Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios

Здесь есть возможность читать онлайн «Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En tiempo de prodigios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En tiempo de prodigios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La novela finalista del Premio Planeta 2006 Cecilia es la única persona que visita a Silvio, el abuelo de su amiga del alma, un hombre que guarda celosamente el misterio de una vida de leyenda que nunca ha querido compartir con nadie. A través de una caja con fotografías, Silvio va dando a conocer a Cecilia su fascinante historia junto a Zachary West, un extravagante norteamericano cuya llegada a Ribanova cambió el destino de quienes le trataron. Con West descubrirá todo el horror desencadenado por el ascenso del nazismo en Alemania y aprenderá el valor de sacrificar la propia vida por unos ideales. Cecilia, sumida en una profunda crisis personal tras perder a su madre y romper con su pareja, encontrará en Silvio un amigo y un aliado para reconstruir su vida.

En tiempo de prodigios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En tiempo de prodigios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Nos reímos los dos. A las siete, Lucinda nos trajo una taza de té con bizcochos, y al terminar la merienda me marché. Silvio no me preguntó cuándo iba a regresar, pero creo que se alegró cuando le dije «hasta el viernes». Estábamos a martes. Faltaban sólo tres días.

Mi trabajo con las ilustraciones de los cuentos marchaba razonablemente bien, hasta que me atasqué dibujando a las hadas madrinas de la Bella Durmiente. Parece una broma, pero no lo era: estaba bloqueada con aquellos tres personajes que no acababa de ver dentro de mi cabeza, condición imprescindible para llevarlos al papel. ¿Debía representar a tres viejecitas encantadoras como las que aparecen en la versión de Walt Disney o, por el contrario, crear un trébol de damas sofisticadas de largos cabellos y rostros misteriosos que viniesen a romper con el tópico americano? Le pregunté a mi editora, pero no estaba por la labor de colaborar: «Haz lo que te parezca, pero hazlo pronto. Y, sobre todo, no me des la tabarra», me dijo. Silvia paga bien, pero no es ningún modelo de diplomacia.

Decidí pasarme por la Biblioteca Nacional para echar un vistazo a las recreaciones de las hadas aparecidas en otras ediciones del cuento. Mientras me buscaban los libros, se me ocurrió fisgar en los archivos para comprobar cuántas novelas policiales había publicado en realidad el falso Nathaniel Prytchard. Introduje su nombre en la base de datos, y para mi sorpresa aparecieron un total de sesenta y siete títulos, de algunos de los cuales se habían hecho varias ediciones. Fue entonces cuando caí en la cuenta de algo un poco extraño: el primer libro databa de 1951. Silvio tenía 88 años, así que había nacido en 1917… de modo que había publicado su primera novela a los 34 años. ¿De qué había vivido hasta entonces, si, como aseguraba, la de escritor había sido su única profesión?

Pasé la tarde hojeando volúmenes de ilustraciones, pero salí de la biblioteca sin haber sacado nada en claro sobre mis hadas madrinas, y haciendo bailar en mi cabeza las fechas vitales de Nathaniel-Silvio. Estaba claro que mi Gregory Peck particular me ocultaba algo. Aunque, después de todo, ¿qué obligación tenía el hombre de sincerarse conmigo? A lo mejor sólo me estaba contando alguna mentira sin consecuencias. Quizá se inventaba la historia del escritor para darse un poco de importancia. A lo mejor, Nathaniel Prytchard existía realmente y, como rezaba la solapa de sus libros, vivía aún «en un tranquilo pueblo de la región de Devonshire» ignorando que en España un viejecito se estaba apropiando de su nombre y de su historia para impresionar a una mujer que podría ser su nieta. Sin embargo, Silvio parecía tan convincente cuando me hablaba de su editor, del productor americano, de la película con el cameo de Peter Lorre… Le di vueltas al asunto hasta llegar a casa, y seguí dándoselas mientras cenaba y también mientras fingía no escuchar el sonido de mi móvil (el teléfono de Miguel aparecía, bien clarito, en la pantalla).

Estaba a punto de acostarme cuando decidí llamar a Elena. Después de todo, no tenía nada de particular el que me interesase por su padre, que llevaba más de una semana en Nueva York. De hecho, creo que debería haber llamado a mi amiga mucho antes para enterarme de cómo iba todo, pero… en fin… Fue la propia Elena quien contestó al teléfono. Eran las seis de la tarde en la costa Este y acababa de regresar del trabajo.

– ¡Ceci! He estado a punto de llamarte un montón de veces, pero no sabes qué lío tengo con mis padres aquí.

