José Saramago - Levantado Del Suelo

Здесь есть возможность читать онлайн «José Saramago - Levantado Del Suelo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Levantado Del Suelo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Levantado Del Suelo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un escritor es un hombre como otros: sueña. Y mi sueño fue el de poder decir de este libro, cuando lo terminase: «Esto es el Alentejo». De los sueños, sin embargo, nos despertamos todos, y ahora heme aquí, no delante del sueño realizado, sino de la concreta y posible forma del sueño. Por eso me limitaré a escribir: «Esto es un libro sobre el Alentejo». Un libro, una simple novela, gente, conflictos, algunos amores, muchos sacrificios y grandes hambres, las victorias y los desastres, el aprendizaje de la transformación, muertes. Es un libro que quiso aproximarse a la vida, y ésa sería su más merecida explicación. Lleva como título y nombre, para buscar y ser buscado, estas palabras sin ninguna gloria: Levantado del suelo. Del suelo sabemos que se levantan las cosechas y los árboles, se levantan los animales que corren por los campos o vuelan sobre ellos, se levantan los hombres y sus esperanzas. También del suelo puede levantarse un libro, como una espiga de trigo o una flor brava. O un ave. O una bandera. En fin, ya estoy otra vez soñando. Como los hombres a los que me dirijo.
JOSÉ SARAMAGO

Levantado Del Suelo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Levantado Del Suelo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Son poesías fáciles. Lo extraño es que no se vean hombres Crecen las mieses, verdísimas, la dehesa está en su sosiego y aroma, y volviendo a mirar, ya ha perdido el trigo su tierno frescor, una minúscula gota de amarillo en tan gran espacio casi no se nota, y los hombres, dónde están los hombres que no los vemos por este paisaje tan feliz, a ver si no es verdad que sean como los siervos de la gleba, atados como cabras a una estaca para sólo comer allí de lo que haya. Grandes son estos ocios mientras el trigo crece, echó un hombre la semilla al suelo y, si el año es favorable, venga a dormir, ya nos llamaran cuando llegue la hora de la siega. No se nota pues que este mayo de flores sea mes de cara hosca, y no hablamos del tiempo, que está bonito y prometedor, sino de estas caras y ojos, boca y mueca, No hay trabajo, dicen, y si la naturaleza canta, buen provecho le haga, que no estamos nosotros para cantares.

Demos un paseo por el campo, subamos al monte, y de camino, dio el sol en esta piedra, refulgió ella, y nosotros que fácilmente creemos en la felicidad decimos, Es oro, como si oro fuera todo lo que reluce. No vemos a los hombres trabajando y decimos en seguida, Buena vida se dan, ahí está el trigo creciendo y la gente a la bartola. Pero conviene que nos entendamos Pasa el invierno, como queda dicho, en grandes banquetes y comilonas de cardos, berros y trigueros, con una cebollita por añadidura, unos granitos de arroz y un cachito de pan, sacándolo de la boca para que no les falte todo a los hijos, no debía esto precisar repetición, van a pensar que estamos envaneciéndonos de los sacrificios que hacemos, vaya idea, hicieron nuestros padres lo mismo y los suyos a su vez, y los padres de los padres hasta los tiempos del señor Lamberto, y más atrás, hasta donde ya nadie tiene memoria, siempre se pasó el invierno así, y si alguien murió de hambre no faltan nombres para causas de muerte menos ofensivas al pudor y a la decencia. Mediado va enero, ya hay quien manda podar los árboles, tanto da Norberto como Dagoberto, se empieza a ganar algo, pero no dará para todos, Elígeme buena gente, que no nos busque problemas, y luego, limpios ya los árboles, está la leña en el suelo, vienen los carboneros, compra aquí, compra allá, y entonces se trabaja en estas artes del fuego, y las palabras correspondientes de acopiar leña, rehenchir y ahornar, terrear y ventear, mientras las vamos aquí saboreando, van ellos haciendo lo que ellas dicen, quiénes somos nosotros, nosotros sólo sabemos las palabras, y aún así no las sabíamos antes, las aprendimos a toda prisa por necesidad y, si está todo listo, vamos a ensacar y cargar, adiós hasta el año que viene, me llamo Peres, tengo en Lisboa veinticinco carbonerías, y otras tantas en los alrededores, dígale a la señora que este carbón es de lo mejor, es de alcornoque, arde lentamente, por eso es más caro, tiene que ser así. Ardemos, amigo mío, en esta sequedad, en este polvo, en este humo, a ver qué hay ahí que pueda beberse, pongo la cántara en la boca, echo la cabeza atrás, gorgotea el agua, bien podría estar más fresca, se escurre por los lados de la boca y traza ríos de piel clara entre márgenes de carbón. Todos deberíamos haber pasado por estas cosas y otras, por todas, que la vida, siendo corta, da para tanto y para mucho más, hubo quien vivió poco y todo su tiempo lo consumió en este quehacer.

