Harlan Coben - Por siempre jamás

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Por siempre jamás» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Por siempre jamás: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Por siempre jamás»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Will Klein tiene su héroe: su hermano mayor Ken. Una noche de calor agobiante aparece en el sótano de la casa de los Klein una joven, antiguo amor de Will, asesinada y violada.
El principal sospechoso es Ken.
Ante la abrumadora evidencia en contra suya, Ken desaparece.
Una década después de la desaparición, Will se ve mezclado en un inquietante misterio. Está convencido de que Ken está tratando de ponerse en contacto con él y de la existencia de un terrible secreto por el que alguien está decidido a matar porque no se desvele.

Por siempre jamás — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Por siempre jamás», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Es una hipótesis interesante -dijo Pistillo asintiendo con la cabeza.

Claudia Fisher lo miró sin inmutarse.

– ¿Y el móvil? -preguntó él.

– Klein tenía que silenciarla.

– ¿Por qué?

– Por lo que sucediera en Alburquerque.

Reflexionaron los dos en silencio.

– No me convence -dijo Pistillo.

– A mí tampoco.

– Pero estamos de acuerdo en que Will Klein sabe más de lo que cuenta.

– Sin ninguna duda.

Pistillo lanzó un suspiro prolongado.

– De todos modos, tenemos que darle la mala noticia del fallecimiento de la señorita Rogers.

– Sí.

– Llame a ese jefe de policía de Utah.

– Idaho.

– Bueno, lo que sea. Dígale que comunique la noticia a los padres y que los haga venir en avión para efectuar la identificación oficial.

– ¿Y Will Klein?

Pistillo reflexionó un instante.

– Llamaré a Cuadrados a ver si él nos echa una mano para descargar el golpe.

18

La puerta de mi apartamento estaba abierta.

Después de la llegada de tía Selma y tío Murray, mi padre y yo nos rehuimos el uno al otro. Yo quiero a mi padre; creo que eso ha quedado claro, pero hay algo en mí que me impulsa irracionalmente a responsabilizarlo de la muerte de mi madre. No sé por qué tengo esa sensación, y me resulta muy duro admitirlo, pero desde el primer día en que cayó enferma comencé a mirarlo de un modo distinto. Como reprochándole no haber hecho el esfuerzo debido. O quizá lo culpaba por no haber contribuido a que ella se sobrepusiera al asesinato de Julie Miller; no haber sido lo bastante fuerte ni bastante buen marido. ¿No habría podido el amor ayudar a mi madre a recuperarse y a descargar su conciencia?

Insisto en que es algo irracional.

La puerta estaba entreabierta, pero me detuve sorprendido pues yo siempre la cierro con llave -al fin y al cabo vivo en Manhattan en una casa sin portero- pero, claro, últimamente no estoy muy centrado. Tal vez por las prisas del encuentro de Katy Miller me había olvidado. No sería de extrañar. Además, a veces se atasca el cerrojo de seguridad. A lo mejor no la cerré.

Fruncí el ceño. Poco probable.

Apoyé la mano en la puerta y la empujé con suavidad esperando que crujiera. No fue así. Oí algo. Débil al principio. Asomé la cabeza por la abertura e inmediatamente sentí que se me helaba la sangre en las venas.

No había cambiado nada. De hecho, las luces seguían apagadas.

Las persianas estaban bajadas y no se veía muy bien, y en apariencia no sucedía nada raro, o al menos que a mí me resultara obvio. Me quedé en el pasillo y me asomé un poco más.

Sonaba música.

Tampoco era alarmante, pues, aunque no tengo costumbre de dejar música puesta como algunos neoyorquinos preocupados por la seguridad, tengo que reconocer que soy muy despistado y a lo mejor me había dejado enchufado el reproductor de discos compactos. Eso no me asustaría de aquel modo.

No, lo que me heló la sangre fue la canción que sonaba.

Eso fue lo que me puso nervioso, porque era -no lograba recordar cuándo la había oído por última vez- Don't Fear the Reaper. Me estremecí.

La canción preferida de Ken.

De Blue Oyster Cult, un grupo de heavy metal. La que sonaba ahora era una versión más suave, casi etérea. Ken solía coger su raqueta de tenis a guisa de guitarra para acompañar los solos. La cuestión era que yo no tenía esa canción en ningún CD. Seguro. Cuántos recuerdos.

¿Qué demonios sucedía en mi apartamento?

Di un paso a oscuras; ya he dicho que la luz estaba apagada. Me detuve y me sentí como un perfecto imbécil. «Bueno, ¿por qué no* encenderla?, idiota.» ¿No era lo mejor?

