Fannie Flagg - Me Muero Por Ir Al Cielo

Здесь есть возможность читать онлайн «Fannie Flagg - Me Muero Por Ir Al Cielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Me Muero Por Ir Al Cielo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Me Muero Por Ir Al Cielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Fannie Flagg, autora y guionista de la inolvidable Tomates verdes fritos, nos vuelve a llevar a los cálidos paisajes de Misuri para deleitarnos con las sorprendentes y prodigiosas experiencias de una octogenaria llena de vida, que hacen que una ciudad entera cavile sobre la vieja cuestión: ¿Por qué estamos aquí?
Elner Shimfissle sabe que no debe hacerlo, pero ha vuelto a subirse a la escalera para coger higos de su árbol. Esta vez es atacada por un enjambre de avispas y cae al suelo, y la siguiente cosa que sabe es que ha emprendido una aventura que jamás habría imaginado, en la que vivirá los encuentros más extraordinarios. Pero las mayores sorpresas las vivirán sus parientes, vecinos y amigos, una panda de personajes tan variopintos como entrañables. A medida que va desplegando esta comedia de enredo, cada una de las personas cercanas a Elner va descubriendo algo maravilloso, y lo mismo le sucede al lector.

Me Muero Por Ir Al Cielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Me Muero Por Ir Al Cielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cuando esa noche La Shawnda llegó a casa, vio a su madre dormida en el salón, con el camisón todavía puesto. La miró y pensó «vaya forma de terminar, vieja y atormentada por la artritis, sin seguro médico ni un centavo a su nombre». Menos mal que el hospital le había permitido incluirla en su póliza, de lo contrario no podría adquirir los medicamentos. Su pobre madre había trabajado toda la vida de empleada doméstica, había criado cinco hijos lavando y planchando para otras personas después de llegar a casa del trabajo y durante los fines de semana, y jamás en la vida ganó más de setenta dólares a la semana. Su única alegría era ir a la iglesia, pero ahora estaba demasiado débil para ello, y La Shawnda hacía todo lo que podía para que comiera y se mantuviera con fuerzas. Su madre solía llevar a todos sus hijos a la iglesia, pero ahora estaban todos desperdigados por el país y sólo una hermana seguía acudiendo. La Shawnda ya no iba. Por mucho que su madre insistiera en que Dios era bueno, ella no lo veía así. Cualquier supuesto Dios que permitiera que uno de sus supuestos hijos sufriera no era un Dios que a ella le interesara demasiado. Tras dejar sus cosas, fue directamente a la cocina, cogió un plato del armario, sacó un tenedor limpio del lavaplatos, y volvió al salón.

– Mamá -dijo, sacudiéndola ligeramente-. Despierta, cariño. Tengo una sorpresa para ti.

Su madre abrió los ojos.

– Ah, hola, nena. ¿Cuándo has llegado?

– Ahora mismo. ¿Qué tal hoy el dolor?

– Regular -admitió la madre.

– Mira lo que te he traído.

La anciana miró y vio el trozo de tarta y dijo:

– Oh, qué buena pinta tiene. ¡Y además huele de maravilla!

A la mañana siguiente, el despertador sonó como siempre a las cuatro, y La Shawnda hizo un esfuerzo por levantarse y disponerse a afrontar otro día. Después de vestirse, fue a la cocina y se llevó la sorpresa de su vida. La luz estaba encendida, y su madre se encontraba de pie, cocinando.

– Mamá -dijo-, ¿qué haces levantada?

– Pues me he despertado -dijo la madre-, y como esta mañana me sentía mucho mejor, he pensado que podía prepararte unos huevos.

– ¿Te has tomado el medicamento?

– No, todavía no. Esta noche he tenido un sueño de lo más fantástico. He soñado que miraba hacia abajo y veía centenares de diminutas manos doradas friccionándome todo el cuerpo, ha estado tan bien, y al despertar notaba un hormigueo por todas partes. En serio, cariño, creo que esa tarta me ha levantado el ánimo. Después de tanto tiempo enferma se me ha olvidado cómo se hace una buena tarta casera como ésa; creo que me ha espabilado las papilas gustativas. Pensaba hacer un buen pan de harina de maíz. ¿Qué te parece?

– ¿Pan de harina de maíz?

– Sí. Quizá tú puedas comprar nabos o coles rizadas, o tal vez judías secas, de las tiernas. ¿Verdad que pega bien?

La receta

7h 20m de la mañana

Tres días después de encontrar la tarta, La Shawnda iba en el autobús a trabajar asombrada de cómo había mejorado la salud de su madre. ¡La noche anterior había llegado a preparar un molde de pan de harina de maíz! Decidió ir a ver a la señora de la bata y decirle lo mucho que le había gustado la tarta a su madre y lo animada que estaba desde entonces. Incluso podría pedirle la receta.

Hacia las siete y veinte de la mañana del jueves llamó a la puerta de la habitación de Elner y observó que la señora de pelo cano estaba despierta y sentada en la cama.

– ¿Señora Shimfissle? ¿Puedo entrar?

– Claro -dijo Elner-. Pase.

