Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios

Здесь есть возможность читать онлайн «Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En tiempo de prodigios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En tiempo de prodigios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La novela finalista del Premio Planeta 2006 Cecilia es la única persona que visita a Silvio, el abuelo de su amiga del alma, un hombre que guarda celosamente el misterio de una vida de leyenda que nunca ha querido compartir con nadie. A través de una caja con fotografías, Silvio va dando a conocer a Cecilia su fascinante historia junto a Zachary West, un extravagante norteamericano cuya llegada a Ribanova cambió el destino de quienes le trataron. Con West descubrirá todo el horror desencadenado por el ascenso del nazismo en Alemania y aprenderá el valor de sacrificar la propia vida por unos ideales. Cecilia, sumida en una profunda crisis personal tras perder a su madre y romper con su pareja, encontrará en Silvio un amigo y un aliado para reconstruir su vida.

En tiempo de prodigios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En tiempo de prodigios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ithzak, que acababa de cumplir diecinueve años, había ofrecido ya su primer concierto en una pequeña sala de Varsovia. Interpretó al piano algunas obras de Liszt, y el éxito obtenido fue tal, que el señor Siewerski aseguró que podría conseguirle algunos contratos fuera de Polonia. Pero los Sezsmann no quisieron considerar la proposición: Ithzak estaba llamado a ser director de orquesta, no un simple intérprete de piano. Si interrumpía sus estudios con viajes y actuaciones, quedaría relegado a la categoría de concertista corriente y moliente. Y eso era algo que no deseaban ni el padre ni el hijo, cuyos deseos, afortunadamente, seguían estando en completa sintonía.

En cuanto a mi futuro, durante aquel año se tomaron algunas decisiones importantes. Había obtenido el título de bachiller con unas calificaciones bastante buenas, y quería ir a la Universidad y estudiar ingeniería. Zachary West habló con mis padres: pensaba enviar a Elijah a Boston para realizar estudios superiores, y no tenía inconveniente en sufragar también mi carrera allí. Aunque supongo que sabían que un traslado a América supondría para mí el definitivo alejamiento de la familia, ni mi padre ni mi madre pusieron objeciones a la propuesta, que reconocían como una oportunidad para labrarme el mejor futuro. Así que se decidió que, en septiembre, empezaría a cumplir con el servicio militar para poder viajar a Boston libre de compromisos con la patria. Aunque, a decir verdad, en aquel momento yo ni siquiera tenía muy claro qué patria era la mía. Creo que me había convertido en un caballerete algo snob y pretendidamente cosmopolita que quería ser, como dicen los cursis, ciudadano del mundo.

De regreso de vacaciones, y gracias a los buenos contactos de mi padre, obtuve un destino cómodo para mi primera temporada en el ejército. Hice la instrucción en un pequeño pueblo relativamente cercano a Ribanova, de forma que podía pasar en casa los permisos concedidos a la tropa. El período de formación castrense, del que muchos hablan con verdadero rencor, no fue para mí especialmente desagradable. No tuve dificultad en acatar la disciplina militar. La idea de obedecer las órdenes de mandos prácticamente analfabetos, cuando yo era bachiller, no me daba ni frío ni calor. Simplemente, aquello no iba conmigo: era sólo un trámite por el que debía pasar para continuar mi camino, como el que tiene que vadear un arroyo maloliente antes de llegar a la tierra prometida. Sufrí pocos arrestos y no tuve ningún problema con los compañeros, a cinco de los cuales, por cierto, enseñé a leer y a escribir mientras yo aprendía a marchar bajo la lluvia, a empuñar un fusil y a luchar cuerpo a cuerpo. Fíjate en esta foto: fue la primera que me hicieron vestido de recluta. No tengo un aire muy marcial, que digamos.

Al terminar la etapa de instrucción se me buscó destino en oficinas, concretamente en Capitanía de La Coruña. Todo estaba saliendo según lo previsto. En sus cartas, Elijah me mandaba información sobre Boston y el campus universitario de Harvard, aunque en aquel momento yo nada sabía sobre las elitistas universidades de la Ivy League ni lo que significaba ser admitido en aquel sanctasanctórum reservado a cerebros privilegiados e hijos de papá. Tenía dieciocho años y ninguna razón para pensar que pudiera haber algo fuera de mi alcance. Me faltaban sólo unos meses para alcanzar la completa independencia, la libertad más absoluta.

