Alan Glynn - Sin límites

Здесь есть возможность читать онлайн «Alan Glynn - Sin límites» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Sin límites: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sin límites»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La vida de Eddie Spinola toma un inesperado giro cuando prueba el MDT-48, una droga sintética desarrollada por un misterioso laboratorio. Sus efectos le permitirán experimentar una inusitada actividad intelectual y física que lo llevarán a alcanzar el éxito con el que siempre soñó. Sin embargo, al mismo tiempo que comienza a vivir en un mundo de lujos exorbitantes y multimillonarias transacciones, Spinola padece los nefastos efectos secundarios de la droga y un terrible síndrome de abstinencia cuando empiezan a escasear sus suministros del fármaco. La búsqueda por conseguir nuevamente las dosis y evitar su propia muerte, lo conduce a rastrear el pasado del MDT-48 y a verse envuelto en una intensa trama de oscuros experimentos científicos y una difusa cadena de asesinatos. Este es, sin duda, un apasionante y cinematográfico thriller que dejará sin aliento a todos los lectores.

Sin límites — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sin límites», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Era muy directo, y obviamente pretendía interrogarme como si de un testigo se tratara. Decidí que le seguiría el juego hasta tenerlo arrinconado. Por mi modo de responder a sus preguntas le dejé entrever varias ideas cruciales. La primera era que sabía de lo que hablaba. Describí los efectos del MDT con una minuciosidad casi clínica. Ello le fascinó y me hizo preguntas pertinentes, confirmando así que él también sabía de lo que estaba hablando, al menos en lo que al MDT se refería. Le hice saber que podía proporcionarle los nombres de docenas de personas que habían consumido la sustancia, la habían dejado y ahora sufrían graves síndromes de abstinencia. Existían casos suficientes para determinar un patrón claro. Le dije que podía proporcionarle nombres de personas que habían tomado MDT y habían fallecido. Por último, le dije que podía facilitarle muestras de la droga para efectuar un análisis.

Llegados a este punto, percibí cierta agitación en Morgenthaler. Lo que le había contado podía ser dinamita si lo presentaba ante un tribunal, pero, por supuesto, no le había dado detalles. Si se iba ahora, no tendría más que una buena historia, y ahí era precisamente donde yo le quería.

– ¿Y qué más? -dijo-. ¿Cómo procedemos? -Y añadió, con un leve atisbo de desprecio en su voz-: ¿Qué interés tiene usted en todo esto?

Hice una pausa y miré alrededor. Había gente practicando footing, otros paseando al perro y otros empujando cochecitos. Tenía que mantener su interés sin darle nada, todavía no. También tenía que averiguar qué pensaba él.

– Ya llegaremos a eso -dije, parafraseando a Kenny Sánchez-, pero primero cuénteme cómo supo de la existencia del MDT.

Cruzó las piernas y los brazos y se recostó en el banco.

– Por casualidad -respondió-. Durante mi investigación sobre el desarrollo y los ensayos de la Triburbazina.

Yo esperaba más, pero eso parecía ser todo.

– Mire, señor Morgenthaler, yo he respondido a sus preguntas. Demostremos un poco de confianza mutua en este asunto.

Suspiró, incapaz de disimular su impaciencia.

– De acuerdo -dijo, asumiendo el papel de un testigo experto-. Al tomar declaraciones en el caso de la Triburbazina, hablé con muchos empleados y ex empleados de Eiben-Chemcorp. Cuando describían los procesos de los ensayos clínicos, era natural que citaran ejemplos para establecer paralelismos con otros fármacos.

Se inclinó de nuevo hacia adelante. Le incomodaba aquella situación.

– En ese contexto, varias personas se refirieron a una serie de ensayos que se habían llevado a cabo con un antidepresivo a principios de los años setenta, un medicamento cuyos resultados fueron desastrosos. El responsable de la administración de esos ensayos fue el doctor Raoul Fursten. Llevaba en el departamento de investigación de la empresa desde finales de los años cincuenta y había trabajado en ensayos con LSD. Según decían, ese nuevo fármaco potenciaba la capacidad cognitiva, al menos hasta cierto punto, y en aquel momento Fursten no dejaba de insistir en las esperanzas que tenía puestas en él. Hablaba de la política de la conciencia, de los mejores y los más brillantes, de mirar al futuro y esas chorradas. Recuerde que estábamos a principios de los años setenta, que en realidad seguían siendo los sesenta.

Morgenthaler suspiró de nuevo, y pareció desinflarse al hacerlo. Después adoptó una postura más cómoda.