– Precisamente te llamaba por eso. Quería saber cómo va todo en el hospital…

Mentira, mentira, mentira. Pero ¿es que es un pecado dejarse ganar por la curiosidad?

– Bueno, han empezado con la terapia, y aún es pronto para saber nada. Lo cierto es que papá está animado y mamá parece un poco más tranquila. Por lo menos ya no sueña con Bin Laden. Ya te iré contando. ¿Y tú? ¿Qué tal con el abuelo?

Elena me lo estaba poniendo en bandeja.

– Estupendamente, es un encanto. Nos llevamos muy bien. Ayer me estuvo contando lo de sus libros…

– Ah, eso. Es una de sus batallitas preferidas. Publicar esas dichosas novelas fue lo más interesante que le pasó en la vida. Oye, pero no le hagas ni caso si te pide que las leas. El pobre no era precisamente Dashiell Hammett…

Elena, mi querida Elena, se me antojó un poco cruel. Las aventuras del detective Townsend no pasarían a la historia de la literatura, pero eran bastante dignas, y en su momento constituyeron un éxito editorial. Un poco fastidiada por el tono que empleaba la castellana de Grammercy Park, decidí dejarme de rodeos.

– Elena, ¿qué hacía Silvio antes de empezar a escribir?

Breve silencio.

– Era militar. Y sí, chica, hizo la guerra del lado de Paquito, pero no se lo tengas en cuenta. Estaba en el norte y tenía 20 años, así que eran lentejas. Luego, en el 39, empezó a trabajar en un ministerio. Le pegaron un tiro en el frente del Ebro, y había perdido movilidad en un brazo.

– No se lo he notado.

– Bueno, se trataba de una lesión mínima, pero a pesar de eso Silvio quedó inútil para la vida militar. Supongo que podía escribir a máquina, pero no manejar un fusil. Un día le dio por la literatura y acabó dejando el trabajo en la Administración… No sé cómo se le ocurrió dedicarse a eso, ni de dónde sacaba las tramas policiales de sus novelas. El abuelo vivió en provincias toda la vida, luego se fue a la guerra y al terminar se quedó en Madrid emborronando papeles en un despacho. Ya ves qué vida tan intensa para un escritor.

Elena tenía que ir al hospital a recoger a sus padres, así que nos despedimos -«si me retraso cinco minutos, mi madre empieza a pensar que me han cosido a puñaladas para quitarme la cartera»-. El misterio de Silvio estaba resuelto. De hecho, no había ningún misterio. El hombre era un oficinista y antiguo militar a la fuerza, reciclado en escritor por motivos puramente crematísticos. Fin de la historia. Ya en la cama, y con la luz apagada, recordé el tono compasivo que empleaba Elena al hablar de la vida monótona de su abuelo. A veces creo que mi amiga está convencida de que todo el mundo es como ella, que nació en Madrid, estudió en Oxford, vivió un año en Berlín y otros dos en Viena y ahora está en Nueva York casada con un médico millonario. No, Elena, las cosas no son así. La gente no vive en media docena de ciudades, ni va a cenar con primeros ministros, ni tiene la oportunidad de aprender más idiomas que el propio… Y en ese momento se me encendió la luz: recordé la perfecta pronunciación inglesa del abuelo Silvio al decir los nombres anglosajones de sus bisnietos, y su capacidad para escribir el guión de una película americana ¿Qué contestó cuándo quise saber dónde había aprendido inglés? «Es una larga historia», me dijo. Y apuesto a que no se refería a su trabajo como funcionario, ni a los tres años que pasó en la guerra. Elena querida, quizá no lo sepas todo. Quizá te estés equivocando al compadecer a tu abuelo, con su vida gris y sus veleidades literarias. Hay algo que Silvio te está ocultando. Algo que os está ocultando a todos y que, no sé por qué, creo que va a acabar contándome a mí.

Mi hermana dice siempre que tengo una especie de imán para las confidencias ajenas. Es cierto que llevo años escuchando historias privadísimas de labios de desconocidos, que me confían sus secretos, algunos de los cuales han llegado a incomodarme. No siempre quiere uno tener acceso a las debilidades y los demonios de los demás, sobre todo porque a veces quien hace una revelación delicada cree tener, a su vez, paso franco a la intimidad del depositario de su secreto. Y yo soy incapaz de revelar los míos, no ya a los extraños, sino incluso a aquellos por los que siento un afecto sincero.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En tiempo de prodigios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En tiempo de prodigios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En tiempo de prodigios»

Обсуждение, отзывы о книге «En tiempo de prodigios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x