Graham Joyce - Amigos nocturnos

Здесь есть возможность читать онлайн «Graham Joyce - Amigos nocturnos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Amigos nocturnos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Amigos nocturnos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Graham Joyce lo ha vuelto a hacer. Nos brinda uno de esos libros que no sabes bien cómo, pero que no puedes dejar de leer, pues te engancha desde la primera página. Con una prosa engañosamente sencilla, aunque mucho más elaborada de lo que parece a simple vista y una estructura de capítulos cortos que invitan a ir avanzando con celeridad, Joyce te envuelve en su particular universo de manera eficaz.
En esta ocasión, el protagonista es un chico -Sam Southall- y sus amigos de pandilla que viven en Coventry, escenario habitual del autor. Lo que inicialmente parece un simple relato de aventurillas juveniles, empieza a adquirir rápidamente tintes un tanto oscuros (el incidente del lucio, la masacre de los padres de uno de los protagonistas) y sobre todo, la aparición del primer y único elemento fantástico de la narración: una especie de duende perverso que sólo puede ser visto por el protagonista.
Es evidente que el libro admite varias lecturas. Una más superficial que nos presentaría las aventuras y desventuras de un joven acosado por un personaje sobrenatural que destruye todo lo que tiene cerca y que no deja de fastidiar terriblemente a la única persona que, en condiciones normales puede verlo.
Pero esa sería una lectura demasiado superficial. Es evidente que las intenciones del autor son otras. La narración es una alegoría del paso de la infancia a la madurez a través de una problemática adolescencia, con los clásicos miedos y temores que comporta, la explosión de sentimientos, la confusión, la necesidad de rebelarse contra lo establecido y el descubrimiento del sexo.
La novela, que en otras manos podría haberse convertido en una novela de terror, no produce miedo en ningún momento, como mucho una cierta inquietud ante lo desconocido. Especialmente ante los capítulos en que otras personas pueden percibir en cierta manera al duende, cuya naturaleza no queda clara en ningún momento, cosa que potencia el elemento mistérico de la narración.
En definitiva, otra excelente novela de Joyce que nos tiene malacostumbrados a estas pequeñas joyas que de tanto en cuanto los editores nos ofrecen traducidas. Espero que dicha tendencia se mantenga en el futuro y podamos disfrutar de más obras de este peculiar autor.

Amigos nocturnos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Amigos nocturnos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y a cada minuto que la tarde avanzaba hacia la medianoche, el balón de ansiedad que hinchaba el estómago de Sam se agrandaba más y más.

Sabía que la duende podía comenzar a actuar en cualquier momento. También sabía que esperaba una oportunidad para humillarlo de la manera más escandalosa posible.

Salió el tema de las pintadas. Todo el mundo estaba calmado, observándolo tranquilamente hasta que Bettie rompió el silencio con un lamento sobre la degeneración de la juventud del país.

– Cualquiera con pelo sobre las orejas -aseguró refiriéndose a la moda imperante-, debería ser encerrado.

– Tú tienes el pelo por encima de las orejas -señaló Harold, mientras guiñaba un ojo a la compañía haciendo que todo el mundo se riera menos Sam.

Bettie le golpeó la pierna de manera juguetona.

– Cualquier hombre, quiero decir. Esos jovenzuelos van por ahí que parecen chicas.

Sam casi estaba incluido en esa categoría.

– Sí-dijo Harold-. No sabes si quererlos u odiarlos.

Más risas. Contemplaron de nuevo a Sam con tranquilidad, como si estuvieran decidiendo si amarlo u odiarlo. Bettie preguntó:

– ¿Aún va a ver a ese tipo?

Bettie era una de las pocas tías a las que Connie le había confesado que su hijo tenía que ver en ocasiones a un psiquiatra, y en esas conversaciones de comedor el psiquiatra había sido codificado como «ese tipo». A oídos de Sam, sin embargo, la frase siempre tenía un tono evidentemente ominoso, mucho peor que la palabra a la que sustituía.