– En fin -prosiguió-. Se han dado graves reacciones adversas al fármaco. Al parecer la gente se volvía agresiva e irracional, y algunos incluso sufrieron períodos de amnesia. Una persona me confesó que hubo muertes y que fueron encubiertas. Se interrumpieron los ensayos y se descartó el MDT-48. Fursten se retiró, y al parecer bebió hasta morir en cuestión de un año. Ninguna de las personas con las que he hablado pueden demostrar nada ni confirman cosa alguna. Es un rumor, cosa que, por supuesto, no sirve de nada para mis propósitos.

»No obstante, hablé con otras personas del extraño y maravilloso mundo de la neuropsicofarmacología (intente decir eso cuando lleve un par de copas encima), gente que permanecerá en el anonimato, y resulta que a mediados de los ochenta corrían rumores de que se había retomado la investigación del MDT. Eran sólo rumores, cuidado… -se volvió hacia mí-, pero ahora me dice usted que eso está circulando por la calle.

Asentí, pensando en Vernon, Deke Tauber y Gennadi. Me había mostrado muy esquivo sobre mis fuentes, y no había mencionado nada a Morgenthaler sobre Todd Ellis y los ensayos no oficiales que había efectuado en United Labtech.

Meneé la cabeza.

– ¿Mediados de los ochenta, dice?

– Sí.

– Y esos ensayos no serían oficiales…

– Desde luego.

– ¿Ahora mismo quién está al cargo de las investigaciones en Eiben-Chemcorp?

– Jerome Hale -repuso-, pero dudo que tenga algo que ver. Es demasiado respetable.

– ¿Hale? -dije-. ¿Alguna relación?

– Ah, sí -respondió, con una sonrisa-. Son hermanos.

Cerré los ojos.

– Trabajó con Raoul Fursten al principio -continuó Morgenthaler-. De hecho, recogió su testigo. Pero tiene que ser alguien que trabaje para él, porque ahora Hale se encarga de labores administrativas. Da igual, es Eiben-Chemcorp. Es una empresa farmacéutica que retiene información selectiva para obtener beneficios. Eso es lo que defendemos. Han manipulado información sobre los ensayos de Triburbazina, y si puedo demostrar que hicieron lo mismo con el MDT y demostrar un patrón, estaremos en el buen camino.

A Morgenthaler le entusiasmaba la posibilidad de ganar el caso, pero no podía creerme que se le hubiese pasado por alto tan fácilmente que Jerome Hale y Caleb Hale eran hermanos. Para mí, las repercusiones eran enormes. Caleb Hale había empezado su carrera en la CIA a mediados de los años sesenta. Durante mi trabajo de documentación para En marcha había leído acerca de la Oficina de Investigación y Desarrollo de la CIA y sus proyectos MKUltra, que habían financiado en secreto varios programas de investigación de farmacéuticas estadounidenses.

De pronto, el asunto cobró una dimensión difícil de asimilar. En ese instante me di cuenta de lo perdido que estaba.

– Por lo visto, señor Spinola, necesito su ayuda. ¿Qué necesita usted?

Suspiré.

– Tiempo. Necesito tiempo.

– ¿Para qué?

– Para pensar.

– ¿Qué hay que pensar? Esos cabrones están…

– Lo entiendo, pero no se trata de eso.

– Entonces, ¿de qué se trata? ¿De dinero?

– No -repuse enfáticamente.

Morgenthaler no se lo esperaba. En todo momento había dado por sentado que quería dinero. Vi que los nervios se apoderaban de él, como si de pronto se hubiera dado cuenta de que corría el peligro de perderme.

– ¿Cuánto tiempo estará en la ciudad? -pregunté.

– Tengo que volver esa noche, pero…

– Déjeme llamarle en un par de días.

No sabía qué contestar.

– Mire, ¿por qué no…?

Decidí atajarlo. No me gustó hacerlo, pero no tenía elección. Necesitaba marcharme y pensar.

– Iré a Boston si es necesario. Con todo. Déjeme llamarle en un par de días, ¿de acuerdo?

– De acuerdo.

Nos levantamos y echamos a andar hacia la Calle 59 Este.

Ahora era yo quien dominaba el silencio, pero al cabo de un rato se me ocurrió algo y quise preguntárselo.

– Ese caso en el que trabaja… -dije-, la chica que tomaba Triburbazina…

– ¿Sí?

– ¿Era…? ¿De verdad era una asesina?

– Eso es lo que aducirá Eiben-Chemcorp. Alegarán una disfunción familiar, abusos o cualquier antecedente que puedan encontrar y disfrazar como una motivación. Pero lo cierto es que todos los que la conocían, y estamos hablando de una chica de diecinueve años, una universitaria, dicen que era la muchacha más dulce e inteligente que se pueda imaginar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sin límites»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sin límites» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Sin límites»

Обсуждение, отзывы о книге «Sin límites» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x