso lo miró un rato.

El yogur está caducado -dijo con un tono de voz diferente al que había venido usando hasta ahora. El muchacho casi pudo sentir la tensión que estaba abriéndose camino en el ambiente, como las raíces de un cáncer. Lo peor era no saber, no podía decir si aquél hombre estaba repitiendo su pregunta o confirmando lo que había dicho.

Si no lo queríais, vaya… si no lo queríais, ¿para qué lo habéis abierto?

Los hermanos se miraron de nuevo y cuando Alba vio en el rostro de Gaby el germen del miedo se sintió mucho peor, desamparada y confusa. Quería a su perrito a su lado, quería volver al jardín del País de las Maravillas y sobre todas las cosas, quería a su padre ahora, allí. Su padre tiraría el yogur a la basura donde debía estar, y se los llevaría en el coche grande. Pero nada de eso iba a ocurrir, y cuando pestañeó, el ambiente lúgubre y malsano de aquella covacha cayó sobre ella.

Ahora me debéis algo -exclamó el hombre mirándoles fijamente a los ojos. Entonces rodeó la mesa y cogió la mochila de Gabriel con un gesto rápido.

Gabriel se sobresaltó sintiéndose atacado. Cuando vio que había cogido la mochila casi se dejó llevar por la protesta que se asomaba a sus labios, pero chasqueó la lengua y se contuvo.

A ver qué llevan los niños tan listos, ¿eh?

Abrió la mochila y volcó el contenido sobre la mesa. El yogur de LIMÓN se volcó y rodó ligeramente sobre sí mismo. Allí estaba la comida, las galletas de chocolate, algunas barras energéticas, las latas y las mantas de viaje que con tanta inocencia habían empaquetado para el frío de la noche.

El Hombre Andrajoso cogió una de las barras, retiró el plástico con una rapidez sorprendente y se la comió en dos bocados. Masticaba con fruición, con ambos carrillos llenos y la boca abierta, pequeñas migas y trozos de chocolate cayeron sobre la barba quedando allí atrapadas como diminutos insectos en una complicada telaraña gris. Mientras masticaba y tragaba a gran velocidad, los ojos se le pusieron en blanco.

– Gaby -susurró Alba al borde del llanto.

– Ssssh -le dijo su hermano con un gesto rápido. Gabriel estaba tenso como un cable de acero. No quería mirarlos, pero sentía de algún modo los tablones que cerraban la puerta detrás de él. Sabía que el que estaba más arriba iba a requerir que se subiera a algo como la silla en la que estaba sentado, pero pensaba que si disponía de un par de minutos tan solo, entonces quizá podría retirarlos y abrir la puerta. No creía que su hermana pudiera correr más que ese hombre, pero tampoco importaba. La clave era Gulich. El perro sabría dar cuenta de él.

Oh sí -dijo el hombre todavía embriagado por el súbito empellón de azúcar en su sangre.

Los niños le miraban, expectantes.

– Señor -aventuró Gabriel- ¿podemos irnos ya? Nuestros padres nos estarán buscando.

El Hombre Andrajoso fijó sus ojos en él y pareció estudiarlo por unos instantes. Luego, echó un vistazo al contenido de la mochila.

Chocolate -dijo, cogiendo una barra y dejándola caer de nuevo- más chocolate, galletas con chocolate, chocolatinas.

Señor, por favor -dijo Gabriel, suplicante.

El hombre dejó caer la última barrita con un deje de desprecio.

– Niños buenos con una bolsa de chuches gigante… ¿es esto lo que os pone mamá cuando os deja ir solos por el campo, el campo lleno de cosas?

Gabriel tragó saliva. El hombre puso ambas manos sobre la mesa y se encaró con la pequeña.

– Dime niña, ¿dónde está tu mamá?

Pero Alba sólo consiguió balbucear algunas palabras ininteligibles. Algo en su tono de voz, sin embargo, hizo que Gabriel recuperara el valor que creía perdido.

¡Déjela! -exclamó de pronto.

El Hombre Andrajoso le miró. Su expresión era dura, ceñuda, y sus ojos apagados parecían taladrarle y minar su recién adquirida energía. Por unos instantes Gabriel resistió el envite, pero después no pudo evitar agachar la cabeza.

¿Crees que voy a hacer daño a tu hermana? -preguntó el hombre. -No voy a hacer daño a tu hermana. Os diré qué haremos, ¿eh? Niños buenos, siempre obedecen a los mayores, ¿eh? Os presentaré debidamente, ¿queréis? ¿Queréis ver a Israel? No está muy bueno, pobre viejo Israel… pero todavía aguanta, sí, ¡todavía aguanta! Veréis qué bien cuidamos de él y qué bien cuidaremos de vosotros.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Necrópolis»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Necrópolis» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Isaac Asimov - Némésis
Isaac Asimov
Carlos Sisi - Los Caminantes
Carlos Sisi
Carlos Sisí - Hades Nebula
Carlos Sisí
Marvin Cox - Seduced by sis
Marvin Cox
Laura Quincy - Hot for sis
Laura Quincy
Harry Stevens - Hot horny sis
Harry Stevens
Kathy Andrews - Hot mom and sis
Kathy Andrews
Carlos Sisi - Nocte
Carlos Sisi
Carlos Roselló - Lui de Pinópolis
Carlos Roselló
Jesús David Girado Sierra - Estetópolis
Jesús David Girado Sierra
Отзывы о книге «Necrópolis»

Обсуждение, отзывы о книге «Necrópolis» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x