– ¿Qué tipo? -quiso saber Harold.

Miró a Sam con los ojos entrecerrados.

– Una pérdida de tiempo. A Sam no le hace falta ver a ningún tipo.

– Ve arriba y trae los regalos para tía Bettie y tío Harold -dijo Connie.

A pesar de que sabía que aquello era la excusa para que Connie informara a Bettie sobre los últimos avances con el psiquiatra, Sam agradeció la oportunidad de tomar un respiro. Poco después de bajar con los regalos de Navidad sus tíos ya estaban luchando por ponerse los abrigos.

– Feliz Navidad, feliz Navidad. ¿Vais a la misa del gallo? -preguntó Bettie.

– Sí-dijo Connie. -No -dijo Sam.

Bettie lo agarró y lo saturó de más besos.

– ¡Tienes que ir a la misa del gallo! ¡Prométeme que irás a la misa del gallo, corazón!

Bettie era bastante religiosa. Era de la clase que, sin saberse ni una línea de la Biblia, decoraba la iglesia cada fiesta de la Cosecha y lloraba cuando le decían lo bonita que había quedado. Lo besó de nuevo.

– No te voy a dejar escapar hasta que digas que irás con tu madre. Te voy a dar besos hasta que digas que sí.

Iba en serio.

– Solo hay una forma de escapar -sonrió Harold.

Entonces se le ocurrió que quizá la iglesia era el único lugar en el que podría estar sano y salvo a medianoche. Estaría protegido. La duende no haría nada mientras se estuviese celebrando la misa del gallo. No en una iglesia llena de gente. No en un lugar de himnos, oraciones, sermones, velas y luz. La duende no se atrevería. La duende estaría neutralizada. Quizá incluso fuese expulsada al infierno.

– Quizá -dijo Sam y añadió-. Sí, sí, de acuerdo.

Nev, como de costumbre, no quiso ir con ellos a la misa del gallo. Se quedó tumbado en el sofá viendo la tele, con una copa de cerveza color ámbar en la mano, y partiendo nueces de Brasil con un instrumento de plata mientras se preparaban para salir de casa. Admitió con alegría carecer de los instintos religiosos de Connie. Sam pensó captar un retazo de ironía en la voz de su padre antes de irse.

– Pasadlo bien -dijo mientras rompía con estruendo otra nuez de Brasil.

La misa del gallo comenzó a las once y media, y hacía un frío gélido cuando Sam y Connie caminaron hasta la iglesia. Sobre el mundo se había extendido una fina capa de escarcha formando una sábana continua y perfecta. Cubría los coches aparcados en la calle, se extendía a través de la carretera y los guardacantones, sobre las vallas de los jardines y los setos. La noche estaba oscura, sin luna, envuelta por la heladora neblina, apenas quebrada por las farolas que brillaban débiles sobre las congeladas aceras.

Había unos cuantos coches junto a la iglesia, y gente parloteando junto a la entrada esperando a pasar dentro. Las ventanas estaban iluminadas por una luz amarilla, el único color brillante que ofrecía la oscuridad plateada de la noche. El señor Philips, que aparte de ser profesor de la escuela dominical, era adjunto del vicario que oficiaba el servicio, los saludó cálidamente al entrar. Parecía realmente encantado de ver a Sam. Sobre la congregación se extendía una inconfundible aura de expectación, como si de verdad esperasen que ocurriese algo.

Tan pronto como tomaron asiento el órgano emitió unas notas graves y resonantes. Se oyó un crujir de rodillas cuando todos se pusieron en pie para cantar el primer himno, Escucha el canto del ángel anunciador. Connie, mientras rebuscaba la página en el libro de himnos, cantaba con voz aguda y trémula. Sam, por el contrario, abría y cerraba la boca de vez en cuando buscando las palabras adecuadas.