– ¿Cómo se encuentra hoy?

– Muy bien, gracias -contestó Elner alerta por si la mujer llevaba alguna jeringa en la mano.

– Señora Shimfissle…, usted no me conoce, soy la que recogió sus efectos personales.

– ¿Mis qué, cariño? -preguntó Elner.

– Su bata y sus zapatillas.

– Ah, sí, menos mal que alguien lo hizo. No sabía qué había pasado con eso.

– Se lo di todo a su sobrina la noche que la ingresaron.

Elner puso cara larga.

– Vaya -dijo-. Adiós a la bata. Hacía años que Norma se moría de ganas de tirarla a la basura. Bueno. Supongo que me ha pasado por no hacerle caso.

La Shawnda se acercó a la cama y dijo:

– Señora Shimfissle, el lunes por la noche estaba doblando su bata y encontré en el bolsillo un trozo de tarta.

A Elner se le iluminaron los ojos.

– Qué bien. Esperaba que apareciera por fin.

– Sí, señora. – La Shawnda miró alrededor por si venía alguien-. Debía haberla tirado, pero no lo hice.

– ¿Ah, no? -dijo una esperanzada Elner ante la posibilidad de recuperarla. Ahora mismo podría comerse otro trozo de tarta casera.

– Espero que no le importe, pero lo llevé a mi casa y se lo di a mi madre. Ella se crió en el campo, y pensé que un pedazo de tarta casera le levantaría el ánimo.

– Ah, entiendo. -Elner estaba un poco decepcionada, pero dijo-: Pobrecita. Yo también viví en el campo, o sea que sé cómo se siente, y si no iban a dejar que me lo comiera yo, me alegro de que a ella le gustara.

– Le gustó -dijo La Shawnda -, desde luego, y además al día siguiente se encontraba mejor de lo que se había encontrado en mucho tiempo.

– La tarta era buena, sin duda.

– Quería preguntarle dónde la compró. ¿La hizo usted?

Elner se puso a reír.

– No, no la hice yo, las mías no salen tan bien.

– Pues entonces, ¿de dónde era?

Elner la miró y sonrió.

– Cariño, si se lo dijera, no me creería.

– ¿La compró en una panadería? -indagó La Shawnda.

– No, es totalmente casera, la hizo una amiga mía.

– Qué lástima. Pensaba que usted podría pasarme la receta… ¡Cómo le gustó esa tarta a mi madre!

– Oh, se la pasaré encantada. Deme su dirección y se la envío. Tengo la receta en casa, en el libro de cocina de la vecina Dorothy… Ah, y le aconsejo una cosa: mire bien el horno y asegúrese de que está precalentado a la temperatura adecuada. Dorothy me dijo que ése era el secreto para que saliera una tarta esponjosa.

La Shawnda anotó rápidamente su nombre y su dirección en un trozo de papel que dio a Elner.

– Se lo agradezco muchísimo, señora Shimfissle. -Entonces La Shawnda miró hacia la puerta y susurró-: Y también le agradeceré que no diga a nadie que me llevé esa tarta a casa la otra noche, o podría perder mi empleo. Siempre están buscando excusas para despedir a gente.

– Ah, ya entiendo -dijo Elner-. Vale, prometo no comentar nada. Y dígale a su madre que me alegro de que se sienta mejor, ¿de acuerdo?

Mientras La Shawnda se despedía, entró una enfermera con guantes de goma portando una bandeja.

– Buenos días, señora Shimfissle -dijo, y, por la sonrisa, Elner supo que la muchacha estaba allí para algo que a ella no iba a gustarle.

A casa

Después de que la enfermera hubiera examinado a Elner del derecho y del revés, el doctor Henson, su médico de la sala de urgencias, recibió el informe. Desde que Elner fuera ingresada, la había visitado varias veces al día, y cuanto más la conocía, más positiva era su opinión sobre la especie humana. Todas las conclusiones lo habían absuelto de cualquier negligencia, no iba a ser despedido y lógicamente el hospital no sería demandado, y su paciente mejoraba a ojos vista; y él estaba de un magnífico humor.

Abrió la puerta y entró en la habitación luciendo una sonrisa de oreja a oreja.

– Buenos días, maja.

– Vaya, hola -dijo ella, contenta de verlo.

– Me fastidia decirle esto -dijo el doctor-, pues nos gustaría que se quedara con nosotros, ¡pero hoy la mando a su casa, señorita!

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Me Muero Por Ir Al Cielo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Me Muero Por Ir Al Cielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Lisa Jackson - Morir por ti
Lisa Jackson
Robert Silverberg - Muero por dentro
Robert Silverberg
Alexandra Marínina - Morir por morir
Alexandra Marínina
Fanny Wobmann - Am Meer dieses Licht
Fanny Wobmann
Marco Antonio García Falcón - París personal
Marco Antonio García Falcón
Felix Maier-Lenz - Lågomby
Felix Maier-Lenz
Juan de Mora - Mirando al cielo
Juan de Mora
Отзывы о книге «Me Muero Por Ir Al Cielo»

Обсуждение, отзывы о книге «Me Muero Por Ir Al Cielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x