Harlan Coben - Por siempre jamás

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Por siempre jamás» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Por siempre jamás: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Por siempre jamás»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Will Klein tiene su héroe: su hermano mayor Ken. Una noche de calor agobiante aparece en el sótano de la casa de los Klein una joven, antiguo amor de Will, asesinada y violada.
El principal sospechoso es Ken.
Ante la abrumadora evidencia en contra suya, Ken desaparece.
Una década después de la desaparición, Will se ve mezclado en un inquietante misterio. Está convencido de que Ken está tratando de ponerse en contacto con él y de la existencia de un terrible secreto por el que alguien está decidido a matar porque no se desvele.

Por siempre jamás — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Por siempre jamás», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Se detuvo esperando aplausos y yo sentí como si algo me desgarrara las entrañas.

– ¿Y después de eso la puso a trabajar la calle? -preguntó Cuadrados sin que su voz se alterase.

– Sí. Pero antes le enseñé algunos trucos. Cómo hacer que un tío se corra rápido; cómo hacerlo con dos a la vez. Yo la instruí a fondo.

Me daban ganas de lanzarme sobre él.

– Siga -ordenó Cuadrados.

– No… -dijo-. No hasta…

– Entonces, nos despedimos.

– Tanya… -añadió él.

– ¿Qué pasa con ella?

Castman se pasó la lengua por los labios.

– ¿Me dan un poco de agua?

– No. ¿Qué pasa con Tanya?

– Esa perra me tiene aquí encerrado. No está bien. Vale, le hice daño, pero tenía mis motivos. Ella quería largarse y casarse con aquel cliente de Garden City, convencida de que estaban enamorados. Venga, hombre, igual que en Pretty Woman. Planeaba llevarse a algunas de mis chicas para vivir todas allí, en Garden City con el cliente, y rehacer su vida. Bobadas. Yo no podía consentirlo.

– Y le dio una lección -dijo Cuadrados.

– Sí, claro, es lo que hice.

– Le destrozó la cara con una navaja de afeitar.

– No sólo la cara…, para que el tipo no pudiera…, poniéndole una bolsa en la cabeza, por ejemplo, ¿me entienden? Sí, claro que me entienden. Lo hice como castigo ejemplar para las otras chicas. Pero escuchen, que ahora viene lo divertido: su novio, aquel cliente, no sabía lo que yo le había hecho. Volvió de su maravillosa casa de Garden City dispuesto a rescatar a Tanya, el muy burro. Me reí de él. El contable gilipollas de Garden City. Me dispara debajo de la axila con una 22 y la bala se incrusta en la columna vertebral. Y me dejó como ven. ¿Se dan cuenta? Pero lo mejor de todo es que, después de dispararme a mí, el señorón de Garden City, al ver lo que yo le había hecho a Tanya, ¿saben lo que hizo el gran enamorado?

Hizo una pausa. Nos figuramos que era puro efectismo y guardamos silencio.

– Se largó y la dejó plantada. ¿Se dan cuenta? Ve el trabajo de artesanía que le hice a Tanya y sale corriendo. Su gran amor. No quiso saber nada de ella. Nunca más volvieron a verse.

Castman se echó a reír otra vez mientras yo procuraba contenerme llevando el ritmo de la respiración.

– Así que me llevaron al hospital anestesiado -prosiguió- y Tanya se quedó sin nada. Después me sacó, me trajo aquí y ahora me cuida. ¿Entienden lo que quiero decir? Se dedica a prolongar mi vida y, si me niego a comer, me mete la comida con un tubo por la garganta. Escuchen, les contaré todo lo que quieran pero tienen que hacer algo por mí.

– ¿Qué? -preguntó Cuadrados.

– Matarme.

– No podemos.

– Pues avisen a la policía. Que me detengan. Confesaré lo que deseen.

– ¿Qué le sucedió a Sheila Rogers? -preguntó Cuadrados.

– Prométanmelo.

– Aquí no hay nada más que hacer -dijo Cuadrados mirándome-. Vámonos.

– De acuerdo, de acuerdo, se lo diré. Pero prométanme que tendrán en cuenta… ¿Vale?

Miró a Cuadrados, luego a mí y otra vez a él sin que Cuadrados cediera en su impasibilidad. Yo, por mi parte, no sé qué expresión tendría.

– No sé dónde andará Sheila ahora. Qué diablos, realmente ni sé qué es lo que sucedió.

– ¿Cuánto tiempo trabajó para usted?

– Dos o tres años.

– ¿Y cómo se liberó?

– ¿Eh?

– No parece la clase de tío que deja que las empleadas se larguen -dijo Cuadrados-. Por eso le pregunto qué fue de ella.