El servicio era oficiado por el reverendo Peter Evington, resplandeciente con sus vestiduras, que ceceaba ligeramente, y cuya calva brillaba bajo las luces cenitales. Tras unas breves palabras la congregación se alzó de nuevo para cantar Acercaos, los que tenéis fe. A mitad de la primera estrofa, Sam escuchó unos golpecitos encima de su cabeza y miró al tragaluz que había sobre él.

Una nube de plomo pasó por su corazón. No hagas esto, pensó. Aquí no. Esta noche no. Pues la duende tenía el lado de su cara presionado contra el tragaluz, y sus negros rizos flotaban sobre ella. Tenía la boca abierta y los dientes afilados reflejaban la luz del interior de la iglesia. Mientras tanto, sus dedos, con aquellas uñas como sacacorchos, golpeaban el cristal como pezuñas de caballo. Sam vio cómo una o dos personas movían el cuello hacia arriba, aún cantando a plena voz, para ver de dónde provenían los golpecitos. Sam hundió aun más el rostro ruborizado en el libro de himnos.

El crescendo del villancico ahogó los ruidos del tejado. Antes de que comenzase la siguiente estrofa, habían desaparecido. Alzó la mirada. La duende se había ido. Se había marchado. Gracias a Dios, pensó. Gracias a Dios.

Pero mientras progresaba la segunda estrofa se produjo un estruendoso e impresionante golpetazo. Esta vez no vino de arriba sino de una ventana a no más de dos metros de distancia. Había vuelto, golpeaba con fuerza el cristal y le hacía muecas. Lo que era peor, se le habían unido otros como ella. Sam pudo ver, detrás de la duende, otras dos o tres formas negras, vagamente femeninas, con ojos alegres y grandes dientes, las bocas abiertas, animándola a seguir, señalando de manera provocativa y echando hacia atrás sus cabellos negros y lacios. Una de ellas se inclinó sobre la duende y golpeó con fuerza, con los nudillos blancos, la ventana.

Varios miembros de la congregación dejaron de cantar, bajaron el libro de himnos y miraron alrededor para ver de dónde venía tanto jaleo. Sam no sabía si podían ver lo que él veía. A lo mejor no sabían dónde mirar… Pero la consternación de los feligreses inquietos atravesó el villancico como un barco pirata a través de un puerto tranquilo. El villancico comenzó a diluirse en toda la iglesia mientras continuaban los golpes. Ahora todo el mundo barría el techo con sus miradas, intentando detectar el origen del ruido. El órgano se detuvo.

Los golpes contra el cristal se hicieron cada vez más sonoros. La congregación se quedó en silencio. De todos los presentes tan solo Sam parecía capaz de ver a los responsables del revuelo.

Entonces el órgano comenzó de nuevo y, gracias a algunos que valientemente comenzaron a cantar en los asientos delanteros, el canto se reanudó. Todo el mundo se unió con mayor fuerza. Gracias al esfuerzo de la voluntad unida y de unos poderosos pulmones, parecía que la congregación había conseguido eliminar la algarabía, pues cuando llegaron al final del villancico ya no había más ruidos. Todo el mundo se quedó en silencio durante un periodo de tiempo innecesario, esperando, escuchando, en tensión, antes de que, una vez dada la señal precisa, se volvieran a sentar acompañados del roce y el murmullo de los abrigos, que parecía el sonido del viento entre las hojas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Amigos nocturnos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Amigos nocturnos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Graham Joyce - Dreamside
Graham Joyce
Jessica Hart - Los Mejores Amigos
Jessica Hart
Graham Joyce - The Silent Land
Graham Joyce
libcat.ru: книга без обложки
Ольга Табоякова
Michael Geigenberger - Tres Amigos 2
Michael Geigenberger
Michael Geigenberger - Tres Amigos 3
Michael Geigenberger
Отзывы о книге «Amigos nocturnos»

Обсуждение, отзывы о книге «Amigos nocturnos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x