Se han ido los carboneros, y ahora. Es mayo de las flores, quien sepa hacer versos que intente comer de ellos. Hay unas ovejas para trasquilar, quien sepa de esta arte, Yo sé, yo sé, saben pocos, y los otros van a seguir con la buena vida, unas semanas de vida mala, salir de casa, entrar en casa, hasta que las mieses estén a punto de siega, aquí un poco antes, allí más tarde, ahora venid vosotros, los demás que esperen, está la cabra atada a la estaca y ya no tiene qué comer. Hace tiempo que no tiene. Entonces, qué jornal pagan, dicen los trabadores en la plaza, y los capataces pasean a lo largo de los batallones desarmados, está la hoz en casa y el martillo no es cosa de nuestra arte, y paseando dicen, o se paran jugando con los dedos en el bolsillo del chaleco, El jornal es como los demás, lo que paguen los otros, paga la casa. Esto es conversación antiquísima, ya en tiempos de los señores reyes se decía así, y la república no ha cambiado nada, no son cosas que se cambien por derribar un rey y poner un presidente, el mal está en otras monarquías, de Lamberto nació Dagoberto, de Dagoberto nació Alberto, de Alberto nació Floriberto, y después vinieron Norberto, Berto, Sigisberto, y Adalberto, y Angilberto, Gilberto, Ansberto, Contraberto, que cosa rara es que tengan nombres tan parecidos, es lo mismo que decir latifundio y su dueño, los otros bautismos poco cuentan, por eso el capataz no dice nombres, dice los demás, y nadie pregunta quiénes son los demás, sólo la gente de ciudad caería en esa inocencia.

Se está en eso, Cuánto vamos a ganar, y el capataz sigue en sus trece, Lo que los otros paguen, y cerrado así el círculo, a ciegas, pregunté yo y no respondiste tú, Vayan a trabajar y ya veremos luego. Con otras palabras, o poco diferentes, lo mismo dice el hombre a la mujer, Voy a trabajar y luego veremos, y ella piensa, o dice en voz alta, y quizá no debiera decirlo porque estas cosas duelen, Al menos tienes trabajo, el lunes ya están los braceros en el campo, cumpliendo su obligación, y se dicen los unos a los otros, Cuánto será, cuánto no será, y no lo saben, Y aquellos de allí, los del otro lado, Ya les he preguntado, y no lo saben tampoco, y así se llega al sábado, y entonces sí viene el encargado a decir, El jornal es tanto, toda la semana trabajando sin saber cuánto valía el trabajo y por la noche preguntaba la mujer, Lo sabes ya, y el hombre respondía con malos modos y peor gana, Yo qué sé, déjame en paz, y decía ella, No es por mí, pero el panadero me lo preguntó, por lo que nos lleva fiado, ay esos míseros diálogos. Que siguen, Tan poco, No sé, no sé, si los otros pagan más yo pago más también. Fingimientos, todos sabemos lo que son, pero estos fingimientos fueron tramados entre Ansberto y Angilberto, entre Floriberto y Norberto, entre Berto y Latifundio, es la otra manera de decir todo.

Todos los años, en fechas fijas, la patria llama a sus hijos. Es un modo exagerado de decir, copia habilidosa de algunas proclamas usadas en momento de aprieto en la nación, o de quien en su nombre habla, cuando interesa, para fines confesos o inconfesos, que aparezcamos como una inmensa familia toda hecha de hermanos, sin distinción entre Caín y Abel. La patria llama a sus hijos, se oye la voz de la patria llamándolos, llamándolos, y tú, que hasta hoy nada has merecido, ni el pan para el hambre que tienes, ni el remedio para la enfermedad que te tiene, ni el saber para la ignorancia, tú, hijo de esta madre que te ha estado esperando desde que naciste, tú ves tu nombre en un papel a la puerta del ayuntamiento, no sabes leer, pero algún letrado te indica la línea donde se enrolla y desenrolla una lombriz negra, eres tú, y quedas enterado de que esa lombriz es tu nombre, escrito por el amanuense de la caja de reclutas, y un oficial que no te conoce y que de ti sólo quiere saber para esto, pone su nombre debajo, es una lombriz aun más enredada y confusa, ni siquiera llegas a enterarte de cómo se llama el oficial, y a partir de ahora ya no puedes escapar, la patria te está mirando fijamente, te hipnotiza, sólo faltaba que fueras a ofender la memoria de nuestros abuelos y de los descubrimientos, Te llamas Antonio Maltiempo, y desde que viniste a este mundo te estaba esperando, hijo mío, para que sepas que madre extremosa soy, y si durante todos estos años no te di mucha atención, tendrás que perdonarme porque sois muchos y no puedo mirar por todos, anduve preparando a los oficiales que mandarán en ti, no se puede vivir sin oficiales, cómo ibas a aprender los movimientos de marcha, uno dos izquierda derecha, media vuelta, alto, o el manejo del arma, cuidado cuando alzas la culata, quinto, que no se te vaya el dedo atrás, y me dicen que no sabes leer y quedo asombrado, acaso no puse escuelas primarias en los lugares estratégicos, institutos no, no los necesitas, tu vida es diferente, y vienes a decirme que no sabes leer, ni escribir, ni contar, qué trabajos me das Antonio Maltiempo, vas a tener que aprender en el cuartel, no quiero hijos analfabetos bajo mis banderas, y si luego olvidas lo que te han enseñado, paciencia, la culpa no será mía, el burro eres tú, un patán y un cateto, en verdad te digo, están mis ejércitos llenos de campesinos, menos mal que es por poco tiempo, y acabado el servicio militar volverás a tu ocupación, pero si quieres otra tan pesada como ésa, también puede arreglarse.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Levantado Del Suelo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Levantado Del Suelo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Levantado Del Suelo»

Обсуждение, отзывы о книге «Levantado Del Suelo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x