Estiré el brazo para hacerlo cuando otra voz interior me dijo: «¿No sería mejor echar a correr?». Es lo que grita el público en el cine cuando el asesino está escondido dentro de la casa y la estúpida quinceañera que acaba de encontrar a su mejor amiga decapitada decide que es el momento más idóneo para deambular a oscuras por la casa, en vez de salir corriendo dando gritos como un animal enloquecido.

«¡Bien; con quedarme en sujetador podría interpretar el papel!»La canción atacó el solo de guitarra final. Aguardé a que se produjera la pausa de silencio; fue breve. La música se reanudó. La misma canción.

¿Qué demonios sucedía?

«Huye y grita.» Exacto: es lo que haría. Aunque verdaderamente no me había tropezado con ningún cadáver decapitado. ¿Qué ha-cer, entonces? ¿Llamar a la policía? Me imaginé el diálogo: «¿Qué problema tiene usted, señor?». «Mire, es que en el equipo suena la canción preferida de mi hermano y he echado a correr hasta el portal gritando asustado. ¿Pueden venir pistola en mano?» «Ah, sí, por supuesto; ahora mismo vamos.»¿No les parecería algo de locos?

Pero incluso suponiendo que alguien hubiese entrado, que hubiese, efectivamente, un intruso en mi apartamento, una persona que había traído su propio CD…

¿Quién era más probable que fuera?

Se me aceleró el ritmo cardíaco a medida que mis ojos se iban adaptando a la oscuridad. Decidí no encender las luces. Si había un intruso era peor avisarle de mi presencia para facilitarle el blanco. ¿O lo asustaría encendiendo las luces?

Dios, no soy bueno para estas cosas.

Decidí no encender la luz.

Bien, de acuerdo, las luces siguen apagadas. ¿Y ahora qué?

La música. Debía localizar la música. Venía de mi habitación.

Fui hasta el cuarto. Estaba cerrado. Entré con cautela. No iba a ser tan tonto. Abrí de paso la puerta del apartamento de par en par y la dejé así por si tenía que gritar o echar a correr.

Avancé muy despacio, como quien se desliza, con los músculos tensos, adelantando el pie izquierdo y con el derecho claramente orientado hacia la salida. Me vino a la memoria una de esas posturas de yoga de Cuadrados que consistía en abrir las piernas inclinándose hacia un lado, pero con el peso y la «conciencia» puestos en el otro, eso que algunos yoguis, no Cuadrados a Dios gracias, llaman «ensanchar la conciencia».

Me deslicé un metro y luego otro. Buck Dharma, de Blue Oyster Cult -el hecho de que no sólo recordase su nombre, sino de que su nombre real fuese Donald Roeser, decía mucho sobre mi niñez-, entonaba en aquel momento que todos podemos ser como ellos, como Romeo y Julieta.

En una palabra: muertos.

Llegué a la puerta del dormitorio, tragué saliva y la empujé. No se abrió. Tendría que girar el pomo. Agarré el metal con la mano mientras miraba hacia atrás: la puerta de entrada seguía abierta y mi pie derecho continuaba vuelto hacia ella, aunque yo ya no mantenía mucho control de mi «conciencia». Hice girar el pomo lo más silenciosamente posible pero a pesar de ello me sonó como un disparo.

Abrí un resquicio, despegando apenas la puerta del marco, y solté el pomo. Ahora la música era más intensa, nítida y clara; seguramente procedía del reproductor de discos compactos que Cuadrados me había regalado dos años antes por mi cumpleaños.

Asomé la cabeza para echar un vistazo y en ese momento me agarraron del pelo.

Apenas me dio tiempo a sofocar un grito. Me tiraron con tal fuerza del pelo que mis pies se despegaron del suelo y crucé el cuarto con los brazos abiertos como Supermán, hasta caer de bruces.

Sentí que mis pulmones perdían aire como un globo que se deshincha y quise rodar de costado, pero él -supuse que era un hombre- se me echó encima. Me atenazó la espalda con las piernas y me pasó un brazo por el cuello mientras yo me revolvía inútilmente porque me sujetaba con una fuerza inaudita. Apretó el brazo y casi me ahoga.

Estaba inmovilizado y totalmente a su merced; cuando se inclinó sobre mí y sentí su hálito en la oreja, hizo un movimiento con el otro brazo para afianzarse y apretó aún más hasta casi cortarme la respiración.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Por siempre jamás»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Por siempre jamás» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Ni una palabra
Harlan Coben
Harlan Coben - Muerte en el hoyo 18
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Por siempre jamás»

Обсуждение, отзывы о книге «Por siempre jamás» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x