– Bueno, yo la tenía trabajando la calle y ella empezó a hacerse con una clientela habitual. Era estupenda en su trabajo, pero en un momento dado conoció a tipos importantes. No es corriente, pero a veces sucede.

– ¿Qué quiere decir con tipos importantes?

– Traficantes. Traficantes de envergadura seguramente y debió de comenzar a pasar droga y a hacer entregas y, lo que es peor, se dedicó a abandonar la calle. Yo iba a presionarla, como se dice, pero tenía amigos importantes.

– ¿Como quién?

– ¿Conoce a Lenny Misler?

– ¿El abogado? -preguntó Cuadrados sorprendido.

– Abogado de la mafia -puntualizó Castman-. La detuvieron con mercancía y él la defendió.

– ¿Lenny Misler se encargó del caso de una buscona detenida con mercancía encima? -dijo Cuadrados frunciendo el ceño.

– ¿Ve lo que le digo? Salió sin cargos y yo comencé a olerme algo, ¿me entiende? Averigüé lo que se traía entre manos y recibí una visita de un par de matones de primera división que me dijeron que no me metiera. Yo no soy tonto. Hay bomboncitos de sobra que vienen a Nueva York.

– ¿Qué sucedió después?

– No volví a verla. Lo último que me dijeron de ella es que iba a la universidad. ¿Se imaginan?

– ¿Sabe a qué universidad?

– No. Yo no sé si sería verdad. Quizá fuese un rumor.

– ¿Sabe algo más?

– No.

– ¿Ningún otro rumor?

Castman movió los ojos de un modo bien elocuente en cuanto a su desesperación y sus ganas de retenernos, pero no tenía nada que añadir. Miré a Cuadrados, inclinó la cabeza para darme a entender que nos marchásemos, y lo seguí.

– ¡Esperen!

No hicimos caso.

– Por favor, tíos, se lo ruego. ¿No les he contado todo? Yo he colaborado y no pueden dejarme así.

Recreé en mi imaginación los días y noches interminables que pasaría en aquel cuarto, sin inmutarme.

– ¡Cabrones! -gritó-. Eh, oiga, usted, el enamorado. Lo que ha disfrutado usted son las sobras que yo dejé, ¿me oye? Recuerde que todo lo que le hace para que se corra se lo he enseñado yo. ¿Me oye? ¿Oye lo que le digo?

Enrojecí pero no volví la cabeza. Cuadrados abrió la puerta.

– Mierda. -Ahora la voz de Castman se oía más débil-. Un pasado como ése no se borra nunca, ¿sabe?

Dudé un instante.

– Ahora le parecerá agradable y limpia, pero no logrará nunca liberarse de lo que ha sido. ¿Me entiende?

Aunque traté de no prestar oído a sus palabras, las capté y resonaron en mi cerebro. Salí del cuarto y cerré la puerta. Tanya, que aguardaba en la penumbra, nos salió al paso hacia la puerta.

– ¿Van a denunciarlo? -preguntó con voz trémula-. Yo no le hago daño -fue todo lo que atinó a decir.

Cierto: nunca le ponía la mano encima.

Sin decir palabra nos apresuramos a salir de allí, casi zambulléndonos en el aire de la noche. Respiramos hondo como los buceadores que salen a la superficie por falta de aire, montamos en la furgoneta y nos largamos de allí.

10

Grand Island, Nebraska

Sheila quería morir a solas.

Curiosamente, el dolor disminuía y no sabía por qué. Sin embargo, no había luz ni apenas un instante fugaz de claridad. La muerte no era desconsoladora; no había ángeles en derredor ni antiguos familiares muertos que acudieran a cogerle la mano. Pensó en su abuela, aquella mujer que le había hecho sentirse distinta y que la llamaba «tesoro».

Sola en la oscuridad.

Abrió los ojos. ¿Soñaba ahora? No lo discernía. Antes había sufrido alucinaciones, cayendo a ratos en estado de inconsciencia. Recordó que al ver el rostro de Carly le suplicó que se fuese. ¿Había sido real? Probablemente no. Sería producto de su imaginación.

Al aumentar el dolor de aquel modo insoportable, la frontera entre el estado de vela y el letargo, entre la realidad y el sueño, se desvaneció. Comenzaba a abandonarse; era la única manera de soportar la agonía. Tratas de bloquear el dolor; no sirve de nada. Intentas fraccionarlo en intervalos soportables; tampoco sirve. Al final encuentras el único exutorio posible: el juicio.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Por siempre jamás»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Por siempre jamás» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Ni una palabra
Harlan Coben
Harlan Coben - Muerte en el hoyo 18
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Por siempre jamás»

Обсуждение, отзывы о книге «Por siempre jamás» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x