En aquella época, mi única fuente de preocupación fueron las noticias enviadas por Ithzak Sezsmann: Amos se había puesto enfermo a finales de octubre, y no acababa de mejorar. Tenía fiebre todas las tardes, estaba débil y desganado y parecía sumido en una rara melancolía. Al principio no dimos mucha importancia al estado de nuestro amigo: se trataba, posiblemente, de un catarro mal curado que acabaría por remitir. Pero llegó la primavera y las novedades que llegaban de Polonia seguían siendo alarmantes. Así que, mientras yo permanecía encerrado en una oficina militar, los West viajaron a Varsovia para visitar a Amos. Elijah y Zachary volvieron descorazonados. El señor Sezsmann parecía haberse echado encima todos los años del mundo, estaba distraído y torpe y ni siquiera la visita de unos amigos tan queridos había sido capaz de animarle. Zachary West pensaba que una estancia en alguna estación balnearia podría hacerle mucho bien, y se ofreció para organizar un traslado a Spa o a Montecatini, pero Amos no estaba en condiciones de viajar. Se pasaba el día sentado en un sillón, mirando a través de la ventana, sin pronunciar palabra durante horas. A veces paseaba por la casa en plena noche, o permanecía en la cama hasta bien entrado el mediodía. Ya no tocaba el violín, y ni siquiera se interesaba por los progresos musicales de su hijo. Ithzak había asumido la situación con una madurez encomiable, y encontraba tiempo para continuar sus estudios sin descuidar al enfermo. En cuanto a Hannah, pasaba muchas horas junto a Amos, leyéndole en voz alta o hablándole de cualquier cosa, aunque a veces sólo obtenía del músico una sonrisa triste como recompensa a sus desvelos.

La entrega de mi licencia como soldado estaba prevista para finales de septiembre. El curso en Harvard comenzaba a mediados del mes de octubre, así que tendría los días contados para trasladarme a Estados Unidos a tiempo de empezar las clases. Todavía no estaba claro si Elijah vendría conmigo o si viajaría unos días antes para visitar a sus parientes americanos. Zachary West ya se había ocupado del papeleo y las matrículas, y a finales del mes de mayo recibimos la carta de admisión en la Universidad y el resguardo de reserva de plaza en una residencia de estudiantes en pleno campus. ¿Cómo iba a pensar entonces que la vida se nos podía torcer, que algo más fuerte que nosotros iba a mandar al diablo nuestros planes para el futuro?

Mi mundo, igual que el de otros jóvenes, se derrumbó el 18 de julio de 1936. La misma noche de la sublevación militar pude hablar con los West. Sabía a qué me arriesgaba si algún mando me descubría usando de matute el teléfono de las oficinas, pero reinaba tal descontrol en Capitanía que no tuve problemas para llamar a mis amigos sin que nadie se enterase. Elijah, optimista nato, estaba convencido de que la situación acabaría por reconducirse pero Zachary West, que había pasado todo el día reunido en la embajada de Estados Unidos, tenía otras informaciones.

– Zachary ¿qué va a ocurrir?

No me contestó inmediatamente, pero al final acabó por confirmarme lo que yo estaba temiendo: habría guerra.

Los acontecimientos se precipitaron. Zachary se apresuró a sacar a Elijah del país. Y yo, como miles de chicos de mi edad, tuve que partir al frente. Las primeras semanas transcurrieron como en un sueño: tardé mucho tiempo en asumir que todo aquello iba en serio, que la guerra era real, que había hombres muriendo y matando, y que en cualquier momento yo podía ser uno de ellos, víctima o verdugo, sólo en función de las añagazas de la suerte. Puedo decirte exactamente cuándo desperté de mi estado de estupidez: fue el día en que le volaron la pierna a un compañero, un muchacho leonés muy joven que se había incorporado a nuestro batallón sólo dos días atrás. Aquel chico estaba a mi lado cuándo recibió en la pierna una carga de metralla. No sé cómo, pero de la rodilla para abajo toda la extremidad quedó hecha trizas.

No sabía gran cosa de mi compañero. Creo que ni siquiera había tenido tiempo de aprender su nombre. Pero recuerdo perfectamente sus gritos animales mientras los demás llamábamos al camillero. Y ¿sabes?, creo que no gritaba de dolor. Gritaba de miedo. Ese día, Cecilia, empezó para mí la guerra con mayúsculas. Se trataba de vivir o morir. Y decidí que, pasara lo que pasara, quería estar vivo cuando todo aquello terminase. Habría muchos muertos, pero yo no sería uno de ellos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En tiempo de prodigios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En tiempo de prodigios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En tiempo de prodigios»

Обсуждение, отзывы о книге «En tiempo de prodigios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x